Sin fuego pero con devoción por San Antón
Que el viento impidiese encender el fuego de la “hoguerica” de San Antón anoche, 17 de enero, no impidió que los corazones festeros se calentaran un año más para celebrar el día del patrón de los Moros y Cristianos. Es la primera vez en la historia, según comentan desde Junta Central, que el mal tiempo impide cumplir con esta tradición. El presidente de la Mayordomía, David Guardiola, afirmó que no se encendió por el riesgo de que el viento provocase quemaduras en el público.
Lo cierto es que fue un acto menos multitudinario que en ediciones anteriores, sin duda la causa fue el viento que rugía en la ciudad, pues el de ayer fue uno de los días de San Antón con la temperatura más baja que se recuerda.
Como es habitual, la actividad comenzó con la llegada de la leña en un carro tirado por un burro, seguido de los representantes festeros y municipales en un pasacalles en el que la AMCE Santa Cecilia puso la nota musical.
Puntualmente, a las 20:15 horas, comenzó la misa, que este año fue a cargo del párroco de San José Obrero, Pedro Martínez. En la eucaristía participó el presidente de la Mayordomía, David Guardiola, y la capitanía de 2020 de los Contrabandistas.
Y San Antón salió seguidamente de su ermita a hombros de los festeros de los Contrabandistas mientras la AMCE Santa Cecilia interpretaba A San Antón al que el coro de San Antón y e público presente puso la letra.
San Antón entonces se adentró en la calle Independencia para la tradicional bendición de animales y panes. Y aunque no se pudo encender la hoguera, el patrón festero dio las tres “vueltecicas” a la hoguera, instalada en la calle Novo Hamburgo. Seguidamente la colla de la Mayordomía tocaba diferentes piezas y la Faltriquera bailaba las danzas típicas.
San Antón volvió a su ermita mientras cientos de eldenses cantaban a pleno pulmón A San Antón de nuevo. Tras este acto la población hizo cola para recoger el pan, en esta ocasión se repartieron 4.500 panes.
Esta fue una noche que pasará a la historia, pues representó la vuelta a la normalidad superada la crisis sanitaria, aunque sin fuego, algo nunca antes visto.