Pepe Payá: “Los grandes artistas son gente normal y cercana”
El artífice del prestigioso Festival Internacional de Guitarra José Tomás Villa de Petrer, que acaba de concluir su 22º edición, es Pepé Payá López. La apariencia modesta de este eldense de 54 años afincado en Petrer esconde un hombre con grandes dotes organizativas, a quien le mueve su pasión por la guitarra, desde la que ha sido capaz de crear y consolidar, con el apoyo del Ayuntamiento de Petrer, un certamen que ha ido creciendo en calidad hasta situarse entre los mejores de guitarra del mundo. Una tarea titánica que ha recibido como premio que Petrer el año que viene sea la sede del concurso internacional de guitarra EuroString. Pepe Payá estudió el Grado Superior de Música en la especialidad de Guitarra en el Conservatorio Superior Óscar Esplá de Alicante y desde hace años dirige la Escuela Comarcal de Música Tradicional de Petrer, donde es profesor de guitarra.
¿Qué valoración hace de la evolución del Festival de Guitarra a lo largo de estos 22 años?
Llevamos ya unas cuantas ediciones con gran éxito y una programación realmente excelente, con grandes maestros y actividades interesantes. Todo ello nos ha convertido en una cita mundial para la guitarra y desde todos los rincones del mundo acuden personas a Petrer para disfrutar durante 15 días de grandes conciertos, exposiciones, concursos, clases magistrales... Desde la organización nos planteamos reinventarnos cada año y no bajar el nivel de calidad que público y alumnado nos exigen. Quizás lo más destacado en esta evolución ha sido que Petrer representará a España en el proyecto EuroStrings, esto es realmente grande, y en 2020 seremos sede del proyecto tras la edición celebrada en Londres.
José Mercé y Tomatito llenaron el teatro, algo poco frecuente. ¿Por qué pensó en ellos?
La verdad, el festival recibe multitud de propuestas, de nuevos valores y de nombres consagrados; teníamos idea de traer a Tomatito con el Concierto de Aranjuez, pero el manager se adelantó con la propuesta de Mercé y Tomatito, una ocasión única. Recuerdo que me dijo…, “¡Pepe, antes de ofrecerlo por tu tierra, os lo ofrezco a vosotros, será un gran éxito…”, me lo pensé unas horas y le dije, ¡a por ello! El concierto fue increíble, dos grandes del flamenco juntos, una ocasión única que mucha gente pudo vivir y disfrutar.
¿Cómo es el día a día con los artistas de tan alto nivel?
Pues como si estuvieras con cualquier persona, en un 99 por cien son gente normal y cercana, te lo ponen muy fácil y te hacen sentirte muy cómodo, incluso nace una amistad sincera.
¿Qué es lo más bonito que le han dicho tanto profesionales como público o concursantes sobre el festival?
He recibido muchas felicitaciones de muchos nombres a los que admiro, también de alumnos y familiares, de vecinos… creo que lo más bonito es simplemente ese ánimo que hace que cada año, cuando termina el festival, al día siguiente ya esté trabajando para el siguiente. No importan las palabras en sí, sino la sinceridad y el cariño con el que te animan con esas agradecidas felicitaciones.
¿Con qué presupuesto ha contado para el 22º Festival denominado "Omaggio" ?
Ahora mismo, el patrocinio del Ayuntamiento y colaboraciones de Diputación y CulturArts nos permiten tener un buen pilar para mantener una programación digna de un gran festival. Además, las colaboraciones de empresas privadas y de los luthiers participantes en la feria de guitarras, junto a los ingresos por matrículas y entradas, suman un presupuesto cercano a los 100.000 euros, junto con el gran apoyo para las actividades financiadas por la Unión Europea del proyecto EuroStrings. Una cifra llamativa, pero que realmente sería baja para mantener la gran plantilla de artistas y profesorado durante quince días si no fuera por tanto voluntariado y colaboraciones logísticas de colectivos y empresas de Petrer y la comarca. Todo ello nos permite mantener con este presupuesto un festival que podría duplicar su coste fácilmente.a
Imagino que hay artistas que tienen honorarios altos, pero aun así vienen, ¿verdad?
Sí, mantenemos una programación exigente donde caben artistas de gran caché. No llegaríamos a ser considerados como uno de los festivales más importantes de ámbito internacional, que es como lo anuncia la prensa especializada, si en la programación no aparecieran los grandes maestros y concertistas que acuden cada año.
¿Siempre ha tenido el apoyo del Ayuntamiento?
Sí, desde 1998, con un presupuesto muy humilde arrancamos con una actividad financiada por la Concejalía de Juventud del Ayuntamiento de Petrer y posteriormente también con la de Cultura. La primera Semana de la Guitarra nació con 100.000 pesetas de presupuesto, pero con la misma ilusión y entusiasmo que a fecha de hoy. Crecer poco a poco nos ha dado una gran experiencia y confianza. Hay un gran equipo, sobre todo de la asociación de guitarra PIMA, que nació en el seno del curso de guitarra de esta concejalía y creció junto al Festival. Van de la mano, sin PIMA no existiría el festival de Guitarra.
¿Qué es lo que más le ha gustado del último Festival que concluyó la semana pasada?
Aunque parezca que no quiero mojarme, me ha gustado el festival como si fuera un evento único. Creo que el conjunto de todo lo acontecido ha sido realmente lo más exitoso, la fluidez de las actividades, la buena convivencia entre profesores, alumnos y concursantes y la destacada asistencia del público a los conciertos, es lo que más destaco. El resultado de todas esas actividades, de principio a fin, es lo que realmente me ha hecho disfrutar y sentirme satisfecho.
¿Cuál es el principal problema al que se enfrenta cada año?
El mayor y casi único problema es el tema de papeleos, contratos, facturas… cada vez es más complicado, las administraciones piden demasiados documentos, certificados, tasas… que realmente irritan a más de un artista. Hay que hacerlo, por supuesto, pero respondiendo a la pregunta y bajo mi punto de vista, ¡es demasiado!, lo paso realmente mal.
¿Qué tiene la guitarra de especial para usted frente a otros instrumentos?
Respeto todos los instrumentos y me encanta la música clásica, pero la ventaja de la guitarra ha sido su versatilidad, un instrumento manejable y que ha sabido adaptarse a todo tipo de música: clásica, popular, jazz, flamenco… puede ser acompañada por una orquesta sinfónica y acompañar a una voz, ¡una auténtica trotamundos!
¿Qué reto se plantea en cada nueva edición del festival de guitarra?
La idea es mantener un profesorado de nivel para atraer a muchos alumnos, seguir ofreciendo grandes premios como las giras del concurso José Tomás para que acudan muchos participantes y, una vez asegurado esto, pensamos en una programación de conciertos variada y amena para el público. Cada año buscamos un eslogan que nos inspira para confeccionar una programación, así cada edición tiene su punto original.
¿Cuánto tiempo le lleva organizar la Semana?
Es un trabajo anual, incluso estás organizando actividades de una edición anterior y se junta con la siguiente.
Su familia está muy implicada en este trabajo.
Totalmente, están en el equipo y además todo el equipo somos una gran familia.
¿Qué supone que Petrer organice EuroString el año que viene?
EuroStrings es un proyecto en el que estamos trabajando desde hace dos ediciones con actividades para jóvenes guitarristas. 2020 significa un reto mayor, seremos sede y habrá una competición entre los jóvenes premiados en los 17 países europeos que están en la plataforma. Un concurso de concursos que Petrer deberá organizar de la mejor manera posible, seremos la capital de la guitarra. Además habrá actividades y reuniones con representantes de los miembros de la plataforma. Todo un acontecimiento para nuestra ciudad y ya estamos preparados, no vamos a defraudar.
El Festival lleva el nombre de José Tomás, ¿por qué?
José Tomás es el referente de la nueva escuela de guitarra, él marcó otro camino en la técnica del instrumento y en la concepción del repertorio. Se le atribuye ante todo el cambio de posición de la mano derecha, entre otras muchas cosas, que permitió que la guitarra diese un gran salto. Ahora prácticamente todo el mundo toca con esa posición que el maestro Tomás cambió por un accidente, así me lo contó en clase, ya que la escayola, tras una lesión en la mano derecha, le obligó a cambiar la posición para seguir estudiando, esto propició una postura más natural que la que habitualmente había entonces. Un gran maestro que supo aprovechar incluso un “contramano” a su favor. Fue una suerte tenerlo de profesor en el Conservatorio Superior Oscar Esplá de Alicante.
¿Cuál es su sueño respecto al Festival?
Seguir soñando, esto me hace mantenerme con los pies en el suelo e imaginar esos retos que parecen inalcanzables.