Perros enterrados en la cuneta de la A-31
Las sospechas de la Agrupación Defensora de los Animales, ADA, se han confirmado. Después de recibir varias denuncias sobre supuestos enterramientos de perros en la cuneta de la autovía tras morir atropellados, fue ayer cuando dos voluntarios del colectivo animalista vieron cómo un trabajador de la red de conservación de carreteras enterraba un perro en la cuneta de la A-31 a la altura de Sax. ADA exige el cese de estos hechos por razones salubridad y porque consideran que hay que avisar a los dueños de los perros que tienen chip, algo que es muy sencillo de averiguar, pues estarán buscándolos. ADA denunciará estos hechos en los tribunales.
A escasos metros del paso de los vehículos en la Autovía, los voluntarios de ADA comenzaron a desenterrar al animal, al que apenas cubrían unos centímetros de tierra, y lo primero que descubrieron fue que llevaba collar, lo que les hizo suponer que tendría chip y que su dueño estaría preocupado. Cuando finalmente desenterraron al animal, comprobaron efectivamente era un golden terrier de unos 50 kilos que sí llevaba chip.
ADA cuenta con un lector de chips, que utilizaron in situ para localizar a su dueño, a quien llamaron allí mismo. Su propietario es un vecino de Petrer que posee un campo en Sax. Tras conocer la triste noticia quiso reunirse rápidamente con ADA para recuperar el cuerpo de su mascota, Lupo, de solo cuatro años. Entre tres voluntarios de ADA envolvieron en grandes bolsas a este perro y lo cargaron en un coche.
Cuando vio a Lupo, su dueño no pudo contener las lágrimas y se preguntó para qué le había colocado un chip, "si luego lo entierran sin ni siquiera mirarlo, debería ser obligatorio que lo comprobaran". Tristemente admitió que era la primera vez que Lupo se había escapado y que creía que iba a volver.
Este petrerense ha podido saber qué le ha ocurrido a su mascota, pero otros ciudadanos no tienen esta información, lo cual supone un calvario para los dueños que han perdido un perro. En estos casos, los propietarios durante semanas llaman al albergue, a la policía y a emergencias para saber sí han encontrado a su perro o gato, al que consideran parte de la familia.
Para el vocal de ADA, Roberto Artillo, “por humanidad hay que mirar el chip, dar la oportunidad al dueño del animal de saber qué le ha pasado a su mascota. Se debe llamar al albergue para que lean el chip, para que sus dueños dejen de mantener ese desasosiego y sepan que su mascota ha fallecido”. Desde ADA no entienden la decisión de enterrar a los animales de esa forma, aunque creen que "no es culpa de los trabajadores de la red de conservación de carreteras, sino que son sus superiores quienes les dicen cómo actuar".
Lamentablemente ADA ha encontrado dos cuerpos más, ya casi descompuestos, mientras trataban de localizar a Lupo, lo que demuestra que este no ha sido un hecho puntual. Artillo ha asegurado que ahora que han conseguido pruebas “ADA denunciará ante la ley esta situación, llegaremos hasta el final, queremos conocer la normativa y buscar una solución para que esto no se vuelva a repetir. Debemos acabar con estos actos insalubres y que se deje de actuar como si la vida de las mascotas no importase”.