Elda y el Dios Mercurio

El éxito de la primera Muestra o Feria local de calzado, celebrada en septiembre de 1959, conllevó su inmediata declaración como Feria Nacional en 1960 y, tras el rotundo éxito de ésta, en 1961 el ministerio le concedió el carácter y beneficio de ser considerada como Feria Internacional de Calzado. El crecimiento exponencial de expositores, de ventas y de visitantes obligó a realizar mejoras y adecuaciones estéticas en el recinto del colegio Padre Manjón, donde entre 1959 y 1963 se realizaron aquellas pioneras ferias del calzado.
Entre aquellas mejoras, algunas de las cuales se construían y derribaban cada año para dejar expedito el patio del colegio, destacó sobre todas, un obelisco levantado en agosto de 1962 con motivo de la celebración en septiembre de la III Feria Nacional del Calzado. Monumento constituido por una inmensa columna vertical de sección cuadrada rematada por una cornisa sobre la que se yergue un pequeño pedestal, en donde apoya un pie una estatua de Mercurio, dios romano del comercio. Divinidad romana que en actitud votiva y dotado de sus atributos divinos como las talarias o sandalias aladas, el petasus o sombrero alado y el caduceo, ofrece a Júpiter, padre de todos los dioses, el regalo más preciado de todos los eldenses: un zapato.
El obelisco eldense, atendiendo a las cualidades divinas de Mercurio (elocuencia, comunicación, comercio, viajes, suerte, etc.), se constituía en alegoría a la internacionalización de la ciudad de Elda gracias a la industria del calzado.
Tras la inauguración de las nuevas instalaciones feriales sobre el solar del antiguo campo de deportes del Parque, donde estuvieron hasta su derribo, el obelisco de Mercurio quedó en pie custodiado en el recinto del colegio Padre Manjón. Hecho que, sin duda, le salvó de la demolición promovida, al paso de los años, por algún visionario munícipe empeñado en la modernización a ultranza de la ciudad.
Pero no sucedió lo mismo con la pequeña figura del dios Mercurio que coronaba el obelisco. Quizás algún otro dios del Olimpo, pudiera ser el mismo Eolo, movido por los celos al observar el fervor de los eldenses por el comercio, los viajes y el incremento de las ventas de calzado a todo el mundo, provocó que un fuerte vendaval acaecido tal día como hoy, un 20 de enero de 1965, azotara la ciudad, provocando números desperfectos, cortes de suministro eléctrico en viviendas y edificios públicos, como el antiguo Hospital Municipal, así como la caída de Mercurio de su pedestal y la rotura de su estatua. Y por desgracia, ya nadie consideró oportuno reponer la estatua divina. ¡Los eldenses quedaron sin protección olímpica!
Afortunadamente, en septiembre de 2010, y con motivo del 50 aniversario de la celebración de la Primera Feria Nacional de Calzado (1960-2010), el Ayuntamiento de Elda, a propuesta de la Concejalía de Cultura y de su concejal José Francisco Mateos Gras, repuso al hijo de Zeus y mensajero de los dioses en lo alto del obelisco como homenaje del pueblo de Elda a los promotores de aquel evento comercial zapatero que tanta riqueza generó para todos los pueblos zapateros de España. Desde entonces, una nueva estatua de Mercurio surca el cielo eldense, cual protector de la industria y el comercio e intentando atraer los buenos augurios para nuestra ciudad.

