Elda ya es cristiana
El bando de la cruz ya ha recuperado Elda. Aunque se ha hecho esperar unos minutos, la bandera blanca y roja ya ondea desde lo alto del Castillo de Embajadas, lo que ha despertado los gritos de triunfo de los presentes. Si el sábado el Embajador Moro, David Juan, venció, hoy ha sido el Embajador Cristiano, Alberto Rodríguez, quien ha ganado tras un enfrentamiento con espadas que ha resultado muy realista.
En la última mañana de Moros y Cristianos la Plaza de la Constitución ha viajado varios siglos en el tiempo para rememorar la lucha entre musulmanes y cristianos ante la atenta mirada de cientos de personas. Ni el calor ni el sol han impedido que el público llenase esta plaza y la calle Colón, protegidos con gorras y paraguas.
La jornada comenzaba a las 10 horas con el Alardo de arcabucería. Durante cerca de una hora miles de disparos anunciaban la inminente llegada de la disputa entre ambos bandos. Los cristianos avanzaban a paso firme para exigir la rendición del bando de la media luna.
En torno al mediodía daba comienzo la Estafeta y posterior Embajada Cristiana con la disputa verbal. El bando moro dejó claro que “la plaza no se entrega”, lo cual dio paso al toque del clarín y la llegada de los cristianos en nombre de Jaime de Aragón. Así el Embajador llamó a sus tropas a la lucha contra las huestes para liberar Idella.
Durante la lucha de arcabucería, el bando moro ha perdido metro a metro la villa, realizando los últimos disparos de la fiesta, mientras la Sala de Armas de Elda escenificaba en la plaza una pelea de esgrima. Los moros se han resguardado en el Castillo de Embajadas frente al que ha tenido lugar la lucha final, una disputa a espada entre ambos embajadores.
Tras meses de ensayos, los embajadores han peleado con gran realismo. El moro se ha dejado la vida en lo alto del castillo, despertando el júbilo de la plaza llena de cristianos.
El acto ha concluido con el Embajador Cristiano vociferando sus “Viva Elda” y “Viva San Antón”, mientras se cambiaba la bandera de la media luna por la de la cruz. El mecanismo se ha estropeado y, aunque durante unos minutos se temía que no pudiese ondear su bandera en lo alto del Castillo, se ha reparado rápidamente.
Esta tarde llega el punto final a cinco días intensos con la Procesión de San Antón a partir de las 18:30 horas y el posterior traslado de la imagen hasta su ermita.