200 años de Juan Rico y Amat
Un sábado 28 de agosto de 1821 nacía en Elda Juan Rico y Amat en el seno de una distinguida familia de la villa, siendo sus padres Pedro Rico y Bernabé y Josefa Amat y Quesada. Su padre, abogado de profesión, era en aquel momento el primer hacendado o terrateniente de la villa.
Su formación académica la inició en Aspe donde en 1833-1834 estudió latinidad y humanidades con el joven y notable profesor don Joaquín Gras y Juan. Estudios tras los cuales se trasladó a Madrid allá por 1836 donde entró a cursar filosofía en la Universidad Central para, una vez finalizada, cursar la licenciatura de Derecho Civil y Canónico, licenciándose a los 23 años como abogado en acto público el 8 de febrero de 1844.
Desde muy joven destacó por su afición a la literatura y a la escritura, especializándose profesionalmente como poeta satírico y dramático, además de escritor político en diversos periódicos, en especial defensa del pensamiento monárquico conservador al servicio del moderantismo isabelino durante las décadas centrales del siglo XIX. De entre sus obras, destacaron en su momento Historia política y parlamentaria de España (1860) y el Libro de los senadores y diputados, en 1865.
Su estrecha vinculación ideológica con los moderados le fue premiada en 1845 con diversos cargos político en Alicante, que le llevaron a ostentar entre 1847 y 1849 el cargo de Jefe Civil del distrito de Alcoy. Responsabilidades que le fueron reconocidas al nombrársele en julio de 1849 como comendador de la Real Orden Americana de Isabel la Católica. Aquel fue su último cargo desempeñado en la administración pública del Estado, no aceptando en 1849 la secretaría del gobierno civil de Zaragoza; ni otro cargo similar en el gobierno civil de Barcelona en 1857 o el cargo de gobernador civil de Alicante ofrecido en 1867.
La revolución de septiembre de 1868 y el destronamiento de Isabel II conllevaron su retirada de la vida pública, falleciendo en Madrid en noviembre de 1870 de un infarto cardiaco.
Además de sus todos méritos y trayectoria política y literaria, a Juan Rico y Amat le cabe haber sido el primer eldense que, sensibilizado por la importancia del castillo palacio de los condes de Elda, luchó por su conservación. En un intento de evitar su ruina y derribo, en noviembre de 1848, adquiere en pública subasta el palacio señorial de Elda por la importante cantidad de 121.000 reales de vellón. Plena posesión que le fue confirmada en abril de 1849 por parte de Francisco Sempere y Maciá, teniente de alcalde del ayuntamiento de Elda, quien le dio las llaves de la fortaleza eldense.
En recuerdo de tan ilustre personaje, Elda intituló con su nombre uno de los colegios públicos construidos en el segundo lustro de la década de los años setenta del siglo XX: el actual CEIP “Juan Rico y Amat”.