Llegan los arcos a la Plaza de Arriba

La Plaza de Arriba continúa tomando forma. Esta misma semana ha comenzado la instalación de los arcos que simulan las antiguas puertas de la ciudad como símbolo de la expansión de Elda. Está previsto que las obras, con un presupuesto de 1,2 millones, concluyan en solo unas semanas.  

Esta plaza, que tendrá 1.200 metros cuadrados e incluye un mural de grandes dimensiones en la fachada del Consistorio sobre la Elda del siglo XVI, busca dotar de vida a este espacio y crear una zona ajardinada y de ocio, con juegos infantiles, en el corazón de la ciudad.   

El objetivo de estos arcos es conectar la iglesia de Santa Ana con el Castillo de Elda, de hecho, ya se aprecia el camino desde la iglesia hasta el castillo a través de este elemento decorativo.  

La plaza contará con un anfiteatro así como un espacio con bancos con escenario a pie llano para que se puedan realizar actividades, así como una zona de juegos separada por naranjos. 

 La Plaza de Arriba 

La Plaza de Arriba desde hace siglos forma parte de la historia de Elda, pues desde 1426 hasta 1945 acogió el mercado semanal. Desde su construcción en el siglo XV, ha cambiado su denominación: hasta 1871 era conocida como la Plaza de Arriba, luego pasó a ser de Topete hasta 1932, seguidamente de Niceto Alcalá-Zamora hasta 1936, durante la Guerra Civil se denominó de Juan Mollá, durante la dictadura se denominó de la Revolución Nacional Sindicalista y con la llegada de la Democracia pasó a llamarse del Sagrado Corazón. Ahora recuperará su nombre original.  

En el año 1938 debajo la plaza se construyó un refugio antiaéreo con capacidad para 750 personas que se está recuperando para que vuelva a ser visitable. En 1945,con la llegada del nuevo mercado de abastos, perdió su función comercial. En 1959 se arrancó su arbolado y una década después se reformó la plaza y se abrió una calzada que la cruzaba tras el derribo de la manzana de casas situadas entre la plaza, la iglesia y la calle San Francisco.