viernes, 27 de diciembre de 2024

María José Ortega: "Mi familia son mi fuerza para luchar contra el cáncer de mama"

La Asociación Cáncer de Mama Vinalopó, AcMAVI, ha puesto a la venta su calendario solidario 2021 “Contacto”. Esta entidad hace una gran labor acompañando a las mujeres que padecen esta enfermedad y brindándoles su apoyo para afrontar las etapas de su curación. Este año doce mujeres posan con un grupo de personas a las que están agradecidas. Una de ellas es María José Ortega, quien padeció esta enfermedad en 2018.
Marta Ortega
8 noviembre 2020
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María José Ortega: "Mi familia son mi fuerza para luchar contra el cáncer de mama"
María José Ortega es la modelo del mes de abril | Raúl Barrero.

La Asociación Cáncer de Mama Vinalopó, AcMAVI, ha puesto a la venta su calendario solidario 2021 “Contacto”. Esta entidad hace una gran labor acompañando a las mujeres que padecen esta enfermedad y brindándoles su apoyo para afrontar las etapas de su curación. Este año doce mujeres posan con un grupo de personas a las que están agradecidas. Una de ellas es María José Ortega, quien padeció esta enfermedad en 2018.

María José conocía muy de cerca el cáncer de mama desde hacía años, pues su madre no pudo superarlo. En 2014 tanto ella como sus cuatro hermanos tuvieron que hacerse la prueba genética para determinar cuál era el riesgo de padecerlo. Ella fue la única que heredó un riesgo alto de desarrollar cáncer, con mayor porcentaje en mama y ovarios. Desde entonces tiene que someterse a revisiones periódicas. Un año después le extirparon los ovarios, lo que a su vez reducía el riesgo de sufrir cáncer de mama. Ya entonces le dijeron que tendría que quitarse los pechos, pero era reacia, admite.

Tres años después, en septiembre 2018, en una de las revisiones semestrales llegó el mazazo: padecía cáncer en la mama derecha. Tenía 44 años, la misma edad a la que a su madre le detectaron el tumor que acabó con su vida en 2003. Por este motivo, su primer pensamiento fue hacia sus hijas, que actualmente tienen 17 y 11 años, y asegura que pensó “me voy a morir, ¿qué pasará con mis hijas?”, aunque no perdió la serenidad, pronto alejó este pensamiento.

María José Ortega posa junto a su marido Renato, sus hijas Josune e Iris y sus hermanos Antonio, Alfonso, Inmaculada y Ana en el calendario | Raúl Barrero. 

Se puso en manos del doctor José Coloma, cirujano y jefe de la Unidad de Patología Mamaria del Hospital General de Elda, un médico muy implicado con sus pacientes en la lucha contra el cáncer de mama, hasta el punto de ser el presidente de AcMAVI. Además de su gran profesionalidad como cirujano, su empatía personal ayuda a las mujeres a pasar por el proceso del cáncer y les brinda seguridad. El riesgo de padecer la enfermedad era tan alto que María José decidió quitarse los dos pechos a la vez, "no quería volver a pasar por lo mismo si se me reproducía en la otra mama", asegura. En la primera consulta, Coloma le explicó todo el proceso “y lo hizo con gran humanidad, no te trata como a un paciente más, como a un número, sino como a una persona que está pasando por una situación complicada, tiene una gran sensibilidad. Además sabe aligerar la tensión, da paz y tranquilidad”, señala.

Dos meses después, en noviembre, el doctor Coloma la operó, "vino a verme antes y después de la operación para infundirme calma", afirma. Admite que al principio fue muy duro verse “sin pecho, plana, no era yo, fue un primer mes muy complicado”. Después comenzaron a rellenarle los expansores con suero hasta que sus mamas recuperaron su tamaño. Fue la enfermera Joaquina Verdú, también miembro de AcMAVI, quien se encargaba de ello y María José no puede estar más agradecida por el trato, al igual que el de la doctora Coves, quien le hacía las revisiones. Unas gracias que hace extensivas a todo el todo el personal que la ha atendido.

En enero de 2020 acabó el proceso cuando le retiraron los expansores para colocarle las prótesis. Admite que aún a día de hoy a veces se siente incómoda al verse al espejo porque no se siente ella misma, aunque poco a poco lo va superando. Admite que lo más duro para ella ha sido aprender a quererse tras la operación y quizá en un futuro se tatúe los pezones.

Uno de los grandes pilares de María José es su marido, Renato Pina, que ha hecho de amigo y psicólogo durante el proceso. Cuando ella no se encontraba satisfecha con su cuerpo y no quería que él la viese, fue Renato quien la ayudó a aceptarse y a normalizar su nueva imagen. Sus hijas han sido su otro gran apoyo, y por ellas se ha mantenido fuerte y con ánimos, así como sus hermanos y sobrinos. María José afirma que su familia es una piña y siempre ha recibido su apoyo incondicional, por lo que a todos ellos dedica la frase de su calendario: “Mi familia son mi fuerza, mis ganas de vivir, hemos pasado mucho juntos y eso cada día nos ha unido más. Gracias por estar a mi lado”.

María José se siente afortunada porque no tuvo que pasar por quimioterapia ni radioterapia. Durante su proceso de curación conoció AcMAVI, pero no se involucró desde el principio, y fue a finales de 2019 cuando se dio cuenta de lo importante que es ayudar a mujeres que están pasando por la misma enfermedad, para apoyarse y animarse. “Son gente maravillosa, no te sientes un bicho raro, ya que quien no ha pasado por esto no te entiende igual. Son una gran ayuda, creas amistades y vínculos muy especiales”. Por ello anima a quienes padecen cáncer de mama a apuntarse, pues en AcMAVI no se encontrarán solas.

El cáncer de mama tiene una tasa de supervivencia de más el 90 por ciento y la detección precoz es fundamental, por ello María José quiere enviar un mensaje a las mujeres: “Que se exploren, que no duden en llamar en cuanto noten algo, y que no tengan miedo, que de esto se sale, que confíen en los sanitarios y no pierdan las energías. Será una época difícil, pero pasa”.

El calendario de AcMAVI, con fotos de Raúl Barrero, les permite recaudar fondos para ayudar a las mujeres que padecen cáncer de mama, ya sea brindándoles apoyo psicológico, comprando pelucas y prótesis, o impartiendo talleres de estética, o en cualquier otro aspecto. No obstante, la principal motivación de la asociación y de las mujeres que posan en el calendario es mostrar a otras mujeres que se puede salir de esta enfermedad. Su precio es de cinco euros y se puede adquirir en numerosos establecimientos de Elda y Petrer. 

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