La Soledad en la noche más sobrecogedora
Un imponente silencio se hizo en el casco antiguo de Elda, que quedó a oscuras, en la que sin duda es la noche más sobrecogedora de la Semana Santa eldense, la de la procesión del Silencio. La amenaza de lluvia, que finalmente respetó el acto, impidió que pudiese procesionar la imagen de Cristo del Buen Amor y lo hiciese en su lugar una imagen más pequeña de Jesús en la cruz. Así, fue la Soledad la imagen que protagonizó la procesión que recorrió por primera vez las calles del casco antiguo, solo iluminadas por la luz palpitante de las velas.
Minutos antes del inicio de este acto, que comenzó puntualmente a las 23 horas, el templo de Santa Ana era un hervidero de nervios y emociones, pues los costaleros esperaban para portar la imagen de la Soledad, que pesa alrededor de los 1.000 kilos. En la parroquia, ambientada con el aroma del incienso, los cofrades que allí se encontraba miraban con nostalgia la imagen del cristo, que aunque preparada, no pudo salir por precaución. La Cofradía del Calvario decidió no sacar la imagen del Cristo del Buen Amor ante el riesgo de que sufriese algún daño ya que han descubierto una pequeña grieta en la parte inferior de la cruz. Aunque los técnicos ya han actuado sobre este desperfecto, la imagen está pendiente su restauración. Desde la Cofradía confían en que la imagen pueda participar en la Procesión del Santo Entierro si no llueve.
Con el repique de las campanas de la iglesia, las puertas del templo se abrieron y en un silencio solo roto por el redoble del tambor, comenzó la procesión que contó la participación de cientos de personas iluminando el camino de la Soledad, con todas las cofradías y devotos. Este acto recrea el dolor de una madre, María, tras la muerte de su hijo, Jesús.
Gracias a este acto, algunas de las calles más emblemáticas y antiguas de la ciudad como San Roque o Alcázar de Toledo, caídas casi en el olvido, volvieron a tomar cierto protagonismo tras muchos años sin atenciones con la procesión más solemne de la conmemoración eldense. El esfuerzo de los costaleros fue esencial para pasar por las angostas calles. Así pasó por La Iglesia, Colón, Nueva, Antonio Maura, San Roque, Alcázar de Toledo, Purísima, Gonzalo Sempere, El Huerto, Andrés Amado, Plaza Sagrado Corazón de Jesús, para volver al templo de Santa Ana.
Tras la procesión continuó el Vía Crucis desde el templo de Santa Ana hasta la ermita de San Antón, para sumarse así a la celebración del 75 aniversario de las fiestas de Moros y Cristianos. Allí recordaron con sus oraciones el calvario de Cristo antes de su muerte. La ermita fue iluminada con faroles, lo que permitió dotar al acto de una gran sensación de recogimiento.
Viernes Santo
Hoy, Viernes Santo, la celebración de la Semana Santa iba a continuar con la Procesión del Santo Entierro a las 19:30 horas en la que iban a participar todas las imágenes de la ciudad con inicio en Santa Ana, como es habitual, pero la lluvia a obligado a suspenderla. El itinerario iba a ser el siguiente: templo de Santa Ana, calles San Francisco, Pedrito Rico, Antonino Vera, Juan Carlos I, Jardines. Al llegar a Plaza de Sagasta, las cofradías con sede en la Inmaculada regresarían a la misma por Poeta Zorrilla, José María Pemán, Antonino Vera y Quijote. Las cofradías con sede en Santa Ana volverían a la misma por Ortega y Gasset, Nueva, Colón, y La Iglesia.