Elda restaura dos libros del siglo XVI y XVIII
Con motivo de la celebración del Día Internacional de los Archivos, 9 de junio, el departamento de Cultura y la Biblioteca Municipal Alberto Navarro, han organizado la exposición de dos documentos del archivo municipal restaurados por el Instituto Valenciano de Conservación, Restauración e Investigación, cuya subdirectora Gemma Contrera tiene previsto asistir el viernes 15 de junio a la inauguración de la muestra, a las 13 horas, en la citada biblioteca pública.
Consuelo Poveda, directora de la Biblioteca municipal, ha explicado que se trata de dos libros que estaban en condiciones deplorables: Pleitos entre la entonces Villa de Elda y la ciudad de Villena y la Villa de Sax por el agua de la fuente del Chopo y la de la Torre del emperador. 1535-1734 y Administración de Justicia. Procesos del siglo XVIII. Al acto también asistirá la concejala de Cultura, Nieves López, y el técnico del Instituto Valenciano, José Ignacio Catalá, encargado de un trabajo que ha llevado más de un año. La exposición se puede visitar hasta finales de junio.
El libro de Administración de Justicia data del siglo XVIII y se restauró en 2017, pues se encontraba muy deteriorado por el ataque de los microorganismos. Son cuadernillos de naturaleza celulósica y se encuentran sujetos a la cubierta por tres nervios de piel con varios cosidos superpuestos. Además tiene restos de cabezadas con hilo de cáñamo. Sus daños estaban provocados por la humedad y la acción de los hongos y microorganismos, mientras que las galerías de insectos ocasionaron pérdidas del soporte.
Por otro lado, el libro manuscrito Pleitos entre la entonces Villa de Elda y la ciudad de Villena y la Villa de Sax por el agua de la fuente del Chopo y la de la Torre del emperador. 1535-1734, se caracteriza por ser una encuadernación de pergamino flexible cuyos cierres son cintas de piel que estaban deshidratadas y algunas rotas. Los cuadernillos en origen se encontraban sujetos a la cubierta por tres nervios de piel de badana y por las cabezadas de hilo vegetal y alma de piel de badana, pero estaban rotos en el momento que se restauraron. El estado de conservación era poco aceptable.