viernes, 29 de marzo de 2024

La zarzuela "Moros y cristianos"

Elías Bernabé Pérez
26 mayo 2016
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La zarzuela "Moros y cristianos"

El 27 de abril de 1905 se estrenó en el Teatro de la Zarzuela de Madrid, Moros y Cristianos, obra corta con música del valenciano José Serrano (Sueca 1873-Madrid 1941) y libreto de Maximiliano Thous, nacido en Asturias de padres alicantinos, (Pravia 1875-Madrid 1947) y Elías Cerdá (Alberic 1874-Madrid 1933).

Es esta la única zarzuela que se conoce cuya acción se desarrolla durante las fiestas de la población imaginaria de Almacera, ubicada en las comarcas de L´Alcoiá-El Comtat.

Las críticas del estreno fueron muy elogiosas para la parte musical y nada favorables para el libreto o el argumento que, en realidad, presenta algunos aspectos poco dados en la zarzuela convencional, como, por ejemplo, el adulterio.

Como en todas las zarzuelas de Serrano hay mucho mas diálogo que música. Al igual que en otras obras suyas como por ejemplo La reina mora, La canción del olvido, La dolorosa o Las hilanderas, el grueso de la partitura está compuesto por fragmentos más bien cortos y un dúo de los protagonistas principales de duración más prolongada. También la marca "Serrano" queda bien definida desde el inicio de la obra con sus ráfagas o interludios orquestales a modo de tema central, usando una terminología cinematográfica.

Junto al bellísimo dúo de tenor y mezzosoprano, destaca la denominada Marcha Mora, cuya cadencia dista de lo que conocemos por aquí, adquiriendo un carácter mas bien solemne.

Al haberse estrenado esta zarzuela el 27 de abril de 1905, no falta quien la califica como la pionera de las marchas moras, toda vez que la que adquirió esta consideración, Abencerraje o Ben Amet, del alcoyano Antonio Pérez, se estrenó en en 1907 en las fiestas de Alcoy.

La Peña Lírica Alicantina la recuperó para La Vila Joiosa

Esta zarzuela se representa muy poco, por no decir nada. A lo sumo alguna asociación festera se ha decidido a programarla, dentro de los actos previos a las propias fiestas, tan en boga en los últimos años.

Y así se hizo el 26 de abril de 2009 en el Teatre Auditori de La Vila Joiosa, por iniciativa de la comparsa de Contrabandistas, en función benéfica. Fue la Peña Lírica Alicantina quien la representó. Los peñistas la ensayaron para una sola función.

¿Y porqué el argumento de Moros y Cristianos  no recibió buenas críticas cuando se estrenó en Madrid?

Quizá por su desenlace dramático.

La esposa del capitán moro es la amante del capitán cristiano, quien descubre su infidelidad durante los días festivos. De tal forma que cuando ambos capitanes se enfrentan en combate, para resolver el final de la batalla entre los dos bandos, el moro mata a su oponente, quien apenas ha opuesto resistencia, en su creencia de estar representando una pantomima.

Filmografía

Moros y Cristianos fue llevada al cine el año 1926, dirigida por uno de los autores de su libreto, Maximiliano Thous.

Como en todas las películas mudas, en los cines había un pianista, o una orquesta reducida, y en algunos casos hasta cantantes. El público seguía la trama mediante los sobretítulos que aparecían en la pantalla. Sobretítulos que en ningún caso mostraban los diálogos completos, siendo solamente una guía que permitía conocer la historia.

En 1987 Luis García Berlanga dirigió una película con este título, que no tiene nada que ver con las fiestas.

Sus protagonistas principales pertenecen a una familia de turroneros de Xixona, que asisten en Madrid a una feria internacional de alimentación. Lo más festero que puede verse en este filme es a alguno de sus personajes vestido de moro o cristiano, así como alguna escena filmada en los restauantes de Xixona "Caballeros del Cid" y "Moros Tuareg".

Donde sí aparecen las fiestas de Moros y Cristianos es en la película estrenada el 29 de abril de este mismo año 2016 Quatretondeta, filmada en varias poblaciones de la comarca alicantina de El Comtat. Inicialmente su título iba a ser Camí a casa, pero se está comercializando con el nombre de uno de los pueblos donde se desarrolla.

Aunque su argumento es mas dramático que festivo, se muestra un desfile de las filaes de Cocentaina. Desfile que se celebró en noviembre de 2014, de forma exclusiva para ser filmado con destino a la película.

Protagonizada por José Sacristán, ha obtenido el premio a la mejor fotografía en el Festival de Cine de Málaga de 2016.

Discografía

 Aun no siendo una obra popular, más allá de su marcha, cuenta con tres versiones discográficas.

La primera se registró en 1931, en los antiguos discos de pizarra, siendo recuperada en CD en 1999, por el sello Bluemoon. Son sus principales intérpretes el tenor Vicente Sempere y la mezzosoprano Cora Raga, una de las figuras eminentes del canto lírico hispano en aquella época.

En 1957 el sello Alhambra la incluyó dentro de la amplia colección de zarzuelas, dirigida por Ataulfo Argenta, con Carlos Munguía y Ana María  Iriarte, muy presentes en la amplia colección que publicó la casa Columbia en la década de los 50. En su segunda edición en disco LP, y en la primera en disco compacto, su portada estuvo ilustrada por una fotografía de la, hace algunos años desaparecida, fila Las zapatillas verdes, de la Comparsa Moros Nuevos de Petrer.

Y una tercera versión se lanzó en 1967, por el sello Vergara, no reeditada en CD. En algunas publicaciones especializadas de zarzuela no se cita esta versión. Dirigida por Eugenio Mario Marco cuenta con Ángeles Chamorro y el barítono argentino César Ponce de León en sus papeles principales.

No hay más

La amplia nómina de compositores, y en menor medida de libretistas, valencianos de zarzuela no ayudó a que fiestas tan arraigadas en nuestra tierra como son las de Moros y Cristianos, se vieran reflejadas en los escenarios. No tenemos noticias de que, por ejemplo, los músicos villeneros Ruperto Chapí y Quintín Esquembre dedicasen alguna de sus obras a este tipo de festejo, de honda tradición en su Villena natal. Ruperto Chapí compuso, en sus años jóvenes, su fantasía morisca en cuatro tiempos, La corte de Granada, sin connotación alguna con este tipo de festejos. Su título ya lo dice bien claro. No obstante, en la época actual, su último tiempo con ritmo de marcha, se ha adaptado como marcha cristiana para los desfiles.

Quintín Esquembre compuso el pasodoble La entrada, que es interpretado por la Banda Municipal de Villena, abriendo cada una de las entradas de sus magnas fiestas septembrinas. Se estrenó el 5 de septiembre de 1925. Este pasodoble sirve, además, de sintonía de inicio del programa "Contra viento y madera", que las mañanas de los domingos dedica  Radio Clásica de Radio Nacional de España a la música de banda.

Revisando el catálogo de obras compuestas por Rafael Martínez Valls, músico nacido en Ontinyent, pronto afincado en Cataluña, no se observa que dedicase alguna de sus zarzuelas a las fiestas más populares de su tierra natal.

No descartamos la posibilidad de que alguno de los compositores de las comarcas de L´Alcoiá i El Comtat, o quizá el director de la banda de algún pueblo donde las fiestas de Moros y Cristianos datan del siglo XIX, compusiera alguna obra que, quizá, no haya llegado a estrenarse, o no haya ido más allá de la localidad de que se trate.

Algo parecido podríamos decir de las fiestas valencianas por excelencia: la de Fallas y Hogueras. Poco o nada se ocuparon de ellas nuestros compositores y libretistas más afamados.

El maestro alicantino José Garberí, que fue director durante casi 40 años de la Peña Lírica Alicantina, sí que compuso dos zarzuelas, centrados sus argumentos en las populares Hogueras de San Juan: El foguerer de honor y Almas de fuego.

Zarzuelas que apenas se representan, aún constituyendo un acto simpático de exaltación de la propia fiesta. El foguerer de honor  hace un montón de años que no se ha escenificado. Almas de fuego, que yo recuerde, subió por última vez al escenario del Teatro Principal de Alicante el año 1994, interpretada por la propia Peña Lírica Alicantina, dirigida por su autor.

Elías Bernabé Pérez
Elías Bernabé Pérez
Acerca del autor

Mis recuerdos más remotos que me atrajeron a la zarzuela me trasladan a sesenta años atrás. Primero escuchando los fragmentos que sonaban con frecuencia en la radio. También gracias a las fantasías, preludios e intermedios que interpretaban las bandas de música en los conciertos de las fiestas de octubre de Petrer. El templete donde actuaban estaba justo ante la fachada de mi casa.

Lo que más me gustaba de la Semana Santa es que en la radio solo se emitía música clásica. El viernes y sábado santo las emisoras enmudecían.

Lo más intenso vino en la época dorada del tocadiscos. Lo compró mi abuelo materno en 1963. La primera zarzuela que entró en casa fue Doña Francisquita con Kraus y Olaria. Es una grabación incompleta, pero suficiente para que me la aprendiese de memoria. Mi abuelo estaba impedido y era yo quien la ponía todos los mediodías y noches durante dos semanas consecutivas. A los quince días compramos un segundo disco: La generala, de nuevo con Kraus y Olaria. Y ya fuimos alternando. Después vino Maruxa. Y yo con solo 13 años me entusiasmé con ella y también la aprendí. Sí, digo bien. ¡A mis 13 años ya me encantaba Maruxa!

Ahí comenzó todo y ya no he parado. Siempre como aficionado.

Como le dice un padre a su hijo al final del documental de TVE sobre zarzuela La romanza de Madrid, de 1988, “Te acompañarán toda tu vida, porque son inmortales”.

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