El Castillo es tomado por el bando Moro
Elda es Mora. El bando de la media luna ha conquistado el Castillo de Embajadas esta mañana en la Plaza del Ayuntamiento. Después de tres años sin Embajada, miles de personas se han agolpado para ver esta representación que ha terminado con la bandera de la media luna luciendo en lo alto del Castillo. Tras una pelea de espadas entre el Embajador Cristiano, Alberto Rodríguez, y el Embajador Moro, David Juan, este último se ha llevado la victoria.
A las 10 horas cientos de arcabuceros, primero del bando cristiano, y posteriormente el moro, han hecho el recorrido por las calles Antonino Vera, Padre Manjón, Avenida de Chapí, Antonio Maura, Nueva, Colón y finalizando en la Plaza de la Constitución. Anunciaban que se avecinaba la llegada del bando del moro para exigir la rendición de los cristianos. Una vez en la plaza, los Estudiantes han sido los encargados de guardar el Castillo junto a las abanderadas de las cinco comparsas del bando de la cruz.
Alrededor de las 11:45 horas se ha iniciado la Estafeta y Embajada Mora, donde ambos embajadores han tenido una disputa verbal interpretando sus papeles con una gran complicidad y haciendo que el público presente se metiera en el papel. Tras ello, ha comenzado una lucha de pólvora por el Castillo de Embajadas, en la calle Colón, mientras que al mismo tiempo en la plaza ha habido una pelea entre integrantes de ambos bandos, que ha finalizado con la retirada de los cristianos y con la toma y conquista de la plaza por parte de los Moros Realistas.
En este momento ambos embajadores han entrado en acción con una pelea que no ha dejado indiferente a nadie, y que ha concluido en lo alto del Castillo de Embajadas, donde el Embajador Moro le ha dado muerte al Cristiano. La batalla entre ambos ha hecho que el público no quitara la vista del espectáculo, aplaudiendo en todo en momento.
A pesar de que el Castillo ahora es del bando moro, esta tarde a las 18 horas tendrá lugar la Entrada Cristiana, y habrá que esperar hasta el lunes a las 11:30 horas para que llegue el momento de la reconquista cristiana.