“La Embajá de la calle del Marqués” tendrá que esperar un año más
El Grupo humorístico “La Embajá de la calle del Marqués” ha anunciado con tristeza que este año no podrán volver a hacer reír a cientos de eldenses en la calle Méndez Núñez por prudencia y porque el cambio de normativa por la COVID-19 no les ha permitido tener tiempo para preparar este texto que cada año consigue sacar los colores de Elda con un hilarante diálogo.
Esta particular “Embajá” está organizada por el Grupo Humorístico de la “Embajá” y parodia una Embajada Mora, en el que un Hueste del Cadí llega para conquistar el castillo y hacerse con Elda, pero un Estudiante se lo impide. Se trata de un diálogo de balcón a balcón seguido atentamente por el público que llena la estrecha calle.
A continuación el texto en el que lo explican.
Este año en la Embajá, nos toca ser responsables y volverla a guardar
Queríamos, pero no ha podido ser. Un año más La Embajá se va a quedar encerrada tras sus balcones, pero esta vez de manera voluntaria.
Desde hace meses arrastrábamos dudas sobre si la situación pandémica nos permitiría hacer el acto o no. La administración -y por lo tanto la legalidad-, lanzaba un mensaje tras otro de normalidad, pero la gente se seguía contagiando. Gracias a las vacunas los efectos eran más leves en la mayoría de casos, pero el riesgo seguía presente.
A día de hoy, se han eliminado prácticamente todas las restricciones, pero da la impresión de que todos pensamos lo mismo: estas decisiones se pueden traducir más como un empujón para que recuperemos la normalidad y se mueva la economía, que como una proclamación de que ha terminado el peligro. Y con ese panorama, y con los avisos de la posibilidad de una séptima ola de contagios, teníamos que tomar la decisión de hacer el acto o no.
Como se suele decir, teníamos el corazón partido. Por un lado sabíamos que muchos de nuestros seguidores querían volver a reír con nosotros, y estaban dispuestos a asumir los riesgos, pero por el otro recordábamos una calle del Marqués con casi mil personas, todas apretadas como sardinas en lata, y poco dispuestas en medio de la fiesta, a ponerse la mascarilla para evitar los contagios.
Así que la decisión era: o pecar de ser más prudentes que la propia administración, y no hacer el acto, al pensar en el bienestar de muchos de nuestros seguidores, o pensando en la otra parte de ellos, tirar hacia adelante y celebrarlo.
En esa incertidumbre, nos llega la noticia de que por reparaciones estructurales no había más remedio que variar el escenario, lo que vino a aportar todavía más dudas.
Finalmente, y después de un corto tiempo de buscar soluciones, sólo tuvimos que mirar el calendario para encontrar la revelación definitiva de lo que debíamos de hacer: entre tanta duda y adversidad, nos encontrábamos ya a un mes de las fiestas, y metidos en muchos otros preparativos, a los que la incertidumbre general había aplazado también para el último momento, por lo que no había tiempo material para preparar la representación del acto, tal y como se hacía normalmente.
De esta manera, la decisión se tomó rápidamente. Había que volver cuando pudiéramos dar a nuestros seguidores lo mismo que antes de la pandemia, y mientras no pudiéramos hacerlo así, era mejor aplazar la vuelta.
Así pues, amigos y fieles seguidores de La Embajá, sintiéndolo mucho, por responsabilidad hacia vuestra salud, por todos los contratiempos que se nos han ido presentando, y por nuestra voluntad de hacer un digno regreso, o no regresar todavía, el Heraldo, las Limpiadoras, el Moro y el Escribano, hemos decidido volver al interior de nuestros balcones, y permanecer allí a la espera de recuperar una calle sin virus, con el resto de problemas solucionados, y repleta de todas esas personas que saben reír con nosotros, pero también escuchar, y a los que una vez más les damos las gracias por su fidelidad.
Grupo humorístico “La Embajá de la calle del Marqués”