Elda en la Exposición Universal de Viena

Larga es la historia de la presencia de los productos eldenses en el comercio internacional. Para encontrar la primera referencia nos debemos remontar al siglo XIX.
Cuando la industria zapatera todavía se encontraba en un estadio preindustrial y no había despegado con fuerza, la villa de Elda estuvo presente en la Exposición Universal celebrada en Viena entre los días 1 de mayo y 31 de octubre de 1873.
La asistencia española a aquella exposición universal fue auspiciada, de forma entusiasta, por el gobierno de la recién estrenada República Española a modo de escaparate mundial del nuevo régimen político tras el derrocamiento de la monarquía de Isabel II y la abdicación del rey Amadeo de Saboya.
Varios productores agrícolas e industriales eldenses de la época mostraron al mundo entero sus productos en el magnífico reciento ferial de la entonces capital del imperio austrohúngaro, bajo el reinado del emperador Francisco José de Austria.
Hasta la ciudad del Danubio llegaron el afamado aceite, vinos y almendras de Pedro Juan Amat, al que los eldenses debemos la construcción de la icónica “Casa de las Beltranas”; el cotizado aceite, producto de la huerta eldense, de Lamberto Amat y Sempere; el esmerado papel de estraza, de Manuel Olcina Gosálvez; los felpudos y esteras de esparto, de José Pérez Gil; y las sogas y cordelería de esparto de un Amat y Maestre. ¡Todo un reto comercial para la época!.
Aquellos afamados prohombres eldenses del momentos desconocían que eran los últimos intentos de la Elda agrícola de adaptarse a una economía en transformación, en la que la industria del calzado acabaría imponiéndose de forma aplastante a partir de la última década del siglo XIX.
