Elda y la ermita de la Purísima
En cumplimiento de la voluntad testamentaria de Beatriz Corella de Coloma, en 1584, por el cual instituía que, con parte de sus bienes, se fundase un hospital de pobres en la villa de Elda, Juan Andrés Coloma, IV conde de Elda (1639-1697), mandará construir en 1641 el citado hospital. Establecimiento sanitario puesto bajo la protección de la Purísima Concepción que fue construido en la entonces periferia de la villa y dotado de una ermita anexa, que todavía se conserva en pie, donde se veneraba a la Inmaculada.
Aquel Hospital y su ermita anexa fue mantenido por los condes de Elda hasta 1837, cuando renunciaron a su patronazgo. A pesar de los sucesivos intentos del consistorio eldense de proceder a su conversión en escuelas de primera enseñanza y ante la falta de mantenimiento el edificio, el antiguo Hospital fue derribado en 1868, quedando en pie, únicamente, la ermita.
Con posterioridad, finalizada la guerra civil, y ante las carencias de infraestrutura escolar en Elda, el Ayuntamiento cedió a las Hermanas Carmelitas el inmueble para la construcción de un colegio para niñas, donde se finalmente se trasladaron en 1940, desde la calle Antonio Maura.
Tras el traslado hasta el actual centro educativo de Santa María del Carmen, las instalaciones del antiguo colegio de las Monjas, como era conocido popularmente, fue destinado a Conservatorio de Música y posterior; habiéndose planeado en 1998 también la posibilidad del traslado del Museo Etnológico a dichas instalaciones.
Sin embargo, y tras su uso como sede social de las Cofradías de la Semana Santa Eldense, su mal estado de conservación, derivado de la mala calidad de la construcción y de la falta de mantenimiento estructural, obligó a su derribo.
Hoy en día, y desde mediados del siglo XVII, gracias a sus robustas paredes, todavía se alza en pie, resistiendo al paso del tiempo, la que fuera ermita de la Purísima Concepción de la villa de Elda.