En Moros y Cristianos, la fiesta se vive en la calle y en los cuartelillos
Durante los cinco intensos días de Moros y Cristianos los eldenses convierten los cuartelillos en sus hogares y viven con emoción y hermandad cada hora. Y es que en estos locales es donde comen, cenan, disfrutan, se maquillan, peinan y preparan para cada acto. Además, cada año son más los cuartelillos que hacen divertidas actividades, convertidas en la mayoría de ocasiones en verdaderas tradiciones como sardinadas, fiestas de disfraces o guerras de confeti. Son muy diversas, pero todas tienen un mismo objetivo, disfrutar.
Pocas son las horas de descanso que se viven en los cuartelillos, pues la convivencia solo cesa durante unas horas de sueño cada noche, pero pronto vuelven a llenarse de vida para vivir intensamente los días de celebración. Y es que las fiestas de Elda son sinónimo de convivencia. Además, si por algo se distinguen los Moros y Crsitianos es por su carácter abierto, pues cada noche y en cada acto especial los cuartelillos abren sus puertas al público para que todo el mundo que lo desee se una a la fiesta.
Hay eventos con años de historia, como el “Bocadillo prohibido” de los Barrigas Show, estos musulmanes tienen un almuerzo de hermandad, en barras hacen bocadillos de sobrasada y huevos fritos para coger energías para los diferentes actos del viernes y el domingo. Otras actividades, aunque más novedosas, también se afianzan como verdaderas costumbres, es el caso de la performance del cuartelillo cristiano Ahora Venís? cada viernes, un verdadero espectáculo de playbacks, “numéricos” con elaborados disfraces, pantallas y una gran mojitada. Este año han sorprendido con un "Black Friday" de lo más particular, pues los hombres se vistieron de artistas afroamericanas de renombre como Whitney Houston, Rihanna o Tina Turner.
Por segundo año consecutivo la calle Barberán y Collar acogió el Concurso de Tapas de Moros y Cristianos el domingo. Los cuartelillos Blanca Paloma, El Tallerico, Sarayi y Divinos celebraron por segunda vez este evento que contó con un jurado de excepción, el cocinero eldense Pablo Montoro.
Las sardinas como aperitivo son una constante en la mayoría de los cuartelillos, las sardinadas son aperitivos abiertos al público para coger fuerzas y continuar la fiesta, un ejemplo es la de La Curva y Filibusteros, que cada domingo a mediodía fríen en una abarrotada calle unos 30 kilos de pescado.
La noche más eldense
Pero sin duda, la noche más querida y la más especial es la del domingo. Es la eldense cien por cien, pues todos los habitantes de poblaciones vecinas se marchan y solo quedan los eldenses, que se echan casi literalmente a la calle para disfrutar con decenas de charangas, fiestas y pasacalles las últimas horas de fiesta. Hay numerosos eventos, entre los que sin duda destaca el Pasacalles del "San Antón" viviente del Cuartelillo La Ermita, que en tres años no solo ha conseguido consolidarse sino que anoche consiguió atraer a cientos de personas en lo que parecía un verdadero Traslado del Santo solo por la multitud de gente que arropaba al joven que personificaba al santo anacoreta, gorrinico incluido, en lo alto de unas andas. Sorprendió por el gran equilibrio que demostró, pues sus costaleros lo portaban con alegría y realizando los tradicionales bailes mientras los presentes cantaban A San Antón.
Estos son solo algunos ejemplos de la intensa actividad que la ciudad acogió durante la noche de ayer y que permitieron poner el broche de oro a las noches de unas fiestas que se viven con pasión.
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