Las familias del colegio Miguel de Cervantes exigen unas instalaciones dignas
El AMPA del Colegio de Educación Especial Miguel de Cervantes, el viernes 3 de diciembre en el que se celebró el Día Internacional de las Personas con Discapacidad denunció sentirse “abandonada” por la Generalitat Valenciana, por ello junto a una treintena de AMPAS alzan la voz para denunciar “el mal estado” de los centros de Educación Especial.
La secretaria del AMPA del Miguel de Cervantes, Noemí Martínez, afirma que “es sorprendente cómo todos los centros tenemos los mismos problemas, por ello nos hemos unido para plantarnos, vamos a reivindicar lo que nos pertenece por ley”.
Aunque cada centro tiene sus particularidades, "hay tres problemas gravísimos” que se producen en todos los centros.
La primera deficiencia se da en los colegios y es “la falta de solidez, estabilidad y especialización de las plantillas, lo que afecta al alumnado, que en muchos casos trabaja mejor desde el apego. Las plantillas, que son muy profesionales, no suelen durar más de tres años, lo que les supone un verdadero desbarajuste. Necesitan estabilidad”, explica Martínez. Esta situación, unida a “que estamos en un edificio muy viejo, a la espera de la promesa de la reforma que no llega, es insostenible”, pues afirma que “en el Miguel de Cervantes, por ejemplo, hay ilegalidades, no está adaptado y se incumple la ley sin que se haga nada. Todos son excusas, pero llevamos aquí 13 años, nos presentan planes y proyectos, promesas que nunca son una realidad y que ya no nos valen”.
Critican que "los plazos burocráticos con el Plan Edificant son extremadamente largos, creemos que no es culpa del Ayuntamiento, al que agradecemos que nos hayan incluido en las escuelas que se realizan en periodos vacacionales y en las extraescolares".
La segunda es la falta de centros, no solo de colegios de educación especial, también de Centros de Día, Ocupacionales y de Trabajo. “Cuando cumplen 21 o 24 años y acaban su etapa escolar se encuentran con que pierden la rutina, a sus amigos… Pasan de tener una vida plena a vivir en casa las 24 horas hasta que queda una plaza libre, para lo que pueden pasar años. El retraso cognitivo que les provoca ya no lo recuperan, la involución les afecta gravemente” explica Martínez.
Por último, el tercer problema es “la inexistencia de residencias para cuando a nosotros, los padres, no nos llegan las fuerzas; queremos poder morirnos tranquilos sabiendo que esta sociedad va a proporcionarles y asegurarles una vida digna y feliz”.
Por todas estas razones afirma que es el momento de “dar un golpe encima de la mesa, de unirse y luchar por los derechos de sus hijos”.
Durante los próximos meses reivindicarán y exigirán que se resuelvan estos problemas y tienen previsto manifestarse en Valencia ante la Conselleria en el primer trimestre de 2022. Desde Sense Barreres y Asprodis trasladarán la información a usuarios y familiares para que se sumen a la manifestación.