La apasionante historia del calzado. El zapato griego (segunda parte)
Los griegos usaron la sandalia de cuero y la bota, para los hombres llegaba hasta la pantorrilla con aplicaciones de piezas metálicas, distinguían un quiebre diferente para el pie izquierdo y derecho.
A partir del año 600 a.C., las mujeres griegas de la clase alta, adoptaron un calzado de cuero empleando pieles con los colores de moda que eran el blanco y el rojo. En los tiempos más antiguos apenas se empleaban calzados, iban descalzos y sólo posteriormente comenzaron a emplear zapatos, aunque en el interior de sus casas permanecían descalzos.
Los primeros zapatos que usaron los griegos estaban formados por una suela de cuero, de madera o de fibra vegetal asegurada al pie por medio de correas. El krepidoi, llevado por ambos sexos para viajar con mal tiempo y para hacer largos tramos en condiciones difíciles, los femeninos eran más flexibles, se confeccionaban en varios colores, y podían tener plataforma de corcho para ganar algún centímetro en estatura.
Los griegos gozaban de una organización política y social muy peculiar y formaban ciudades que eran a la vez estados. En la Grecia antigua no se conocían los libros sagrados y las enseñanzas estaban en manos de los filósofos, poetas y hombres de letras, entre los que destacaron figuras como Pericles, Homero, Herodoto, Esquilo, Sófocles o Eurípides, entre otros.... Los griegos iban descalzos en el interior de las casas y en la calle también los esclavos y las clases más humildes, pero entre los hombres nobles o en la clase media, solían calzar la sandalia de distintos modelos y formas. Homero describe a los héroes de Troya calzando elegantes sandalias, y algunos filósofos nos recuerdan que solamente los dioses tenían derecho a llevar sandalias áureas, algunos dioses se representaban calzando sandalias aladas como ha plasmado el escultor Praxíteles representando a Hermes, el dios olímpico del comercio, con este tipo de calzado, más tarde los romanos le darían el nombre de Mercurio. Los griego sujetaban el calzado con correas muy finas y de gran elegancia que casi dejaban el pie al desnudo, las había de colores como el púrpura, amarillas y rojas.
En los tiempos más antiguos aún los militares iban descalzos y, sólo en períodos posteriores, comenzaron a emplear zapatos, aunque permanecieron descalzos en sus hogares.
José María Amat Amer, es un apasionado del calzado. Como ingeniero técnico, el destino lo encaminó hacia la industria de su ciudad. Como profesor de Tecnología del Calzado, llego a conocer investigando, la industria del calzado. Publicando algunos libros sobre tecnología, artesanía y desarrollo social; siempre con el calzado como única premisa. El Museo del Calzado fue una de las realizaciones que le llevó a pasar de técnico a un apasionado del zapato. Con la mejor de las intenciones, y siempre con la pretensión de prestigiar la industria y el calzado de la ciudad de Elda, colabora en este blog para crear más amigos con inquietudes similares.