La joya romana de Petrer
Hoy, hace 45 años, fue un día histórico para Petrer. Fue el 11 de septiembre de 1975 cuando al realizar unas obras en la calzada de la calle Constitución, por aquel entonces aún denominada 18 de julio, apareció el mosaico romano del siglo IV d.C.
El principal asentamiento romano de Petrer es conocido como Villa Petraria tal como la llamó el director del Museo Arqueológico Provincial de Alicante, Enrique Llobregat, cuando fue descubierto. Fue el petrerense Andrés Vicedo Azorín, cuando de forma fortuita, al cruzar por esta calle, a la altura de lo que por aquel entonces era la oficina de Correos, quedó extrañado al ver cómo entre la tierra afloraba un fragmento de pavimento formado con pequeñas teselas de colores, dando conocimiento a las autoridades locales. Tras comprobar que se trataba de un mosaico de época romana se procedió a su excavación y limpieza, dirigiendo los trabajos el director del Museo Arqueológico de Villena, José María Soler, con la colaboración del Grupo Arqueológico Petrelense.
Se descubrieron dos partes de grandes dimensiones de un suelo realizado con la técnica del mosaico, denominado en aquellos años "opus tessellatum", en la que se disponen pequeñas teselas de piedra de diferentes colores -blanco, rojo, amarillo, negro-, para formar motivos geométricos sobre una preparación de mortero de cal. Durante la excavación para extraer el mosaico, también se recuperaron restos de tejas, ladrillos, fragmentos cerámicos y monedas del periodo romano.
El mosaico por su diseño y características ha sido datado por los especialistas entre los siglos IV y V d. C. con un motivo geométrico en el que se combinan y entrelazan distintas figuras como los octógonos, hexágonos, cuadrados, triángulos y círculos.
Hasta hace unos años, el mosaico de Villa Petraria se pensaba que se realizó para pavimentar una sala poligonal, de ahí que el musivario, para poder hacer su trabajo, tuviera que redefinir los octógonos alterando su correcto desarrollo y desvirtuándose el propio esquema compositivo para adaptarse a la sala. Hoy, después del estudio que se hizo entre el laboratorio de restauración del MARQ y el Museo Dámaso Navarro para la exposición Petrer. Arqueología y museo de 2018, se piensa que el mosaico estaría colocado en un patio circular de la parte de la residencia de los dueños de la villa.
Tras un complejo proceso de extracción de la calle que fue llevado a cabo por el restaurador de Sagunto Facundo Roca, el mosaico se expuso en primer lugar en el interior del Ayuntamiento, para pasar en el año 1995 a la biblioteca municipal, situada en la plaza de Baix 10, instalaciones que se convirtieron en 1999 en el Museo Dámaso Navarro y en 2018 en la Tourist Info de Petrer.
Seguro que hay más restos romanos todavía enterrados bajo el centro histórico y en otros lugares de nuestro término municipal: Caprala, Gurrama y Els Castellarets. Este hallazgo supuso un hito para el conocimiento de nuestro pasado y para poder esbozar seis siglos de presencia romana en tierras petrerenses. Sin lugar a dudas, el mosaico es, por su tamaño y significación histórica, la pieza más importante que se conserva en el renovado Museo Dámaso Navarro.
Que el pueblo de Petrer cuente con un mosaico romano es todo un lujo. Un lujo que habla de la importancia de esta villa romana y del refinamiento y buen gusto de sus propietarios.
Para saber más sobre el mismo os recomiendo el trabajo de Concha Navarro y Fernando Tendero publicado en la revista Festa 2015. Y, desde estas líneas, os invitó a todos los que no lo conozcáis a ver el espectacular mosaico acudiendo al Museo Arqueológico y Etnológico Municipal Dámaso Navarro, situado en la calle La Fuente. Es una visita que no os podéis perder.
M.ª Carmen Rico Navarro cursó estudios de Geografía e Historia en la Universidad de Alicante, licenciándose con Grado con la presentación del estudio sobre la tradición alfarera de Petrer, obtuvo la calificación de sobresaliente por unanimidad (1996).
Desde 1983 es Técnico de Archivos y Bibliotecas del Excelentísimo Ayuntamiento de Petrer. Estudiosa de la historia y los temas de Petrer, su localidad natal, de la que es cronista oficial desde 1994.
Es autora de varios libros y trabajos de investigación entre los que destacan: Del barro al cacharro: La artesanía alfarera de Petrer (1996), Azorín y Petrer (1998), Catálogo del pintor Vicente Poveda y Juan (1998), Apuntes para la historia de Petrer: Vida y obra del presbítero Conrado Poveda (2000), Las calles de Petrer (2002), La lectura en Petrer (2005), Historia de la sanidad en Petrer (en colaboración) (2006), Un siglo de música, publicación que obtuvo el Premio Euterpe (2006), Petrer 1935: Un pueblo en blanco y negro (2007) y El marquesado de Noguera: Un señorío nobiliario en Petrer (en colaboración) (2014). Además ha escrito numerosos artículos en periódicos y revistas especializadas.
Ha dirigido la revista cultural Festa en distintos periodos (1988-1994, 1997-1998 y 2001) y las colecciones de monografías “Vila de Petrer” y “L’Almorxó”.
Además fue la primera pregonera de las fiestas de la Virgen del Remedio en 2015 y es buena conocedora y una apasionada de las fiestas de San Bonifacio colaborando siempre con todas las directivas.
M.ª Carmen se ha dedicado durante muchos años a investigar y divulgar el patrimonio local. Por todo lo expuesto y porque siempre ha sido una amiga y estrecha colaboradoras de Valle de Elda le damos la bienvenida y os invitamos, a partir de hoy, a leer y a disfrutar de sus Crónicas de Petrer.