122 años de la calle El Cid

Es común en pueblos y ciudades encontrar denominaciones populares de calles y plazas que difieren radicalmente del nombre oficial del callejero impuesto por sucesivas corporaciones municipales en atención a afinidades, valores o consignas de un signo u otro. En Elda tenemos varios de estos casos. Sin embargo, el caso eldense más paradigmático es la Gran Avenida. Vial sin existencia oficial, pero referido por ciudadanos y hasta por el mismo servicio postal de Correos. Otro caso similar es la conocida popularmente calle “El Cid”, que nada tiene que ver ni con el caudillo castellano Rodrigo Díaz de Vivar ni con el hito montañoso que enseñorea el valle de Elda, cuya denominación oficial es “Barberán y Collar”.

Este vial del callejero eldense surgió a principios del siglo XX con la primera expansión urbana generada por la creación del barrio de la Prosperidad, plaza Sagasta y barrio de Damián Tudela y la apertura de la calle Jardines como ronda de circunvalación de Elda.

Tal día como hoy pero hace 122 años, un domingo 6 de abril de 1902, el Ayuntamiento de Elda, presidido por el liberal Manuel Beltrán Aravid, Elda acordó que a la calle en la que Sebastián Cid, prohombre de la burguesía alicantina, había construido 20 casas, se le diera el nombre de “Calle de Cid”.

Sebastián Cid Granero fue un abogado alicantino, nacido en 1872, miembro del Partido Liberal en la capital alicantina, en la que llegó a ser concejal en 1911. Con posterioridad, en 1932 fue detenido por su presunta implicación en el golpe de estado encabezado por el general José Sanjurjo (agosto de 1932), siendo puesto en libertad meses más tarde; siendo detenido nuevamente en julio de 1936 por su presunta vinculación a la intentona golpista que provocó la guerra civil. Igualmente a Sebastián Cid le veremos adquirir notorio protagonismo en los últimos días de la guerra civil en Alicante. Entre los días 27 y 28 de marzo de 1939, previa liberación de los presos políticos, los partidarios del bando sublevado asumieron la dirección de las principales instituciones públicas alicantinas. Así, mientras Ambrosio Luciáñez se hacía cargo del ayuntamiento; José Mallol del Gobierno Civil; José Cosidó, del Gobierno Militar; y, Francisco Segrelles de la Fiscalía; Sebastián Cid Granero se hizo cargo de la Audiencia Provincial, siendo confirmado el día 2 de abril por el general Saliquet como presidente de la Audiencia. Cargo que ejerció hasta mayo, cuando el ministerio de justicia nombró presidente de la misma a un funcionario judicial de carrera.

La calle “de Cid” fue así titulada hasta 1926, cuando el ayuntamiento cambió su nombre por el de “Ruiz de Alda” para homenajear a Julio Ruiz de Alda Miqueliz (1897-1936), militar y aviador español, considerado un pionero de la aviación en nuestro país, que alcanzó gran popularidad, junto con el comandante Ramón Franco, por la hazaña del vuelo del Plus Ultra en 1926.

Pero poco duro el nombre de la calle Ruiz de Alda, dado que por la vinculación del aviador con la extrema derecha y la recién creada Falange Española (1933) de la que fue uno de los fundadores junto a José Antonio Primo de Rivera, en 1934 el Ayuntamiento de Elda procedió de nuevo a cambiarle el nombre a calle; dedicándosela en esta ocasión a “Barberán y Collar”, en homenaje a los aviadores Mariano Barberán (1897-1933) y Joaquín Collar (1906-1933), protagonistas, a bordo del Cuatro Vientos, de la gesta aeronáutica de cruzar el Atlántico sin escalas desde Sevilla hasta la ciudad de Camagüey, en Cuba. Sería en la segunda fase del viaje (trayecto Cuba-México) cuando el avión desapareció y sus restos nunca fueron encontrados.

Desde entonces y durante los últimos 90 años (1934-2024) Elda rinde homenaje a aquellos dos aviadores españoles, aunque solo a nivel oficial y postal la calle es conocida como “Barberán y Collar”, pues incluso popularmente, e incluso para las generaciones más jóvenes, tan desapegadas del pasado, la calle sigue siendo “la calle el Cid”.