Rally el proyecto Erasmus+ del IES Azorín de Petrer

Durante esta semana ha tenido lugar un nuevo encuentro en Petrer correspondiente al proyecto de Erasmus+ (KA2) Rally, en el que toma parte el IES Azorín junto a alumnado de la Gladesmore Community School de Londres (coordinadores) y del College Irene Joliot-Curie de Argenteuil de París. El proyecto se halla en su tercer y último año de desarrollo y no solo implica un trabajo durante las diversas movilidades, como la actual, sino un conjunto de tareas en torno a la enseñanza de lenguas en la vertiente lectora y comunicativa que se realizan a través de videoconferencias periódicas y múltiples vías y plataformas de comunicación. Por si esto fuera poco, involucran a profesorado de los centros implicados, sobre todo en estas áreas.

Sirvan estas líneas como presentación de un proyecto ambicioso, uno de los mejor dotados económicamente de su género en nuestro país y de los que conllevan un mayor número de movilidades de alumnado y profesorado. Sin embargo, a través de esta somera descripción, es complicado transmitir todo lo que conlleva para nuestro alumnado tanto en lo académico como en lo personal.

A decir verdad, conocía esta iniciativa desde mi anterior puesto en la asesoría del CEFIRE de Elda, la de referencia en la zona para programas europeos y había asistido a la visita anterior en Petrer. No obstante, esta es la primera vez que he colaborado, de forma modesta, como docente de algunos alumnos y alumnas que han vivido esta inolvidable experiencia. Así mismo, como compañero del profesorado que con una dedicación más allá de la exigencia profesional, sin escatimar tiempo, atendiendo a los mínimos detalles y con un convencimiento absoluto de los aportes del proyecto, ha organizado este encuentro.

Desde la recepción el pasado lunes hasta el miércoles, se han sucedido actividades en las que han tomado parte alrededor de sesenta alumnos y alumnas de los tres centros. En esta ocasión, el hilo conductor ha consistido en el trabajo en el ámbito periodístico.

Durante la jornada del martes realizamos una visita a la Universidad Miguel Hernández, que nos permitió conocer una sala de prensa, un estudio de radio y diversos espacios e instrumentos utilizados en los grados de Comunicación Audiovisual y de Periodismo. Por la tarde nos dirigimos a Santa Pola para otra visita de tipo cultural e histórico.

Como tarea final, el miércoles varios grupos, en los que se mezclaban chicas y chicos de los tres países, llevaron a cabo un informativo en vivo para el cual seleccionaron y redactaron  noticias sobre muy diversos temas.

Comentábamos en algunos momentos a lo largo de estos días, el peso de estos momentos memorables. Creo que no somos conscientes de todo su potencial y deberíamos serlo. Es cierto que al efectuarse de forma paralela y simultánea a  las clases, "sacando" al grupo implicado en cada encuentro, se hace necesaria cierta dosis de planificación. Es cierto que exige el compromiso directo e indirecto del profesorado, más sencillo el de quienes están convencidos y convencidas, más dificultoso el de quienes son más reticentes a este tipo de actividades.

Yo solo puedo decir que, independientemente de ello, no tiene precio como docente ser testigo de la curiosidad del alumnado, de su afán de descubrimiento en el diálogo intercultural con sus iguales, de su esfuerzo por llevar a cabo una tarea a pesar de las dificultades de comunicación.

Cuando se tiene tan al alcance de las manos la motivación para aprender haciendo y discutiendo, esa que nos cuesta tanto a veces hallar entre las cuatro paredes de nuestras aulas, no podemos permitirnos desaprovecharla. Al contrario, habríamos de considerar una suerte contar con ejemplos de calidad en materia de participación en programas europeos en bastantes otros centros educativos de nuestras localidades. De hecho, así sucede y eso constituye sin duda una buena noticia en un terreno donde nos cuesta tanto encontrarlas.