Elda durante el primer tercio del siglo XX

Editorial: Caja de Ahorros de Alicante y Murcia Registro Empresas Editoriales nm. 990, del Ministerio de Cultura ISBN 84- 500-3.857 -X Depsito Legal A-633-1980 1.500 epamp. AGUADO -impresor Almoina, 17 Telfono 602181 NOVELDA Alberto Navarro Pastor (PRIMER PREMIO) Elda, en tres dcadas INTRODUCCION Cuando alborea el siglo XX, Elda ya est en plena recta de su carrera hacia la prosperidad como poblacin y como zona industrial manufacturera. Ha dejado atrs, sin sentimiento al guno, una condicin agrcola que nunca fue bastante para su sustento y que tuvo que ser complementada con el ingenio de los eldenses, creando pequeas industrias como las de manu facturacin del esparto, primero majndolo con los martinetes inventados por el eldense Jos Juan Ana ya en el siglo XVIII y despus usndolo para confeccionar felpudos, cordelillo en ma dejitas, cofines, capazos, etc., en cuyas labores participaban nios y mujeres, ganndose unos ingresos suplementarios como en la poca actual con las tareas de doblar, forrar tacones, apa rar, etc., a domicilio para las fbricas de calzado. Sus produc ciones ms importantes, como las de almendra, oliva para aceite, panizo, uva para vino, etc., ya no son ms que una pequea, casi nfima parte, de su economa. Y esto es porque desde me diados del siglo que finalizaba, la inteligencia y laboriosidad de los eldenses se ha volcado afanosamente en la produccin del calzado, primero en pequeos talleres familiares en los que se fabricaba un basto calzado llamado de percha, con un solo pie y con la nica preocupacin de su solidez y su duracin. De estos talleres y de la comercializacin de los productos en ambulancia o sea, de venderlos en las ferias cercanas, se pas a las fbricas con una incipiente mecanizacin, y despus, ya en la ltima dcada del pasado siglo, a lo que se llam las grandes naves, de las que al comenzar el siglo ya se contaban varias, con una fabricacin de importancia y una exportacin a Francia, Inglaterra, Portugal, Marruecos e incluso Filipinas que aunque sin cifras excesivamente importantes s eran evi 7 dencia de la cota de calidad alcanzada por el calzado eldense. Paralelo a este crecimiento industrial se haba creado un importante comercio dedicado al suministro de materias al cal zado, ya que ste, como es sabido, era un artculo extrao, in jertado en la vida de Elda sin antecedentes cercanos ni remo tos. La fbula del pastor de cabras que se hizo unas alborgas de esparto y de all arranc la fabricacin de calzado, primero de esparto y despus de cuero, no es ms que una divertida fbula. Todo artculo que entra en la confeccin del calzado tiene que ser trado de fuera de Elda y por este motivo fueron instalndose en Elda representantes, comisionistas y agentes comerciales, varios de los cuales abrieron depsitos y almace nes de curtidos, clavazn, hilaturas, tejidos, etc. Este incremento de actividad, este movimiento incesante, y la fcil corriente econmica que movilizaba, creando conti nuamente puestos de trabajo y llevando el bienestar econmico a Zas familias eldenses, atrajo a muchas otras de poblaciones ms o menos cercanas, asentndose aqu muchas familias pro cedentes de Almansa, Y ecla, Jumilla, Pinoso y otras poblacio nes de Murcia, Albacete y Alicante, adems, naturalmente, de las localidades vecinas de Petrel, Monvar y Sax, de las cuales no era preciso el traslado familiar, ya que la corta distancia entre estas poblaciones y Elda se poda recorrer fcilmente en bicicleta e incluso a pie, para regresar de noche a su hogar. Esta clase de especial emigracin se mantuvo durante todo el perodo de tiempo que vamos a relatar e incluso ms adelante. El crecimiento del censo eldense que esta afluencia de foraste ros origin hizo aumentar la poblacin rpidamente, hacindola ascender de unos cuatro mil vecinos en que se haba estancado el incremento de poblacin desde principios del siglo XIX hasta los 6.000 con que cuenta al iniciarse el XX, aumentando igual mente la extensin del casco urbano eldense, prcticamente anclado durante siglos en sus lmites casi medievales en torno a la iglesia y el castillo. Sin embargo, esta prosperidad industrial, comercial, social y demogrfica no haba ido pareja con un mejoramiento del nivel cultural general de la poblacin. El problema escolar no exista apenas, porque ni los Ayuntamientos ni el pueblo se planteaban como problema el que hubiera solo una escuela p blica y algunas privadas; que la mayora de nios comenzaran 8 a trabajar a muy corta edad y que no aprendieran ni siquiera las primeras letras; no haba ms peridicos que los que se reciban de Alicante o Madrid; no haba biblioteca pblica ni centros culturales ni educativos, ni otra cosa que el trabajo y el caf, que de stos si haba de varias categoras. Este era el panorama general de este pueblo al adveni miento del siglo XX, que habra de traerle una profunda trans formacin en todos los aspectos, relegando al olvido y a la curiosidad histrica esta Elda que hemoS mostrado a grandes rasgos, como un daguerrotipo amarillento que casi no nos dice nada, como si aquella Elda no fuera la misma en la que hemos nacido y vivido. 9 1900 -1910. Con el 1900 le llegan a Elda dos importantes acontecimientos, vistos desde la ptica del pequeo pueblo que hemos descrito; uno, la instalacin del alumbrado elctrico, y otro, el gran triunfo de la Banda de Msica de la poblacin, que hizo vibrar de entusiasmo a toda Elda. Diriga esta agru pacin musical, fundada en 1852, el maestro don Ramn Gorg, ilustre msico alicantino afincado en esta poblacin, consiguien do en agosto de este ario el primer premio del Certamen de Bandas de Msica celebrado en Alicante, siendo presidente del Jurado el famoso musiclogo don Felipe Pedrell, declarndose desierto el segundo premio para destacar mejor la gran inter pretacin llevada a cabo por los msicos eldenses. En cuanto a la iluminacin elctrica, aunque instalada so lamente en algunas calles y plazas al principio, fue la gran pro tagonista del comienzo del siglo. En la noche de la Alborada de 1900 fue cuando la empresa La Elctrica Eldense que es taba construyendo el alumbrado elctrico para Elda, inaugur su trabajo iluminando la plaza y varios sitios de la villa con potentes lmparas de arco voltaico como leemos en el progra ma de fiestas de dicho ao. Algunos arios despus, en 1908, surgi otra compaa llamada Luz Elda, S. A. entablndose una competencia ruinosa para ambas, ya que la primera lleg a repartir hojas a sus abonados y vecindario dejando a elec cin de los mismos lo que quisieran dar por el servicio de alum brado. El calzado eldense consigue en 1902, un verdadero xito internacional, al lograr uno de los ms destacados industriales de entonces, don Rafael Romero Utrilles, sendas medallas de oro y diplomas de honor en las Exposiciones Internacionales de Londres y Pars por la calidad de su fabricacin y la belleza de su lnea. Este xito, adems de enorgullecer a Romero y a los trabajadores de su industria, fue motivo de una felicitacin municipal en nombre del pueblo eldense. En febrero de este ario de 1900, es nombrado cura propio de Santa Ana el Rvdo. don Jos Navarro Garca, que haba desempeado misiones espirituales en Argel, Africa, Francia y Chile. Don Jos Navarro fue un santo varn que dedic mu chos afanes y desvelos en favor de los necesitados, procurando 11 paliar sus privaciones y sufrimientos. Falleci en abril de 1914 en estado de tan absoluta pobreza, por haberlo dado todo a enfermos y feligreses, que para evitar que su cuerpo fuera se pultado en la fosa comn, el Ayuntamiento dispuso que fuera enterrado en la capilla del Cementerio Municipal, haciendo constar en acta el sentimiento de la Corporacin por el falleci miento de tan ejemplar sacerdote. Diez arios despus, en 1924, los desvelos del cura Navarro eran agradecidos pblicamente con la colocacin de su nombre a una de las calles recin abier tas en la expansin hacia el sur, calle que hoy contina osten tando el nombre de aquel respetado cura. Como una joven a la que el acelerado crecimiento hiciera que sus vestidos se le quedaran rpidamente pequeos, la eclo sin de Elda, con impulsos y entusiasmos casi juveniles, haca que se le quedara corto todo lo que durante decenas de arios haba servido plenamente para sus necesidades. As ocurri con el viejo cementerio que haba en la bifurcacin de los caminos hacia Madrid y Petrel, en el que reposaban los restos de el denses tan notables como Sempere y Guarinos, El Serfico, Lamberto Amat, Gonzalo Sempere, y otros de menor renombre. Despus de varios arios de trmites y obras se consigui el nue vo cementerio en el lugar donde hoy se alza el nico existente, sin las ampliaciones posteriores. Su inauguracin, el 4 de enero de 1903, fue un acto solemne al que acudi la autoridad, el cle ro, Banda de Msica y un numeroso pblico, dedicando a este acto unos inspirados versos el cura de la Misericordia de Ali cante don Francisco Maestre Prez, eldense de nacimiento. Una joven de 17 aos, llamada Catalina Brotns Alfonso, fue la que tuvo el triste honor de inaugurar el fnebre recinto, como en una nueva versin de la doncella sacrificada por los pueblos antiguos para hacer grato el nuevo recinto a los dioses. A principios de 1901, un grupo de miembros destacados de la industria y el comercio eldense, fundaron una sociedad para la construccin de un centro recreativo cultural al que deno minaron Casino Eldense y cuya inauguracin se realiz en 1904, ario relevante para Elda por muchos conceptos como ms adelante explicaremos. Con esta creacin podramos decir que Elda entra en so ciedad, ya que dispone, por primera vez en su historia, de un edificio propio para reuniones, bailes de sociedad, charlas y 12 conferencias y, sobre todo, con el que se fijaba una especie de Gotha eldense; una clase distinguida por su profesin, su ri queza o su categora social, y en la que no se poda entrar si no se tena el nivel econmico o social estipulado. Con ello se introduca un elemento diferencial en la sociedad eldense, que si bien exista antes por las naturales diferencias econmicas tenan ahora una expresin ms claramente clasista. En el otro extremo socioeconmico, en el de los obreros, tampoco estaban las aguas quietas. Al crearse una sociedad in dustrial, con sus desigualdades y sus injusticias por las condi ciones de trabajo de entonces, los propagandistas polticos anarquistas y sindicalistas haban encontrado un terreno fcil para la siembra. As, despus de la visita de Miguel Artal, autor de un atentado contra Maura, se formaron grupos anarquistas y se cre un Ateneo Libertario en el que los obreros podan leer los peridicos y publicaciones de sus correligionarios en ideas. Otro elemento nuevo vino a introducir un nuevo matiz de originalidad en la vida eldense: los peridicos locales. Desde aquel semanario emanado de una sociedad de socorros mutuos denominada El Bien General, creada en 1885 por el abogado y poeta eldense don Ricardo Prez Pomares, y cuyo nombre el de la sociedad ostent el primer semanario eldense y nico, que sepamos del siglo XIX, que Elda no haba tenido nin guna prensa peridica propia. Y es en 1903 cuando, de manos de un periodista eldense, aparece el primer semanario de este perodo titulado El Vinalop al que poco despus vino a sumarse otro denominado El Pantano. El primero de ellos estaba dirigido, fundado y redactado en su mayor parte por el periodista Miguel Tato y Amat, el dense, hijo del director de El Bien General Agustn Mara Tato. Al principio ostentaba el pretencioso subttulo de Revis ta de Ciencias, Artes, Letras, Agricultura, Industria, Comercio y Noticias que pocos nmeros despus fue sustituido por el ms escueto y periodstico de Semanario Independiente. Este periodista public, como folletn del semanario, una Historia de Elda, de escasa relevancia y que qued interrumpida cuan do iban publicadas unas cincuenta pginas en octavo mayor, por la desaparicin del semanario. Circunstancia curiosa de la vida de este peridico es que el seor Tato y Amat era cronista 13 oficial de la villa, con el haber de una peseta diaria y, probablemente porque un artculo de crtica municipal no gust al Ayuntamiento se suprimi la plaza de cronista oficial, ba sndose en que el erario municipal no poda sostener esta asig nacin, lo que provoc un destemplado artculo del seor Tato diciendo que el Ayuntamiento poda emplear la peseta en com prar otro pendn municipal que el que tiene no luce y de clarando la guerra periodstica al Ayuntamiento. El Pantano Peridico acutico quincenal de Elda, sali a la luz pblica el 12 de julio de 1903 y no dej ms huella de s que el ttulo. Dentro de este tema periodstico sera imperdonable dejar de mencionar, con el relieve que merece, la publicacin men sual El Centenario, que inici su limitada vida de doce n meros el mes de septiembre de 1903 como portavoz de la Ma yordoma actuante en el ario del Centenario 1903 a 1904 al Santo Cristo del Buen Suceso y a la Santsima Virgen de la Salud. Uno de los aciertos de esta revista, que hoy es guar dada con devocin y celo en algunos afortunados hogares el denses, fue el formato en cuarto, que permiti su encuaderna cin y conserv para las generaciones sucesivas de eldenses el monumento de amor y piedad a los Patronos que levantaron con su esfuerzo y su labor literaria los colaboradores de la revista, entre los cuales recordamos a Maximiliano Garca So riano, Francisco Maestre Prez, Agustn Cavero Casez, Juan Vidal Vera, Domingo Toms Vera, Miguel Tato y Amat, Jos Coronel, Jos J. Gonzlez y otros. Otra de las novedades introducidas en la vida eldense en este principio de siglo es la Asamblea Local de la Cruz Roja, creada en Elda a poco de haber sido autorizada su constitucin en Espaa. Su primer presidente fue el industrial de calzado de Elda, don Jos Tobar, limitndose en un principio a prestar los servicios de socorro que pudieran ser necesitados en des gracias o calamidades pblicas. Ms tarde consiguieron instalar un servicio de asistencia gratuita a enfermos pobres, formn dose la Brigada local, con secciones ciclista y de camilleros, adems de la de tambores y cornetas. Su mxima cota en el perodo que reseamos, fue en 1927 al inaugurar su nuevo local, donde todava hoy se encuentra, 14 lo que en aquella poca constituy un grandioso acontecimien to en la vida eldense. Pero el principal problema que Elda tena en esta poca inicial del siglo, un verdadero problema que preocupaba a los componentes del Ayuntamiento y cuyas consecuencias nefastas deban pesar largo tiempo sobre el desarrollo eldense, era las condiciones totalmente negativas en que se desarrollaba la es colaridad. La llegada a la poblacin de numerosas familias pa ra trabajar en la industria, traa tambin muchos nios, ya que los que llegaban, o eran matrimonios jvenes o eran hombres y mujeres en edad de contraer matrimonio, con lo que se in crementaba la poblacin escolar, sin que este aumento casi ex plosivo llevara aparejado un incremento de puestos escolares. En 1902, para colaborar en los casi estriles esfuerzos munici pales por afrontar este problema, los fabricantes Gimnez y Pelez, propietarios de la fbrica de calzado que despus sera ms conocida como de Casto Pelez en la calle de Jardines, establecieron por iniciativa propia, una escuela nocturna donde reciban enseanza ms de doscientos nios y adultos, de forma totalrr ente gratuita, lo que vali a dichos seores un voto de gracias de la Corporacin. Desde haca ms de veinticinco arios no se celebraban en Elda exmenes generales en las escuelas, por lo que uno de los primeros actos de la recin creada, en 1902, Junta de Ins truccin Pblica, fue la de celebrar estos exmenes generales en todas las escuelas pblicas y privadas. Pero con todo esto, el problema no encontraba solucin, pues en 1908, contando Elda ms de seis mil habitantes y unos mil nios en edad es colar, haba solamente dos escuelas, una de nios y otra de ni as, donde acudan en muy deficientes condiciones, 150 nios a cada una de ellas, lo que haba obligado al Municipio a rogar a los maestros privados acogieran gratuitamente en sus cole gios . a los nios pobres que les fuera posible. Para remediar esta situacin se pidi en 1909 la creacin de dos nuevas escuelas, sin ningn resultado. En 1910, siendo alcalde don Manuel Beltrn Aravid, se solicit que las escuelas pblicas se convirtieran en Graduadas, inicindose entonces el largo trmite del proyecto que finalmente dio como fruto, veintids arios ms tarde, el inaugurarse y entrar en servicio las escuelas, hoy conocidas como C. N. Padre Manjn. Pero 15 mientras tanto, las generaciones de eldenses crecieron sin ape nas posibilidades de instruccin, excepto aqullos que podan ingresar en colegios privados, siendo muchos los nios, la ma yora en las clases pobres, que a muy temprana edad a ocho 5 nueve arios incluso entraban en las fbricas o trabajaban en diversas faenas para ayudar al sostenimiento de su casa, situacin lamentable, nefasta para el nivel cultural de la pobla cin, que dur ms o menos encubiertamente, hasta los arios cuarenta. Otro grave problema que tena Elda y que hoy nos parece increble de todo punto era el de la peligrosidad del ro Vina lop. Hoy, que tenemos un barrio poblado, de altos edificios, como el llamado de Caliu casi al nivel del cauce, varias f bricas y numerosas casitas y chabolas en el mismo cauce, en la parte de la Tafalera y la Sirmat, con abpoluto desprecio por esta peligrosidad, nos cuesta comprender el temor a las riadas del Vinalop existente entre los eldenses de aquellas pocas.. Sin embargo, estaba justificado, pues no haca mucho la noche aciaga del 18 de septiembre de 1884 que su ciega fuerza inund y arrastr molinos, casas de labor, puentes y viviendas, llevndose varias vidas y poniendo a otras en grave peligro, pudiendo salvarse stas por subirse a los tejados y recibir auxi lio antes de que sus viviendas se fueran abajo, destruidas por la furia de las aguas. En los das 13 y 14 de noviembre de 1902 nuevamente las gentes que vivan a la vera del Vinalop temblaron de espanto. El agua lleg en tromba, desbordando sus cauces y llevndose furiosamente, como si fueran de papel, los dos puentes con que contaba Elda para sus comunicaciones, con Monvar uno y con la Estacin el otro. Cortadas estas vas, el Ayuntamiento solicit ayuda al Go bierno, desplazndose el alcalde, don Manual Beltrn Aravid a Madrid e interesando a los diputados provinciales para conse guir un auxilio econmico como calamidad pblica y prometien do construir un puente de hierro sobre el ro para el camino de la Estacin, por la urgencia y necesidad de dicho puente. Pero el Gobierno hizo odos sordos a la peticin y el Ayuntamiento de Elda tuvo que pechar con la reconstruccin de los puentes. Seis arios despus hubo otra fuerte riada que arrastr a dos nios, que hubieran perecido sin la intervencin del cabo co mandante del puesto, don Antonio Girons y dos miembros de 16 la Benemrita, que los salvaron con riesgo de sus vidas, de una muerte segura. Ya hemos apuntado en lneas atrs el incremento que las ideas anarquistas y sindicalistas ms radicales estaban adqui riendo entre el elemento obrero de Elda, ideas de fcil acepta cin en las zonas ms industrializadas por las evidentes des igualdades econmicas e incluso injusticias que produce el sis tema, en especial el que estaba vigente entonces. Tal vez moti vada por alguna medida perjudicial a los intereses obreros, o quiz por probar la capacidad de movilizacin obrera adquirida en tan pocos arios de proselitismo, lo cierto es que en octubre de 1903 se declararon en huelga en las fbricas de calzado, que aunque tuvo perspectivas muy amenazadoras termin la huelga sin que se produjeran alteraciones de orden pblico. El capitn de la Guardia Civil enviado a Elda con este motivo, don Jos Aguilar Soler, tuvo una actuacin acertada que, segn el voto de gracias concedido por el Ayuntamiento evit das de luto a la poblacin por cuyo motivo y en demostracin de agrade cimiento se dio el nombre de Capitn Aguilar a una de las nuevas calles del barrio que los fabricantes don Damin Tudela y don Rafael Romero estaban construyendo al sureste de la poblacin, en torno a lo que despus sera plaza Sagasta. Esta barriada, que durante algn tiempo fue conocida por el nombre de Barrio de Rafael Romero, por haberlo cons truido, como hemos dicho, este popular industrial de principios de siglo, era una ms de las promociones como ahora se lla man, de construccin de viviendas en Elda, todas debidas a la iniciativa privada y a una modalidad de financiacin de la vi vienda que adquiri gran arraigo en Elda y de la que ms adelante nos ocuparemos ms extensamente, esto es, la accin cooperativa, al alcance de las clases modestas, que consigui la construccin de las barriadas de La Prosperidad, La Fra ternidad, El Progreso, la Ciudad Vergel y ya en nuestros das el barrio de San Francisco de Sales y el edificio San Cristbal. Este auge de la construccin que tambin contribua a hacer llegar a Elda trabajadores que primero se colocaban de peones en las obras y muchos de ellos derivaban ms tarde al calzado fue motivado por el incremento acelerado de pobla cin que rompi las lneas clsicas del casco urbano, mante 17 nidas casi en igual forma durante siglos, y lo hizo lanzar puntas de flecha hacia todos los puntos cardinales. En 1898 se haba fundado la Sociedad de Casas Barrio de la Prosperidad, con el propsito de construir 154 viviendas para sus asociados que pagaran semanalmente una pe quea cuota. Inici las obras en 1899 finalizando en 1917 las 112 casas para sus socios (pues fueron amortizadas 42). As, en estos aos tempranos del siglo XX se iban entregando las viviendas construidas en medio de una fiesta a la que se asociaban auto ridades bandas de msica y mucho pblico. En 1902 fue cuando se construy el barrio mencionado de Tudela y Romero, alzndose rpidamente las casas que forma ran las calles de Canalej as (hoy Menndez Pelayo), Capitn Aguilar, Zorrilla, Echegaray y la plaza de Sagasta ya citada. Este grupo de casas estaba en aquel tiempo bastante apartado del casco urbano, ya que ste estaba limitado en este sector por las casas de la calle Nueva que daban espalda al campo; casas de la calle del Vall (hoy General Mola) enfrente de la calle Nueva. Al norte de dicha Barriada y simultneamente a estas casas se construyeron en 1902 veinte casas por un hombre de negocios alicantino, don Sebastin Cid, formando una calle en medio que en el uso popular se llam calle de Cid y ms tarde, olvidado su origen, se convirti en del Cid, antes de que durante la Repblica se rotulase como de Barbern y Collar que an hoy ostenta, posiblemente el tributo ms largo tiempo mantenido por poblacin alguna a los desventurados aviadores desaparecidos en Mjico. El auge industrial de Elda, que atraa a capitales forneos como los madrileos Jimnez y Pelez, el ilicitano Jos Tobar, el alicantino Sebastin Cid y otros, atrajo tambin la atencin de otro hombre de negocios alicantino, don Renato Bardn, el que dio su nombre al Estadio usado durante largo tiempo por el Hrcules F. C. y el Alicante F. C. El seor Bardn construy en pleno campo eldense, al sur de la poblacin y bastante lejos de sta, varias casas, formando una calle enmedio, que por su ascendencia francesa pidi y consigui se llamase de Pars, aunque ms tarde se rotul Conde Coloma y desde 1939 de Roma. Tambin en este bienio 1902-3, que tan intensa actividad constructora tuvo en nuestra poblacin, encontramos el naci 18 miento de la calle de Jardines, hasta entonces un ancho camino por uno de cuyos lados se abra una musgosa acequia de aguas de riego y en el cual se haban construido en la dcada de los noventa las importantes fbricas de calzado de Silvestre Her nndez, despus de Casto Pelez, y la fbrica y chalet de Rafael Romero, ms tarde de Bellod Hermanos y Zaragoza. Poco a poco fueron levantndose edificios en esta zona y abrindose calles, todo lo cual dio motivo a que a instancias de un propie tario, el Ayuntamiento emitiese el siguiente dictamen que por su inters reproducimos: Dictamen de la Comisin de Polica Urbana. Que ha visto y examinado sobre el mismo terreno la va o camino que se menciona.., que empieza en la calle de Esperanza y sitio conocido por Chapitel y pasando por las fbricas de El Mayo razgo y Gimnez y Pelez, termina en la calle de Pierrad y sitio de la Cruz de la Trinidad. Que la va se halla ya en su mayor parte edificada y urbanizada con aceras y alumbrado pblico, abocando a la misma las calles de San Jos, Vall, Eche garay, Canale :fas y Progreso, estas tres ltimas del barrio de Rafael Romero que en la actualidad se est construyendo. Por lo consignado considera muy atendibles las razones expuestas por dicho solicitante y OPINA: Que procede poner el nombre de calle de Jardines a la expresada va a la que debe conside rarse ya, de aqu en adelante, entre las calles comprendidas en el casco de la poblacin. Como resumen de lo expuesto podramos fijar el casco ur bano eldense en los primeros arios del siglo, antes del ao del Centenario, encerrado entre los lmites siguientes: Al Norte, la lnea del ro con la ermita de San Antn, final Clrigos, pen del Castillo, Pilares y espaldas de Almazaras; al Este, la Caamona (Legionario), Pierrad (Gral. Aranda), pa tios de la calle del Marqus y espaldas de Vall (Mola). Al sur, espaldas de las calles Nueva y Maura, y al Oeste, espaldas de la calle de la Tripa (Gonzalo Sempere) y final de San Roque. Este era el casco urbano eldense poco mayor que el existente antes de la expulsin de los moriscos y subsiguiente repo blacin. Una de las contradicciones de la poblacin es la que podra mos llamar gloria y servidumbre de la carretera general, 19 cruzando la poblacin y partindola en dos mitades. Durante muchos arios, siglos, fue un motivo de satisfaccin para los el denses el que el Camino Real pasase por la villa, ya que, preci samente hasta este perodo que estudiamos, el Camino Real de Madrid llegaba a Elda por el mismo trazado que ahora hasta la calle de Santa Brbara, junto al antiguo cementerio, y pene traba por la calle de Pablo Guarinos, doblaba por las Cuatro Esquinas, segua por Nueva y buscaba la calle de Maura o del Mesn. as denominada por la venta que haba en ella para descanso de diligencias, postas y trajinantes, para seguir poco ms o menos por el trazado actual hacia Alicante. La estrech sima calle de Pablo Guarinos (o Aranda) y las varias esquinas cerradas que haba que doblar provocaban molestias y dificul tades a carros y dems vehculos que las utilizaban, por lo que primero uno, despus otro y ms tarde todos, tomaron la cos tumbre de usar la calle de Jardines que les llevaba en lnea recta hacia la carretera por Santa Brbara. Pero los vecinos de la recin creada calle de Jardines se quejaron de que los pe sados carruajes producan destrozos en las aceras y puentes de las acequias que cruzaban la calle, por lo que el Ayuntamiento orden colocar tablillas en puntos convenientes prohibiendo el trnsito de carruajes por dicha calle de Jardines, fijando multas para los que infringieran la prohibicin. Pero a pesar de ello, la necesidad de abandonar el arcaico, estrecho y esquinado tra mo de carretera, se impuso y la de Jardines qued convertida, primero de hecho y despus de derecho en carretera general, con los consiguientes quebraderos de cabeza para los eldenses, ya que si antiguamente, como apuntbamos, era un motivo de satisfaccin por estar comunicada con el exterior, ser punto de trnsito y recoger buenos ingresos de arrieros, postillones y viajeros de paso, ms tarde, por la mayor velocidad de los vehculos al introducirse el automvil, slo se tuvieron los in convenientes de la carretera sin sus antiguas ventajas. 1904, AO ESTELAR. Esta visin general de los aspec tos ms significativos de Elda era la existente antes de llegar el ario 1904, ario que calificamos como estelar por haber marca do un hito que le ha ganado una referencia destacada y pe renne en la historia de Elda, alcanzando metas que son como la coronacin de un esfuerzo de muchos arios atrs, de gene raciones enteras de eldenses que con su ingenio y laboriosidad engrandecieron a su pueblo. 20 1904 tiene, como principal significacin, la de un hecho histrico para Elda, cuya conmemoracin ha motivado la con vocatoria de es te concurso literario, premio Ciudad de Elda de la Caja de Ahorros de Alicante y Murcia, junto a otros actos realizados por el Excmo. Ayuntamiento de Elda en el 75 ani versario del mismo: la concesin por el rey don Alfonso XIII del ttulo de ciudad a la que hasta entonces era villa, hecho que colm de satisfaccin a los eldenses y que lleg en unas fechas de especial fervor y entusiasmo ciudadano, ya que se aprestaban a celebrar, con el concurso del pueblo entero, las grandes fiestas del III Centenario de la Venida de los Patronos. Parece ser que autoridades eldenses, orgullosas de la pros peridad de su pueblo acontecida de forma casi vertiginosa, al estilo de los pueblos del Oeste americano que al descubrimiento de algn filn se convertan en pocas fechas de poblados olvi dados en importantes ciudades, con febril actividad, haban in sinuado ya en varias ocasiones a sus diputados el anhelo de que se le concediera el ttulo de Ciudad, bien ganado por su actividad, crecimiento de su poblacin e importancia. Por ello parece que tiene visos de verosimilitud el hecho del que se quiere arrancar la determinacin de conceder el honroso ttulo indicado. Se apunta que don Antonio Maura, en un viaje pol tico, haba sido acogido muy desfavorablemente en Alicante, producindose alborotos y escenas desagradables en las estacio nes del viaje de regreso a Madrid, donde muchas gentes se haban congregado para mostrar su disconformidad con la pol tica de Maura gritndole e incluso arrojando objetos al vagn donde viajaba el presidente. El contraste entre este desagrada ble recibimiento repetido en las estaciones anteriores a Elda, con el entusiasta recibimiento que le dispens el pueblo eldense, agolpado en la Estacin el 18 de mayo de 1904 para aplaudirle, con autoridades al frente y Banda de Msica, fue extraordina rio y Maura lo acus visiblemente en la emocin y afecto con que recibi las palabras de salutacin del alcalde de Elda, seor Jos J. Gonzlez Amat. Pocos meses despus, a finales de agos to, el Ayuntamiento de Elda recibi el siguiente escrito: Gobierno de la Nacin. Ministerio de la Gobernacin. Madrid. Su Majestad el Rey (g. D. g.) se ha dignado expedir por este Ministerio el Real Decreto siguiente: Queriendo dar una prueba de mi Real aprecio a la villa de Elda, provincia de 21 Alicante, y en atencin al aumento de su poblacin, importancia industrial y comercial y su constante adhesin a la Monarqua constitucional: Vengo en concederle a dicha villa el ttulo de ciudad. Dado en San Sebastin, a veinticuatro de agosto de mil novecientos cuatro. ALFONSO. El ministro de la Gober nacin: Jos Snchez Guerra. Seor Alcalde del Ayuntamien to de Elda. Al recibirse esta Real Orden sali a recorrer las calles de Elda la Banda de Msica, tocando marchas y pasodobles y acom paando al pregonero que con su tradicional tambor lea el Decreto en los puntos ms cntricos de la poblacin. Demostracin patente de la decisiva intervencin de Maura en la concesin del ttulo de Ciudad a Elda es que el Ayunta miento acord seguidamente declararlo Hijo adoptivo de Elda y conceder su nombre a la calle hasta entonces de la Es peranza. Para conmemorar y resaltar esta distincin el Ayuntamien to orden se hicieran escudos de Elda en relieve con el ttulo de Ciudad, que fueron colocados en las entradas de la poblacin en vsperas de las fiestas del Centenario. El segundo acontecimiento en importancia que encierra este ario de 1904, que bien merece el ttulo de ao de gracia fue la solemne y popular conmemoracin del III Centenario de la Venida de los Patronos de Elda, el Santsimo Cristo del Buen Suceso y la Santsima Virgen de la Salud, envueltos en auras de ingenua leyenda. La invitacin al pueblo de Elda fue hecha por el ilustre eldense don Agustn Cavero Casez, cannigo, Provisor y Vi cario General de la dicesis de Orihuela, en su predicacin en el Novenario de las fiestas de septiembre de 1903, resaltando los actos que se haban celebrado en 1804, al conmemorarse el II Centenario. La llamada tuvo un eco de entusiasmo y actividad, formn dose comisiones en los gremios de Industria y Comercio para su participacin en las fiestas, buscando el mximo realce de stas. El periodista Miguel Tato y Amat, desde las pginas de la revista El Centenario, creada para esta conmemoracin y de la que nos hemos ocupado antes, lanz la idea de realizacin de una Cabalgata histrica en la que se representara la veni da de los Patronos, que constituy uno de los ms lucidos actos 22 de la fiesta con las carrozas presentadas por la Industria y el Comercio y la que present la redaccin de la revista, en la que iban el Conde y la Condesa de Elda, representados por dos personas distinguidas de la ciudad. Adems de las tres carrozas mencionadas, figuraban Com parsas de Arcabuceros y Chambergos, la de Gigantes y Ca bezudos, Heraldos, Carabela San Eduardo y Batalln Infan til (creados ambos por el ingenioso eldense Eduardo Pastor Juan), peregrinos y otros grupos, todo amenizado por los dul zaineros de Tales y las Bandas de Msica de Alcoy, Muchamiel y Elda. A los actos asisti el obispo de Orihuela, don Juan Maura Gelabert, quien elogi las fiestas y felicit al pueblo de Elda por el magnfico espectculo de fervor ofrecido al vol carse en honor de sus Excelsos Patronos. En todos los aspectos constituy esta conmemoracin un fasto imborrable para la ciudad, debiendo ser incluido, para su real valoracin, dentro del contexto social y humano de la Elda de su tiempo. Otros dos acontecimientos importantes de este ario fueron la culminacin de los esfuerzos realizados desde principio de siglo, con la inauguracin del Casino Eldense en abril, el Do mingo de Pascua de Resurreccin, primer da de las Pascuas de Monas, antao famosas en Elda y hoy casi perdidas por el materialismo imperante. En una sociedad como la eldense, en trance de expansin casi explosiva, enmedio de su boom de proyectos y realizaciones en todos los campos, la consecucin de este edificio abri amplias posibilidades de actos sociales, conferencias, charlas, conciertos, exposiciones, competiciones de saln, etc., muchas de las cuales fueron ampliamente utilizadas. Adems, la creacin de su jardn primero que exista en Elda aunque no fuera pblico permiti la celebracin de ver benas y fiestas de sociedad, adems del disfrute de lugar tan plcido y sosegado. Otro acontecimiento fue la inauguracin del Teatro -Circo Castelar, dotando a Elda de un amplio coliseo, de grandes pro porciones para las representaciones teatrales, musicales o cir censes e incluso para actos polticos, que hasta entonces haban transcurrido en locales improvisados y sin ninguna de las con diciones convenientes para ello. La inauguracin fue el 11 de septiembre de 1904, ponindose en escena la zarzuela El mila 23 gro de la Virgen de Chap, representada por la Compaa de Pablo Gorg, que obtuvo un resonante xito, prodigndose des pus las representaciones de todas clases. En este ario se instal en Elda la fuerza de Guardia Civil, hasta entonces inexistente en la ciudad, y cuya falta se haba lamentado repetidamente por la poblacin. A continuacin de la huelga de octubre, el Ayuntamiento reiter esta demanda, consiguiendo que en junio de 1904 se concediese a Elda un puesto de la Guardia Civil, al trasladar el que haba en Petrel a Elda, instalndose la Casa Cuartel en la casa nmero 6 y 8 de la calle Zorrilla, en la que permanecieron hasta que en la dcada de los 30 se trasladaron al nuevo Cuartel donde hoy continan. El telfono tambin tuvo su entrada en Elda en este ario; tmida entrada que tropez con la indiferencia municipal. El concesionario propuso instalarlo en octubre de 1904 en el edifi cio municipal, cuartel de la Guardia Civil, Juzgado Municipal y casa particular del alcalde, todo por ochocientas pesetas al ao, lo que fue desestimado por el Municipio. Pero las constan tes peticiones del Capitn de la Guardia Civil y el Juez de Instruccin consiguieron del Ayuntamiento la precaria solucin de que se instalara un aparato en los bajos del Ayuntamiento, para que pudieran servirse de l tambin la Guardia Civil y el Juzgado Municipal, dejando para cuando se formara el nuevo presupuesto decidir si se instalara en los otros dos puntos. Pero la realidad manda, y el Ayuntamiento eldense tuvo que hacer como muchos particulares, instalando el nuevo y necesario ser vicio ya imprescindible para la relacin comercial, industrial y social, incrementndose el servicio hasta que en no muchos aos hubo que establecer una central telefnica manual, cree mos que por los arios veinte. La concatenacin de los hechos relevantes de este perodo induce a pensar como si Elda, la colectividad eldense, hiciera un censo peridico de necesidades por satisfacer, metas por al canzar o innovaciones beneficiosas todava no incorporadas a su complejo social e industril, para acudir inmediatamente en remedio de esta falta. As ocurre que una poblacin una ciu dad ya que tena tal movimiento industrial, oficial, comercial y social, no posea ni un taller de imprenta, teniendo que recu rrir a los de otras poblaciones para sus impresos o publicacio 24 nes, como en el siglo pasado, cuando se peda a Cornelio Pay en Orihuela, o a Pay e Hijos, en Alcoy, que imprimieran las obritas religiosas Noticia interesante para los hijos de Elda y Novena a la Virgen de la Salud. Las prensas de Alicante y Villena impriman los libros sobre derechos eldenses a las aguas para el riego que escriba Lamberto Amat, y Novelda, Monvar y Alicante editaban los primeros peridicos eldenses. Fue en 1906 cuando los programas de las fiestas de sep tiembre ostentaron, por primera vez, el pie de imprenta local, con el ttulo de Tipografa Moderna - Elda. La aventura la haba realizado un maestro eldense, don Juan Vidal Vera, que haba sido director de la revista El Centenario y que ms tarde destac por su bsqueda arqueolgica en los yacimientos eldenses. En esta imprenta se editaron numerosos peridicos y re vistas locales y de otras poblaciones, as como publicaciones di versas, como el opsculo La Paz Universal, estudio cientfi co -filosfico sobre una Sociedad de Naciones, publicado por su autor, Ventura Pastor Martnez, en 1926; El paisaje alicantino en la obra de Gabriel Mir de Jos Capilla, en 1930; las Za randajas, Rosala, La novicia, Yeclaneras y otras obri tas teatrales o poticas de Maximiliano Garca Soriano en los arios 1906 a 1924; la obrita en homenaje a Castelar con motivo del primer centenario de su nacimiento Recuerdos de Elda o las fiestas de mi pueblo, e incluso un histrico ejemplar de la Gaceta de Madrid o diario oficial del Gobierno de la Rep blica en las jornadas tensas de 1939, con el Gobierno de Negrn refugiado en El Poblet. A esta primera imprenta, que funcion en solitario duran te muchos arios, siguieron otras, como la del pintoresco impre sor Belda, Grficas Ortn, Torregrosa, Ferrndiz, Azorn y otras, stas ya dedicadas a la llamada remendera o impreso co mercial exclusivamente y sin las circunstancias de solera his trica y literaria de la iniciadora del arte de Gutenberg en Elda, desaparecida hace muy poco tiempo. Otro hueco encontraba Elda en su estructura social y era la carencia de un Hospital donde atender a los enfermos nece sitados de la localidad, en cuya humanitaria labor tena una honrosa ejecutoria de siglos, desde el lejano 1584 en que la 25 Condesa de Elda, doa Beatriz de Corella, instituy en su tes tamento la creacin de un Hospital de pobres, que ms tarde se construy bajo la proteccin y sostenimiento de los Condes de Elda hasta la desaparicin del Hospital de Distrito, donde el Serfico exhal su ltimo suspiro despus de su clebre cuar teta final El Serfico se muere.... Este Hospital fue conver tido despus en Manicomio, y desde 1892 en que desapareci, los pobres de Elda tenan que ser atendidos en hospitales de otras poblaciones, sin los cuidados y atencin que reciban en el de su pueblo. Por ello, el alcalde Jos Joaqun Gonzlez Amat, en 1906, inici el proyecto de construir un Hospital Municipal, llegn dose en mayo de 1907 a la colocacin de la primera piedra y terminndose el mismo en octubre del indicado ario. Para la administracin fue nombrada una Junta de Seoras cuya pri mera preocupacin fue encargar del cuidado de los enfermos a quienes mejor podan desempearlo, por lo que una comisin de esta Junta visit en Orihuela a la Revda. doa Mara Elisea Oliver, superiora General de las Hermanas Carmelitas de Ori huela con la solicitud de que esta Congregacin cuidara de los enfermos, lo que autorizado por el Obispo en febrero de 1908 fue puesto en prctica seguidamente, encargndose desde en tonces las Hermanas Carmelitas del cuidado de los enfermos del Hospital sin interrupcin alguna, ni siquiera en el perodo de 1936 a 1939 en que no fueron molestadas, prosiguiendo su humanitaria labor en el recinto, que ms tarde se ampli a la labor de enseanza, funcionando durante mucho tiempo en la escuela adjunta a la capilla de las Hermanas, en la plaza lla mada del Hospital por haber estado all situado aqul que fun d doa Beatriz de Corella, Condesa de Elda, en el siglo XVI, y creando posteriormente un Colegio de Enseanza Media en un soberbio y amplio edificio propio. Una nota curiosa en esta dcada, ms destacable en estos arios de hoy en que con el deseo de borrar nombres relacionados con el anterior rgimen en el nomencltor callejero se vuelve a los nombres tpicos de las calles, es que fue en este ario de 1910, el 26 de abril, cuando los nombres de Pistola, Estralazo, Caamona y Las Moreras, que ostentaban varias calles locales fueron cambiados por los de Ramn y Cajal, Espoz y Mina, 26 General Castaos y Francos Rodrguez, respectivamente. Para el regusto oficial por lo moderno parece que estaban mal vistos los nombres clsicos y tpicos de las antiguas calles. 1911 -1.920. Parecera que con el cmulo de actividades, realizaciones, inauguraciones, logros y empresas colectivas o individuales en marcha debiera haber venido para Elda una poca de letargo, de digestin de todo lo que haba efectuado durante esta primera decena del siglo XX. Sin embargo no es as y satisfechas unas necesidades se hacen ms acuciantes y perentorias otras; el pueblo en constante crecimiento origina situaciones de insuficiencia de servicios y obras que cuando se pusieron en marcha parecan creados para muchos arios por delante. Un repaso a lo que constituan las aspiraciones pbli cas en diferentes momentos de estos aos enunciadas por sec tores diversos, nos dara una ms precisa idea de lo que Elda encontraba en falta. En 1912 se celebr una manifestacin obrera en la que las sociedades convocantes, denominadas De Oficios Varios y Conjuncin republicana socialista pidieron se atendiera con urgencia al abastecimiento de agua a la poblacin, consiguiendo mayor caudal, y a la construccin de un Matadero y Lavadero pblicos. Tres arios ms tarde, el alcalde don Vicente Maestre Sempere, entrevistado por un periodista local, enumeraba su programa de accin municipal que se poda sintetizar en estas palabras: Dotar a Elda de cuantas necesidades pblicas hoy expe rimenta, mediante la realizacin de los proyectos cuyos expe dientes se hallan hoy en tramitacin y pendientes de la supe rior resolucin, corno la graduacin de escuelas, el camino y puente de la Estacin, el Matadero y el Lavadero. Excepto este ltimo, que fue puesto en servicio en 1915 y era el que exista al pie del castillo, donde hoy est el Parque de Bomberos, los dems seguan pendientes de superior reso lucin en 1920, cuando varios concejales presentaron una mo cin sobre las necesidades pblicas ms urgentes, que para ellos eran las siguientes: Matadero. Puente de la Estacin. Camino del mismo, con entradas al pueblo por Pilares e Independencia. 27 Dos grupos escolares para nios y nias. Constitucin de una sociedad que se encargara de las aguas potables. Construccin de un depsito de aguas en el Castillo, demo liendo todos sus torreones y muros ruinosos y plantndolo de rboles para que sirviera de ornato a la poblacin. Casa Cuartel de la Guardia Civil. Nueva Casa del Ayuntamiento. Paseo o glorieta en la zona sur de la poblacin. Finalmente, y para completar este abanico de necesidades locales que ocuparon los afanes de los Ayuntamientos de esta poca, recogemos las peticiones de la clase obrera expresadas en un gran mitin del Primero de mayo de 1920 y que son las si guientes, muy moderadas: Inmediato abaratamiento de las subsistencias. Cumplimiento del contrato por parte de la empresa Luz Elda. Abaratamiento de las viviendas. Y persecucin de los juegos prohibidos. Es obvio que la primera y tercera peticiones, muy lgicas y justas, hubieran necesitado para su solucin de algn genio de la economa que no creemos haya existido ni exista. Las peticiones realizables, no las utpicas, nos pueden pa recer, vistas con la ptica de 1979, bien modestas y primarias, fcilmente subsanables, pero con las limitaciones econmicas de la Elda de entonces, con unos 11.000 habitantes, resultaban una empresa algo difcil de conseguir. No obstante, estamos seguros de que con unos Ayuntamientos ms slidos en su composicin y, sobre todo, ms duraderos para que tuvieran tiempo de en terarse del estado de los asuntos y problemas locales, estas necesidades hubieran sido mucho ms rpidamente satisfechas, ya que resulta inconcebible que una peticin tan urgente y necesaria como la de unas Escuelas Graduadas, cuando no se contaba ms que con unos locales improvisados que podan acoger un escaso nmero de alumnos, dejando a los dems en la ignorancia, excepto a los que podan acudir a las escuelas privadas tampoco ni suficientes ni bien acondicionadas, una necesidad tan urgente, repetimos, tardara veinte arios para iniciarse las obras y dos para inaugurarse. El proyecto de Es cuelas Graduadas las de Padre Manjn hoy se inici en 28 1910 aunque ya vena de aos atrs y se puso la primera pie dra en 1930, inaugurndose en 1932, ya bajo la Repblica. Vein tids arios para resolver una necesidad en la que estaba impli cada la formacin de los eldenses es una duracin excesiva, slo achacable a que los Ayuntamientos eldenses se formaban y disolvan sin apenas haberse enterado de lo que haba que hacer por Elda. Ejemplos de esto se podran dar numerosos, pero bastar con los siguientes: Desde primero de enero de 1910 hasta agosto del mismo ario, en slo ocho meses, hubo en Elda cuatro alcal des. El primero de ellos, Manuel Beltrn Aravid, dur en el silln de la alcalda slo 22 das, depuesto por el Gobernador civil al declararse nulas las elecciones en las que haba salido elegido. Despus de un perodo de mandato de su rival polti co, Jos Joaqun Gonzlez Pay, que permaneci hasta el 12 de agosto, fue repuesto Beltrn en esta fecha, presentando la di misin y efectundose nueva eleccin. Result elegido el ante rior alcalde, Gonzlez Pay, que dur en el cargo un ario y cinco meses. De enero a mayo de 1914 fue an ms complicado, pues en la sesin de 1 de enero de 1914 para formar el nuevo Ayunta miento despus de las elecciones de noviembre de 1913, se ley un oficio del Gobernador civil comunicando el procesamiento y suspensin de los concejales electos que iban a tomar pose sin, nombrndose otros concejales que no comparecen. Seguidamente, con el resto de concejales elegidos en dichos comicios se form otro Ayuntamiento, presidido por don Fran cisco Alonso Rico. El 6 de enero se lee otro comunicado por el que se da cuenta de haber quedado sin efecto el procesamiento y suspen sin, siendo repuestos en sus derechos los concejales suspen didos. El alcalde y concejales dimiten y es nombrado uno de los que haban sido suspendidos, don Jos Cataln Gras. Poco dur la normalidad; slo tres das, en que un delega do del Gobernador civil anuncia la anulacin de las elecciones de noviembre de 1913 y el nombramiento de concejales interi nos, siendo elegido nuevo alcalde don Emrito Naestre Prez. El seor Cataln mantuvo su protesta, considerando nulo el acto y por lo tanto, reputando ser el alcalde legtimo de Elda. El 3 de mayo del mismo ario se celebraron nuevas eleccio 29 nes municipales en un ambiente de gran apasionamiento, hasta el punto de ser reforzadas las medidas de seguridad pblica en viando polica y Guardia Civil. Pero sin dar tiempo a que to maran posesin los nuevos concejales lleg una Real Orden por la que el Rey estimaba el recurso de alzada promovido por don Jos Cataln reponindolo en su cargo y declarando nulo todo lo actuado despus de este acto. Fue repuesto, pues, el seor Cataln como alcalde, durando un ao y siete meses. Despus de cesar ste, continu cierta estabilidad, al durar once meses su sucesor, don Manuel Beltrn Olcina y diez meses el conti nuador de ste don Jos Joaqun Gonzlez Pay, que fue de puesto por el Gobernador civil y procesado, incidencia esta que pareca ser frecuente en aquel tiempo. Nueva etapa relmpago en el Ayuntamiento eldense al ser nombrado don Joaqun Coronel Rico que dur de alcalde tres meses, reemplazndole el seor Gonzlez Pay, por levantar la Audiencia Provincial su suspensin y procesamiento. Este nue vo perodo dur, por cese reglamentario, seis das. No termin aqui la incapacidad del Ayuntamiento eldense para consolidarse y hacer obra til, pues en la sesin consti tutiva del nuevo Ayuntamiento el 1 de enero de 1918, por empate de votos entre don Jos Aracil Romero y don Vicente Nogueroles Galiana, no se lleg a un acuerdo sobre quin ha de presidir la sesin, promovindose un gran escndalo entre el pblico, que obliga a suspender la sesin. Tres das despus, nueva sesin con el mismo objeto, nuevo tumulto y nueva suspensin. Al da siguiente se renen nueva mente los concejales para la sesin constitutiva, haciendo acto de presencia varios miembros de la Guardia Civil, al mando del teniente don Enrique Ballenilla, quien dio lectura a la orden del Gobierno civil, remitida al Teniente Coronel de la Guardia Civil, para que los dos concejales que pretendan ejercer la presidencia accidental exhibieran sus certificados de nacimien to, y el que resultara de ms edad que el otro, que ocupara la presidencia. Efectuada esta comprobacin result ser mayor don Vicente Nogueroles, quien ocup la presidencia de la Mesa y recibi las insignias del cargo de primera autoridad, proce dindose al da siguiente a la eleccin de alcalde, que recay en don Manuel Beltrn Olcina, quien ocup el cargo slo once meses. 30 Estos ejemplos continuaron durante los arios veinte, lo que explica en cierto modo la inoperancia del Ayuntamiento eldense en tan dilatado perodo. LA CIUDAD SIN AGUA. Desde tiempo inmemorial, Elda vena siendo abastecida de agua por las fuentes pblicas, a las que llegaba el agua del manantial de Santa Brbara conducida por anticuados sistemas de trada y boicoteada muy a menudo por los regantes del casero que slo podan aprovechar legal mente los sobrantes de la cantidad que deba recibir la pobla cin eldense. Con la llegada de nuevas familias a Elda y el considerable aumento de la poblacin, este caudal qued insuficiente para el uso, constituyndose en un problema vital para la ciudad que no solucionaba la presencia de aguadores con sus carros ven diendo cntaros de agua a la poblacin. En 1906 se expona en el Ayuntamiento la situacin de la siguiente forma: . . .la cantidad de agua que recibe la poblacin para su consumo del precitado manantial de Santa Brbara, nicas potables que exis ten, son insuficientes para el consumo de la vecindad, pues componindose en la actualidad la poblacin de hecho en 6.131 almas segn el censo de poblacin de 1900 y segn el padrn de vecinos del ao actual de 7.124 almas hecha cubicacin de las referidas aguas resulta que slo se reciben dos litros diarios por alma de los veinte potables que se necesitan segn la vi gente Ley de aguas para el consumo.... En abril de 1910 la situacin se haca ms crtica, y el pre gonero pblico vocea por las calles que en lo sucesivo quedar limitado a un solo cntaro las tandas de llenado de cntaros en las fuentes pblicas y prohibiendo dejar los cntaros en el suelo para guardar turno. Sin embargo, varios aos antes se haba descubierto en el llamado Molino del Canto un manantial de agua junto al Vinalop al que no se haba hecho caso por considerar sus aguas no potables. En 1912, seis arios despus de este hallazgo y al hacerse el problema casi insostenible, el Ayuntamiento re solvi separar las aguas del manantial de las del ro para acla rar las dudas sobre su potabilidad o no, encontrndose con que unas personas de la poblacin haban adquirido la propiedad del manantial con el propsito de abastecer de agua a la pobla cin. En febrero de 1912, don Joaqun Coronel Rico, en nombre 31 de los dems propietarios pidi permiso para realizar un entu bado en las calles de la poblacin para conduccin de estas aguas a la misma e incluso a parajes de su trmino municipal, con el propsito de llevar estas aguas a los domicilios eldenses. El proyecto del seor Coronel, a pesar de que diariamente se producan alborotos en las fuentes y se criticaba duramente a las autoridades por no solucionar el problema, tropez con obstculos, ya que algunos concejales se oponan a que fueran tradas para el consumo de la poblacin aunque no a que se usaran en aseo pblico y abrevaderos de caballeras. Pero mien tras unos las criticaban por no potables, el hecho era que la mayora de los eldenses las usaban para beber, pues constaba oficialmente que se repartan diariamente por la ciudad ms de cuatrocientos cntaros para beber, y no haba mayor consumo porque no haba ms carros para traer ms cntaros, e incluso se saba que la mayora de los concejales la beban. Para faci litar el consumo y solucionar el problema, el Ayuntamiento compr cuatro pipas o barricas de 50 cntaros cada una, para que cuatro carros trajeran agua a la poblacin, vendindola a cinco cntimos cada dos cntaros y debiendo hacer cada .carro tres viajes al da, lo que constitua un suministro diario de seis cientos cntaros para la poblacin, suministro que era primado por el Ayuntamiento a los carreras para compensarles del pre cio menor a que deban vender el agua. Visto el inters municipal por hacerse con la propiedad del manantial, los propietarios ofrecieron la venta del mismo en 7.843 pesetas, despus de haber rebajado hasta un cincuenta por ciento su oferta inicial. As lleg el primero de mayo de 1913 en que finalizaba el plazo concedido por el seor Coronel para la compra del ma nantial, celebrndose una sesin extraordinaria del Municipio para hallar solucin al asunto, ya que el Ayuntamiento no dis pona del importe del precio ltimo concedido por el seor Co ronel. En esta situacin hizo acto de presencia el seor Coronel, manifestando que ceda gratuitamente al municipio el manan tial del Canto de Domingo, pudiendo invertir el municipio las 7.843 pesetas en tuberas y dems gastos que fueran precisos para conduccin de la misma. El Ayuntamiento acept agrade cido la cesin y poco despus, el 13 de agosto de 1913 fue inau gurada la fuente de San Joaqun, de seis chorros, al final del 32 Altico de San Miguel, al pie de donde despus se levant el Matadero Municipal. La conduccin de agua permiti que los veranos, cuando las aguas de Santa Brbara disminuan su caudal, se alternaran ambos suministros en las fuentes pblicas, viniendo la de Santa Brbara de 7 a 10 de la maana y la del Canto el resto del da. Como colofn a este asunto de las aguas, en 1923 se cons tituy la Sociedad Aguas del Canto, S. A. que obtuvo la con cesin del Ayuntamiento para la distribucin a la ciudad de estas aguas, construyendo en el Altico de San Miguel el dep sito que all existe todava, con una capacidad de 1.440 metros cbicos, que fue inaugurado el 6 de septiembre de 1924. El altruista gesto de don Joaqun Coronel Rico y de sus asociados don Vicente Maestre Sempere, don Emilio Maestre Vera, y don Juan Rico Prez, copartcipes de la donacin de las aguas al pueblo, fue premiado con la concesin del ttulo de Hijo predilecto de Elda a cada uno de ellos, por acuerdo del 31 de agosto de 1913. LA GUERRA EUROPEA Y LA INDUSTRIA ELDENSE. El estallido de la guerra europea no dej de causar preocupa cin en los medios locales por cuanto significa de cierre de mercados exteriores y de supresin de importaciones que pre cisaba la industria del calzado eldense. Las materias primas, pagadas a buen precio por las naciones en conflicto causaban nuevas dificultades a la industria por la escasez de las mismas en el mercado nacional, por lo que se prevean grandes dificul tades. Ello coincidi con una situacin de crisis en Elda, situa cin endmica en nuestra poblacin a pesar de la cual la indus tria creca y prosperaba. Ms como prevencin de males mayo res que para afrontar la situacin crtica de los trabajadores a las que ya se iba acostumbrando la poblacin, el Ayuntamiento adopt una serie de medidas para ayudar a los obreros para dos, nombrando una Comisin encargada de estudiar las me didas a adoptar para los fines buscados. La Comisin efectu un censo de los obreros parados, visi tando a los fabricantes para solicitar la readmisin de los mis mos, con el fin de repartir entre todos el trabajo que hubiera. Otras medidas adoptadas fueron realizar obras en caminos vecinales empleando en ellos a los obreros parados, iniciar y fomentar una suscripcin pblica permanente a beneficio de 33 las familias de los parados y como complemento a estas medi das, que los espectculos pblicos se dieran slo los domingos, repartiendo entradas gratuitas a los parados e incrementando el valor de las mismas para compensar aqullas. Como caso extremo, se proyect que si fuera necesario se dara conocimiento de esta situacin a las localidades de donde fueran naturales los obreros en paro, dndoles cuenta de su angustiosa situacin, para que remitieran lo necesario para su sostenimiento mientras durase la crisis. Las consecuencias de la guerra no fueron para Elda ni tan beneficiosas econmicamente como esperaban unos ni tan desastrosas como teman otros. Las fbricas continuaron su tra bajo, con los clsicos altibajos, trabajando algunas para los ejr citos aliados, como la de Eugenio H. Browne, gran empresa en la que intervenan capitales extranjeros, que produca cal zados militares y contaba en Elda con tres grandes fbricas, la de don Jos Tobar, la de don Damin Tudela y otra que estaba situada en lo que despus fue el Coliseo, tal vez la de la viuda de don Blas Amat. Adems de stas tena otra fbrica en Monvar y dos en Petrel, con una plantilla de 1.500 obreros y 2.000 pares diarios de produccin. Segn una revista de aquel tiempo El Liberal de Elda, septiembre de 1915 la produccin zapatera de Elda era de un valor de diez millones de pesetas anuales, consumiendo artcu los por importe de seis millones. El censo obrero era de unos 4.000 trabajadores, sobre una poblacin total de unas 8.000 per sonas. Por este tiempo se haba impuesto en toda la lnea la me canizacin en la industria, que al iniciarse tmidamente a prin cipios de siglo haba provocado las protestas de los obreros, por considerar amenazados sus puestos de trabajo. Aparte de este lgico punto de vista social, la fabricacin mecnica no estaba bien vista entre los industriales, de lo que da fe unas afirmaciones en un trabajo sobre la fbrica del importante in dustrial eldense don Rafael Romero Utrilles (La Regenera cin, Alicante 1900) que dicen as: En sus talleres no existen otras mquinas que las de aparar y la dedicada al corte de suelas. Los cosidos se hacen todos a mano, que es el sistema positivo. El cosido mecnico y el clavado a mquina no respon den a la duracin como cuando dichas operaciones son ejecuta cas por la mano del obrero. 34 Con este sistema primario produca esta empresa, en aque lla poca, unos 800 pares diarios, exportando unos 207.500 pa res al ario, con una plantilla de cuatrocientos cincuenta obreros y obreras. Este concepto de la fabricacin manual haba sido supera do ampliamente en la poca a la que nos estamos refiriendo, en la que aunque el calzado de lujo todava poda llamarse manual o semimanual, la mayor parte de las fbricas eldenses haban introducido mquinas en sus naves, mostrndose los industria les orgullosos de las nuevas tcnicas introducidas en su fabrica cin, de las que se deca, por ejemplo; como de la empresa de la Viuda de Juan J. Guarinos: En la sala de mquinas po demos admirar los ltimos adelantos de la ingeniera especial del calzado; las que producen el calzado mecnico no tienen que envidiar ni un pice a las ms modernas. Y parecidos elogios a la tcnica se vierten en el comenta rio descriptivo de la fabricacin de Bellod Hermanos, de la que en 1915 se deca: la fabricacin es completamente mec nica como queda dicho, habindose instalado ltimamente to da la maquinaria necesaria para su gran produccin, dotndola con Zas secciones completas para la fabricacin del calzado cla vado, el cosido Blake y el cosido Goodyear.... Lo normal en los anuncios de fbricas era que debajo del nombre del fabricante o razn social figurase la leyenda de Calzados mecnicos de todas clases, claro indicio del triunfo de las mquinas, todava dirigidas por la mano del obrero. En esta poca encontramos la primera referencia a la exis tencia en Elda de una Sociedad de Fabricantes de Calzado, de las que en lo sucesivo existirn con diferentes nombres pero con un mismo propsito: defender los intereses de sus fabrican tes asociados, asesorarlos en asuntos legales, laborales, tributa rios y de toda ndole, etc. En 1914, los industriales Carlos Recio Sosa, Manuel Beltrn, Pedro Bellod y Francisco Botella, miem bros de dicha sociedad, y en representacin de la misma, acu dieron a una importante reunin en el Consejo de Ciento de Barcelona, en la que se consigui de los representantes del Go bierno la imposicin de las cargas fiscales por escalas gradua das, segn el volumen estimado de la industria y nmero de obreros y no con tarifa nica. Tambin se consigui la prome sa de importacin de materias primas y de maquinaria, que creemos tendra poca efectividad por el conflicto europeo. 35 Una nota curiosa, dentro del ambiente industrial de esta poca, fue la creacin en Madrid y en 1920 de la Liga de la alpargata creada para protestar por el elevado precio del cal zado, pretendiendo introducir la moda de la alpargata como prenda de uso diario incluso en ambientes elegantes. La cosa provoc reacciones en Elda de sorna e irona mezclada con in dignacin al saberse que incluso en el Casino Eldense haban entrado personas procedentes de Madrid, a cobrar intereses de prstamos, calzados con la rstica alpargata. Los peridicos de entonces comentaron este hecho criticando al presidente de la Sociedad el que no hubiera puesto de patitas en la calle, como decan, a los que as provocaban a la industria eldense. Como era lgico, la Liga se disolvi por s misma, aun que probablemente caus dao en la campaa zapatera de la temporada en que existi. En estos arios inmediatamente posteriores al final de la Guerra Europea, el problema de la industria eldense era de exceso de produccin, con la consiguiente repercusin en la economa local, exceso que el concejal don Tefilo Romero Juan calculaba en un cincuenta por cien de lo producido, lo que ori ginaba en las empresas un estado de inestabilidad econmica por falta de comercializacin de sus artculos, exceso que el Gobierno deba intentar que se colocase en el extranjero, ha bilitando frmulas favorecedoras de la exportacin. Sobre este tema, el Ayuntamiento eldense present una peticin al Gobier no solicitando libertad de exportacin de calzado y prohibicin de exportar las pieles finas producidas en Espaa. Finalmente, tambin como circunstancia curiosa, queremos recoger aqu la primera Exposicin local de calzados, lleva da a cabo en las fiestas de septiembre de 1922 en el Teatro Castelar yen le que participaron los ms importantes industria les de entonces. Se concedieron copas, trofeos y diplomas a los mejores, siendo el premio ms importante una gran copa de plata que, al ser ganada por el industrial don Francisco Mart nez Orgils, se convirti en una marca de fbrica muy popular en Elda. Esta primera exposicin de calzado, considerados ms como objeto artstico que como artculo industrial, fue el antece dente ms remoto del Certamen Local de 1959 que dara lugar a la Feria Internacional del Calzado de Elda. El reverso de la moneda de esta actividad industrial e in 36 dustriosa, buscando la superacin de la crisis por medio de soluciones que no dependan de los industriales sino del Gobier no y en busca de una prosperidad y estabilidad de la industria que se traduca en el bienestar y beneficio econmico para la poblacin, se encontraba en las huelgas obreras, muchas veces justas y necesarias, en el sentido de que en ocasiones era la nica posibilidad de la clase trabajadora para hacerse atender en sus peticiones de mejores condiciones de trabajo, pero en otras ocasiones, se organizaban simplemente como parte del juego estratgico de lucha de clases y asalto al Poder. A esta ltima caracterstica perteneca la huelga revolucionaria de 1917, en la que se produjeron alborotos y tuvo que intervenir el Ejrcito para sofocar el movimiento revolucionario. Antes de sta se haban producido numerosas huelgas o paros, a veces en una sola industria y a veces en todas las del ramo, como las que someramente enumeramos: Junio y julio de 1912, huelga de los obreros de Vicente Castell y Ca. Octubre de 1912, huelga de ferroviarios con duracin de veintisis das. Agosto de 1914, huelga de aparadoras y zapateros durante 15 das. Febrero de 1915, huelga de aparadoras. Octubre de 1916, huelga de zapateros que dur 18 das. Enero de 1917, huelga de cortadores. Mayo de 1917, inquietud en la ciudad por declarar la huel ga general revolucionaria los delegados obreros en Madrid, con centrndose en Elda la Guardia Civil sin que tuviera repercu sin aqu la huelga. Agosto de 1917, huelga general revolucionaria tan prdiga en desrdenes en nuestra provincia que fue declarada en es tado de sitio con intervencin del ejrcito. Una multitud de obreros, entre los que haba muchas mu jeres, recorrieron las calles en tumulto, destrozaron las casetas de los Consumos, golpeando al que intent oponerse y las arro jaron al ro. En la Estacin causaron destrozos, maltratando a los empleados que intentaron evitarlos y levantaron las vas para impedir la llegada de tropas. Pero a pesar de esto, llegaron a la ciudad por va frrea, reparando los destrozos en la lnea, tropas del Regimiento de la Princesa, de Alicante, que 37 cubrieron el recorrido entre la Estacin y el pueblo disparando al aire para intimidar a los revoltosos y, en colaboracin con fuerzas a caballo de la Guardia Civil, sofocaron toda clase de oposicin, sin causar vctimas, acabando inmediatamente el motn y capturando a los dirigentes que fueron llevados al cas tillo de Alicante donde permanecieron nueve meses, ya que en mayo de 1918 fueron sobresedos los sumarios y libertados to dos los presos. El Ayuntamiento hizo constar el agradecimiento de la po blacin hacia los jefes, oficiales y tropa del Regimiento que sal v la situacin en Elda, as como a las fuerzas de Guardia Civil y Polica Municipal. Igualmente se hizo constar el plausible proceder de las telefonistas encargadas de la Central de esta ciudad que, sin descanso y con verdadera abnegacin, coopera ron a que el pueblo no quedase en el aislamiento o incomunica cin que los revoltosos pretendan. Como ya es sabido, la historia admite diversas interpreta ciones segn el punto de vista de los observadores. As sobre este movimiento se public en una revista eldense de 1934 un artculo elogioso parte del cual deca as: Escenario de un gesto magnfico fue el marco del pueblo eldense. Los trabajadores revolucionarios de Elda supieron cumplir el compromiso contrado con aquel hermoso movimien to, digno de admiracin en todo el mundo; fue la primera vez que los trabajadores de Elda lucharon con gallarda para derro car la Monarqua corrompida. Fracasado el movimiento, la re presin se desencaden en la persona de los productores. Estos, en nmero crecido, fueron encarcelados en el castillo de Alicante. El Ayuntamiento, desde los primeros momentos haba pe dido que hubiera piedad para los obreros detenidos y encarce lados . ..ms que por ellos, por el cuadro de desolacin de sus hogares, donde quedaban desamparados y en la miseria sus respectivas familias, irresponsables de la maldad y de la tor peza o inconsciencia conque aqullos procedieron inducidos sin duda por ocultos y desalmados directores. ... A favor de los familiares de los presos abri igualmente el Ayuntamiento una cuenta o suscripcin popular para que de esta manera puedan remediar la msera situacin en que han quedado. ... 38 Pero ste no fue ms que uno ms de los acontecimientos de este signo que alteraron la pacfica vida de la ciudad, pues hubo otras huelgas y numerosos conflictos ms y entre ellos el de agosto de 1927, de mayores proporciones que el ocurrido diez arios antes y que hemos comentado en estas lneas. 1918, UN AO NEGRO. En el ario 1918 apenas era un recuerdo triste la terrible epidemia de clera que haba azotado Elda en 1885, llevndose la vida de muchos de sus hijos, como lo haba hecho la de treinta arios antes, en 1855. Una amenaza de nueva epidemia del clera morbo en el verano de 1911, que oblig a adoptar medidas preventivas, haba pasado sin llegar a hacerse realidad, por lo que el recuerdo de las epidemias, unido a la confianza que daban los actuales avances en epide miologa hacan que se tomaran estos azotes pblicos como cosas de antes que ahora no ocurran. Por eso, constituy ms pavorosa impresin, casi estupe faccin, la crueldad con que golpe a Elda la gripe de 1918, la llamada gripe espaola en el extranjero, que caus ms vc timas, en unos meses, en todo el mundo, que la recin termina da Guerra Europea, llevndose en nuestra ciudad muchas vidas, principalmente jvenes o nios. En agosto de 1918 se produjeron las primeras defunciones diagnosticadas por los mdicos como bronconeumona o gripe. Tres personas una mujer de 35 aos, una joven de 14 y una nia de dos meses fueron las primeras vctimas. Septiembre slo registr un fallecido por gripe, un joven de 17 arios, entre los 13 muertos del mes. Alarmada la poblacin a pesar de la tregua de septiembre, se adoptaron diversas medidas de saneamiento de la ciudad, ordenando la limpieza de acequias para evitar el estancamien to de aguas; de lugares donde por falta de salida de las aguas pluviales se producan cienos y lodos durante largo tiempo, co mo en la calle de Castaos (hoy Legionario), Maura y otras; salida diaria de un carro para recoger las basuras de las casas de los vecinos, de cuyo servicio se encarg gratuitamente un vecino, considerando como remuneracin el producto de las basuras recogidas, con lo cual dio comienzo el servicio munici pal de recogida domiciliaria de basuras en rgimen de concesin a particulares. Pero la plaga se cerna sobre Elda, golpeando repetidamente 39 y aumentando los enfermos y el fallecimiento de muchos de stos. El mes de octubre murieron de gripe 29 eldenses, de un total de 413, y en noviembre, en los das 1 al 17 murieron cator ce ms, cesando la mencin de gripe en los certificados de de funcin de los restantes, aunque es posible que la causa deter minante del fallecimiento por otras causas fuera la epidemia. An en diciembre fallecieron por gripe o bronconeumona cuatro personas del da 1 al 10, cesando ya la epidemia que haba costado a Elda 51 vctimas, 41 de ellas en los meses de octubre y noviembre. De estas 51 vctimas, slo 17 eran mayores de 35 aos, y 13 de los 34 restantes se hallaban en edad infantil, siendo slo 5 las que excedan de 56 aos. Por la temprana edad y juven tud de los fallecidos caus mayor dolor en los hogares eldenses esta trgica epidemia. Una de las personas fallecidas en este terrible mes de no viembre, aunque al parecer no vctima de la epidemia, fue la hermana Arcngela, una monja carmelita del Hospital Muni cipal que se haba granjeado fama de caritativa, bondadosa y extremada en la atencin y cuidado de los enfermos, con el mrito de destacar en estas virtudes que son normales entre las Hermanas de su Orden. Con su muerte se cumplieron dos de sus profecas, una la de que fallecera en mircoles, y la se gunda la de que ella sera la que inaugurase el panten -capilla con que el Ayuntamiento haba obsequiado a la Comunidad, como gratitud por el bien que hacan por los enfermos elden ses acogidos en el Hospital. A pesar del dolor que imperaba en muchos hogares por el fallecimiento de seres queridos, abatidos por la gripe, la muerte de la Hermana Arcngela caus gran emocin en la ciudad, dicindose incluso que las fbricas cerraron para que los obreros pudieran ir al entierro. De la vida extraordinaria de esta monja y los prodigios y hechos milagrosos que se le atribuyen, arranca la leyenda eldense, ahora ya casi desaparecida, del agua de la monja, ya que se deca que el agua que se deposita en el jarrn existente junto a su tumba no se corrompe sino que se conserva pura y cristalina, habiendo producido, segn la leyenda, curaciones so brenaturales en enfermos desahuciados. ELDA COOPERATIVISTA. Una de las facetas del carc 40 ter eldense que constituye una de sus peculiaridades diferen ciales es la de su profundo sentido cooperativista, gracias al cual la ciudad dispone de unas amplias barriadas que fueron creadas por la iniciativa de unos cuantos hombres emprendedo res, secundados por un numeroso grupo de socios que supieron rapear con tenacidad y entusiasmo las dificultades que en una obra tan amplia, duradera y costosa deban sobrevenir in evitablemente. Este empuje cooperativista cre a finales del pasado siglo la sociedad de Casas Baratas La Prosperidad, que en enero de 1917 entregaba la ltima de sus viviendas, habien do construido 112 y obsequiado al pueblo con un espacio en el centro del barrio para la creacin de una plaza que fue pobla da de rboles y bancos, colocndose una fuente en su centro. Poco antes de finalizar esta empresa, el 1 de julio de 1916 se fundaba una nueva sociedad cooperativista de Casas Baratas, denominada El Progreso que adquiri una gran extensin de terreno en direccin a Petrel, en la zona de despoblado denominada el Campico en la que proyectaba construir 550 vivien das de dos plantas, con una extensin total de 117.000 metros cuadrados. La colocacin de la primera piedra tuvo lugar el 3 de julio de 1921 y constituy un acto social de gran trascen dencia, en el que estuvo presente el alcalde, don Joaqun Coro nel Rico; los cannigos hijos de Elda don Agustn Cavero Ca sez y don Jos Coronel Rico; el diputado don Jos Francos Rodrguez, el cura de Santa Ana, don Jos Lorenzo Rodrguez y otras personalidades junto con asociados, Bandas de msica y numeroso pblico que acudi al acto. El seor Cavero, cuya aspiracin era la de levantar un templo en aquella nueva ba rriada creada para los obreros (cumplindose pstumamente su anhelo con la creacin de la parroquia de San Agustn, des pus de la Inmaculada) realiz el acto solemne de la colocacin de la primera piedra en un hoyo abierto en el solar que hoy ocupa la casa nmero 19 de la calle de Martnez Anido, esqui na a General Dvila entonces Salmern y Manuel Maestre respectivamente. Las primeras casas construidas fueron las de la calle hoy de General Varela, entonces Antonino Vera, comprendidas entre las esquinas de Jordana y Martnez Ani do. En la fachada del nmero 7 se coloc una lpida de mrmol blanco, que desapareci al demolerse dicha casa para construir una nueva de varias plantas. 41 Poco despus de haberse iniciado las obras de El Progre so se fund una nueva sociedad, denominada La Fraternidad que adquiri todos los terrenos del Campico entre los com prados por el Progreso y el trmino de Petrel, as como una gran extensin al sur de dicha barriada. Sus viviendas, de una sola planta, fueron levantndose paulatinamente y ocupndose por los titulares de las acciones, no finalizando hasta bastantes arios despus de terminada la guerra civil. El ltimo esfuerzo cooperativista de esta poca ya que ms tarde, en las dcadas de los cincuenta y los sesenta res pectivamente, se crearon las sociedades cooperativistas que edi ficaron la barriada de San Francisco de Sales y edificio San Cristbal fue la Ciudad Vergel, fundada en 1926, que en principio se denomin Ciudad Jardn, cuyo proyecto consis ta en levantar cien chalets para sus asociados, con 400 metros de superficie total, incluido el espacio dedicado a jardn. Desde 1932 a 1936 construy 25 hermosos chalets, suspendindose su edificacin por la guerra y no reanudndose despus de finali zada, con lo que quedaron nicamente estos 25 como muestra de un propsito semifallido de crear una vivienda de categora social elevada dentro de un conjunto que hubiera constituido, a pesar de su condicin de propiedad privada, un hermoso ver gel para la ciudad. AMBIENTE CULTURAL El movimiento literario y arts tico en este perodo que resumimos era, realmente, poco rele vante, haciendo la salvedad de la labor de personalidades que dentro de su esfera de accin desarrollaron una obra que me rece ser destacada, sea en poesa, en msica, teatro, pintura o periodismo. Es en este ltimo campo, por ser el soporte de expresin ms al alcance de los cultivadores eldenses de la literatura, donde mayor nmero de nombres podemos encontrar, muchos de los cuales tienen una calidad que les permite sobresalir del tono medio o bajo general de los escritos publicados en estas hojas impresas. Maximiliano Garca Soriano es una de las figuras que so bresalen en su poca, en la faceta de versificador festivo, gil y de vena popular: sus versos no faltan en casi ninguna de las publicaciones peridicas eldenses cualquiera que fuera el color poltico de stas, y en la dilatada poca que va desde El Cen 42 tenario a principios de siglo hasta Albor y El Cronista en 1935. Su facundia versificadora an le proporcion material para publicar una serie de trabajos impresos, como Yeclane ras (denominada as por su lugar de nacimiento aunque la mayor parte de su vida transcurri en Elda), Zarandajas, etc. Tambin public otras obritas destinadas al teatro, como las zarzuelas de costumbres eldenses Rosala y Pedrote, la primera con msica del maestro Gorg y la segunda con parti tura de don Natalio Garrido. Otra personalidad destacada tampoco, como la anterior, nacida en Elda fue Jos Capilla Beltrn, que dirigi Idella durante una larga poca y fund y dirigi Albor, dejando siempre, en toda su produccin literaria, la impronta y los esti los, tan diferentes, de sus dolos literarios Azorn y Gabriel Mir. Su obrita El paisaje alicantino en la obra de Gabriel Mir fue premiada en los Juegos Florales de Elda y editada por Tipografa Moderna, de Elda. Brillante personalidad fue la de don Agustn Cavero Cas ri ez, Cannigo de la catedral de Orihuela, Predicador de Sus Ma jestades en la Capilla Real de Palacio y autor de varias obras de contenido religioso, como Sermn de las 7 palabras, Lec ciones del Divino Maestro, Reflexiones sobre el Santo Evan gelio, etc., editados por la Librera Religiosa de Barcelona. Public muchos artculos en peridicos eldenses, sobre temas devotos o relacionados con la iglesia local o sus tradiciones, especialmente en El Centenario. Emigdio Tato y Amat escribi tambin numerosos artcu los en la prensa eldense, unos con su nombre y otros con seud nimos, aunque su obra ms destacada fue editada en Madrid o permanece sin publicar, ya que edit varias obras sobre temas tan diversos como la poltica, los toros, el bandolerismo y un buen nmero de obras teatrales de las que estren muchas y public algunas. El sacerdote Francisco Maestre Prez cultiv la poesa, de jando algunas notables como En la inauguracin del cemen terio de mi pueblo, A mi madre, Conchas y perlas, La nave y la estrella y otras, como las que canta con acento emo cionado a la Virgen de Elda o las humorsticas expansiones de su carcter llano y bondadoso. Destaca igualmente la labor de ensayista de Ventura Pas 43 tor Martnez, de la que slo nos ha llegado el trabajo publicado bajo el ttulo La Paz Universal. Ensayo filosfico -literario so bre una Sociedad de Naciones publicado en 1926, y trabajos sobre La guerra y la paz publicados en el semanario Ama necer. Las poesas de Eloy Cataln Cant, ya volcado a la dca da de los 30, eleva el nivel potico de su poca, a pesar de lo escaso de su produccin, por lo menos la que ha llegado a nos otros por haber sido publicada. En algunos de sus versos como Tarde de fiesta y Penas de viejo se advierten influencias de Gabriel y Galn o Chamizo, mientras que otros podrn ali nearse en la esttica de Alberti, aun cuando su verso sea com pletamente original y propio. Antonio Gonzlvez Vera, abogado eldense, colabor con numerosos trabajos sobre temas diversos de intereses de la ciudad, en especial relacionados con las aguas del riego, usando el seudnimo de Martn de Gales para algunos de sus tra bajos. Cultiv tambin la poesa destacando su trabajo El cas tillo de Elda, premiado en los Juegos Florales de 1930 en el que tambin obtuvo premio por un trabajo sobre el desarrollo de la industria del calzado. Tefilo Romero Juan sobresali igualmente por sus nume rosos trabajos sobre los problemas del calzado, publicados en la prensa eldense y en la provincial, mereciendo especial men cin el titulado Origen y desarrollo de la industria del calza do publicado en El Cronista en 1934. Antonio Escribano Belmonte dej pocos trabajos publica dos, pero en ellos refleja poseer un valor literario y un buen estilo personal que ms tarde, en trabajos publicados en peri dicos y revistas de Colombia, donde reside desde 1939, y de Elda, ha confirmado plenamente. Finalmente, como figura extraordinaria, difcilmente enca sillable en ningn apartado que no sea el de artista, receptivo de todas las modalidades del arte y la cultura, incorporamos a esta relacin de eldenses de nacimiento o de adopcin, a Oscar Porta Carbonell, quien cultiv y sobresali en las facetas de dibujante, pintor, fotgrafo, biblifilo y escritor, aunque en esta ltima especialidad dej muy pocos trabajos, y a veces sin firma. Fund y dirigi la publicacin Elda Grfico en 1928 y colabor asiduamente en Idella, publicando una recopila 44 cin de sus dibujos en dos libritos impresos por Tipografa Mo derna en 1927. Otras firmas interesantes figuran en la relacin de colabo radores de la prensa eldense, que mereceran mayor espacio, del que no disponemos en este trabajo, como Pay Lira, Jos J. Gonzlez Pay, Cndido Amat Casez, Martn Llopis Talta vulla, Rafael Juan Vera, Antonio Porpeta Clrigo, etc. La prensa eldense, en este perodo postrero del primer tercio del siglo sigui la misma tnica iniciada por los que he mos reseado anteriormente, o sea numerosas apariciones y vida fugaz de los mismos, con slo dos excepciones, la de El Reformista, del que contabilizamos hasta el nmero 144 sin saber si este es el ltimo, y de Idella el cual se public hasta 1930. Despus de El Centenario de 1903/4, transcurren unos siete arios sin prensa peridica eldense, hasta 1911 en que cons tatamos la existencia del semanario La Bandera Radical. Al ario siguiente sern tres los que se publican simultneamente: El Tijeretazo, El Criterio y Heraldo de Elda, ignorando su duracin, ya que slo conocemos que el ltimo continuaba publicndose en marzo de 1914. En 1915 son otros tres los peridicos que se publican en Elda, sustituyendo a los anteriores. Uno de ellos, Amanecer, no era semanario sino quincenal y no poltico, como todos, sino literario. Los otros eran portavoces de los partidos reformista y liberal ostentando en la cabecera el nombre de sus ideologas: El Reformista uno y El Liberal de Elda el otro. Ambos tuvieron una dilatada vida, para la duracin media general de los peridicos eldenses, pues el primero permaneci hasta 1918, ignorando la fecha de desaparicin de El Liberal. Hasta 1926 en que aparece Idella, el semanario que ma yor huella ha dejado en la vida cultural eldense por su larga vida y la vala de sus colaboradores, solamente dos ttulos se incorporan a este catlogo de prensa peridica local: en 1920 aparece La Lucha y en 1925 Cultura, ambos de escasa re sonancia en la vida local. Idella fue dirigido primero por Maximiliano Garca So riano y despus, durante pocos nmeros, por Antonio Gonzl vez Vera y finalmente por Jos Capilla Beltrn, contando el rol de sus colaboradores con nombres tan prestigiosos como 45 Azorn, Gabriel Mir, los tres citados, Angel Vera Coronel (el distinguido poltico republicano, gobernador de varias pro vincias espari3las), Jos Francs Berenguer, Antonio Montoro, la poetisa monovera Remedios Pic y muchos otros. Otro ttulo entre los peridicos fue el de El Tirapi, se manario satrico cuyo subttulo en los primeros nmeros era el de Peridico incoloro, inodoro e inspido. Despus de ste se publicaron los semanarios Proa y Re belin, rganos de agrupaciones polticas, que desaparecieron despus de 1936. En 1915 se haba hecho un ensayo de revista con trabajos literarios, reportajes y publicidad con motivo de las fiestas, como extraordinario de El Liberal de Elda, dedicado a la industria y comercio eldenses. Con la aparicin de Elda Gr fico vuelve a intentarse la edicin de revistas grficas que no prosperan, en cambio 1932, ario en que Elda conmemora el natalicio de Castelar, a quien considera como hijo propio, con la inauguracin del monumento y jardn de Castelar, se editan dos revistas dedicadas a ensalzar la vida y obra del tribuno y su relacin con Elda. Una, Elda Extraordinario lanza slo este nmero, y la otra El Cronista inicia su andadura anual en tu que editar cuatro nmeros, hasta septiembre de 1935. Esta fecha marca tambin el final de Albor la revista diri gida por Jos Capilla que lanz su primer nmero en septiem bre de 1933. En todas estas revistas se publican interesantes artculos, versos y fotografas de extraordinario inters para la visin retrospectiva de la Elda de aquel tiempo. Un excelso poeta eldense, Francisco Laliga Gorgues, des apareci del mundo de los vivos en 1928, despus de haber estado su poderosa mente fecunda en imgenes poticas bn llantes y profundas, en la ms negra oscuridad, por una dolen cia mental que apag la luz de su razn en 1887 cuando ms fecundo era su numen y ms brillantes sus estrofas. El pueblo eldense, como colectividad, ha sido siempre un gran apasionado de la msica. Vibr con su Banda, dirigida por Gorg, cuando en 1900 obtuvo un xito resonante, y se encon en feroces batallas dialcticas cuando la primera esci sin de la Banda, crendose dos, bajo la direccin de Ramn Gorg una y de Natalio Garrido la otra para el pueblo rea listas unos y peseteros los otros. Y volvi a encenderse 46 en discordias cuando nuevamente se escindi en dos, la Ins tructiva Musical dirigida por Enrique Almiana, y la Santa Cecilia por Jos Estruch. Tomar parte en la Banda era un or gullo para cualquier eldense, que se senta tan importante en tonces como el joven eldense que llega hoy a vestir la camiseta azulgrana del Deportivo. Producto de este amor por la msica fue el Orfen Sinfnico que en 1932 al 35 tuvo una serie de actuaciones verdaderamente impresionantes, culminando con el estreno del Himno a Elda, msica de don Francisco Santos y letra de don Tefilo Romero. De este compositor eldense co nocemos sus famosos Villancicos, Salves a los Patronos y numerosas composiciones, que unidos a los tambin populares Villancicos escritos por Gorg con letra de Francisco Laliga y el Reina de Elda por Almiana y Miguel Daz constituyen un acervo musical eldense que es solemnemente interpretado en ocasin de las fiestas mayores. El teatro tambin ha sido un gnero especialmente prefe rido del pblico eldense, y no solamente como espectador sino como actor, pues han sido muchas, y numerosas sus actuaciones, las compaas de aficionados que han efectuado representacio nes en el Teatro Castelar y otros de poblaciones de la provincia. Especial mencin merece, por sus peculiarsimas caractersti cas, la parodia burlesca del Tenorio de Zorrilla El Seor Don Juan Tenorio o Dos Tubos Un Real representada desde antes de la tercera decena del siglo en el Teatro Castelar, el 28 de diciembre, fiesta de los Inocentes, que iba muy bien con el ca rcter bromista de la obra. El guin principal, que ha recibido morcillas de todas clases a cargo de sus intrpretes, es ori ginal de Emilio Rico Albert, recientemente fallecido, y su re presentacin ha constituido todos los arios una cita del pblico eldense con el gnero ms divertido y jocoso, de humor a veces ms que grueso, recibido siempre con carcajadas. Finalmente, en pintura solamente podemos recoger una promesa que entonces se iniciaba. Gabriel Poveda Rico, a muy corta edad, pint dos grandes lienzos, retratos de cuerpo entero de El Serfico y Castelar, que figuraron durante muchos arios en el saln de exposiciones del Casino Eldense. Ms tarde, pint los grandes lienzos de reproducciones de obras de Rubens y de figuras de Cervantes y don Quijote para los grandes muros del Cinema Cervantes, ignorndose dnde se encuentran ac tualmente todos ellos. 47 Nota destacada de esta poca en el aspecto cultural es que por primera vez en la historia de Elda se celebraron Juegos Florales, unos en 1920 y otros en 1930, ambos coincidiendo con las fiestas mayores. En las dos convocatorias se estable cieron temas que sirvieran para ensalzar la historia, tradiciones o costumbres de Elda, consiguindose trabajos de calidad lite raria relevante, algunos de los cuales han llegado hasta nos otros. En el primer certamen, en el que actu de mantenedor el M. I. Dr. don Agustn Cavero, obtuvieron premios los poetas Rodolfo de Salazar, alicantino, y Juan Sansano Benisa, oriola no; en el segundo obtuvieron los premios Jos Capilla Beltrn por su trabajo El paisaje alicantino en la obra de Gabriel Mir, Rodolfo de Salazar, Antonio Gonzlvez Vera, Jos J. Gonzlez Pay, Narciso Cataln Romero, Eloy Cataln Cant y otros. En este segundo certamen el mantenedor fue el insigne charlista Federico Garca Sanchiz, siendo una particularidad digna de resaltar que estas dos manifestaciones culturales ocurrieron bajo los mandatos del alcalde don Joaqun Coronel Rico. EL NACIMIENTO DEL DEPORTE. En este perodo, Elda se abre al deporte tal como lo entendemos ahora, pues hasta entonces y durante algn tiempo despus, sus nicas prcticas deportivas eran los juegos de pelota, tan populares en la regin valenciana. En esta modalidad haba buenos jugadores y se celebraban partidas muy reidas en el Trinquete existente al final de la calle de San Roque y antes en lugares improvisados, a menudo calles de la ciudad, acotadas. Tambin el ciclismo era un deporte bastante practicado por los eldenses, aunque sin que ninguno de stos destacara en competiciones. Es en 1912 cuando encontramos la primera referencia al deporte que se convertira ms tarde en Su Majestad el Ftbol, deporte de masas apasionadas y entusiastas. En las fiestas de septiembre de este ario se anuncia un gran partido de foot-ball en los terrenos de la plaza de Sagasta, entre los equipos Victoria de Elda y Calatrava de Petrel, cuyo resul tado ignoramos. En 1918 es fundado el Elda C. F. con camiseta blanca, que todava hoy sigue actuando aunque en categora modesta. En 1921 se funda el Club Deportivo Eldense, que habra de convertirse en el primer equipo local, alcanzando a jugar 48 varias temporadas en la Segunda Divisin. Los encuentros se disputaban en un solar de El Progreso hasta 1923, en que se inaugur el Parque de Atracciones con un encuentro contra el Albacete, al que venci el Eldense por 3-1. A pesar de que este deporte arrastraba cada vez mayor nmero de aficionados, otro deporte, el hockey sobre hierba en Elda, sobre tierra tena muchos seguidores con la actua cin del Ulises H. C., que particip en torneos regionales y pro vinciales hasta primeros de la Guerra Civil. La apertura del balneario Lido en 1931 dio gran auge a la natacin en la que sobresalieron destacadas individualida des. Finalmente, hemos de dejar constancia de la existencia del Gimnasio Boxing Club que foment el boxeo, la lucha libre y la gimnasia. OBRAS IMPORTANTES EN LA TERCERA DECADA. De las necesidades pblicas que todava no tena cubiertas Elda o que lo estaban de forma inadecuada, fueron varias las que se consiguieron en estos ltimos arios del primer tercio de siglo. As vemos inaugurarse el nuevo Matadero en 1921, en el lugar donde ahora se encuentra, frente a la calle de Almazaras y muy cerca del Depsito de Aguas, en el Alto de San Miguel, que tambin se inaugur en esta poca, en el ario 1924. El edificio municipal de Elda, una ciudad que contaba en tonces unos once mil habitantes, se encontraba en bastante mal estado, resultando insuficiente e inapropiado a las necesidades de la Corporacin, por lo que en 1922, siendo alcalde don Fran cisco Alonso, se decidi hacer un nuevo edificio, que se inau gur en septiembre de 1923, constituyendo un acontecimiento memorable, prestigiado por la presencia de personalidades como el obispo Irastorza, el gobernador civil, diputados y sena dores por Alicante, juez de 1.a Instancia y otras personalidades. En 1927 se consigui terminar el puente de piedra que en lazaba la ciudad con la Estacin, dando remate as a la tarea de Penlope de los anteriores puentes, construidos y recons truidos una y otra vez a medida que las aguas del Vinalop se lo llevaban, como ocurri en numerosas ocasiones. La sobria y fuerte construccin de sillares de piedra de Boln termin para siempre con la pesadilla de la posible incomunicacin con la Estacin del ferrocarril, principal va de enlace entre Elda y el resto del mundo, ya que las comunicaciones por carretera estaban lejos de ser lo que ahora son. 49 Por cierto que si problema era el puente de la Estacin, no lo era menos la misma Estacin, que era, en frase de un versificador de entonces . . .cuartucho indecoroso, eterna y pes tosa plaga.. .. Efectivamente, la Estacin de Elda era entonces un pequeo edificio sin comodidad alguna para los viajeros ni instalaciones para las mercancas que transporta el ferrocarril, que en la prctica eran todas las que entraban y salan de Elda. Pero gracias a las gestiones insistentes de ayuntamientos y en tidades se logr que la concesionaria de la lnea M. Z. A., a la que perteneca la Estacin construyera el edificio e instala ciones actuales, que entraron en servicio en 1932, sin cere monia de inauguracin. Ya hemos dejado escrito antes los penosos esfuerzos del Ayuntamiento eldense, en diferentes pocas, para conseguir un grupo escolar, con unas gestiones que arrancaban nada menos que de principios de siglo, habindose acrecentado el problema en los muchos arios transcurridos desde que se consider ur gente su creacin. Fue en 1925 cuando parece que se convencieron los elden ses que si queran un Grupo Escolar tendran que hacrselo ellos mismos, resolucin a la que han tenido que llegar en nu merosas ocasiones y que ha permitido la realizacin de impor tantes obras sin esperar a que se las hicieran desde Madrid, desde Valencia o desde Alicante. As, en este ario, la sociedad de viviendas El Progreso ofreci terrenos para la construc cin del Grupo Escolar, aceptndolo el Ayuntamiento del seor Lpez Prez y acordando construir por s mismo el Grupo Es colar para lo que vot un presupuesto suficiente. Los terrenos donados por El Progreso resultaron insuficientes, acordn dose adquirir los que ahora ocupan los Colegios Nacionales Padre Manjn y Cardenal Cisneros. En 1928 se solicit un prstamo de 350.000 pesetas para esta construccin, y en noviembre de este ao la Comisin Pro vincial de Construcciones Escolares aprob la construccin de este Grupo, ponindose la primera piedra el 9 de febrero de 1930, en una ceremonia rodeada del entusiasmo popular, con asistencia del obispo Irastorza, alcalde don Francisco Alonso, cura don Luis Abad y otras personalidades, llegndose a la inauguracin oficial en septiembre de 1932, al mismo tiempo que el Monumento a Castelar. 50 El mismo da de la ceremonia de la primera piedra fue un da grande para Elda. El 9 de febrero de 1930 culminaron varios de los anhelos del pueblo eldense, procedindose, ade ms de la colocacin de la primera piedra del Grupo Escolar, a la inauguracin de tres importantes realizaciones: la Gota de Leche, el Parque de Bomberos y el dispensario de la Cruz Roja. La Gota de Leche era un local anexo al Hospital Muni cipal, destinado a facilitar alimentos a los nios pobres, as como asistencia mdica, todo realizado por seoras de la ciudad, bajo la atencin de las Hermanas Carmelitas. El Parque de Bomberos era el local situado junto a la Cruz Roja, en la calle de Ramn Gorg, disponiendo de un camin cuba, una camioneta de avisos, numerosos extintores de fuego, mangas lanzadoras de agua, escaleras capaces de alcan zar los pisos ms altos y el restante material propio de su cometido, incluso los uniformes, cascos y tiles necesarios. Finalmente, el Dispensario de la Cruz Roja, situado en el mismo local que ocupa hoy y levantado en poco tiempo por la Junta presidida por don Narciso Cataln Romero, estaba cons tituido por planta baja y alta, siendo una de las mejores casas de que dispona la Cruz Roja en Espaa. Constaba de clnica y enfermera para casos urgentes, Capilla, saln de actos y otras dependencias, servidas todas ellas por personal voluntario que colaboraba como ahora, de forma altruista en esta humanitaria obra. La realizacin de estas obras en estos arios constituy un buen servicio a los eldenses, abriendo nuevas metas en que emplear su capacidad de iniciativa, laboriosidad y tesn. MONUMENTO A CASTELAR. La figura de Castelar, por su doble condicin de eldense afectivo y de prohombre repu blicano, apstol de la libertad, tena en esta poca un culto casi religioso. Todos o casi todos los eldenses que formaban la que pudiramos llamar con propiedad Repblica de las Le tras eldenses eran republicanos, y para ellos Castelar consti tua un smbolo donde se fundan la Libertad, el Derecho, la Oratoria, la Literatura, la Cultura, la Democracia y cuantas ideas liberales poda albergar un liberal. Por ello no es de extraar que al aproximarse el primer centenario de su naci miento tuviera un gran eco en Elda la iniciativa de construir 51 un monumento al insigne tribuno eldense. La sociedad El Progreso en cuyo seno surgi la idea, promovida por el ve terano republicano don Jos Aracil Romero, amigo y admirador de Castelar, aprob el que en sus terrenos se albergara dicho monumento, organizndose una Comisin que encauz la cola boracin popular y de las sociedades y entidades de la ciudad, que fueron todas ellas, pues incluso el Ayuntamiento de la Dictadura y el que le sigui hasta la proclamacin de la Rep blica efectuaron varias importantes contribuciones. Esta Comisin coloc una lpida de bronce en la casa, hoy desaparecida, donde vivi Castelar en su infancia, y llev los trabajos con tanta actividad que desde su constitucin en 1926 hasta la inauguracin del monumento, en 1932, slo transcu rrieron seis aos. AGITACION REVOLUCIONARIA. Como en los arios an teriores, en la dcada de los veinte, las huelgas haban conti nuado siendo una incidencia casi habitual en la vida de la poblacin, teniendo en muchos casos como mbito una sola empresa, en la que se producan puntos de friccin a veces por la actuacin de algn encargado o encargada, a veces por dife rencias de criterio respecto a las condiciones de trabajo. Entre las numerosas ocurridas figuran como de mayor entidad la ocurrida en agosto de 1927 en las fbricas de don Antonio Porta, don Joaqun Vera y don Jos Justamante, en las que fueron detenidos varios obreros, solucionndose el conflicto por la intervencin del cura de Santa Ana, don Miguel Daz, y otros seores, logrndose la libertad de los detenidos. Tambin hubo detenciones en las huelgas de marzo y abril de 1930, que quedaron sin efecto, siendo puestos en li bertad los detenidos, por la peticin del Ayuntamiento en ese sentido, con lo que se calmaron los nimos de los obreros. Sin embargo, los ms graves incidentes se produjeron en diciembre de 1930, coincidentes con la sublevacin de Jaca; durante tres das, del 15 al 18 de dicho mes, los huelguistas fueron los dueos de la poblacin aunque no se cometieron ms actos que destrozar la lpida que daba el nombre de Al fonso XIII a la calle Nueva, levantar algunos metros de va frrea para que no llegaran fuerzas del Gobierno y algunos otros incidentes. El 18, jueves, lleg a Elda la Legin, constituida en la 52 VI Bandera del Tercio compuesta por 520 soldados, que inme diatamente tomaron los puntos estratgicos de la ciudad, ins talando ametralladoras en las esquinas de la calle Nueva y otras; fueron clausurados los locales de los Partidos Republi cano, Sindicalista y Socialista, deteniendo a varios de los com prometidos en el movimiento. La Legin permaneci en Elda hasta el 23 de dicho mes, en que fue reemplazada por soldados de Infantera. Pocos das despus, los detenidos fueron puestos en liber tad, acabando as el movimiento revolucionario ms importan te hasta los de septiembre de 1933 y octubre de 1934. POLITICA Y MUNICIPIO: DE LA DICTADURA A LA REPUBLICA.En 1923 se produjo el golpe de Estado del general Primo de Rivera, instaurando la Dictadura, una de cuyas primeras medidas fue la de sustituir a los Ayuntamien tos salidos de elecciones municipales por otros ms afines con la poltica del General. As en Elda se celebr sesin municipal extraordinaria, presidida por el Comandante de puesto de la Guardia Civil quien dio cumplimiento a la Orden del Directo rio Militar por la cual cesaban todos los concejales, reemplaza dos por vocales asociados de la Junta Municipal. Era alcalde entonces don Francisco Alonso Rico a quien sustituy en dicha sesin doti Enrique Vera Gras. Varios de los concejales desig nados rechazaron el nombramiento por entender que se haba nombrado a elementos afectos a la poltica partidista que el Decreto intentaba hacer desaparecer de la Administracin municipal. Por una orden del delegado gubernativo fue cesado el al calde Vera Gras, y sustituido por un Teniente Coronel retira do, don Francisco Lpez Prez, quien al tomar posesin del cargo plasm su programa municipal como Administracin y Justicia. Durante el mandato de este alcalde recibi el Ayuntamien to de Elda el ttulo de Excelentsimo, por medio de una Real Orden del siguiente tenor, muy parecida a la de concesin del ttulo de Ciudad: Su Majestad el Rey (g. D. g.) se ha servido expedir por este Ministerio el Real Decreto siguiente: Queriendo dar una prueba de mi Real aprecio a la Ciudad de Elda, provincia de Alicante. Vengo en conceder a su Ayuntamiento el tratamiento 53 de Excelencia. Dado en Palacio a 8 de junio de 1926. ALFON SO. El Ministro de la Gobernacin, Severino Martnez Anido. Esta merced real fue dada a conocer al pueblo mediante Bando pblico en el que por primera vez se antepuso el Ex celentsimo al Ayuntamiento de Elda. Fallecido el seor Lpez Prez en enero de 1927, le susti tuy como alcalde don Pablo Maestre Sirvent, quien apenas dur cinco meses en el cargo, siendo una de las pocas cosas que pudo hacer la de renovar una vez ms la peticin del pueblo eldense de disponer de un Juzgado de Primera Instan cia e Instruccin, necesidad sentida desde mucho antes, ya que la mayora de asuntos sustanciados en el Juzgado de Monvar eran originados o promovidos por Elda. En febrero de 1927 el Ayuntamiento eldense ofreca costear los gastos que originase la instalacin de dicho Tribunal y su sostenimiento, construyen do crcel de partido. Esta peticin fue renovada tres meses ms tarde cuando el Ministerio de Gracia y Justicia abri plazo de informacin sobre el proyecto de reforma de la demarca cin judicial del territorio de la Audiencia de Valencia, y aunque en dicha poca no se consigui nada positivo, las ale gaciones de Elda fueron tenidas en cuenta muchos arios des pus, en 1965, cuando al efectuarse la reestructuracin de los partidos judiciales en Espaa se concedi a Elda el Juzgado de L a Instancia e Instruccin que ahora tiene. Por dimisin de este alcalde, fue nombrado el mismo que ocupaba el puesto al advenir el Directorio, don Francisco Alon so Rico, quien llegaba a la alcalda por cuarta vez. En sus tres aos de mandato se realizaron importantes obras y se proyec taron otras que llegaron a su culminacin arios despus. Para el pueblo, que es impresionado ms profundamente por las muestras externas, constituyeron durante muchos arios moti vos de elogio las fiestas de septiembre que se celebraron du rante el mandato de don Paco Alonso, como se le llamaba en Elda. Sin embargo, a pesar de que stas, efectivamente, su bieron de categora y animacin en estos aos, los mritos realizados por este alcalde en su ltima etapa de primera auto ridad eldense estn en las obras realizadas y en las que dej casi terminadas a sus sucesores. Sustituy al seor Alonso don Jos Martnez Snchez (padre del que sera alcalde durante largos arios don Jos Mar 54 tnez Gonzlez), hasta abril de 1930, en que ocupara el cargo nuevamente don Joaqun Coronel Rico, bajo cuyo mandato se celebraron las elecciones municipales del 12 de abril de 1931 que daran el triunfo a la candidatura republicana. Celebradas stas en un clima de apasionamiento, con el sentimiento popular emocionado por las efigies de los mrti res de Jaca cuyos retratos se vean en todas partes e incluso en escaparates de comercios, unido al creciente desprestigio de la Institucin monrquica por sus errores de gobierno y la esperanza de solucin a los problemas que pareca brindar la institucin republicana, el electorado de Elda se volc en favor de las candidaturas republicana y socialista, dndose los si guientes resultados: Coalicin republicano -radical -socialistas: 9.069 votos y 15 concej ales. Candidaturas monrquicas: 214 votos y 3 concejales. El 16 de abril se constituy el primer ayuntamiento repu blicano, presidido por don Emrito Maestre Prez, cuyos con cejales iniciaron su actuacin rechazando la presencia en el mismo de los concejales monrquicos, que ya no volvieron a asistir a las reuniones. El 10 de mayo de 1931 se produjo el pri mer asalto e incendio de la iglesia de Santa Ana y los centros derechistas, cometindose atropellos y vejaciones en los domi cilios y las personas de don Francisco Alonso y don Luis Abad. El Ayuntamiento republicano, reunido en sesin, se descarg como pudo de su responsabilidad por dejacin de autoridad, re gistrndose como final la peticin de supresin de la Guardia Civil y de los Jesuitas. Don Emrito Maestre dimiti a los seis meses, sustituyn dole don Vicente Gil Navarro, quien slo estuvo en el cargo en este su primer mandato cuatro meses, ocupando el silln presidencial en el perodo entre 1931 y 1936 diez alcaldes. En enero de 1932 Elda tuvo el honor de ser visitada, en el primer viaje oficial del presidente de la Repblica, por don Niceto Alcal Zamora, siendo acogido con desbordante entu siasmo popular, tributndose al primer mandatario de la Rep blica un apotetico recibimiento. Se dio su nombre a la plaza de Arriba y se celebraron varios actos oficiales en honor del presidente qu , - resultaron muy brillantes. 55 COLOFON Con el comienzo de este nuevo perodo para Espaa, que no consigui superar la divisin de los espaoles y sus enfren tamientos sino que por falta de visin poltica contribuy a exacerbarlos, consideramos cerrada la poca a que se contrae este trabajo, que si cronolgicamente cubre el primer tercio de siglo, histricamente llegara hasta la fecha en que Espaa se sume en un bario de sangre y fuego que queda fuera de los lmites de este estudio. Por ello ponemos punto final al trabajo, considerando haber mostrado, con amplios trazos, sin proligidad, lo que fue Elda durante el primer tercio de siglo en sus aspectos histrico, cultural y socioeconmico. Elda y diciembre de 1979. 56 Miguel Martnez Mena (ACCSIT) Elda, en cuatro vuelos INTRODUCCION Por imperativo temtico y dimensin cronolgica un inten so perodo eldense queda desgajado del contexto genrico vi vencial espaol e incluso del regional, dado que analizar el aspecto socio -econmico, histrico y cultural de la ciudad de Elda durante el primer tercio del siglo XX haciendo caso omiso del devenir glorioso y menos glorioso espaol, presupone un planteamiento incordinado. Porque estaremos de comn acuer do que cuanto sucede en cualquier lugar del pas tiene peculiar incidencia en el resto de las gentes que integran ese pueblo. Cuanto durante los primeros lustros del siglo fue creado, re novado o quemado entre los lmites peninsulares tuvo, evidente, definitiva resonancia en Elda. Al comenzar los aos 1900 la comunidad eldense parece decidida a tomar criterio de su valor y valorador, postura sub jetiva cara a lo religioso, lo social y lo cvico. Paso a paso des cubre su nivel mejorable, fundamentacin persona humana y libertad aprendida en sus mayores, cuyos nombres propios han de estar y estn, desde luego, en la mente y corazn, en los jalones al viento de esa historia de Elda, indita, que ronda entre los papeles de Alberto Navarro. Puede pulsar el lector que en Elda prende desde el primer da del ao 1900 la semilla esparcida poco antes y poco des pus del ao del Centenario. Se esclarece la conciencia de ser racional no diluido en sombra local, sino asentado en una co marca, en un pas donde l sobrepesa. Y no falta, claro est, peas (a veces eldenses aislados, conocidos o menos resonantes como los hermanos Tato Amat, o Antonio Vera) (1), convencidos de que una sociedad en que el hombre se pierde en un muni cipio de hombres perdidos, sociedad que vendra a tener por 59 divisa El Bien General del Obrero (Socorro Mutuo y Com paerismo) (2). Se quiera o no se quiera el corazn de la ciudad permanece encendido, cripta entre derrotas y estmulos en evocador ful gor a: 1821 - 1870 Juan Rico y Amat 1812 - 1871 Fco. Garca Ager (El Serfico) 1804 - 1881 Gonzalo Sempere y Juan 1820 - 1893 Lamberto Amat ij Sempere 1832 - 1899 Emilio Castelar Ripoll 18 - 1902 Jos Amat q Sempere 1861 - 1928 Francisco Laliga Gorgues 1P64 - 1936 Agustn Cavero Casez 1874 - 1936 Maximiliano Garca Soriano 1851 - 1947 Silvestre Hernndez y Poveda 1886 - 1974 Emigdio Tato y Amat Con justa razn podra aadirse y aadimos con riesgo de omitir otros igualmente notables, a: Juan Madrona Ibez, Juan Vidal Vera, Ricardo Vera Laliaa. los hermanos Alonso Rico, Jos Verd Cuenca, Hiplito Juan, la familia Guarinos. Jos M. Gil, Manuel Vera Ban, Tefilo Romero Juan, Luis Amat Amors, Antonio Porta, Pablo Maestre Sirvent, Emilio Rico Albert, hermanos Coronel Rico, etctera, quienes en sus respectivos estamentos profesionales presienten que la expansin de Elda es un fenmeno de aumento continuado de produccin de bienes y servicios que han de permitir satisfacer un nivel creciente de necesidades de la poblacin. desarrollo promovido y coordinado por el progreso tecnolgico, la voluntad de crea cin y el techo de ahorro, en marco institucional al servicio del inters del pas. La influencia de cada uno de los citados a tra vs de su pensamiento ideolgico es innegable, al menos perci bida en posturas cvico -social en momentos locales sensibles. Desde el amanecer del siglo XX la poblacin es una mins cula sociedad en la que cuenta al mximo el trabajo personal, todos son accionistas. Elda, a 37 kilmetros de la capital, con 9.000 habitantes es muy industrial, pues sus fbricas de cal zado exportan sus productos a los rincones del globo ms leja nos, que tal leamos en Riga en el ao 1943 y a su vez en Alicante Turstico (3). A propsito de lo tradicional, otra cita: Elda, donde hay fbricas de papel y se trabaja el esparto, 60 as escrito en la Ciudad Condal antes de alborear la noche de 1899 (4). Al eldense le ha vencido la tcnica, o si se prefiere no es igual las horas y horas en la silla con asiento de anea, afilando la cuchilla y en sus falanges gruesos dediles. La tcni ca que ha podido al hombre aqu y all. Al implantarse la II Repblica Espaola el 14 de abril de 1931, la urbe zapatera con una media de 10 horas de tarea por jornada y aparadora, goza de salud, pero no tanto, y pregunta: Slo hombre m quina Lanza del Vasto seala seis factores de la produccin, entre ellos el dinero, la herramienta y, la inteligencia (5), en orden inverso a la disponibilidad eldense. Porque desde luego, el factor inteligencia era y es, patente. La capacidad mecnica, la invencin, la iniciativa, el sentido esttico de las combinacio nes, el de la oportunidad, hacen seguras la rentabilidad del dinero y la herramienta. No ha de quedar la inteligencia ni camente como motor de produccin sino raz del don de la li bertad, pblica reflexin de Luis Coronel, en el Casino Eldense, all por el ao 1903 (6). Para lograr homogeneidad presentamos cuatro apartados y en ellos los rasgos soprepujados de cada hecho, efemrides, anales o mero episodio sin dejar en el tintero los nombres propios, sociolgicamente esencial, que todo en simultneo equilibrio es la ciudad de Elda, apenas encendida en el ao 1900, comienzo de una estirpe, espacio abierto de su recinto poblado de sirenas que crujen rompiendo el infinito de colmena espe ranzada. Estos cuatro vuelos, son: I 1900 - 1908 UNIVERSIDAD SUTORIA II 1909 - 1916 EL DORADO III 1917- 1924 TECNOLOGIA EN ACCION IV 1925 - 1932 TIERRA PLETORA DE VIDA VASCA... NOTAS. 1 Emigdio y Miguel Tato y Amat crean El Graduados, de Alicante y el semanario local El Vinalep (sic). Vid Gran Enciclopedia de la Regin Valenciana, Valencia, 1973. 2 El Bien General del Obrero, institucin promovida en 1903. Di rectivos: Andrs Maestre, y Alfredo Rosas. Colaboradores: Lzaro Merino, Manuel Rico, y Toms Zafrilla. 61 3 VONER, Conrado: Alicante Turismo (en espaol y francs). Ali cante, marzo 1935. En el anuario del ao 1928, que prepara Manuel Bonells y Bernads, ttulo Riqueza Industrial y Artstica de Ali cante y su provincia, idntico texto. 4 RAMOS, Luis: Diccionario Popular Universal. Barcelona, 1887. t. IV. 5 LANZA DEL VASTO: Las cuatro Plagas. Ed. Sur. Buenos Aires. 1959, p. 77. 6 Fragmentos del discurso de Luis Coronel, y de sus compaeros en la velada literaria, El Vinalap nm. 4/4-1-1902, p. 2. 62 I. 1900 - 1908 UNIVERSIDAD SUTORIA. En verdad que un acontecimiento imborrable de hecho y con todo derecho sirve de punto de partida para este primer vuelo hacia la mayora de edad eldense: el 24 de agosto de 1904 a propuesta de Antonio Maura se concede a la villa el ttulo de Ciudad. Distincin que firma Alfonso XIII desde su residencia veraniega de San Sebastin, porque quiere dar una prueba de Mi Real aprecio a la villa de Elda, en atencin al aumento de poblacin, importancia industrial y comercial (1). Cuanto queda dicho en siete lneas origina intermitente repique de campanas, coincidente con las fiestas del III Cente nario de los Patronos, el Santsimo Cristo del Buen Suceso y la Santsima Virgen de la Salud (2). Multplice fecha grabada en mrmol pudiera ser el prtico de la gloria: Pars. ario 1902. Se logra a pulso los primeros premios para el calzado ms all, ms all del habitual cliente de Albacete y Almansa, en Pars sin fronteras, Paris remplit le monde, que llena el mundo. Nada ms ni nada menos Meda lla de Oro en la Exposicin Internacional de Trabajo y la In dustria, lo que presupone desde ese instante que el calzado iba a ser, definitivamente, eje pendular alrededor del cual girara Elda, de cuyo crculo ms y ms pares no hay forma hu mana de escapar. Censados en 1858 los industriales al por mayor, hermanos Prez Juan y L. Castell Llobregat que ocupan el mercado manchego, surgen Pedro Bellod, Silvestre Hernndez. .. sin ol vidar, no faltara ms, Rafael Romero Utrilles que obtiene el galardn en la capital de Francia para el calzado de lujo de seora, repetimos, ya en el ario 1902 (3). El recuento de industriales empadronados resulta poco menos que imposible, o los talleres pequeos que impetuosos comienzan y desaparecen sin dejar estela, arranque incontrola do al introducir maquinaria goodyear para el cosido de cerdo, consolidated para montar y otros tipos por G. Schulmerich. 63 Epoca que ya se celebran cada ario la Fiesta de San Antn, y Moros y Cristianos muy anteriores a 1900 (4). Clarear en chispazo precoz durante la Guerra Europea, mo mento que debe llegarse lo antes posible, no sin previo repaso a las festividades septembrinas entre decisin resuelta de dejar atrs su ubrrima huerta y el esparto de sus resecas laderas. Revive sus festejos patronales en septiembre de 1900 con pre sencia de Milagritos (6), emocionada y emocionando al audito rio al entonar la gran Salve, obra del maestro Gorg, su padre. Milagritos va y viene por los escenarios, sus paisanos le llaman La Patti espaola. Se afirma que para hallarse en tan seala dos das en su patria chica hubo de cancelar compromisos arts ticos en la propia Corte del Zar. Adelina Patti, soprano, colora tura italiana, con Milagritos, las dos mejores lricas de su tiem po. Ruperto Chap desde Villena acude rendido a sus pies con pomos de nardos (7). Y se constituye La Protectora doscien tos alumnos presidida por Jos Reig (relator de la Audiencia de Barcelona) y Santiago Montaig, que dona los primeros libros para la biblioteca. Porta Bernab el ario 1901 estrena en el Teatro Principal de Alicante su drama La Campesina, que pasa al Noveda des madrileo (8), y el abogado noveldense Emilio Vicedo re copila para Elda y edita en 1902 poemas del Serfico, hasta entonces indito, a excepcin de los publicados por Lamberto Amat (9). Adquisicin de terrenos, etctera, que arranca de 25 socios accionistas, entre ellos J. M. Vera, J. Amat y Amat, Antonio Maestre, Lorenzo Juan, Jos Pay, Jos Aracil..., di rectivos. Es el 10 de agosto y la Sociedad Artstico -Recreativa La Eldense protocoliza sus papeles con el exclusivo fin de dotar a Elda de un coliseo digno y, lo consigue. Si la angelical voz de Milagritos pasin, paloma y luna llena de msica su patria adoptiva, en las mismas fechas la produccin de pares crece merced a las manos hacendosas de esas familias ubicadas a la sombra del Castillo palacial El Al czar, y en el horizontal Valle del Vinalop. De los 300.000 pares estimados en el primer ario del siglo a escala comarcal, el 80 por 100 corresponden a Elda. Fabricacin, promocin y venta ascendente hasta el ario 1932, momento que se superan los 14 millones de pares (10). Al socaire de este montaje zapa tero, afloran tallere y fbricas de hormas, cajas de cartn, ma 64 nufactura de tacones, etctera, y asoma con fuerza impetuosa la emigracin hacia Elda, configurada a manera de isla caste llana rodeada de valenciano por todas partes y arropa la racha asimilara al fundirse con diversos caracteres que pronto pien san y hablan en eldense. Incipiente entonces pero ya prover bial que desde Monvar, Sax, Petrel y pedanas van y vienen, vienen y van cada maana a Elda trabajadores entregados al calzado. La Prspera, llama Azorn a Elda; calzado domo y pan. Jos Alfonso bigrafo de Azorn, no necesita presentacin, a la sombra del maestro monovero llama a los fabricantes ca tedrticos de la universidad sutoria eldense. Po Baroja, con Azorn, recorre tierras yeclanas, de Monvar y Elda en el ario 1902, campias inmortalizadas en la mejor prosa contempo rnea (11. Agustn Cavero, cannigo de la catedral de Orihuela an tes de San Nicols de Bari apuntala tras de s grvida leva dura, talante liberal sin protocolos, en dos ocasiones propuesto para obispo de Zaragoza. Merecera la pena volver los ojos con pausa hacia esta figura seera, que coloca la primera piedra en el barrio El Progreso, en primersima fila en tantos y tantos acontecimientos (12). Y Vanalap (sic), revista de cien cias, artes, letras, agricultura, industria, comercio y noticias; director Miguel Tato, corazn en el infinito. Administrador, Ja vier Guarinos. En el editorial, a manos llenas, hurra! Hoy Elda cuenta con una estacin de recibo, muelle abierto, comunicacin con el mundo entero por el camino de hierro, administracin de Correos y Telgrafo, telfono directo con Petrel..., le falta un peridico, ya lo tenis. Vengo prosigue el director a con vertirme no en remorcador sino en aviso para cortar abusos y corregir errores (13). De toda la vida la Mayordoma del Corpus y la Mayordo ma de la Virgen de la Salud han sido integradas por ciuda danos de reputacin. En la del Corpus del ario que nos ocupa, el presbtero J. M. Amat y sus feligreses, Antonio Vera, Nor bertQ Rosas, Javier Guarinos... La Mayordoma de la Salud, con los presbteros J. Luis Maestre y Manuel Amat; la junta de gobierne encabezada por Manuel Beltrn, alcalde, Cndido y Plcido Amat, entre otros cuarenta. Edita el libro Frutas del Tiempo Carlos Cano, poemas 65 comentados por Max. G. Soriano (14). La directiva del Casino se reajusta vspera de Navidad: Vicente Noguerales, Eduardo Gras, Luis Amat, Francisco Ferrando, Tefilo Romero, y diez vocales. El Porvenir tambin elige nuevos cargos. Otros la fbrica de cajas de cartn Maestre Hermanos, con pintadora rotativa supera las 2.000 cajas diarias; concluye el ario 1902: 123 hombres nacidos, 223 mujeres y 128 defunciones; aumento de poblacin, 128 personas. Por Reyes el terpsieore, en el argot local jolgorio. Pero veamos cmo por obra y gracia de Miguel Tato puede subra yarse con lpiz rojo la velada literaria, en el engalonado Casi no. Ponentes y temas: Miguel Tato, salutacin; Sebastin Rosas (mujer y flores); M. Maestre Pay (a la mujer desamparada); Antonio Vera (belleza); Francisco Beltrn (visin bblica de la creacin del hombre); Norberto Rosas (canto potico femeni no); Luis Coronel (cuestin social); Javier Guarinos (dimensin cristiana de la caridad), y Luis Mirabel (recita poemas de Lpez Silva). Se confirma que queda ultimada la letra de la zarzuela original de Navarro Casanova y Tato Amat. A perdurar en el eco regional la ejecucin de obras para acondicionar el Manicomio Provincial en el casern conventua: de Nuestra Seora de los Angeles, que vino a iniciar sus fun ciones por el ario 1882, situado hasta hace algunos aos en e vrtice de Santa Brbara, antes de llegar a la Venta del To Margarito; empresa Jos Atienza. La direccin facultativa Emilio Poveda, con sus compaeros Salustino Villa y Vicente Nogueroles. Para cubrir las necesidades de 80 enfermos, 2.50C pesetas mensuales. La Caridad preconcebida en 1900 toma impulso con el equipo de Lorenzo de la Encarnacin, Antonio Olmos, y ms adelante J. Pay Maestre, J. Poveda Garca y G. Prez Juan. Doctor en medicina y alcalde Manuel Beltrn, acelera trmites para paliar una necesidad: el Cementerio (85 x 120 metros de terreno inicial), la colocacin de la primera piedra es claro el cannigo Cavero. Ello coincide con la emotiva semblanza del sepelio y rezos por el alma de Jos Amat. El da 25 de febrero cuatro sucesivos temblores ssmicos cunden la alarma consi guiente. Se comenta que Miguel Tato tiene acabados los folios para imprimir por su cuenta y riesgo como se haca antes, como se hace ahora Hojas cadas, rasgos biogrficos-biblio 66 grficos de los distinguidos petrelenses y eldenses. En la misma elite intelectual suena a miel al premio Cuentos Relmpagos entregado a M. Maestre Pay, residente en la capital de Es paa, el mismo que desde su aventurada estancia en la Corte dirige el peridico Los Destinos Civiles. Porlatorio adelante, el industrial J. J. Guarinos marcha a Andaluca, viaje comercial saltan obstculos hacia nuevas rutas, a serial, las salidas de Guarinos hacia los cuatro puntos cardina les. La curia: se vende mquina para cortar suela con troqueles en el taller de Roque Gonzlez, vaticina /a peridica renovacin de utensilios, mecanizacin ineludible. Fogarada publicitaria: La Alegra de la Huerta. Merendero de Manuel Rodrguez. Paraje Huerto del Milln, trmino de Petrel. Meriendas, paellas, licores y refrescos. Habas cocidas a la veneciana. Da de la Fiesta del Arbol, marzo de 1903, en la Pradera, plantacin de pinos. Jos Beltrn y Francisco Ventura, pasan a la ejecutiva de La Protectora. Durante Carnaval entra en juego la ver tiente diversin y la religiosa. En el Casino conciertos por el pianista Francisco Santos, bailes en Sagasta, novenario en Santa Ana a cargo del joven eclesistico Elas Navarro, coincidente con la estancia del abogado y castizo republicano alicantino, Jos Guardiola (husped en el Sandalio), visita que da como resultado la lista del Comit Demcrata; directivos: Fco. de Paula Rico, G. Sempere Romero, J. Ferrer, F. Laliga Gorgus, Lutguardo Guarinos, V. Juan Amat, y L. Esteve Orgiles. Fran cisco Rampall y V. Coronel Salcedo, secretarios. Sin perder de vista la fundacin de la Cruz Roja, a cuyo alrededor habra que dedicar pginas y pginas. Fue a iniciativa de Miguel Tato (por entonces cronista oficial), codo a codo con J. Tobar, fabricante de calzado; J. Maestre Prez, fabricante de cajas de cartn; J. M. Pujalte, abogado -notario; y Juan Vidal, profesor de en seanza primaria (16). Cuenta la primera misa de Baldomero Alonso en presencia de las fuerzas vivas y en ellas el recin designado juez y fiscal municipal, C. Amat, y Joaqun Coronel. Acude Fco. Maestre Prez, oriundo de Elda, ecnomo en Busot. Hecho documental que pica historia: que la municipalidad seguida en romera acude a la Estacin (de recibo) de M.Z.A., maana soleada de mayo, lilas en la Pea del Cid. El presidente del Consejo de Ministros, Antonio Maura (luego nombrado Hijo Adoptivo, con senda dedicacin de una calle, la calle Nueva de 67 Abajo) al ir a Madrid procedente de Alicante resulta agasajado con vtores a los Soberanos, pauelos al aire, msica y chisteras. Baza poltica sobre la mesa que el alcalde J. J. Gonzlez Amat, secundado por J. Navarro, ecnomo, zaragatean. La comuni cacin del ttulo de Ciudad lleva fecha de 24 de agosto; los pauelos y chisteras al aire el 17 de mayo, del mismo ario 1904. El fausto aureal que Elda supo tributar a sus Excelsos Pa tronos en el III Centenario, ah queda en los treinta artculos que plumas contemporneas han dejado con excelente pro sa (18). Cabalgata histrica que arroja flores, aleluyas, Gigan tes y Cabezudos, heraldos a caballo, dulzaineros de Tales, cuatro bandas (Muchamiel, la Primitiva de Alcoy, la del Regimiento de la Princesa, y el reforzado conjunto de Elda). El cohetero junto a la geomtrica torre parroquial, otro en la puerta sur llamada Puerta de Canto. Comparsas de Arcabuceros y Cham bergos (21), arcos de triunfo, faroles a la veneciana con siete mil luces que cuida Andrs Serrano. En la Esperanza artstico templete con los Santos Patronos, guardia de honor por el ba talln infantil que manda E. Pastor Juan. Misa de campaa ofi ciada por el doctor Cavero, Himno de Bienvenida con msica del maestro Gorg y letra de Max. G. Soriano, que interpreta Milagritos; Himnos a la Virgen, obra del profesor Santos. Los vecinos tejen una alfombra de espliego y romero que cubre la carrera procesional La presencia de Juan Maura Gilabart, obispo de la dicesis, se hace notar. La elevacin de un gallardo aerosttico por Manolico Martnez Lacasa, fragua las delicias de chicos y grandes Los acordes de Santa Cecilia resultan aplaudidsimos, recin laureada en el certamen regional de bandas celebrado el 11 de agosto en Alicante. Aquel Domingo de Ramos palmas blancas de Elche e inauguracin ya! del Teatro Castelar por la compa a de Pablo Gorg con el estreno de la zarzuela El milagro de la Virgen. La noche del 12 de mayo de 1906, nueva gran gala: La Novicia, comedia de Max. G. Soriano. El doctor Emilio Poveda se responsabiliza del Manicomio en el mes de enero de 1908, a la vez que el consistorio saca a concurso la plaza de conserje -sepulturero con 800 pesetas anua les y casa; vigilante nocturno dotado con 500 pesetas, y dos puestos de municipales con 700 pesetas. Toma posesin de la secretara general del Ayuntamiento, J. A. Garca Carlos, le trado (20). 68 NOTAS. 1 NAVARRO PASTOR, Alberto: Elda. Rey. Valores Espaoles (Libro de Oro). Ayuntamiento de Alicante, 1951. Se expone gene ralizada visin de acontecimientos de la vieja Dahellos, hasta el ario 1936. 2 Vid El Centenario. Rey. dedicada (12 nmeros) por la Mayordoma al III Centenario. Arios 1903-1904. Im Sirvent y Snchez, Alicante. 3 NAVARRO PASTOR, Alberto: Las primeras fbricas. Rey Dahe llos, Elda, n. 7 enero 1951. 4 Aportacin indicativa de las Fiestas de Moros y Cristianos de Elda, la Embajada por Juan Rico y Amat, redactada en Alcoy, 1877, an representada. Para contemplar la figura del autor, vid SEVILLA ANDRES, Diego: Prlogo al Diccionario para los polticos. Narcea, S. A. Madrid, 1978. 5 El campo de Elda (trmino judicial de Monvar) alcanza algo ms de 5.000 tahullas murcianas, permetro que comprende Almafr, Alto de la Iglesia, Bateig, Boln y Cmara. Vid Informe. Delegacin Comarcal de Sindicatos, Elda, 1965. La superficie abarca comple temos una extensin de 44,69 km2. que referidos al ario 1956 es forestal (matorral y pastos) 1.813 hectreas (unos 19 km2.). Vid Resea Estadstica de la Provincia de Alicante. Presidencia de Gobierno, I.N.E. Madrid, 1958, pp 6 y 244. 6 Milagros Gorg Borrs nace en Alicante el 17-4-1879, trada a Elda recin nacida por sus padres. En la cumbre de su carrera en 1909, empadronada en Elda. 7 RAMOS PEREZ, Vicente: El Teatro Principal en la Historia de Alicante (1847-1947). Alicante, 1965. Vid VIDAL MASANET, Jos: La pequea Patti, diario Informacin, Alicante 25-10-1956. VA LERO BELLOT, Vicente: Ha muerto Milagros Gorg, sem. Valle de Elda n. 146/13-6-1959. Vid notas ofrecidas por El Vinalap n. 13/1-3-1903. 8 Luis Porta, autor de melodramas, juguetes cmicos y zarzuelas po pulares, varios libretos prohibidos por orden gubernativa, dado el aire anticlerical y anarquista de los mismos. 9 El primer comboy regular M.Z.A. procedente de la Corte que atra viesa el apeadero eldense, a las once de la maana, da 4-1-1858. En calidad de asalariado en el tendido de la va el Serfico, de aqu la dcima Al Marqus de Salamanca, y al ingeniero Retor dillo, promotor e ingeniero de las obras. 10 BERNABE MAESTRE, Jos Mara: Industria i asubdesenvolupa ment al Pas Valenci (El calpat a la Vall del Vinalop). Ed. Moll, Mallorca 1975. 11 El ario 1966 el ministro de Trabajo otorga la Medalla al Mrito en el Trabajo a Azorn, que escribe en Abc: En el arte sutorio, por ejemplo, Espaa puede presentar toda una ciudad, Elda, dedicada a un solo trabajo, que ha llevado a la perfeccin y que vale a dicha ciudad un prestigio mundial. En Camino de perfeccin (O. C. t. VI) Po Baroja anota su visita con Azorn a la provincia de Alicante. Vid GARCIA MARCADALL, Jos: Azorn. Biogra fa ilustrada. Ed. Destino. Barcelona, 1967. 12 El doctor Cayere, prolifero escritor, orador sagrado brillante, firma en rey. Centenario varios trabajos, alma y corazn de las fiestas septembrinas. Dimisionario por edad del cargo de den en la ca tedral de Orihuela, se retira a Valencia. Vid El Vinalap n. 7/2-4-1903. 13 El Vinalap (no Vinalop, puntualiza su director). Tamao 30 x 50, 33 nmeros. Publicacin con nimo de plasmar cuanto pueda inte 69 rasar a los hijos de Elda y Petrel, prescindiendo de la politi quilla personal y de los odios de secta. En su presentacin la n mina de los redactores: A. Navarro Cnovas, Javier Guarinos, S. Rosas del Bosque, R. Martnez Gijn, Luis Ponti, J. Navarro Gar ca y Francisco Sofo. Entre los colaboradores poetas: Eco. Maestre Prez, Elas Miguel y Abelardo Teruel. Consigna hasta veinte cola boradores literarios, entre ellos: M. Pay Pertusa, M. Perni Garca, Max. G. Soriano, Constantino y Antonio Amat, Rodolfo de Salazar y Antonio Vera. Es frecuente Ematea, seu del director. El primer nmero lleva fecha 14-12-1902. Tip. J. Iborra. Alicante. 14 Max. G. Soriano nace en Yecla, llega joven a Elda el ario 1901, con Luis Juan Amat, boticario, con quien trabaja, se entrega a J. Vidal y Vera para la rey. Centenario. Su firma aparece por doquier, hasta el mismo instante de su trgica muerte. Bibliografa, vid NAVARRO PASTOR, Alberto: Bibliografa de Elda. Comi sin Provincial de Monumentos, Alicante. 1957, pp. 44-45. 15 La evolucin social, cambios de costumbres, la penetracin poltica, los asuntos vitales que atraen la atencin eldense, son reflejados a manera de panel en las secciones estrictamente comerciales y aparentemente inocentes de los boletines y peridicos de cortsima duracin (El Tirapi o La Democracia, Heraldo de Elda, El Pantano, El Cronista, Albor, etctera). Ello ms que los mis mos artculos, normalmente tema poltico de fraccin. Asomarse al spot publicitario es, un ejercicio divertido y a la vez fulgente reve lacin de hoy, relato fiel de poca. 16 No debe quedar marginado Jos Alfonso (tenedor de libros); Luis Coronel (empleado); J. Amat y Amat (propietario); y Sebastin Rosas (tenedor de libros). Encargado de almacn: Max. G. Soriano (practicante de farmacia) y J. Poveda Amat (industrial). Mdicos, Vicente Nogueroles, y Mariano Martnez, con el farmacutico, L. Amat y Amat. Capelln de ambulancias, Feo. Maestre Prez (licenciado en Derecho Cannico), y sin perder tiempo se integra Narciso Cataln. 17 Cadena sin fin los episodios entre las pginas del semanario de Miguel Tato: el censo urbano al final de 1903, con 8.000 habitantes (5 municipales, 3 serenos, y 4 guardias de campo); industria flore ciente, vergel por huerta, ncleo respetable de proletarios y los borrachos son escasos, rias no se usan, el asesino no tiene cabida y el robo apenas se conoce porque el obrero tiene la virtud, el trabajo y la honradez por norma. Registra que durante el ario se consume 210 reses de ganado cabro y 37 de cerdo. Se inicia en 1903 la carretera Novelda, Elda y Monvar, subvencin estatal. 18 En rey. Alborada y Moros y Cristianos trabajos que dejan cons tancia minuciosa del III Centenario. Alborada desde 1927 en for mato y grfica; Moros y Cristianos, desde 1945. 19 Moros y Cristianos, con su aditamento peculiar, desaparece en 1883, surge a partir de 1945. Vid I Congreso Nacional de Fiestas de Moros y Cristianos. Cap. Obra Social y Cultural, Alicante, 1976. 20 Diario Pueblo, de Alicante, correspondiente al ario 1908. 70 II. 1909-1916 Eslabn de la sntesis que antecede las Ordenanzas Mu nicipales. De ellas, a simple vista el Capt. I Orden y buen gobier no, por donde se prohbe golpear puertas o cometer cualquier otro exceso de costumbres el da de Sbado Santo y despus de la Fiesta de San Antn (1). Elda, avanzadilla de Castilla en el Levante valenciano com parte su pan con los aires de familias forasteras que acuden al dorado Far-West, flujo y reflujo de vocablos, giros hasta mar ginados por la Real Academia, y se produce el ostento de con servar parte de lo que puede llamarse el habla tpica, esbararse, escuajao, arrupio, inronia, gabanilla, argunsaera, y otros tr minos ponderativos que encontramos en el patrimonio lings tico de la Vega Baja del Segura (2), fondo del habla popular castellana o bien por el mismo Azorn atribuidas al seoro mo novero que no deja de ser tierra eldense, aunque en Monvar predomine el valenciano (3). El ario 1916 germina no por obra de gracia, precisamente, El Progreso, y en 1922 La Fraternidad, cuya denominacin lo dice todo, perfecta consonancia en una poca definitoria, lu minosidad de fervor liberal smbolo de gentes empeadas en trabajar Por Elda y para Elda como figura en el blasn no biliario de Lamberto Amat (4). Cunde el desgarrador y sempiterno grito: agua! El Panta no incapaz del mnimo riego, termina por desaparecer (5). Elda suea con las aguas de Salinas y de Villena, mira las vides de Monvar (6). El Vinalop cargado de siglos (7) se tuerce en Villena atravesando sierras, recibiendo slo ramblas y el ba rranco de Cot. Pero el Vinalop era el pao de lgrimas hasta el ario 1917, rodales de legumbres, tubrculos cultivados en 600 Hectreas pocas de excelente calidad repartidas, hortalizas y verduras que de madrugada el hortelano acarrea hacia los tenderetes al aire libre de la plaza de Arriba. 71 Los setenta y nueve artculos de la Comunidad de Regan tes resaltan la condicin agrcola del trmino. Regularizan cmo el encargado vigilar las minas o aguas caballeras, incluso las de detrs del Convento, la acequia de abajo hasta la presa junto al Castillo, con cuidado particular de que los molinos de harina, papel y esparto existentes tengan sus acequias listas. Se aade: permitir pescar en el Pantano a quien lleve permi so escrito del Sindicato (8). Por el decenio de los veinte un respirar mesinico: los pozos artesianos oradados en el trmino de Salinas. No mana en tie rras de Elda manantial potable. El suministro ha dependido siempre del venaje de Santa Brbara ubicado en Petrel, y aguas del Canto de Santo Domingo (9) Elda fuego redondo de sol sin lluvia que estimula el grito de un nuevo ro como gi gante mquina de golpes en pieles y betunes que inspiran al poeta y nadie mejor que el poeta el consciente de aldabonazos que rompen horizontes: Un da tras otro, terrosos y oscuros, / junto al pobre ro que reza / su angustia, las manos callosas / trenzando el esparto. / Paciencia y / sudores, Elda novia del / arado, ms sueo que ensueo (10). Teln corto, de boca y de foro se alza en el peripuesto Teatro Castelar, ario 1904, apertura provisional dada la prisa por el Centenario. Debe atenderse puertas, decoracin; queda acabado en 1909. Gran Teatro Castelar! San Antn era el 17 de enero de cada ario: cucaas y ho gueras en la plaza de Abajo y en la plazoleta de San Antn charamita y tambor que baja de Petrel, carreras a pie y a caballo en la cuesta de Santa Brbara, Cementerio viejo en el lugar que hoy ocupan los pinos de la Cruz de los Cados. Ermita de San Antn o ermitas de San Antn y en cabeza los componentes de la Mayordoma. Misa, procesin, cohetes y el descanso del Santo en la Casa del To Carlicos. As uno y otro San Antn pese a la progresiva descristianizacin del pueblo que fue condenando al polvo del abandono hasta el ao 1920 que desaparece la Ermita (11). Motivacin que intro duce a la nmina del clero al servicio parroquial, regentada por J. Navarro Garca, y J. Lorenzo Rodrguez, ecnomos, J. J. Luis Vidal Rico (sorchantre) y R. Sempere Vidal (organista). Vale decir que como coadjutor inicia su labor J. M. Amat en el ario 1900 y permanece hasta el ario 1935, caso idneo Barto lom Alonso y Narciso Cataln (12). 72 Los reflejos costumbristas, El Barco, la noche mgica o Alborada, la noche de los Santos Inocentes, la Feria de la Pursima que se remonta al ario 1466 (13) y, por supuesto, amigo, el don Juan del irnico Emilio Rico Albert, a la hora de la hora en el mes de las Animas. En resumen: Fiestas de 6 al 10 de septiembre en honor a los Santos Patronos. Pascua de Resurreccin romera: el primer da, al Arenal, ladera sur cubierta de fina arena; el segundo al paraje Santo Negro; el tercero a los terrenos de la Ta Gervasia, falda del Boln; y el cuarto acudir al Pantano a comer el atn. La cosa no para aqu, la romera del lunes siguiente a la Pascual (San Vicente) y Corpus Christi, brillantez (14). Con destacado tipo el nombre de Elda en primera pgina de los diarios alicantinos, en los siete diarios que en la capital se imprimen para todos los gustos y color (15): julio de 1910, la manifestacin anticlerical, postura paralela con el momento histrico del pas (16). En otra ocasin a tenor del mitin de trabajadores socialistas en el recinto del Castelar con enorme concurrencia, bastantes mujeres (17). En el llegar de las pginas del calendario, cmo era Elda Mira por dnde se dispone de exacta respuesta, a la vista del Plano de la ciudad del ario 1916. Reducidsimo permetro, hasta treinta veces menos que en el ario 1979. Eso s, espacios verdes en la calle de Jardines, rotondas ante la puerta de las fbricas, huertos en la calle de Pilares (Lavadero, 1917), por el Matade ro (1921), en el rectngulo ancho de Castelar, etctera (18). En la plaza de San Pascual, Felipe Navarro, ordinario de confianza que con ayuda de sus hijos va y torna en el mismo da a Alicante. Vecino lo era Jos Amat Arenas, zapatero por supuesto que en unin de Felipe proyectan El Progreso, con lista fundacional de 550 a peseta por cuota mensual, ah queda eso! Las pginas extras de El Liberal de Elda, que sale a la calle el ario 1915, contienda mundial, alargn zapatero. Poco antes muere en loor de santidad Sor Arcngela, venerada desde entonces, religiosa carmelita que prestara servicios en el Hospital. Dos vivencias impresas en los diarios alicantinos, al azar: el anuncio: Queris comprar jamones Casa Sebastin Lpez Colomina. Hay conservas de todas clases. Mantecadas refina das, a la par que se detallan las huelgas en las fbricas de 73 Blas Amat, Pablo Prez y Vda. de J. Guarinos, enero de 1915. El mitin organizado por la Sociedad de Oficios Varios La Ar mona, donde intervienen sus dirigentes, Manuel Prez, y Blas Herrero. Firma Enrique Santa sus crnicas y en ellas el reajus te salarial a las aparadoras de Maestre Pay y la recluta que inicia La Patronal, secretario Florentino Alcaraz. Para fijar la tabla de jornales, asamblea en la Casa Consistorial al grito de Viva la unin de Aparadoras! En el Saln Espaa (cedido por su duea, Vda. de Ventura Vera), mitin de aparadoras. Los metalrgicos de Alicante (Aznar-Bada) se trasladan a Elda para fomentar el paro general. Los talleres de Francisco Santos, cajas de cartn, en huelga. Huelga general, ocho das. La fbri ca de Jos Tobar paraliza la confeccin de calzado para el ejr cito francs, paro general al finalizar febrero con el mitin en directa intervencin de Eduardo Barriobero, diputado por Madrid. La normalidad vuelve, se reanuda el trabajo en 38 fbricas con una plantilla de 4.000 operarios fijos. El Grupo Artstico de la Casa del Pueblo solicita y obtiene una subvencin municipal y la Sociedad Zapatera La Racio nal recauda fondos para el Centro Obrero, a tal efecto se repone en escena Juan Jos, de Dicenta (masiva asistencia). Enfrentamiento dialctico, dado que la Patronal fija las 12 del da hora tope para admitir la tarea. La Juventud Pro -Cultura anuncia una conferencia, con la intervencin de Eugenio Noel, que no comparece. Un aviso difundido, en especial en Elche alpargatero: Se pone en conocimiento que hace falta 350 operarios, garantizn doles trabajo en abundancia hasta mediados del prximo sep tiembre, para calzado con destino al ejrcito francs; los pares se pagan a 2,75 pesetas. Tensin al colocar sobre el tapete el abono del exceso del clavo. La Racional elige nueva directiva: Abdulio Esteve, Martn Algarra, Joaqun Esteba, Romualdo Ga llar y Jos Cuenca. Ya en el verano la llamada Comisin de Espectculos obreros adquiere la grandiosa banda cinema togrfica Foto -Mas que se proyectar el 30 de julio; fondos para la Comisin Pro -Casa Obrera. Al unsono, los vecinos del Monte Calvario elevan queja al gobernador porque en la ace quia del Convento se lava ropa y vendas de los leprosos. En septiembre la crnica firmada Sintierra (seu) Las fiestas de Elda contadas por un loco, que asegura: la ciudad carece de 74 escuelas, de urbanizacin, de agua, de higiene. El grupo anarquista Un tren en marcha inicia sus actividades. A la vez el pnico al cerrar varias fbricas porque el ejrcito francs cancela parte de sus pedidos; quedan sin trabajo mil operarios. En ao 1916, idem. En la primera quincena de enero los vecinos federados Pro -Subsistencias plante ante la autoridad por la elevacin de precios: la harina una peseta por arroba, y el pan siete cntimos el kilo. Vicente Gil pronuncia una leccin en la Escuela Renacentista. Durante el trienio ltimo, hasta doce asambleas de aparadoras y cortadores. Se trabaja, pero los obreros en boca del periodista local Enrique Santa hablan en voz alta para decir que hay algunos patronos tan desapren sivos, y son tantos y tantos los abusos que estn cometiendo con la clase obrera que ha llegado el momento de acabar con nuestra paciencia (19). NOTAS. 1 Vinalap n. 13/8-3-1903 inicia la insercin de las Ordenanzas Municipales de la Villa de Elda. En el capt. II, Seguridad, puede leerse: la matanza y venta de cordero y cabro dar principio el Domingo de Pascua de Resurreccin y concluir el 30 de junio (art. 75). 2 GUILLEN GARCIA, Jos: El habla de Orihuela. I.E.A., Alican te, 1974. 3 AZORIN: Monoveras, capt. XIII, y Esparto capt. XXVIII, de Superrealismo. Azorn. Obras Selectas. Biblioteca Nueva, Madrid, 1943. pp. 814 y 815. 4 El movimiento cooperativo en pro de viviendas de tipo social cons tituye un tema sugestivo, peculiar en Elda. Vid VERA LALIGA, Ricardo: Elda ante el problema de la vivienda. Rey. Alborada Elda, 1955. Por Elda y para Elda, recordado al comenzar el ani versario de la rey. Idella, en la palabra explaya de Manuel Maes tre, fundador. Vid. La Voz de Levante, diario de Alicante, 13-2-1929, p. 3. 5 Vid LOPEZ GOMEZ, A. y ROSELLO VERGER, V. M.; Geografa de la Provincia de Alicante. Diputacin Provincial, 1978, p. 509. 6 Azorn aora el fondilln de Monvar, que tiene saborete amargo, tnico y reconfortante, pero sin perder el hilo menciona los vinos claros y ligeros de la huerta de Elda. Ob cit. 7 Vid CUENCA PAYA, Artemio: El cuaternario del Valle de Elda. Rey. I.E.A., n. 0 6/agosto 1971. 8 Ordenanzas de la Comunidad de Riegos de la Ciudad de Elda. Partido Judicial de Monvar. Provincia de Alicante, 1917. Firman: G. Rico Rico, J. Coronel, J. M. Pujalte Gmez y R. Maestre Berna b. Elda 1916. 9 Vid Explicacin de la Hoja n. 871 del Mapa Geolgico de Espa a. Madrid, 1950. 10 MADRONA IBAEZ, Juan: Elda. Poemas en tres victorias. Rey. 75 Alborada, Elda, 1963. SEGRELLES IGUEZ, Feo. de Paula: Poemas. Soneto a Elda Alicante, 1958, p. 12. 11 GONZALEZ DE LA HORTETA, Jover: La Fiesta de San Antn. Rey. Alborada, Elda, 1976. Alberto Navarro fija y fija bien Las Ermitas de San Antn, rv. Dahellos, mayo 1952. 12 Archivo Parroquial. Santa Ana, Elda. 13 GUARINOS AMAT, Rodolfo: Juan Ibero (seu). La antigedad de nuestra Feria. Peregrinacin, boletn edi. por los jvenes de A. C., Elda, n. 10/diciembre 1948. 14 TETILLA RUBIO, Francisco, y NAVARRO PASTOR, Alberto: Elda. Diccionario Geogrfico de Espaa. E. N., Madrid, 1959, t. IX. 15 ALBERT BERENGUER, Isidro: La Imprenta en la provincia de Alicante (1906-1925). I.E.A., Alicante, 1971. Bibliografa Alicantina y Alicantinidad, CAAM. Biblioteca Gabriel Mir, 1977, p. 163 ss. 16 Diario Pueblo de Alicante, 4-7-1910 notifica: ...importante ma jestad que ha revestido el acto, pueblo en masa sin distincin de matices, con presencia de 5.000 concurrentes. En el mismo pe ridico, fechas posteriores, polmica entablada por El Correo Es paol y La Voz de Levante, que fijan el nmero de participan tes en 300 personas, aproximadamente. 17 Tiene lugar el domingo 2-9-1910. Entre los ponentes, Eduardo Maruenda, profesor laico, y Franciso Garca, corresponsal de Elda en el alicantino Pueblo. Entre otros acontecimientos, la existen cia del Crculo Republicano; las medidas de proteccin sanitarias por el alcalde Botella al ordenar la limpieza de acequias que cir cundan la poblacin; la actividad del Crculo Catlico, que patro cina Agustn Cavero. 18 Plano de Elda, Escala 1/1.000. Ao 1916, que disea Pedro Calpena Tolsada. Original y copias cada una de ellas 200 pesetas. Se conserva en el Ayuntamiento, Elda. 19 Alicante Obrero, diario capitalino que dirige Fco. Zamora Calata yud. Aos 1915 y 1916. Hemeroteca Provincial. Casa de la Cultura. Alicante. 76 III. 1917-1924. TECNOLOGIA EN ACCION Recinto de sudor sin apenas ocio. Testigos el ensanche hacia Castelar, hacia San Antn, los paseos por la polvorienta carre tera de Ocaa en los arios veinte desviada a la calle de Jardi nes y a derecha e izquierda huertas con albaricoques, vides y jazmineros. La romntica fuente arbolada de Sagasta algazara de gorriones y, desde luego dos supremas holganzas para clases sociales acomodadas: alternar en el Casino (conciertos obligados en septiembre) y funciones de abono en el Castelar. Olvidado queda el mercado de los martes y domingos en la plaza de Topete, los olivos del Campico, el remanso de la placeta de Santa Ana donde la chiquillera juega al caliche, que todo ello lleva al ayer de cien arios atrs. Lleva a la plaza de Arriba, a la plaza de Abajo, de un lado la torre solitaria parroquial, al otro, los desmantelados muros del Alczar, todo all, la casa Consistorial fachada e interior sistemticamente remozadas, punto neurlgico de la administracin y poder civil de la ciudad (1). Espectadores a distancia del jardn del Casino como un tanto del patio de butacas del Castelar, el zapatero de silla, la aparadora, y el aprendiz. El zapatero se hace a punta de tenaza y golpe de martillo, silla de anea, tirapi y mandil en ristre. Dentro de una caja de pastillas juanolas, los clavos que se echa a la boca. . . qu decir! Suea en transformarse en empresario, en trabajar por su propia cuenta y riesgo son los talleres que asoman a la vuelta de la esquina. Es el crtico momento que cual fantasma aparece inconfundible por su atuendo (gabardina) el doctor Andrs Salgado. Nadie supo su procedencia ni a nadie le interes pero muchsimos saben de su humanidad y pericia en el mane jo del bistur de Salcedo. La oficiala a mano o la aparadora cosida a la misma mqui na, de prisa, sin perder comba, dedos giles, ojos sin pestaear. El tope de los 14 arios para la edad laboral viene de anti 77 guo, no siempre respetado (2). Despierto, el aprendiz que lleva y trae la simiente del 4, del 5 del 9, la cola a punto en el medio coco vaco. El aprendiz capaz de acabar un par de zapa tos con los ojos vendados. Segn el P. Orozco, Elda viene a ser antes del ario 1910 un aldeorrio de 5.000 habitantes (3) y desde luego ya en los arios veinte el casco de la poblacin se dobla de la noche a la maa na y el patriarcal campesinado cmbiase en el vertiginoso trajn que acusan 45 fbricas de calzado, en su mitad mecnicas. Mo vimiento econmico -social perfilado, zapatos que sonren (4), avance tecnolgico que se intensifica al montar con todos los aditamentos las fbricas de Francisco Vera y Rodolfo Guarinos, con otros osados que abren mercados terminada la contienda mundial y sube hacia mejor la faz del zapatero que hace de especialista vario, director de empresa, gerente de ventas y comerciante astuto (5). Nace el muestrario, el surtido muestrario para todos los gustos. El calzado para seora hacia el cual se inclina el fabri cante, es ms complicado que el de caballero (6), ms compli cado que el reforzado para el ejrcito alemn y que a lo mejor ira a parar al ejrcito francs va frontera pirenaica. Fabulo so mundo en marcha mucho antes de la dictadura de Primo de Rivera, pero que tarda y tarda en salir a planos de la poltica econmica nacional. Y como tal emporio de riqueza hasta con sumidos los primeros lustros del siglo XX, Elda queda distante del ciudadano medio del pas (7). Los diarios capitalinos casi nada se ocupan de reas fuera de su lmite geogrfico municipal y Elda, insistimos, queda en tinta impresa slo en caso de rias, incendios, accidente de tra bajo. Tal el conato de epidemia provincial en los meses de sep tiembre y octubre de 1918 y Elda refleja 510 atacados; el parte de 27 de octubre cifra en 533 casos de grippales (sic), tres de funciones el da 30 del mismo mes. Venga aqu el estruendo promovido en 1920 por la Liga de la Alpargata que desde los diarios madrileos lanzan al aire la campaa en pro del uso de la alpargata democrtica, con la repercusin polmica en las tertulias del Casino y ripios del coplero (8). Noticia re gistrada: el xito lisonjero de la monsima y precoz Luisita Esteso, en el Castelar. Si oros son triunfos queden mecanografiados grficos y 78 estadsticas de produccin, tecnologas, nmeros y categora de trabajadores, nmeros de fbricas, etctera, que equivale a manejar cifras elsticas, terreno resvaladizo y algo olvidado en datas anteriores a 1936 (9). En mayo de 1920 al frente del municipio J. Coronel Rico, y consta que E. Maestre Coronel, Depositario; V. Maestre Maes tre, Interventor; J. A. Garca Carlos, Secretario; y L. Amat Sempere, sndico, son familiares. Y sean dedicados otros dos renglones a Ciudad Vergel, iniciada en el ao 1920, modelo de viviendas, digamos residencial, para ir hacia el esquema del movimiento social e instituciones de tipo sanitario, surgi das por orden cronolgico. Veamos: La Caridad, ario 1900 (325 promotores). La Eldense, que culmina con la apertura del Teatro Castelar. Cruz Roja, ario 1902. Son 200 protectores en 193. Ha tenido y tiene resonancia en todo el pas. El Progreso, se inicia en 1916. Poco antes de 1936 conta biliza la entrega de 262 casas; perdura hasta el ario 1954 (10). Comunidad de Regantes. Aprueba su normativa legal en 1916. La Fraternidad, en 1922. Saldo positivo de 460 casas a familias zapateras. Aguas del Canto, designa su consejo de administracin en 1923. Ciudad Vergel, de forma efectiva desde 1926. Fabricantes de Calzado Elda -Petrel, nace el ario 1924. No quedan a la zaga otras inscritas formalmente, que me recen ser recordadas: La Constancia (el amparo del obrero), 1923. La Eldense, Mutualidad que abre camino en 1924. Sindicato Agrcola y Caja Rural, 157 afiliados en 1929. La Gran Pea, sociedad patronal en 1928, al amparo de 128 industriales. Otra cuestin: en verdad Elda, en Jos Martnez Ruiz Hay quien pregunta, Azorn, en Elda Terminada la contien da 1936-1939, Jos Capilla reside en Elda, para los jvenes el vocero de Azorn (11), posea acotados los prrafos del ilustre monovero acerca de Elda, aquel de Antonio Azorn (1903): Elda es un pueblo atractivo. La agricultura no basta para su 79 vida, ha nacido la industria. . , que mueve toda la actividad del pueblo en una orientacin idntica. Obvio transcribir fragmentos, cuando lleguemos al ao 1929 que sale a luz Superrealismo tiempo tendremos, tal vez. Pluma de Azorn generosa con sus pueblos Monvar-Elda Petrel: El Pen en lo alto. Rpida pendiente de Elda y Mo nvar. El tren silba gozoso. Ya vemos la Ermita en la colina. NOTAS. I Elda posee, claro est, folklore musical notable: Oracin a San Antn (de los pjaros), Los Santos Reyes, El da de Jueves Santo, etc. Vid SEGUI, Salvador: Cancionero Musical, Diputa cin Provincial, Alicante, 1973. 2 El 27-7-1915 en la fbrica de Daniel Castell (una plantilla de 260 operarios), se produce el accidente de trabajo al menor de 13 aos J. L. Vid. Alicante Obrero, diario alicantino de la tarde, 29-7-1915, p. 2. 3 Resea Estadstica de la Provincia de Alicante Presidencia de Gobierno. I.N.E., Madrid, 1958 p. 240. De hecho el trmino munici pal de Elda 6.131 habitantes en 1900, que pasa a 8.026, 8.078 y 13.445 en los arios 1910, 1920 y 1930. Al clarificar grupos de actividades y referidos al ario 1950, son 20.699 habitantes, de ellos: agricultores 426, construccin 260, comercio 552, e industrias fabriles 11.069. Proporcionalidad admitida en el transcurso de los arios comprendi dos en el bloque 1917-1932. Vid NAVARRO PARRA, Jos Mara: Crnica de una Villa: Elda. Rey. As, Alicante, n. 214/15-4-1960, p. 10. 4 VERA. Antonio: Elda no slo la industria (1919). Rey. Albora da, Elda, 1978. 5 GARCIA LLOBREGAT, Ernesto: Cien aos hace. Rey. Albora da, Elda, 1962. 6 AMAT AMER, Jos Mara: Tecnologa del calzado. Elda, 1975. 7 Botn de muestra la referencia de por s imprecisa en torno a Elda glosada por la Enciclopedia Espasa-Calpe, ed. 1915. Posterior la Enciclopedia de la Regin Valenciana (1972). Ob c. 8 La Lucha, rgano del partido Republicano Radical, Elda, mayo 1920. Director: Antonio B. Molla. Redactores: Aquilino Ban, Tefi lo Romero, Lorenzo Castrillo, Jos Ban, Jos Herrero, Francisco Maestre. Colaboradores: Max. G. Soriano, J. Garca Verd, y Csar Oarrichea. 9 SAMPER ILLAN, Jos: Elda: Industria del calzado. Rey. Finan ciera del Banco de Vizcaya, Alicante -Murcia, 1951. El autor, secre tario del Sindicato Provincial de Calzado, en la dcada de los cin cuenta, proporciona los montantes siguientes: 175 fbricas de cal zado, 7.514 obreros fijos; 4 talleres de curtidos, 200 obreros fijos; 12 fbricas de hormas y tacones, 500 obreros fijos; 110 talleres auxiliares, 1.000 obreros. 10 Inspirada en La Prosperidad se crea El Progreso el 1-7-1916 con el fin de construir casas de habitacin que, adems de resolver el problema de la vivienda en general, proporcionen a sus ocupantes el alojamiento decoroso, conforme a las exigencias de la higiene, de la economa, y aun de la moral. Promotores: M. Navarro Martnez, Eco. de Paula Juan, junto a R. Tordera, N. Amat, M. Sirvent, y 80 J. Amat Arenas. El 3-7-1921 se coloca la primera piedra, acuden: J. Coronel, alcalde; J. Lorenzo, cura ecnomo; Cavero y Jos Co ronel, ambos cannigos. Desde Madrid J. Francos Rodrguez, dipu tado a Cortes. En 1923 R. Vera Laliga pasa a secretario general, cargo que desempea hasta la disolucin. 11 Jos Capilla Beltrn (Elda 1897 -Barcelona 1963). Ensayista, ntimo de Azorn. Director de Idella, que tiene como mecenas a Maestre Gas, y de Albor. Autor de El paisaje alicantino en la obra de Gabriel Mir, premio en la Fiesta de la Poesa, Elda, 10-11-1930. Vid Elda y Azorn, glosa, rey. Dahellos n. 6/12-1950, en la cual se alude el artculo Pea del Cid, publicado por Abc (1949), a la vez fragmentado en Idella, original de Azorn firmado el 18-1-1930. 81 IV 1925-1932. TIENE PLETORA DE VIDA VASCA. Orgullo eldense la Banda de Msica de Santa Cecilia, y consiguientemente buen odo musical. Desde los arios fundacio nales (1852), gentes entusiasmadas alrededor y con sus direc tores (1), pueblo en los conciertos de los jardines de Castelar y no digamos nada la asidua taquilla para la zarzuela y pera; slo durante el ario 1928 se contabiliza 12 estrenos. Evocacin que lleva de redondo a reforzar esa idiosincracia (el traje tpi co de la mujer eldense), gastronoma (gazpachos) y canciones, como la danza en torno a la hoguera en la placeta de San Antn. El esfuerzo de sntesis presupone el silencio de efemri des. El sepelio de Jos Lorenzo Rodrguez, cura ecnomo (le sustituye Miguel Daz), el incendio en la fbrica de Botella Jover, y aquel simptico racimo de seoritas de la buena sociedad que postulan para recaudar fondos con destino al Hos pital, Fiesta de la Flor que se repite tantas veces (2). Sema nas despus las llamas prenden los talleres de Vice nte Aguado; estamos en el ario 1927. Un artculo de G. Romero de Vicient se ocupa de la cuestin social en Elda, pluma que llega al pas, cuando fallece Jos Gil Olcina, piedra firme de La Frater nidad. Monvar se viste dominguera, Azorn pasa unos das en su patria chica y visita Petrel y Elda. Jos Alfonso escribe Entre Azorn y Mir, y trae a la memoria la exclamacin del maes tro: tnel de Elda! La municipalidad queda por cierto para poco tiempo bajo la vara de Pablo Maestre Sirvent, y como primer teniente alcalde Constantino Ban Jan (3). Como novedad las curias comerciales. En El Da la sec cin fija Gua de Elda. Guillermo Cabrera, abogado -notario que se entrega al Apostolado de Costa, escribe: A patronos y obreras de Elda, de esta tierra que hay una Federacin de Fabricantes del Calzado y una Unin Patritica, sin una repre sentacin de los humildes, del pueblo que trabaja y sufre (4). 83 A los cuatro vientos Francisco Alonso Rico alcalde en fun ciones desde el 5 de diciembre de 1927, opulento propietario, testigo de las correras infantiles de Castelar, que lleva aparejada la dimisin de Antonio Rico, como concejal y jefe de la Unin Patritica, que asume el propio Alonso Rico. Angeles Villanueva, mdico, reanuda sus servicios en la Mutualidad Mdica Quirrgica, que viene a traer al papel cmo el doctor Jover Cerda en el mes de junio de 1928 instala el primer labo ratorio de anlisis, coincidente con la apertura de la Farmacia de Bellot Ibez. Revuelo e intrincado cruce de golpes dialcticos desde el semanario Eco de Almansa de cara a Elda, donde residen doscientas familias almanseas sin trabajo, que no impide para el encuentro del C. D. Eldense y Alicante F. C., en el Parque de Atracciones, y el asomo en pblico de Alonso Rico cuando asegura: trabajo para todos. Pronto difunde el pro grama de accin Elda, corno Espaa, est en manos del gene ral Primo de Rivera: acicalar la plaza de Castelar, las depen dencias del Consistorio, La Gota de Leche adjunta al Hospital, 150 focos de alumbrado, realizacin del Grupo Escolar, proyec to de la Plaza de Abastos, nuevo Matadero. . . y emprstito al Banco de Crdito Local de 300.000 pesetas. Ante Guillermo Ca brera que acta como periodista local, el alcalde especifica: la censura que ejerce Elda por Andrs Rodrguez Capelo, abogado interventor del Ayuntamiento, se ejerce con la moderacin de bida, cumpliendo ley (5). Durante las fiestas mayores la inauguracin de la Avenida de Chap jubileo villenense, en presencia del hijo del ho menajeado, Emilio, a la vez que se proyectan en el Castelar las primeras pelculas y se propone Hijo Adoptivo al cannigo Cavero (a quien se le dedica la plaza de Topete) y se dan las credenciales a Francisco Botella Pay y a Francisco Maestre, para los puestos de juez y fiscal municipal. Se fijan 226.000 pesetas para comenzar las obras del Grupo Escolar. El artculo El armonium de don Ramn Gorg, por Sofo, da mucho que decir, que se une al parte facultativo del doctor Rico al noti ficar el estado de gravedad de Manuel Maestre, agredido. Manuel Maestre el fundador de Idella. Son los mismos das de huelga en la fbrica de Pedro Botella. Los redactores del Tirapi hablan del prximo espec 84 tculo taurino. Se adquiere una bscula automtica para el Matadero, un auto -bomba para los bomberos y, la primera piedra para la Casa de la Cruz Roja el 10 de septiembre de 1928. Por Corpus visita pastoral de Irastorza, obispo de la dicesis (6). La zarzuela Sinforosa la orgullosa, tenor Enrique Mart nez, con poemas intercalados de Eloy Cataln, a beneficio de la Cruz Roja. En el Retiro Obrero homenaje a la Vejez. Una protesta de vecinos: Abusos intolerables ante el espectculo del establecimiento X servido por seoritas (entre comillas), con la instalacin de la Escuela Manjoniana en El Progreso, zarzuelas en el Castelar y casi una pgina: D. G. Schulmerich. Mquinas y artculos para el calzado. El servicio parroquial resume: en 1929, bautizados 344; defunciones 128; matrimonios 75 (8). Presidente de la Diputacin Elier Manero, caras largas: el Manicomio Provincial en psima atencin sanitaria, son 150 dementes con un solo facultativo. La inspeccin e informe de los diputados visitadores es clarsima, rematadamente deplo rable. Narciso Cataln hace conocer su postura mediadora como capelln, con los buenos oficios de Miguel Lpez, director, y Angel Carratal, administrador. En definitiva, el Manicomio Provincial en Elda, toca a su fin. Esperanza esperanzada. Llegan los tcnicos del Ministerio de Fomento que les acompaa J. L. Gmez Navarro, profesor de la Escuela de Ingenieros de Caminos, eldense. Se pisa el terreno de los antiguos veneros Zarillejo, Virtudes y Hoyo de la Virgen que antes alimentaban el Vinalop, angustiosa si tuacin! Queda definitivamente listo el Coliseo Espaa, 2.200 entradas. La Junta Municipal de Sanidad edita Profilaxis gripal del doctor Rico, autntica joya bibliogrfica. De por medio el P. jesuita Azpiazu Importancia de la cuestin social, y en paralelo el conato de plante de 200 obreros sofocado por la autoridad. El Parque de bomberos, ya junto a la Cruz Roja, mientras la multitud queda prendida de la curacin por trigmino que efecta el doctor Martnez Calazuelas. En el Retiro Obrero las primeras pensiones vitalicias para seis ancia nos (edad comprendida entre 83 y 91 arios), de una peseta diaria. La Fraternidad, balance, arroja un capital activo su perior al milln de pesetas, sin auxilio econmico alguno. 85 Alarma de incendio en el Coliseo Espaa y paro en la fbrica de Hijos de Guarinos Vera. Aparicin de Pepe Escolano en el Teatro de Verano, desde los diarios alicantinos en recua dro. Se suspende por tres meses Idella, que reaparece en agosto de 1929; delegado gubernativo Rafael Flaquer. Elda Grfico aparece y muere el 6 de septiembre de 1928; director Oscar Porta (9). El programa de fiestas lo firma como secre tario de la Corporacin Adolfo Ayala. Curso escolar en el Co legio -Academia Verd. Concluye el ario como los anteriores, con El Seor Don Juan Tenorio o Dos Tubos y un Real, que ameniza la Banda Santa Cecilia, a beneficio del monumento a Castelar (10). Por qu no han de ser visitadas las fbricas de Elda, en viaje de estudio, por los profesores y alumnos de la Escuela de Ingenieros Industriales y Peritos. ., y obreros (11). Se coloca la primera piedra del Grupo Escolar Emilio Castelar el 11 de enero de 1930, con el obispo Irastorza, e inmediatamente relevo en la Casa Consistorial, tras el adis a Primo de Rivera. Son elegidos segn el censo de mayores contribuyentes: Pedro Bellod, J. Martnez Snchez, Trino Vera, Ovidio Guarinos. Jos Guarinos, Jos Jornet, Manuel Vera Ramn. Ediles de mayor nmero de votos en la anterior eleccin: Alonso Rico. Jos Cataln, Joaqun Coronel, Fco. Maestre Pay, Rafael Orqun, Tefilo Romero, Jos Aracil, y Manuel Vera Prez. Al contar mayor edad entre ellos Jos Martnez, queda como alcalde, seguido por Jos Cataln. Presidente del Comit Pari tario, Francisco Insa, Jefe de Correos. Progresivo descontento y el gobernador civil desde Ali cante afirma: Se mantiene la huelga de los obreros zapateros en Elda en solidaridad con los de Petrel. En los primeros das de abril de abril la nota gubernativa data del 28 de febre ro son 10.000 obreros parados sin anormalidad. La huelga se extiende a Alcoy, etctera. El reciente alcalde dimite y se hace cargo Joaqun Coronel, que cita a los comits a la Casa Ayuntamiento y permanecen reunidos de 5 de la tarde a 2 de la madrugada, sin avenencia. El gobernador Rodolfo Gil sale para Madrid ante la gravedad. De los cinco puntos a dilucidar, se reducen a dos antagnicos, uno mejor dicho: aumento de salarios. El Comit Paritario presiona hasta lograr la calma el 17 de abril, vspera de la Semana Santa, Procesiones que pre 86 siden los hermanos mayores Francisco Alonso, J. J. Ban, y Herederos de Lamberto Amat, cuyas imgenes son de su pro piedad. El da 24 se reanuda el trabajo, entra a sus puestos el 75 por 100 en el mayor orden; se producen detenciones. Ms de dos mil firmas ante el gobernador para solicitar la libertad de los encarcelados, que recibe al fabricante Guarinos del cual obtiene informacin acerca de un desequilibrio econmico de 700.000 pesetas. En mayo visita de la primera autoridad pro vincial a Elda, vuelve la calma. Desde la regidura bandos, uno de ellos: vacuna gratuita para todos los nios en edad esco lar. Se solicita el permiso para el Certamen Literario con motivo del popular tributo a Castelar. La Diputacin diligencia ayuda econmica para el Manicomio (12). Por medio del artculo Los caballeros del ideal queda constancia de la adjudicacin de premios y del brillo que el Teatro Castelar reluce el 10 de septiembre de 1930. Fiesta de la Poesa. Galardonados: Rodolfo de Salazar, Jos Capilla, J. J. Gonzlez y Gaspar Archent, con Antonio Gonzlvez, Eloy Cataln, Galipienso y Narciso Cataln. ,Mantenedor Fe derico Garca Sanchiz, que comienza: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espritu Santo... (13). Huelga en cuatro fbricas por no haber reconocido la so ciedad que las promueve, ni haber admitido sus delegados. Reunin de la Federacin de Fabricantes de Calzado, con asis tencia de 14 fabricantes de la Federacin Nacional. Cierran las puertas 48 fbricas en solidaridad sus obreros con los de Valencia. El da 15 de noviembre proceso -situacin en Alicante capital y en el vecino Aspe la Ley Marcial; son los sucesos de Jaca, de modo que el da 18, jueves, 500 soldados de la 6.a Ban dera del Tercio se hacen cargo de la ciudad zapatera, guarni cin que aquella misma noche sale para la capital y son rele vados por fuerza de infantera que clausuran los crculos re publicanos, Socialistas y Sindicalistas. Durante tres das los revoltosoG han sido dueos de Elda segn nota gubernati va, y el 20 tocan las sirenas de las fbricas pero los obreros permanecen en paro. Los nacidos en 1930: 187 varones y 145 hembras; 121 ma trimonios; 150 defunciones de adultos y 89 prvulos. El ario 1931 se abre con la clausura del Sindicato nico y la Escuela 87 del Ateneo, hay detenidos, unos treinta que seala Sofo. Para el Grupo Escolar Juan Sempere y Guarinos se destinan 350.000 pesetas. Por San Antn la Pea El Clavel. Se incorporan a filas 127 mozos, de ellos uno analfabeto. Se dan por terminadas las obras del Ave -Mara del Padre Manjn y se recuerda todava la lluvia de barro que se origina el 12 de marzo, casi coinci diendo con la visita del gobernador y fin de carrera del far macutico Rico Prez, hijo del decano de la medicina eldense, Juan Rico. El 14 de marzo de 1931 pleno para pulsar el rumbo repu blicano del pas. Las elecciones arrojan el resultado de: 3 mo nrquicos, 11 republicanos, y 4 socialistas. Se constituye el Consejo Republicano vspera del 14 de abril. La concejala queda as::: E. Maestre Maestre, alcalde -presidente; 1. 0 teniente de alcalde lo ocupa A. Ban. Siguen: J. Vera Verd, E. Vera Gonzlez, Martn Llopis. Concejal monrquico independiente, Francisco Alonso; reformistas, Luis Requena y Juan de Dios Garca, que no toman posesin. Semanas despus incidentes y huelga, concretamente el plante en Manuel Gonzlvez Vera, que solicitan los operarios el 40 por 100 de aumentos, por ca tegoras (14). Dado que el 12 de mayo se destruye la imagen de la Pursima se procede a la bendicin de la escultura tallada por Melitn Comes. Avanzan las obras de la estacin M. Z. A., la nueva con el mismo diseo de la ya existente en Villarrobledo. Pinceladas del ario 1932, las huelgas e incidencias, con la notable postura de civismo mostrada por la poblacin el 16 de diciembre de 1931 ante el presidente de la Repblica, Niceto Alcal Zamora, clamor pblico al colocar la primera piedra del monumento a Castelar (15). A manera de inciso sin restar por ello trascendencia a la visita de Alcal Zamora que Elda dispone del Balneario Lido, casetas confortables, entrada con derecho a bario por 35 cntimos, ms 45 por consumicin. Final la mencin ya es bastante del Certamen del Natalicio de Castelar, cmo olvidarlo Velada literaria en el Castelar celebrada el 7 de sep tiembre de 1932, que acta como mantenedor Miguel de Una muno (16) y del profesor, en bronce: Tiene pltora de vida vasca este pueblo de Elda. 88 Sinfn de referencias en torno a la estancia de Unamuno en Elda, y de los no menos sugestivos momentos que supone dejar en pie el monumento a Castelar. Comisin ejecutiva del Monumento, Jurado Calificador y autoridades, invitados, traba jos poticos, etctera, etctera. Reproduzcamos, dos de las cinco notas o avisos que subraya el tarjetn -invitacin (previo pago) para el Teatro Castelar: Dada la ndole eminentemente cultural del acto se ruega a los asistidos la mayor compostura, que ocupen sus localidades con alguna antelacin a la hora de comenzar el acto y que se abstengan de entrar en el saln durante el mismo. Y segun do: . . .se prohibe con todo rigor fumar en la sala. En el mismo mes y ao dos noticias para cerrar captan la atencin periodstica: unos desalmados penetran en Santa Ana y se llevan las alhajas que adornan a la Virgen. Das antes o despus este titular recuadrado: Contrabando!. .. en Elda, una ciudad que cuenta en la actualidad con numerosos cabarets y bares. .. el rumor de drogas, y dejamos el uso de la palabra a los agentes. Eran las fechas que cumple 19 arios de edad Gabriel Poveda, el admirado Leirbag, sencillamente pin tor (17). NOTAS. 1 Directores de la Banda de Msica Santa Cecilia de Elda: Joaqun Beltrn. Ramn Gorg Soler, Enrique Almiana, y Jos Estruch Martn. GUARINOS AMAT, Rodolfo: Resurgimiento musical. Rey. Alborada, Elda, 1962. 2 Testimonio grfico de la Fiesta de la Flor, rey. Blanco y Negro, Madrid, 3-10-1926. Seccin Actualidades. 3 Consejo municipal: Juan Guarinos Vera, Miguel Navarro, Fco. Alon so Rico, Enrique Vera Gras, Vicente Gras Martnez, Luis Amat Amors, Pascual Prez Gras, Rafael Tordera, Antonio Rico, J. Mar tnez Snchez, y Jenaro Vera. Depositario: Hilario Amat. 4 En El Da 19-11-1927, con la dimensin de unos ocho folios, Gui llermo Cabrera, puntualiza: La situacin de Elda, su intranquili dad, su zozobra econmica y los remedios posibles de su vida y de su prosperidad, que dirige el gobernador civil de la Provincia, y el ministerio de Trabajo. El da 19, destaca: Las causas de malestar eldense, son: falta de proteccin al mercado del calzado, aumenta considerablemente la produccin y la deficiente organizacin del trabajo, y el abandono de la agricultura. Elda tiene necesidad de progreso, la mquina desplaza al hombre, con los consiguientes trastornos cientficos. 5 El Da y La Voz de Levante (anterior en la cabecera La Voz de Alicante), durante los aos 1926, 1927 y 1928, paquete de noti cias que telegrficamente transcribimos: Idella saca un nmero extra en septiembre de 1927; el Conde de Trgora visita Elda; tem 89 poral huracanado coincidiendo con la presentacin en Elda del Circo Willy Fredini; placa de Bauls para la plaza de Castelar; y Santiago Pay, ascendido a capelln castrense destino a Los Alc zares. Como directivos de la Unin Patritica: Rodolfo Guarinos Vera, Diputado provincial y concejal; Juan Vidal, Juan Guarinos, Hiplito Amat, C. Ban Juan, y Rafael Casanova. 6 La Sociedad Musical Santa Cecilia organiza la velada popular en el Castelar y proyecta pelculas de moda, intercalando a Angel Grande (piano) y a Javier Alonso (violn). El sepelio de Ricardo Maestre Bernabu, el da 20 de marzo de 1928. Visita del obispo de Segorbe que le acompaa el cannigo de su confianza, Coronel Rico, y desde el verano: La tarayina, del laboratorio de Elda. Pre parada por el laboratorio del Dr. Alcobilla, calle Caballero de Gracia, Madrid. Los rabes usaron el zumo de Taray como hornos ttico. El Taray de la vega de Elda es el ms rico en zumo y propiedades estringentes. Curaciones asombrosas. Vid RIGUAL MA GALLON, Abelardo: Flora y vegetacin de la Provincia de Ali cante, I.E.A., Alicante, 1927. 7 Maquinaria de puntear rpida procedente de Alemania, capaz de producir 8.000 pares hora. Cua publicitaria difundida. 8 Por orden cronolgico, sigamos: Eliseo Verd y Antonio Poveda, al frente de los Exploradores. El maestro Enrique Almiana com pone el pasodoble Paco Alonso. Coches a la Federica con cuatro caballos que pone al servicio con invitacin a merienda la Casa Jos Gil Ban, y el Crculo Republicano que mantiene abierto el local social, con la reaparicin de Tirapi acaudillado por Fran cisco Crespo, Antonio Sirvent y Juanito Verd, redactor -jefe y as del montero y de la capa. A distancia de cuanto antecede, corre como la plvora el proyecto del magno conmemorar eldense a Cas telar coincidiendo con el I Centenario de su natalicio. Vid MONTE RO PEREZ, Francisco: Castelar en Alicante. Imp. Lucntum, Ali cante, 1932, publicado con motivo del centenario. Son recomendadas las biografas del insigne tribuno escritas por Alberola Ballesta (Secretario particular de Castelar), y la presentada bajo el subttulo Precursor de la democracia cristiana, de Carmen Llorca. 9 Entre los trabajos aparecidos en Elda Grfico, Esa mujer. . ., por Azorn. En sus pginas figura la reproduccin fotogrfica del leo de Antonio Sempere, pincelada de la calle de los Clrigos. El pro grama de fiestas a partir de 1927, como queda dicho, archivo docu mental slido en cuanto la gua comercial pone a la vista la propia entrea de la ciudad. As, sabemos que Julio Bonet, tacones y hormas, produce 150.000 pares de tacones y 6.000 pares de hormas por ejercicio. En el ao 1928: Caf Las Delicias, Crculo Mercan til, Espaol, El Hispano, Bar Amat, Madrileo, Royalti, Moreno, y Mi Casa, entre otros. Todava se mantiene Aguas del Canto, S. A., con dividendo de tres pesetas por accin. La Sastrera Vidal (hijo), trajes y gabanes a medida, 85 pesetas; en gnero ingls, 195 pe setas. 10 Durante las fiestas septembrinas se distribuye el opsculo Elogio a Elda, por Antonio Gonzlvez, y Un seor estrambtico por Max. G. Soriano, creaciones premiadas en el Concurso Literario de Alicante Atraccin, 24-8-1929. 11 INSA, Francisco: Mis castillos. Diario de Levante, 9-2-1932, p. 3. 12 Una cuestin salta hasta las pginas de Abc y La Nacin, artcu los contestados por el diputado visitador, Joaqun Herrero, que escribe desde Villena, 5-9-1930. 13 Los caballeros del ideal (sin firma) en El Da, 12-9-1930, am plsima informacin de los actos literarios. 90 14 Todas y cada una de las incidencias locales consignadas han sido tomadas de los diarios capitalinos La Regin, Las Noticias, etc tera, y Los Pueblos, de Monvar. Hemeroteca Provincial. Casa de la Cultura, Alicante. 15 Imperecedera fecha de 16-12-1931, vid documento grfico en rey. Blanco y Negro 14-2-1932, y en la ya citada Historia de la Pro vincia de Alicante, del profesor Vicente Ramos. Recuerdos de Elda o las Fiestas de mi pueblo, por Castelar, se reproduce en un folleto en los das de la colocacin de la primera piedra del mo numento, ejemplar que se archiva en la Biblioteca Municipal, Elda. 16 Nmero extra de El Luchador 7-9-1932, colaboraciones literarias alusivas al fausto acontecimiento. En nmeros sucesivos destacados fragmentos de los discursos. Rey. Alborada en forma sistemtica dedica primorosos art:culos, por citar, Unamuno en Elda, por Jos Alfonso (1960) y Castelar y sus recuerdos de Elda, por Llorns y Vila, compaginado en rey. Elda extraordinario, septiem bre 1932. Utilizamos SALCEDO, Emilio: Vida de don Miguel, Amaya, 1970. 17 El Luchador correspondiente al 18-9-1932. En torno al artista Leirbag, consltese el estudio crtico de Ernesto Garca Llobre gat, Alborada, Elda, 1974. 91 INDICE ONOMASTICO A ALBEROLA BOTELLA, Gins ALBERT BERENGUER, Isidro AGUADO CASAEZ, Vicente ALCALA ZAMORA, Niceto ALCARAZ, Florentino ALCOBILLA, Dr. ALFONSO XIII ALFONSO VIDAL, Jos ALFONSO, Jos ALGARRA, Martn ALMARCHA HERNANDEZ, Luis ALMIANA, Enrique AMAT Y AMAT, Joaqun AMAT Y AMAT, Jos Mara AMAT AMOROS, Luis AMAT ARENAS, Jos AMAT BERNABE, Luis AMAT CALATAN, Narciso AMAT GRAS, Jos Mara AMAT LINARES, Eleuterio AMAT MARTINEZ, Jos Mara AMAT Y SEMPERE, Jos AMAT Y SEMPERE, Lamberto AMAT SEMPERE, Luis AMAT VERA, Heliodoro AMAT, Antonio AMAT, Blas AMAT, Cndido AMAT, Constantino AMAT VERA, Hiplito AMAT, Vicente ALONSO RICO, Baldomero ALONSO RICO, Francisco ALONSO, Javier ANDREU, Antonio ARACIL, Jos ARCANGELA, Sor ARCHENT, Gaspar ATIENZA, Jos AZORIN AZPIAZU, Joaqun AYALA, Adolfo B BAON JUAN, Constantino BAON SAEZ, Aquilino BAON, Jos J. BAROJA, Po BARRIOBERO, Eduardo BELTRAN OLCINA, Francisco BELTRAN, Jos BELTRAN, Joaqun BELTRAN, Manuel BENEIT NAVARRO, Julio BERNABE BERNABE, Jos Mara BERNABE GUARINOS, Manuel BERNABE MAESTRE, Jos Mara BELLOD, Pedro BELLOT IBAISIEZ, Francisco BONELLS BERNADAS, Manuel BOTELLA JOVER, Antonio BOTELLA PAYA, Francisco BOTELLA, Pedro C CABRERA, Guillermo CALPENA TOLSADA, Pedro CANO, Carlos CAPILLA BELTRAN, Jos CARRATALA, Angel CASANOVA, Rafael CASTELAR, Emilio CASTELLO LLOBREGAT, Luis CASTELLO, Daniel CASTRILLO, Lorenzo CATALAN, Eloy CATALAN, Jos CATALAN ROMERO, Narciso CAVERO CASANEZ, Agustn CORONEL RICO, Jos CORONEL RICO, Joaqun CORONEL RICO, Luis CORONEL SALVEDO, Vicente COSIDO, Jos CRESPO GUARINOS, Francisco CUENCA PAYA, Artemio CUENCA PAYA, Jos CH CHAPI, Emilio CHAPI, Ruperto D DIAZ BOTELLA, Miguel DICENTA, Jos DIAZ SANCHEZ, Miguel E ENCARNACION, Lorenzo de la ESCOLANO, Jos ESTEBAN, Joaqun ESTESO, Luisita ESTEVE ORGILES, Luis ESTEVE, Abundio ESTRUCH MARTI, Jos F FERRANDO, Francisco 93 FERRER JUAN, Jos FLAQUER, Rafael FRANCOS RODRIGUEZ, Jos G GALIPIENSO, Gonzalo GALLAR, Romualdo GARCIA AGER, Feo. El Serfico GARCIA CARLOS, Jos Antonio GARCIA LLOBREGAT, Ernesto GARCIA MARCADELL, Jos GARCIA SANCHIZ, Federico GARCIA SORIANO, Maximiliano GARCIA VERA, Juan de Dios GARCIA VERDU, Jos GARCIA, Francisco GIL BAON, Jos GIL OLCINA, Jos GIL, Juan Mara GIL, Rodolfo GIL, Vicente GOMEZ NAVARRO, Jos L. GONZALEZ DE LA HORTA, Jover GONZALEZ, Enrique GONZALEZ AMAT, Jos Joaqun GONZALEZ, Roque GONZALVEZ, Antonio GONZALVEZ VERA, Manuel GORGES BORRAS, Milagros GORGE SOLER, Ramn GRANDE, Angel GRAS, Eduardo GRAS MARTINEZ, Vicente GUARDIOLA ORTIZ, Jos GUARINOS AMAT, Adolfo GUARINOS GUARINOS, Lutguardo GUARINOS VERA, Jos GUARINOS VERA, Juan GUARINOS VERA, Rodolfo GUARINOS, Javier GUARINOS, Juan Jos GUARINOS, Ovidio GUARINOS, Pablo GUARINOS, Toms GUILLEN GARCIA, Jos H HERNANDEZ Y POVEDA, Silvestre HERRERO VALDES, Joaqun HERRERO, Blas HERRERO, Jos I INSA, Francisco IRASTORZA Y LOINAZ, F. Javier - j JUAN AMAT, Vicente JUAN AMAT, Luis JUAN BAON, Pedro JUAN MARTINEZ, Feo. de Paula JUAN, Hiplito JUAN, Lorenzo JORNET, Jos JOVER CERDA, Juan L LALIGA GORGE, Rafael LALIGA GORGUES, Francisco LANZA DEL VASTO LEIRBAG LEON NAVARRO, Pedro LOPEZ GOMEZ, Antonio LOPEZ COLOMINA, Sebastin LOPEZ MORA, Miguel LOPEZ SILVA, Jos LUCA DE TENA, Torcuato LL LLOPIS TARTAPUIG, Martn LLORENS Y VILA, Enrique LLORCA, Carmen - M MADRONA IBAEZ, Juan MAESTRE BERNABE, Rigoberto MAESTRE CORONEL, Emilio MAESTRE GRAS, Manuel MAESTRE MAESTRE, Vicente MAESTRE OLCINA, Jos Luis MAESTRE PAYA, Manuel MAESTRE PAYA, Francisco MAESTRE PEREZ, Francisco MAESTRE PEREZ, Jos MAESTRE SIRVENT, Pablo MAESTRE, Andrs MAESTRE, Antonio MANERO PINEDA, Elier MARTINEZ GIJON, Ricardo MARTINEZ LACASTA, Manuel MARTINEZ SANCHEZ, Jos MARTINEZ, Enrique MARTINEZ, Mario MAURA, Antonio MAURA GILABERT, Juan MARUENDA, Eduardo MERINO, Lzaro MIQUEL, Elas MIRABEL, Luis MIRA, Gabriel MOLLA, Antonio Bta. MONTERO PEREZ, Francisco N NAVARRO CANOVAS, Alfonso 94 NAVARRO GARCIA, Jos NAVARRO GONZALEZ, Felipe NAVARRO MARTINEZ, Miguel NAVARRO PARRA, Jos Mara NAVARRO PASTOR, Alberto NAVARRO, Elas NOEL, Eugenio NOGUEROLES, Vicente O OARRICHEA, Csar OLMOS, Antonio ORQUIN, Rafael P PASTOR, Juan PATTI, Adelina PAYA MAESTRE, Jos PAYA PERTUSA, Manuel PAYA PEREZ, Santiago PAYA GRAS, Ramn PEREZ GRAS, Pascual PEREZ JUAN, Pascual PEREZ, Manuel PEREZ, Pablo PERNI GARCIA, Mariano PORTA BERNABE, Luis PORTA, Antonio POTI, Luis POVEDA AMAT, Juan POVEDA GARCIA, Juan POVEDA, Antonio POVEDA, Bartolom POVEDA, Emilio POVEDA, Gabriel Leirbag PUJALTE GOMEZ, Jos Mara R RAMOS PEREZ, Vicente RAMOS, Luis RAMPELL SALCEDO, Federico REIG, Jos REQUENA, Luis RETORDILLO RICO ALBERT, Emilio RICO Y AMAT, Juan RICO PEREZ, Juan RICO PEREZ, Ramn RICO RICO, Gaspar RICO, Antonio RICO, Francisco de Paula RICO, Manuel RIGUAL MAGALLON, Abelardo RODRIGUEZ CAPELO, Andrs RODRIGUEZ, Jos Lorenzo RODRIGUEZ, Manuel ROMERO JUAN, Tefilo ROMERO UTRILLES, Rafael ROMERO DE VICIENT, Gregorio ROSAS, Alfredo ROSAS SABATER, Norberto ROSAS DEL BOSQUE, Sebastin ROSSELLO VERGER, V. M. S SAGI-BARBA, Emilio SALAZAR, Rodolfo de SALGADO, Andrs SANTOS, Francisco SOFIO LOPEZ, Francisco SEGUI, Salvador SEGRELLES IGUEZ, F. de Paula SEMPERE ILLAN, Jos SEMPERE Y JUAN, Gonzalo SEMPERE Y ROMERO, Gregorio SEMPERE VIDAL, Roque SEMPERE, Antonio SERRANO, Andrs SEVILLA ANDRES, Diego SIRVENT GALIANO, Manuel SIRVENT CASAEZ, Antonio T TATO Y AMAT, Emigdio TATO Y AMAT, Miguel TATO BOTELLA, Antonio TATO Y VIDAL, Agustn Mara TERUEL, Abelardo TATILLA RUBIO, Francisco TOBAR IBAEZ, Jos TORDERA AMAT, Rosalino TORDERA, Rafael - U UNAMUNO, Miguel V VALERO BELLOT, Vicente VERA BAON, Manuel VERA GARCIA, Jenaro VERA RAMON, Manuel VERA GONZALEZ, Aquilino VERA PEREZ, Manuel VERA LALIGA, Ricardo VERA SANTOS, Francisco VERA, Antonio VERA VERDU, Jos VERA, Jos Mara VERA, Trino VERDU CUENCA, Jos VERDU, Eliseo VERDU, Juanito VENTURA, Francisco 95 VENTURA VERA, Vda. de VIDAL MASANET, Jos VIDAL VERA, Juan VIDAL RICO, Luis VOLMER, Conrado VICEDO, Emilio VILLA. Salustino VILLANUEVA, Angeles Z ZAFRILLA, Toms ZAMORA CALATAYUD, Francisco 96 Jos Ramn Valero Escandell (Con la colaboracin de Roberto Valero Escandell) (ACCSIT) La inmigracin en Elda durante la Dictadura y la Repblica: causas, desarrollo y caractersticas INTRODUCCION Las migraciones son algo ms que una cuestin de cifras; algo ms que ciudades con saldo migratorio positivo o negativo. Son un conjunto de factores (econmicos, sociales, personales) que obligan a abandonar un lugar o posibilitan el acceso a otro. Para estudiar en Elda la llegada de trabajadores en los aos anteriores a la Guerra Civil tal vez, el momento ms importante de su historia es necesario conocer los factores que hicieron de la ciudad un punto de llegada deseable: su si tuacin econmica, la posibilidad de acceso al trabajo o a la vivienda, la probabilidad de encontrar gentes conocidas o de costumbres afines; y tambin pasar revista a la situacin en que se encontraban los pueblos de salida. Este no es un trabajo de historia, ni de demografa, ni de economa, sino una utilizacin de dichas cifras para llegar a conocer una de las races sociales fundamentales de la ciudad. 99 UN VISTAZO A LA ECONOMIA El desarrollo, causa de la inmigracin. Est absolutamente fuera de toda duda que el motor del cambio demogrfico eldense ha sido la expansin de la indus tria del calzado que, nacida en el ltimo tercio del siglo XIX, va a tener una primera poca dorada durante los arios de la Dictadura de Primo de Rivera y la Segunda Repblica para, tras un tremendo bache durante la postguerra, resurgir fuerte mente en los arios sesenta. Las dos pocas de expansin van a coincidir, naturalmente, con fuertes saldos migratorios positi vos para la ciudad; pero, si el motivo migratorio sigue siendo el mismo (nadie abandona su tierra mientras sta le ofrece la posibilidad de subsistir dignamente), el origen de los inmigran tes va a ser muy diferente; mientras que en los arios sesenta la emigracin manchego -andaluza fue la que, mayoritariamen te, se instal en Elda, la primera oleada la de los arios veinte al treinta y cinco fue fundamentalmente de carcter casi comarcal, no siendo excesivamente radical concluir que fue una redistribucin interna del Alto Vinalop (concibiendo a sta en un sentido amplio, abarcando incluso las reas de Yecla y Almansa). Los mismos contemporneos ya se dieron cuenta del cam bio: Este Elda nuestro, de nuestros antepasados y de nuestros amores es cada da ms Elda y menos nuestro. . . y pienso que ha podido ocurrir en tan corto nmero de arios para que este pueblo nuestro se haya cambiado el traje de negro pao de labrador alicantino por ese otro de aire cosmopolita.. . (1). Y es que el cambio se poda mirar: de 1920 a 1930, ms de qui nientas nuevas personas poblaban anualmente el lugar; de 1930 a 1935, casi mil anuales. Y la inmensa mayora eran inmigran tes: durante el perodo 1920-35, de los 9.952 habitantes que 101 creci la poblacin, 7.987 se deban al saldo migratorio positi vo, frente a los 1.965 de saldo vegetativo (2). Para explicar grficamente el acusado crecimiento del pe rodo, hemos elaborado el GRAFICO 1, donde queda claro el brusco cambio producido en la historia demogrfica eldense. Como nota curiosa, el aporte migratorio tena unas races tan fuertes que la poblacin eldense continu aumentando a buen ritmo incluso en el perodo de guerra civil, con un saldo vege tativo prcticamente nulo (lo que ya de por s es significativo, pues en la inmensa mayora del Estado el saldo fue negativo). CUADRO 1 LAS CIFRAS ABSOLUTAS (3) Poblacin de hecho AO Habitantes Hab. Provincia Porcentaje 1900 6.132 470.149 1.30 1910 8.028 497.616 1.61 1920 8.078 512.186 1.56 1930 13.445 545.838 2.46 1935 18.030 1940 20.050 607.562 3.30 1950 20.699 634.065 3.26 La evolucin del sector calzado. Ya hemos explicado al principio que el cambio demogrfi co se produjo por el desarrollo de la industria del calzado. Ber nab Maestre, especialista en estudios geogrficos sobre el sector calzado, dice: La produccin de zapatos creci rpida mente en el Valle: los 300.000 pares que podemos estimar para 1900 se haban convertido en algo ms de 14 millones en 1935. El primer centro productor era Elda, que ya en 1900 aportaba ms de la mitad de la produccin de la zona, y en 1935, unos seis millones de pares. Tena 90 empresas, algunas de ellas muy grandes, pero ms de la mitad eran talleres con menos de cinco operarios. Ja ciudad dispona de fbricas de hormas, cajas de cartn, pequeas teneras y manufacturas de tacones. Haba, adems, algunos servicios indispensables: suministro de materias primas, banca, etc. (4). Sin embargo, las estadsticas al respecto al igual que sucede en Espaa con todas las cues 102 MILES De 4ABI1A NTES 20 - 5 Monarqua alfonsina Evolucin de la poblacin de Elda 1910 - 1950 Repblica y guerra civil Dictadura Postguerra 191 0 1920 193o 19qo Ablo 1950 tiones de carcter fiscal no son fiables, pues las fbricas evi taban en la medida de lo posible cualquier impuesto. As, a lo largo del perodo 1929-34, el Libro de Altas y Bajas de Contri bucin Industrial de Elda registra mayor nmero de obreros dados de baja que creacin de nuevos empleos. CUADRO 2 ALTAS Y BAJAS DE CONTRIBUCION INDUSTRIAL EN EL SECTOR CALZADO (1929-1934) (5) A . 0 EMPRESAS Alta Baja Alta OBREROS Baja 1929 14 4 41 29 1930 17 10 78 153 1931 17 14 131 189 1932 14 15 182 219 1933 13 10 63 231 1934 12 16 233 262 Total 87 69 728 1.083 Ante estos datos, fbrica que daba de hay alta que resaltar que rarsima era la en el Ayuntamiento a sus nuevos obreros cuando realizaba alguna ampliacin, por lo que prc ticamente slo se anotaban aquellas fbricas que comenzaban (casi siempre de dimensiones mnimas); en caso de que las altas y bajas se hubiesen llevado correctamente, hubiese sido muy diferente el balance final. Y como muestra, ah estn esas seis fbricas que por determinadas razones hubieron de cesar legal mente al final de 1935 para inscribirse de nuevo en enero del 36: cuando reajustan su situacin, cuentan todas ellas con un nmero de trabajadores claramente superior. CUADRO 3 AMPLIACIONES DE PUESTOS DE TRABAJO DECLARADAS POR SEIS FABRICAS ELDENSES (6) EMPRESA Obr. Baja Obr. Alta Wer. /. aumento Industria Espaola 80 120 40 50 J. M. Gil Esteve 30 95 65 216 P. Miln Borrs 4 48 44 1.000 A. Juan Busquier 8 44 36 450 E. Juan Arenas 9 25 16 177 J. Gernimo Guill 8 23 15 187 Total 6 empresas: 139 355 216 155 104 Pocos meses despus, marzo del 36, la mayor empresa local Rodolfo Guarinos Vera modific su situacin en la Con tribucin Industrial, aunque el desfase en sta no fue tan pro nunciado: de 252 trabajadores a 350. Creemos que la diferencia entre lo legal y lo real est en una proporcin ms prxima a la de los ejemplos anteriores (es imposible que Elda contase en 1934 con slo 2.110 trabaja dores en su industria de calzado, casi 300 menos que en 1926); numerosos eldenses de avanzada edad nos dieron fe de ello al preguntarles sobre el censo laboral de su empresa. Mucho ms fiable es el aumento del nmero de empresas de calzado, ya que toda empresa declare o no declare el n mero real de sus trabajadores suele estar empadronada. El aumento fue continuo a lo largo del primer cuarto de siglo: CUADRO 4 N. DE FABRICAS DE CALZADO EN ELDA (1912-1925) (7) 1912 1913 1914 1915 1916 1917 1921 1923 1924 1925 4 trab. 4 7 11 13 16 6 26 40 50 38 + 4 trab. 30 25 25 21 22 32 26 32 31 32 TOTAL 34 32 36 34 38 38 52 72 81 70 A partir del ario 1926, la Matrcula de Contribucin In dustrial de Elda especifica el nmero de trabajadores declara dos por cada fbrica. Entresacando los datos de 1926, 1930 y 1934. CUADRO 5 ESTRUCTURA LABORAL DE LA INDUSTRIA DEL CALZADO (7) Tipo de 1926 1930 1932 empresa Feb. Treb. Feb. Treb. Feb. Treb. 1- 4 obr. 20 51 34 99 51 145 5-24 obr. 17 177 16 172 22 232 25-99 obr. 14 736 11 581 10 623 99 obr. 10 1.445 10 1.407 7 1.110 61 2.409 71 2.259 90 2.110 Comprobamos que el nmero de empresas fue en constan te aumento y, pese a que los datos del nmero de obreros no son nada fiables, podemos concluir que existi una concentra cin de la produccin en grandes empresas que contaban con la mayor parte de los trabajadores, ya que en todo momento 105 las empresas de 100 ms operarios tienen a su cargo ms de la mitad de los puestos de trabajo (y en la realidad, posible mente, el porcentaje sera mayor). Resumiendo, podemos concluir que pese a estadsticas poco fiables por ser de carcter fiscal el nmero de trabaja dores requeridos por la industria eldense fue en aumento puesto que, si el progreso tcnico no fue excesivo (8), a un gran aumento de la produccin debera corresponder un aumen to (no completamente proporcional, claro est) del nmero de trabajadores. Que la produccin aument grandemente, como declaraba Bernab, lo demuestra la evolucin de la produccin de la fbrica de Julio Beneit (nica de la que hemos consegui do documentacin en hormas y tacones). CUADRO 6 PRODUCCION DE HORMAS Y TACONES EN LA EMPRESA JULIO BENEIT (9) AO HORMAS (Paree) TACONES (Docenas) 1929 6.000 150.000 1931 50.000 150.000 1933 60.000 150.000 El poder poltico. Durante todo el perodo de la Dictadura de Primo de Rive ra, la gran concentracin de la industria del calzado se va tra duciendo a nivel de gobierno municipal. El poder local va a estar en manos de los empresarios hasta tal punto que, en mayo de 1930, tras la cada de la Dictadura, de los diez concejales asistentes a un pleno municipal, siete (al menos) son fabricantes de calzado Tefilo Romero, Pedro Bellod, Ovidio Guarinos, Jos Guarinos, Aracil, Vera Bailn y Vera Garca y uno fa bricante de tacones. Curiosamente, de las cuatro ampliaciones de instalaciones consentidas durante ese mes, tres pertenecen a empresas propiedad de concejales (10). Con la llegada de la Repblica la situacin vari un tanto, pero la burguesa local siempre mantuvo estrechos contactos con el Ayuntamiento: el primer alcalde republicano fue el principal fabricante de cajas de cartn para el calzado. Dato anecdtico y significativo es que, durante el perodo republi cano, aparecen en los censos algunas calles con nombre de empresario: Casto Pelez, Rodolfo Guarinos. . . 106 Otras empresas locales. Al margen de las dirigidas a la produccin del calzado o a su industria auxiliar, hubo otras empresas de cierta enverga dura realizadas por los eldenses de entonces: Aguas del Canto, Banco de Elda y las sociedades cooperativas de construccin, de las que nos ocuparemos ms adelante. Es interesante resear la evolucin de Aguas del Canto y del Banco de Elda porque reflejan el espritu emprendedor de aquella poca. Aguas del Canto fue una sociedad creada para realizar la trada de aguas a Elda con destino al empleo domi ciliario (pese a no ser potable). Este intento de creacin de compaas eldenses en sectores diferentes al calzado se fund en la dcada de los veinte mediante un desembolso de capital de un cuarto de milln a travs de 5.000 acciones de 50 ptas. El resumen de la rentabilidad de dichas acciones durante el perodo que nos ocupa fue el siguiente: CUADRO 7 DIVIDENDOS DE AGUAS DEL CANTO, S. A. (9) 1927 1929 1931 1933 1934 Porcentaje 4 6 8 9 9 Ptas. por accin 2 3 4 4,5 4,5 La otra institucin, ms importante, fue el Banco de Elda, creado en la dcada de los treinta para financiar a la industria local. Ha sido el intento ms sobresaliente de la historia de Elda en el sentido de dotarla de una estructura financiera autnoma (similar, parcialmente, en sus tiempos a lo que hoy es la Caja Rural en Petrel y Sax o la Caja de Ahorros en Novelda), pero acab siendo absorbido por el Banco Central. Suscrito un capital de un milln de pesetas (a finales de 1934 se haban desembolsado setecientas mil pesetas y a mitad de 1935 ochocientas cincuenta mil), desembolsado casi en su to talidad por la economa eldense ha servido de cauce y garanta para.. . descuento de papel y caja de ahorros, suministr a la in dustria local durante el pasado ario unos diez millones de pese tas, facilitndole el descuento de unos catorce millones en letras de cambio.. . Pequeos fabricantes, comerciantes modes tos, industriales de importancia sin una base financiera sufi ciente (11) fueron sus principales beneficiarios. 107 LAS REPERCUSIONES DE LA ECONOMIA EN LAS CLASES POPULARES Los sueldos. Est demostrado, salta a la vista, que la inmensa mayora de los inmigrantes a Elda no eran cuadros especializados, ni mano de obra cualificada; fueron braceros, obreros sin trabajo o mal pagados que vivan sin ninguna seguridad los que vinie ron a encontrar en la industria del calzado el salario necesa rio. Pero, por qu a Elda El salario de la industria del calzado no era de los ms elevados de la ciudad. CUADRO 8 Jornal diario medio. 1935 (12) Ferroviario Ptas. 9.75 Guardia Mun. 5 Modelista 8.6 Barrendero 5 Chfer 7.5 ZAPATERO 5 Correos-Teleg. 7.5 Jardinero 5 Enfermero 7 Bracero 4.5 Oficinista 6.4 Dependiente 4.3 Ebanista 5.6 Albail 4.3 De todos modos mucho ms explicativo resulta el estudio de los sueldos del sector calzado a travs de edades y sexos: CUADRO 9 LOS SUELDOS DEL CALZADO. 1935 (13) EDAD 15 15-19 20-29 30-39 40-49 50-59 +59 Hay que hacer constar que slo una parte minoritaria de los censados declara en el apartado referente a sueldos. Sueldo medio Trabajadoras Sueldo que declaran medio Trabajadores que declaran 14 58 101 47 49 24 10 2.07 17 1.67 3 61 2.12 4.87 53 2.26 4.94 16 2.92 4.83 6 1.91 5.06 2 3.5 3.9 Las ventajas. Llegados a este punto hay que establecer varias aprecia ciones que ayuden a comprender el porqu de la atraccin que 108 la industria del calzado produjo en la poblacin de los pueblos vecinos: a) El proceso de aprendizaje del oficio no era excesiva mente largo y, adems, algunas funciones como la de corta dor se pagaban por encima del sueldo medio. b) Pese a que el sueldo de la mujer suele ser aproxima damente la mitad que el del hombre, la industria del calzado facilitaba el acceso de aqulla a un trabajo remunerado, cosa que no suceda en las poblaciones cercanas. c) El acceso de los nios al trabajo, con la posibilidad de promocin rpida, era otro aliciente para muchas familias cam pesinas cargadas de hijos. d) Tambin, pese a no aparecer en estadsticas, el trabajo domiciliario indicado para aquellas mujeres que no podan cumplir con el horario de trabajo en fbrica aportaba un nuevo ingreso, nada despreciable, a las familias. e) De todos modos, el sueldo del zapatero era superior al del bracero de los pueblos cercanos, especialmente tras la crisis subsiguiente al final de la Gran Guerra Europea y la produci da por el crac del 29. f) Para aquellas personas de carcter aventurero y em prendedor, la posibilidad de abrirse paso como empresarios constitua un nuevo aliciente, pues el coste del montaje de un nuevo tallerico era relativamente accesible. Pero, frente a las anteriores ventajas potenciales, son mu chas las canciones populares de aquellos tiempos casi todas ellas con msica de canciones conocidas que se quejan de la situacin del obrero tras el proceso de industrializacin: Desde que Elda se ha hecho ciudad el obrero no puede vivir; con el agua, la luz y el carbn, esto no se puede resistir. Si no cambia ya la situacin, el obrero no puede ya ms. .. As cantaban en el barrio de la Fraternidad. Mucho ms co nocida era la cancin que aluda al tren de vida de la ciudad y a la imposibilidad de mantenerlo mucho tiempo: Hay que ver lo que est pasando en Elda, hay que ver todo el mundo con gabn, hay que ver las libretas casa el sastre y ninguno se acerca a pagar. . . 109 Aunque tambin se criticaba, desde los pueblos vecinos, que el eldense gana como dos y gasta como tres. Con todo lo dicho podramos sealar que, ms que hablar de una buena situacin econmica en Elda, sera ms correcto decir que no era tan mala como en los pueblos cercanos. Afiliacin sindical. El obrero hubo de hacer frente a una etapa de crisis que no de decadencia durante este perodo. La inseguridad socio laboral impuls la afiliacin a las centrales obreras; la UGT en el verano de 1934 contaba con la siguiente implantacin: CUADRO 10 AFILIACION A UGT. 1934 (14) Federacin del calzado 420 Sociedad de Albailes 250 Espectculos pblicos 50 Rama de la madera 37 Empleados de oficina 48 Sociedad de peluqueros 15 Enfermeros de ambos sexos 42 Sociedad de agricultores 78 Sociedad de Chofers 29 TOTAL 969 Adems, haba 95 afiliados a la Agrupacin del PSOE y 110 a la Juventud Socialista. Pero an ms importante que esto es que la mayor organizacin de masas de la localidad no era UGT sino la CNT anarcosindicalista, como se ver arios ms tarde en la forma de dirigir las fbricas de calzado del todopo deroso SICEP (15). LAS ZONAS DE EMIGRACION HACIA ELDA De lo que llevamos dicho hasta ahora podramos sintetizar que la industria del calzado y su espectacular desarrollo fue la causa del elevado crecimiento demogrfico de la ciudad (casi todo l fruto de la inmigracin), que la zona principal de salida fue el Alto Vinalop en sentido amplio (16) y que en la mayora de los casos se debi mucho ms a la pobreza de los ncleos centrfugos que a la prosperidad eldense; as, por ejemplo, disminuye el ritmo de inmigracin en aquellos mo 110 mentos de precios altos agrcolas (como en la Gran Guerra), aunque la industria de calzado prospere. La evolucin comarcal. Por ello, debernos analizar la evolucin demogrfica de los pueblos de la zona durante las cuatro primeras dcadas de nuestro siglo, especialmente de aqullos de los que nuestra ciudad recibi mayor nmero de inmigrantes. CUADRO 11 EVOLUCION DE LA POBLACION EN ALGUNOS PUEBLOS DEL ALTO VINALOPO: 1900-1940. Poblacin de hecho (16 bis) PUEBLO 1900 1910 1920 1930 1940 Aspe 7.927 7 961 7.650 7.351 7.812 Hondn N. 3.690 3.538 3.454 2.232 1.824 Monvar 10.601 11.243 10.377 9.799 9.933 Novelda (17) 11.388 12.045 11.994 9.508 10.349 Petrel 3.928 3.992 4.120 5.290 5.506 Pinoso 7.946 8.142 8.245 7.740 5.114 Salinas 1.440 1.261 1.123 1.234 1.108 Sax 4.582 4.403 3.832 4.196 3.595 Villena 14.099 15.692 16.544 17.638 19.065 ELDA 6.131 8.028 8.078 13.445 20.050 Con lo que el ndice de crecimiento de cada pueblo durante el perodo 1900-1940 (tomando como ndice 100 el de 1900) fue el siguiente: Aspe 98.5 Pinoso 64.3 Hondn N. 49.4 Salinas 76.9 Monvar 93.7 Sax 78.5 Noveld a 90.8 Villena 135.2 Petrel 140.1 ELDA 327 Como el crecimiento, o decrecimiento, no fue homogneo a lo largo de todo el perodo en los pueblos citados tal vez nos ayude a comprender la situacin el GRAFICO 2. De lo anterior se desprende que dentro de los pueblos del Alto Vinalop: a) Elda se convierte al final del perodo en la ciudad ms importante de la comarca por su nmero de habitantes, mien tras que al comenzar el siglo ocupaba el sexto lugar. 111 b) Dejando aparte a Elda, slo Petrel y Villena aumentan la poblacin. Petrel crece por efecto de proximidad a Elda y por la instalacin de fbricas de calzado en su trmino. Villena es la nica localidad que presenta un crecimiento autnomo pero frenado por la progresiva implantacin de Elda como centro comarcal preponderante. c) La agricultura intensiva, de amplios cuidados y rendi mientos, consigue aminorar el decrecimiento de los pueblos en que se halla implantada. Obsrvese la regularidad de Aspe; el caso de Novelda es engaoso: se debe a la desmembracin de parte de su trmino. d) Los pueblos alejados de las principales rutas de co municacin y con agricultura de secano son los que ms ven descender su poblacin en el perodo que nos ocupa (casos de Hondn de las Nieves, Pinoso y Salinas). La inmigracin en los padrones. Llegados a este punto, ya es posible valorar la inmigracin hacia Elda, una inmigracin casi exclusiva de nuestro siglo pues, por ejemplo, hacia 1885 ario en que podemos fijar el comienzo de la expansin zapatera la inmigracin hacia Elda era muy pequea (de slo dos procedencias Petrel y Mon var haba en Elda ms de 20 residentes) y centrada, propor cionalmente mucho ms en el campo que en el ncleo urba no (18). Elda era ms bien un pueblo emigrante, especialmente de temporeros hacia Murcia y Castilla (19) en la poca de la siega y con algo de emigracin golondrina hacia Argel y Orn. .. Para estudiar la procedencia de la inmigracin a Elda en el perodo que nos ocupa nos basamos en dos fuentes funda mentales: los padrones municipales de 1922 (al que correspon de el ltimo recuento de la poblacin eldense anterior al go bierno de Primo de Rivera) y el de 1935 (el del ltimo ario de paz de la Repblica, cuando la etapa demogrfica que investi gamos ya se encuentra prcticamente concluida). Hemos agru pado en ambos casos a los inmigrantes por pueblos slo en aquellos casos ms destacados, por comarcas en la provin cia y por regiones o nacionalidades para el territorio del Estado. 112 11 1 L Es be. HA BI 1 ANTES 2o 8 {6 42 10 2 Evolucin demogrfica en algunos pueblos del Alto Vinalop 1.900 - 1.940 Elda Villena Monvar -- Petrel Pinoso 3 t + +1 4 *1 Sax 1(100 ci Jo !VIO O CUADRO 12 LOS PUEBLOS CON MAS DE 70 RESIDENTES EN ELDA EN 1935. SU EVOLUCION DESDE 1922 (20) PUEBLO , 1935 1922 Diferencia Indice de aumento MONOVAR 1.160 551 609 210 PINOSO 1.115 162 953 688 YECLA 606 83 523 730 ALMANSA 482 257 225 187 NOVELDA 450 174 276 258 VILLENA 429 118 311 363 PETREL 428 215 213 199 SAX 425 186 239 228 CASTALLA 246 127 119 193 SALINAS 243 123 120 197 ALICANTE 228 77 151 296 MONTEALEGRE 186 24 162 775 ONIL 152 96 56 158 CAUDETE 138 13 125 1.061 LA ROMANA 133 13 120 1.023 ALPERA 128 5 123 2.560 HONDON N. 126 68 58 185 ASPE 104 39 65 266 MADRID 98 28 70 350 ORIHUELA 95 43 52 220 BIAR 81 22 59 368 MONFORTE 74 27 47 274 VALENCIA 73 52 21 140 Adems de ellos, Tibi, Fortuna, Jijona, Alcoy y Agost pasa ban de los 50; Higueruela, Elche, La Alguea y San Vicente saltaban los 40. CUADRO 13 LOS INMIGRANTES DE LA PROVINCIA Y SU REPARTICION POR COMARCAS. 1922 y 1935 (20) COMARCA 1922 1935 Ind. aumento ALT VINALOPO 1.716 4.892 285 FOJA CASTALLA (21) 274 479 174 LALACANTI 197 398 202 VEGA BAJA 107 273 255 Zona ALCOY-MURO 53 148 279 BAIX VINALOPO 48 87 181 MARINA BAIXA (22) 18 65 361 MARINA ALTA (22) 2 37 1.850 TOTAL 2.415 6.379 264 114 CUADRO 14 EL ORIGEN DE LOS INMIGRANTES Cuadro global. 1935 PAIS VALENCIANO 6.592 Alicante 6.379 Valencia 194 Castelln 19 REGION MURCIANA 2.260 Murcia 1.053 Albacete 1.207 MADRID 120 CASTILLA NUEVA (sin Madrid) 103 CASTILLA VIEJA - LEON 58 ANDALUCIA (con Africa espaola) 167 CATALUA 100 BALE ARES 33 EXTREMADURA 16 ARAGON 22 GALICIA 11 EUSKADI (con Navarra) 10 ASTURIAS 5 CANARIAS 3 EXTRANJERO 162 TOTAL 9.662 De los cuadros anteriores podemos obtener las siguientes conclusiones: a) La importancia numrica de los inmigrantes originarios del Alto Vinalop queda clara, pues tanto en 1922 como en 1935 representan ms de la mitad de los no nacidos en Elda. La concentracin y la proximidad de las zonas de origen queda todava ms clara si pensamos que un pueblo como Salinas (1.108 habitantes en 1940) contaba con ms residentes en Elda que Catalua, Baleares, Extremadura, Aragn, Galicia, Pas Vasconavarro, Asturias y Canarias, juntas; o que de Monteale gre haba ms que de toda Andaluca. (Para comprender la con centracin es interesante examinar el MAPA 1). b) Que el crecimiento de los inmigrantes del Alto Vina lop fue proporcionalmente superior al del resto de comarcas de la provincia (si descontamos los engaosos crecimientos de bidos al censo del Manicomio). c) Dentro de los pueblos del Alto Vinalop destaca extra ordinariamente la irrupcin de gentes de Pinos en la ciudad. 115 El problema puede radicar en la distancia entre ambos pueblos, que haca prcticamente inviable el desplazamiento diario a Elda como suceda desde Sax, Monvar o Petrel: a los pinose ros no les quedaba ms remedio que el cambio de domicilio. d) Por otro lado, lo impeda el coste del transporte, ele vado para los salarios. Por ejemplo, durante la Repblica el viaje ms barato de ida (o vuelta) a Monvar era de 0,65 ptas.; esto lo haca inasequible para el sueldo de la mujer o el nio, pues representaba en todos los casos ms de la mitad de su salario; para un salario medio de hombre adulto supona ms de una cuarta parte del jornal. Esto produjo colas caractersti cas de gente a pie por las carreteras de acceso a Elda. Con el tiempo, las gentes de los pueblos ms prximos que no pudie ron conseguir emplearse en las fbricas de calzado que comen zaban a surgir all optaban por fijar su residencia en Elda. e) Por el contrario, desde la Foja de Castalla disminuy en este perodo el ritmo de afluencia, en comparacin con el resto de zonas. Tambin resulta curioso el poco intercambio entre las zonas zapateras: la incidencia de gentes procedentes del Baix Vinalop es apenas significativa, con lo que se demues tra que la inmigracin fue fundamentalmente de mano de obra barata, no intercambio de tcnicos cualificados. f) Al hablar de tcnicos cualificados hay que destacar que la cacareada llegada de gentes procedentes de Mahn con el fin de perfeccionar la industria carece de solidez: son muy pocos los mallorquines. Adems, en los tiempos en que comen zaba a despuntar la industria del calzado (1885) slo tres maho neses residan en la villa, y eran comerciantes. El origen de la industria del calzado fue, pues, autnomo. g) Comienza el preludio de lo que ser la gran afluencia de manchegos, caracterstica de la era de Franco. Por aquellos arios se limitaba al aumento de residentes de la zona de Alman sa y SUF pueblos prximos, zona no caractersticamente man chega; luego comenzara el aflujo del oeste. h) La cantidad de hablantes de valenciano (ms de cuatro mil, sin contar a sus familiares ya nacidos en Elda) pudo haber modificado en parte la situacin lingstica de la ciudad, pero no fue as. Le falt el sentimiento de colectividad diferenciada y que la burguesa. o al menos un sector socialmente influyen te, se expresase en dicha lengua. 116 LA EMIGRACION HACIA ELDA ALPERA f , 90t4 TEA LEUE CPOBLACkoWes CON /-1A5 DE 100 REsiDeni res EN ELDA EN 1435) 11:3 PA) I ck vs.e. c.oh +1.000 ombou fi p 4 400 i) La masiva afluencia de personas en edad de trabajar transform la estructura por edades de la poblacin: la pirmi de de poblacin presenta progresivamente un fortalecimiento de los sectores en edad de producir y un debilitamiento de las edades ms avanzadas. (Ver GRAFICOS 3 y 4). Con ello el ndice de dependencia (o relacin entre las personas no activas y las activas que deben mantenerlos, es decir, tericamente, el nmero de personas que no se encuen tran en edad de trabajar viejos, nios que debe mantener cada persona en edad productiva) descenda paulatinamente. CUADRO 16 ESTRUCTURA POR EDADES E INDICE DE DEPENDENCIA (23) GRUPO DE EDAD Enero 1867 1922 1935 1970 0-14 33.50 32.52 31.79 30.64 15-64 61.07 62.50 64.28 61.20 64 5.43 4.98 3.93 8.16 Indice de dependencia 0.64 0.60 0.55 0.63 Esto es un factor a tener muy en cuenta, pues fue el pe rodo de nuestra historia que cont potencialmente con ms cantidad de mano de obra. El modelo demogrfico antiguo (re presentado por el ario 1867) tena una gran abundancia de nios, mientras en la actualidad (ver censo de 1970) aumenta paulatinamente el nmero de ancianos, gracias a las mejoras sanitarias y de dieta alimenticia. La transformacin urbanstica. Un desarrollo demogrfico tan acusado hubo de llevar pa rejo un crecimiento urbanstico acorde con las necesidades. Bien es verdad que la expansin urbanstica de los arios veinte y treinta, en sus fbricas muchas de las cuales an se conser van (especialmente entre las calles Jardines y Padre Manjn) y en sus casas, no deterior excesivamente el medio en que se asentaban y podemos asegurar que el gran desastre urbans tico es de poca muy posterior. Elda supo, en la medida de sus posibilidades, crear barrios adecuados a su nueva situacin; y lo hizo por medio de sociedades cooperativas, dos de las cuales destacan por lo ambicioso de sus propsitos El Progreso y La Fraternidad. 118 VARONES DADEs S2o lo 65 60 SS So S 35 30 25 20 15 lo 5 MULIERES ELDE1,1122 Rrr de de edades [ 1 VARONES E DA oks to lo bS 60 SS so ELDI 1,1135 de edoLJes MU LiERES 60 So 40 30 20 10 10 lo .30 110 0 60 Presentando un plano de damero y caracterizndose en su origen por la escasa altura (planta baja en La Fraternidad y baja y superior en El Progreso, la gnesis y desa rrollo de dichas sociedades demuestra la toma de conciencia que Elda adquiri acerca de su transformacin: el pri mero de los barrios, El Progreso, se decidi crearlo el primero de julio de 1916 con la pretensin de construir 550 casas (25), (lo que representara, a cinco habitantes por vivienda, dar co bijo a ms de un tercio de la poblacin eldense de entonces); cinco arios despus, el 15 de marzo de 1922, se constituye la cooperativa de La Fraternidad para edificar mil viviendas! (capaces de cobijar a bastante ms de la mitad de la poblacin de la ciudad en dicha fecha) y a ello hay que aadir las casas que construy la Sociedad de Albailes de UGT, la Ciudad Vergel y las de iniciativa particular. Est claro que la ciudad alfonsina prevea la riada humana que se avecinaba y que los trabajadores eldenses (pues El Progreso y La Fraternidad fue ron barrios de la clase obrera) supo solucionar su problema de la manera ms racional a su alcance. Y de una manera relativamente rpida: el 3 de julio de 1926 se coloc la primera piedra de El Progreso, que en 1936 ya contaba con 315 casas; La Fraternidad an iba ms deprisa: 225 casas construidas en 1929 (26). Una idea aproximada de lo que fue el cambio de fisonoma urbana nos lo da el hecho de que, comparando los padrones municipales, de las veintiuna calles ms pobladas en 1935, once no existan en 1922: el incre ble crecimiento de dichas calles fue debido, fundamentalmente, a la inmigracin. Para completar un tanto esta visin sera interesante com pletar todo el censo de los barrios del Progreso y la Fraterni dad correspondiente al 1935 (al que nos referimos siempre por dos razones: porque es el nico padrn de la poca republicana que se conserva completo en los archivos del Ayuntamiento y porque presenta ya el proceso casi concluido). Frente al censo de dichos barrios, la calle Nueva, centro clsico de la pudiente burguesa eldense, comenzaba a quedarse anquilosada (surge, entre otras, la Ciudad Vergel); las calles populares situadas en zona cntrica presentaban un verdadero hacinamiento de la poblacin: la calle del Cid hoy Barbern y Collar contaba con 339 habitantes en 1922, la 121 calle del Marqus hoy Callejn de Mndez Nez con 218 en 1935; el casco antiguo envejece lentamente y ve trasladarse a sus jvenes a la zona del ensanche (comprese el poblamiento de la calle de las Virtudes de 1922 a 1935). Es el punto final de un cambio de pueblo agrcola a ciudad industrial: en los arios sesenta llover sobre mojado. CUADRO 17 LAS PRINCIPALES CALLES DE ELDA EN 1935 Y SU EVOLUCION DESDE 1922 (27) Nombre de la calle Nmero de habitantes 1935 Nombre actual 1.922 1.935 Pablo Guarinos Gral. Aranda 318 510 2 de Mayo 2 de Mayo - Navarra 147 499 Castelar San Roque 235 445 Pi y Margall Gral. Moscard 427 S almern Mart. Anido 408 Don Quijote 311 Barbern y Collar 339 298 Paz Victoria 292 Jos Gil Vzquez de Mella 292 Sancho Tello Gral. Jordana 289 Independencia 239 287 Antonio Maura 266 286 Manuel Maestre Gral. Dvila 276 Fermn Galn Nueva 213 271 19 de Marzo Gral. Yage 256 Avda. Chap 251 1. de Mayo Fal-Conde 234 Blasco Ibez Reyes Catlicos 231 1. de Julio 18 de Julio 230 Cap. Sediles Iglesia 189 230 Antonino Vera Gral. Varela 222 Mndez Nez 197 218 Casto Pelez Jardines 192 216 Prim Gral. Sanjurj o 163 216 Virtudes 246 212 122 CUADRO 18 LA POBLACION DE LA FRATERNIDAD Y EL PROGRESO EN 1935 (28) Calles pertenecientes slo a El Progreso: Residentes Manuel Maestre (Gral. Dvila) 276 Antonio Vera (Gral. Varela) 222 Mara Guerrero 75 Blasco Ibez (Reyes Catlicos) 231 1. 0 de Julio (18 de Julio) 230 1.034 Calles pertenecientes a ambos barrios: Fraternidad y Progreso (Donoso Corts) 107 Don Quijote 311 Sancho Tello (Gral. Jordana) 289 Salmern (Martnez Anido) 408 Pi y Margall (Moscard) 427 Joaqun Costa (Jaime Balmes) 188 1.730 Calles pertenecientes slo a La Fraternidad: Buenos Aires (Capitn Corts) 36 1. 0 de Mayo (Fal-Conde) 234 Jos Prez (Fray Luis de Granada) 86 Luna (Gracia Morato) 68 19 de Marzo (Gral. Yage) 256 Rafael Altamira (Modesto Lafuente) 74 Jos Gil (Vzquez de Mella) 292 Paz (Victoria) 292 1.338 TOTAL 4.142 (Adems la parte alta de 2 de Mayo: la actual calle Navarra) NOTAS: (1) Eloy Cataln: Origen y desarrollo de la industria del calzado. Revista Albor. Septiembre de 1934. (2) Para calcular los aumentos absolutos anuales hemos utilizado los censos de 1920 y 1930 y el Padrn Municipal de 1935. Para los saldos vegetativos, los libros de nacimientos y defunciones del Re gistro Civil de Elda; el saldo migratorio es el resultado de restar al saldo total el saldo vegetativo. (3) Del Instituto Nacional de Estadstica, censos de poblacin; excepto el de 1935 que es extrado del Padrn Municipal del ario corres pondiente. 123 (4) Jos Mara Bernab Maestre: lia .ifidustria del calzado en el Valle del Vinalop. Universidad de Valencia. 1976. Pg. 18. (5) Extrado y globalizado del Libro de Altas y Bajas de Contribucin Industrial de 1929-34 y 1934-40. (6) Libro de Altas y Bajas de Contribucin Industrial (1934-40). (7) Sintetizado de la Matrcula de Contribucin Industrial de Elda du rante los aos correspondientes. Archivo Municipal de Elda, al igual que los libros de Altas y Bajas y los Padrones. (8) Bernab Maestre dice en la misma pgina del libro antes citado que la posibilidad de alquilar las mquinas disminuy la cantidad de capital fijo para montarlas (las fbricas) pero anquilos el pro greso tcnico. (9) De la publicidad en los Programas de Fiestas de Septiembre. Pue den verse en la Biblioteca Municipal, al igual que las revistas de la poca aqu citadas. (10) Todos los datos de este punto estn extrados del Boletn Munici pal del Ayuntamiento de Elda de la fecha correspondiente. Durante cierto tiempo hubo en Elda un boletn para informacin al pblico de los asuntos municipales. (11) G. Busquier: Elda financiero. Banco de Elda. El Cronista, n. 4. Septiembre de 1935. (12) Elaboracin propia a partir de los sueldos facilitados por el Padrn Municipal de 1935. (13) Idem. (14) Greffier: El socialismo en Elda. El Cronista, nf 3. Elda, septiem bre de 1934. (15) S.I.C.E.P. (Sindicato de la Industria del Calzado de. Elda y Petrel) fue un organismo obrero encargado de la direccin de la industria durante el perodo de guerra civil, del cual formaban parte UGT y CNT. Fue una industria colectivizada, no nacionalizada, y tanto UGT como PCE se quejaron reiteradamente de la gestin realiza da. (Para mayor informacin ver el libro de Vicente Ramos: La guerra civil en la Provincia de Alicante). (16) Aqu consideraremos como Alto Vinalop a las mismas poblacio nes que los Timicos Consultores Reunidos consideran en su infor me adjunto al Plan General de Ordenacin Urbana fotocopiado por el Ayuntamiento de Elda y que comprende a las comarcas que en la Gran Enciclopedia de la Regin Valenciana se denomi nan Alt Vinalop, Valls del Vinalop y Medio Vinalop, adems de algunos pueblos de la del Alcoi que guardan mayor relacin econmica con Villena que con Alcoy: Caada, Benej ama, Biar y Campo de Mirra. Hemos utilizado el criterio socioeconmico frente al lingstico porque consideramos que incluir, por ejemplo, a Elda y a Petrel en comarcas diferentes es sencillamente ridculo (y lo mismo sucede con Monforte y Novelda o con Aspe y Hondn). (16 bis) Segn el Instituto Nacional de Estadstica. (17) La Romana se desprendi de Novelda en el ario 1928 el dato est tomado de Noticiario histrico de La Romana de Vicente Sala Caellas. C.A.A.M. 1979; por eso aminora Novelda su pobla cin y por eso no hemos incluido a La Romana pese a su impor tante acopio de inmigrantes en esta relacin de pueblos. (18) Padrn Municipal de 1935. Archivo Municipal de Elda. (19) Ver especialmente Libro de Seguridad Pblica 1837. Archivo Municipal de Elda. (20) Segn Padrones Municipales respectivos. A.M.E. (21) Subcomarca de LAlcoi ms prxima a Elda. La hemos separado 124 del conjunto comarcal porque su aporte de inmigrantes es muy superior al del resto de la comarca, que hemos agrupado con la de El Comptat en una zona de Alcoy-Muro. Recordar adems la nota nmero 15. (22) Los aumentos de las comarcas de La Marina se deben fundamen talmente a los enfermos internos en el Manicomio Provincial con sede, entonces, en Elda; no a un aumento de su incidencia social. (23) Elaboracin propia a partir de los padrones correspondientes. (En 1970, a partir del censo del I.N.E.). (24) Del programa de Fiestas Patronales. (25) Memoria de la sociedad El Progreso publicada tras la disolucin de la sociedad en 1953. (26) Del Programa de fiestas de dicho ao. (27) Elaboracin propia a partir de los padrones de dichos arios. (28) Basado en el Padrn de 1935. 125 INDICE ALBERTO NAVARRO PASTOR ELDA, EN TRES DECADAS 5 Introduccin . . 7 1900-1910 11 1904, ao 20 1911-1920 27 La ciudad sin agua ... . 31 La guerra y la industria eldense 33 1918, un ao negro ... . 39 Elda cooperativista . 40 Ambiente cultural . 42 El nacimiento del deporte ... . 48 Obras importantes en la tercera dcada ... 49 Monumento a Castelar . . 51 Agitacin revolucionaria . . 52 Poltica y municipio: De la Dictadura a la Repblica . 53 56 MIGUEL MARTINEZ MENA ELDA, EN CUATRO VUELOS 57 Introduccin . . . 59 I. 1900-1908. Universidad sutoria 63 II. 1909-1916 71 III. 1917-1924. Tecnologa en accin . . . . .. .. . . . . . . . . . . ... 77 IV. 1925-1932. Tiene pltora de vida vasca 83 Indice onomstico . 93 JOSE RAMON VALER ESCANDELL LA INMIGRACION EN ELDA DURANTE LA DICTADURA Y LA REPUBLICA: CAUSAS. DESARROLLO Y CARACTE 97 99 UN VISTAZO A LA ECONOMIA El desarrollo, causa de la inmigracin 101 La evolucin del sector calzado . . 102 El poder poltico .. . . 106 Otras empresas locales ... . . . . . . 107 REPERCUSIONES DE LA ECONOMIA EN LAS CLASES POPULARES 108 Afiliacin sindical ... LAS ZONAS DE EMIGRACION HACIA ELDA La evolucin comarcal . . . . 111 La inmigracin en los padrones ... . 112 La transformacin urbanstica . . 118 1 P Este libro se acab de imprimir en el taller de AGUADO -Impresor, de Novelda, el da 7 de julio de 1980. PUBLICACIONES DE LA CAJA DE AHORROS DE ALICANTE Y MURCIA 1. Una obra benfico -social notable: la Caja de Ahorros y Soco rros y Monte de Piedad de Ntra. Sra. de Monserrate, de P. Nar ciso Noguer. 2. San Isidoro de Cartagena, Arzobispo de Sevilla, de Antonio Puig Campillo. 3. Alicante y su Caja de Ahorros, de F. Alberola Such. 4. Fe, Amor y Patria, de F. Alberola Such. 5. La moral y el ahorro, de A. Ramos Carratal. 6. Influencia del ahorro en lo social, de L. Torras Uriarte. 7. La riqueza agrcola en la provincia de Alicante, de L. Torras Uriarte. 8. Imagen y poesa de Alicante, de Gabriel Mir -F. Snchez. 9. Alicante bajo los Reyes de Castilla (de Fernando III el Santo a Fernando IV el Emplazado), de F. Figueras Pacheco. 10. Un enigma histrico: la toma de Cartagena por Escipin, de R. Vera Tornell. 11. Participacin del trabajador en los beneficios de la produccin, de J. Cant Rubio. 12. Caractersticas psicolgicas y ticas que deben reunir los em pleados de las Cajas de Ahorros Benficas, de Vicente Ramos. 13. Breve comentario teolgico -bblico del Ave Mara, de Alejo Garca Snchez. 14. El Huerto del Cura, de L. Torras Uriarte. 15. Po XII y el deporte, de J. Cant Rubio. 16. La Moral del Ahorro, de M. Allu Salvador. 17. Presencia de la palmera en la provincia de Alicante, de L. To rras Uriarte. 18. Vivir y contar (Relatos), Aula Gabriel Mir. 19. Proyectos de formacin musical de los escolares, de S. Escarr Batet. 20. El bracero (Premio Nacional de Cuentos), de Ricardo Domenech. 21. Asamblea extraordinaria de la Federacin de las Cajas de Aho rros de Levante, 22. Evocacin de Gabriel Mir, de Oscar Espl. 23. Me acuerdo (Premio Nacional de Cuentos), de Mara Martnez del Portal. 24. Exposicin -Homenaje a Emilio Varela, Varios. 25. Un da de este invierno y Peter Maria Strind (Premio Nacional de Cuentos), de E. Contreras y J. Herrero. 26. Pastorales y Documentos (Introduccin de Prez Gmez), del Cardenal Belluga. 97. Alicante y su pintor Emilio Varela, de M. Snchez Camargo. 28. Maran: el hombre, de Camilo Jos Cela. 29. Opinin Pblica en Po XII, de J. Cant Rubio. 30. Vuelta al hogar y Regreso (Premio Nacional de Cuentos), de G. Fortea y Mara Beneyto. 31. Orihuela y la Guerra de las Germanas, de la Madre M. de la Eucarista (Jess -Mara). 32. Trasplante, de Javier Coy. 33. Tamour y El puo (Premio Nacional de Cuentos) de F. Umbral y A. Martnez -Mena. 34. Perfil biolgico de Goya, del Dr. Riquelme Salar. 35. Concepto actual de Neurodermatosis, de C. Bonmat Azorn. 36. Obra sanitaria, de S. Requeni Alonso y A. Garca Galiano. 37. Sntesis de autores oriolanos. Varios. 38. Viejo vens. ., y florido, de Florentina del Mar. 39. El viejo y Hora punta (Premio Nacional de Cuentos), de C. Mur ciano y A. Castellanos. 40. La Caja de Ahorros del Sureste de Espaa (Vida y Obra de Antonio Ramos Carratal), de Vicente Ramos. 41. La sangre intil (Novela), de Carmen Garca Bellver. 42. La enfermedad del Apstol San Pablo, del Dr. Riquelme Salar. 43. La paz nos esperaba (Poesa), de Vicente Mojica Benito. 44. El Modo en el Derecho Civil, de Torralba Soriano. 45. Pantano (Novela), de Miguel Signes. 46. El perro y All donde est el sol (Premio Nacional de Cuentos), de F. Grande y Mara Beneyto. 47. Escultura mediterrnea, de J. C. Lpez Jimnez. 48. Rutas tursticas provinciales. Murcia. de S. Alonso Navarro. 49. A estribor la Costa Blanca, de J. Garca y T. Baldo. 50. Dilogo del viento y la nube (Poesa), de T. Gallego Snchez. 51. Homenaje a Francisco Prez Pizarro. Varios. 52. Echar la vida a gatos y Las apariencias engaan (Premio Na cional de Cuentos), de A. Martnez -Mena y J. M. Beltrn 53. Espaa: nacin de historia, de presente y futuro, de A. Rodr guez de Valcrcel. 54. Derecho, Organizacin y Libertad, de J. L. Gonzlez y Beren guer Urrutia. 55. El Gotero, de Miguel Signes. 56. El otro Alicante, de E. Chipont Martnez. 57. La prueba, Final del sueo y 400 francos de humo (Premio Na cional de Cuentos y Accsit), de V. Soto, J. Ros y R. Lpez. 58. El pintor Casanova, su escuela y la Exposicin alicantina de 1894, de Adrin Esp Valds. 59. Coral de pueblo (Poesa), de Manuel Molina. 60. La Caja de Ahorros y Socorros y Monte de Piedad de Ntra. Sra. de Monserrate, de E. Bregante Palazn. 61. La Cabalgata de los Reyes Magos, de Adrin Esp Valds. 62. La segunda persona y La ltima arena (Premio Nacional de Cuentos y Accsit), de J. Ros y A. Segado. 63. La Fiesta de Moros y Cristianos de Alcoy y sus Instituciones, de J. L. Mansanet Ribas. 64. Los lirios del Carrascal, del Dr. R. Sanus Aura, Pbro. 65. Estudio agrobiolgico y aspectos econmicos de los Partidos Ju diciales de Orihuela y Dolores, de Carpena Arts-A. Ortuo. 66. Crevillente y la Semana Santa en la pluma de A. Mas Espinosa, de A. Mas Espinosa. 67. Cuatro siglos de epidemias en Cartagena, de Juan Soler Cant. 68. Races de Azorn, de Vicente Ramos. 69. Antologa de poetes premiats, de Joan Valls. 70. Dos o tres discos de Carlos Gardel y Misin en Praga (Premio Nacional de Cuentos y Accsit), de R. Gisbert y A. Ruiz. 71. Ciclo de conferencias jurdicas de actualidad. Varios. 72. Poemas de Comunin, de L. Prez Beltr. 73. Y ecla y su Caja de Ahorros, de M. Ortuo Palao. 74. Un pjaro, un cedro, una bocanada de aire y Bsqueda, recuer do e invocacin de Sybila Garca (Premio Nacional de Cuentos y Accsit), de J. A. Prez y Ruiz Bermejo. 75. Aportacin de Alcoy al estudio de la esclavitud en el Reino de Valencia, R. Sanchis Llorns. 76. La llave inglesa y La crianza (Premio Nacional de Cuentos y Accsit), de M. Girn y E. Mendicuti. 77. Los tenientes de navo Jorge Juan y Santacilia y Antonio de Ulloa y de la Torre auialt y la medicin del Meridiano, de Julio F. Guilln Tato. 78. En el recuerdo, de Jos Cremades. 79. La Procesin del Santo Entierro de Cristo y su Institucin de Caballero Cubierto, de A. Garca -Molina Martnez. 80. Un cuento llamado elega y Unos caracoles (1. y 2. Premios Concurso Nacional de Cuentos Gabriel Sij), de A. Gracia y M. Vicente Grau. 81. El solitario muchacho de la gasolinera y Las goteras (Premio Nacional de Cuentos y Accsit), de Antonio Nez y Vicente Mojica. 82. El espejo, Tompar, S. A., La piedra rota y Un cura de pueblo (1, 2, 3. y 4. Premios Concurso Nacional de Cuentos Ga briel Sij), de J. I. Carnero, G. Moreno, L. Hernndez y R. Herrero. 83. Exposicin monogrfica del pintor oriolano Joaqun Agrasot y Juan, de A. Sequeros Lpez. 84. Orihuela bajo la regencia de Mara Cristina de Borbn (1833 1840), de J. A. Ramos Vidal. 85. La revista Idealidad y el ensayo de tipo alicantino, de A. Marn Ramos. 86. Vida y muerte de una extraa flor y Cuarta elega (1. y 2. Premios del Concurso Nacional de Cuentos Biblioteca Gabriel Mir), de Rodrigo Rubio y R. Coloma. 87. Soando caminos, de Luis Prez Beltr. 88. Historia de la Villa y Condado de Cocentaina, de P. Fullana Mira, OFM. 89. Agustn Albors, entre la libertad y el orden, de A. Revert Corts. 90. Un naufragio (Novela), de Jos Vicente Botella. 91. Cent Serafins (Poesa), de Joan Valls Jord. 92. Al margen de..., de Adrin Mir Garca. 93. La economa de Alcoy y comarca. Gabinete SIGMA. 94. Alcoy, tu pueblo, de R. Sanchis Llorns. 95. La Cabalgata de los Reyes Magos (Reedicin ampliada), de Adrin Esp Valds. 96. El hombrecillo del volante mil uno seis, Las musaraas y Un piso en la capital (1., 2. y 3. Premios Concurso Nacional de Cuentos Gabriel Sij), de Vicente Mojica, A. Martnez -Mena y Asensio Sez. 97. Trayectoria humana y artstica del pintor oriolano Joaqun Agraso. de Antonio Sequeros Lpez. 98. Historia de la Ciudad de Orihuela. Tomo I. Orihuela en el mun do antiguo, de J. Bautista Vilar Ramrez. 99. Introduccin a la electroqumica orgnica, de F. Barba Va liente. 100. La mujer de Azorn, de A. Sequeros Lpez. 101. Las doce y media, la una menos diez y Jornada intensiva (1. y 2 Premios Concurso Nacional de Cuentos Biblioteca Gabriel Mir), de A. Lpez y R. Coloma. 102. Una metodologa para el aprendizaje del ingls en la E.G.B., de Jess Ramn y Denia. 103. Antecedentes y orgenes de la Comunidad de Aguas de Novelda, de Vicente Sala Caellas. 104. El Arte en las Fiestas de Moros y Cristianos de Alcoy, de Adrin Esp Valds. 105. La reconquista de tierras de Alicante, de Rafael Coloma Pay. 106. Crevillente y la Semana Santa en la pluma de A. Mas Espinosa (Nueva edicin aumentada), de A. Mas Espinosa. 107. Polifona en la Semana Santa Crevillentina. Annimo. 108. Crnica de un suicidio sin sentido y a destiempo, Voy a salir desnudo a la calle, Por la maana y La meloda de Johnny Loeve (1., 2., 3 0 y 4. Premios Concurso Nacional de Cuentos Gabriel Sij), de C. Lomas, Toms Lpez, A. Lpez y J. A. Egea. 109. Historia de la Ciudad de Orihuela. Tomo II. Orihuela musul mana, de Juan Bautista Vilar Ramrez. 110. Largo trayecto y Del mismo da de otro ario (1. y 2. Premios Concurso Nacional de Cuentos Biblioteca Gabriel Mir), de Antonio Segado y C. Tena. 111. Influencia popular en el lxico numismtico, de Manuel Vila plana. 112. El arte modernista en Novelda, de Irene Garca Antn. 113. Crnica de la villa de Novelda. de Vicente Sala Cafiellas. 114. Joaqun Castell y El ltimo habitante (1. y 2. Premios Con curso Nacional de Novela Corta Gabriel Sij 1976), de Daniel Potes Vargas y F. Alemn Sinz. 115. Historia de la Ciudad de Orihuela, Tomo III. Los siglos XIV y XV en Orihuela, de Juan Bautista Vilar Ramrez. 116. Crnicas alicantinas, de Fernando Gil. 117. Bibliografa alicantina y alicantinista. Biblioteca Gabriel Mir. 118. Em veig negre pa eixir de negre i tres sainets mes, de A. San tacreu Sirvent. 119. Crnica del Monte de Piedad de Alcoy, de Rafael Coloma Pay. 120. Al Azraq, capitn de moros, de F. de P. Momblanch. 121. Alcoy y la Guerra de la Independencia, de R. Sanchis Llorns. 122. Temas y formas en la poesa de Mdci Abela, de J. Sempere Congost. 123. El Vinalop y su importancia arqueolgica, de Rafael Navarro Castell. 124. La escuela y su medio, de Rico Vercher. 125. Altiva llama, de Prez 13eltr. 126. Bal de doble fondo, de Revert Corts. 127. Un largo etc. y Don Illn (1. y 2. Premios Novela Corta Ga briel Sij 1977, de Alemn Sanz y Ramrez Leza. 127 bis. Lhereu del fester, de Camilo Bito. 128. Mi pueblo, de Manresa Mora. 129. La Revolucin desde arriba: precedentes y consecuencias, de Vi cente Mas Santiago. 130. Las madres y Crnica del tiempo de la Monda (1. y 2. Premies Novela Corta Gabriel Sij 1978), de Luis Bonmat y Rafael Azuar. 131. La disciplina en la Comunidad escolar, de Rico Vercher y otros. 132. La Naturaleza en la obra de Gabriel Mir, de Carlos Lpez Bustos. 133. Estructura educativa de la provincia de Murcia: necesidades en medios urbanos, semiurbanos y rurales, de J. Monreal y A. Viao. 134. La biosfera agredida, de Ezequiel Ander-Egg (El Desafo Eco lgico). 135. El Vinalop Medio y su Viticultura, de Juan Martorell. 136. La Explosin Demogrfica. El proceso urbano, de Ander Egg. 137. Premio de Cuentos Biblioteca Gabriel Mir - 1979, de M. Alon so y L. Bonmat. 138. Crnicas de la Villa de Novelda. Novelda en el ayer, de Vicen te Salas Cafiellas. 139. Breviariun Vitae, de Juan Gil Albert. 140. IV Premio de Novela Corta Gabriel Sij. 141. Ciclo de Temas Lorquinos. 142. Coros y Danzas de Lorca. 143. M.a de Orihuela (Tomo IV - Tres volmenes). 144. Aspectos culturales de Murcia. 145. Demografa, economa y sociedad en la comarca del Bajo Se gura durante el siglo XVIII, de Ramos Vidal. 146. Canconeret alcoi, de E. Valor i Calatayud. 147. Crevillente: Prosas y Versos sobre H.*..., de A. Mas. 148. Elda durante el 1.er tercio del siglo XX. Varios.

Elda durante el primer tercio del siglo XX

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