viernes, 22 de noviembre de 2024

Víctor Santos Sánchez, escritor y publicista: "Me emocioné cuando vi en el cine la parte en que yo había participado en el rodaje de Amenábar"

Víctor Santos Sánchez nació en Elda, y con solo 24 años ya ha escrito varias obras de microteatro, así como la visita teatralizada al yacimiento El Monastil titulada Aquellos que aquí vivieron, y una obra para el grupo de teatro de Petrer que dirige Begoña Tenés, El día de La Paz. Santos es un escritor precoz pues durante su etapa como estudiante fue monitor de la extraescolar de teatro en el colegio Santa María del Carmen durante dos años y con los alumnos realizó un corto y algunas obras menores. Ha estudiado Publicidad y Relaciones Públicas en la Universidad de Alicante, y a la vez realizó un curso de dirección de cortometrajes, y también varios cortometrajes con la ayuda de compañeros, uno de ellos ganó el premio del público y el de mejor interpretación en el Festival de Cortos de Aquí y de Allí de Elda.
Julia Moraga
2 noviembre 2019
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Víctor Santos Sánchez, escritor y publicista: "Me emocioné cuando vi en el cine la parte en que yo había participado en el rodaje de Amenábar"
La pasión de Víctor Santos Sánchez es el teatro.

Víctor Santos Sánchez nació en Elda, y con solo 24 años ya ha escrito varias obras de microteatro, así como la visita teatralizada al yacimiento El Monastil titulada Aquellos que aquí vivieron, y una obra para el grupo de teatro de Petrer que dirige Begoña Tenés, El día de La Paz. Santos es un escritor precoz pues durante su etapa como estudiante fue  monitor de la extraescolar de teatro en el colegio Santa María del Carmen durante dos años y con los alumnos realizó un corto y algunas obras menores. Ha estudiado Publicidad y Relaciones Públicas en la Universidad de Alicante, y a la vez realizó un curso de dirección de cortometrajes, y también varios cortometrajes con la ayuda de compañeros, uno de ellos ganó el premio del público y el de mejor interpretación en el Festival de Cortos de Aquí y de Allí de Elda.

Uno de sus últimos trabajos ha sido una colaboración en la producción de la película de Alejandro Amenábar, ¿cómo fue esta experiencia, dado el éxito del filme?

Mi participación en Mientras dure la guerra fue algo pequeño, como ayudante de producción unos días en la parte del rodaje que tenía lugar en Salamanca. Fue breve pero intenso y me permitió conocer de cerca cómo se hace una gran producción como esta, con tanta figuración vestida de época. Me alegro de que esté gustando, yo hasta me emocioné cuando vi en el cine las partes en las que yo había estado.

Tal vez el cine puede ser un filón en su trayectoria profesional.

Me encanta el cine, la sensación de equipo que hay y me encantaría repetir en otra película. He estado en varios rodajes ya y reconozco que me sigue asombrando cómo se hace todo.

¿Para iniciar su carrera como escritor ha sido fundamental establecer su residencia en Madrid?

No necesariamente, porque fue estudiando la carrera de Publicidad en la Universidad de Alicante cuando comencé a escribir algunos cortos y obras y a hacerlos con la ayuda de mis amigos. Eso sí fue imprescindible. A Madrid me vine porque para mí era un sueño, siempre he tenido la ciudad idealizada, aunque es verdad que hay más oportunidades aquí para lo mío.

¿Trabaja además en publicidad?

Sí, es otra vía de expresión porque al fin y al cabo en todo tiene que haber una parte de creatividad. Pero donde yo me desarrollo más creativamente es escribiendo lo que a mí me da la gana.

También escribe en El Periódico de Cataluña.

Sí, desde que llegué a Madrid he intentado estar en trabajos que me permitan escribir.

¿Cuándo sintió que se había convertido en escritor profesional?

No sé si soy escritor profesional, pero cuando empiezan a tenerte en cuenta para proyectos que no salen de ti te ves a ti mismo de otra manera. Me reconforta mucho cuando me llaman y me piden escribir algo, porque me pongo a prueba a mí mismo, tengo un estilo muy mío pero a la vez me gusta esa versatilidad de escribir cualquier cosa para cualquier formato.

Todas las críticas que resaltan  que es un buen escritor.

Pues yo agradezco quien te haya dicho eso, porque estos trabajos siempre dependen mucho de la opinión de la gente. Yo creo que se me da bien, tengo facilidad para que se me ocurran historias, aunque no soy el típico escritor poeta ni intenso.

En su etapa como estudiante ya se distinguía por su forma de escribir.

Siempre ha ido muy unido a mí. Era el encargado del periódico de la clase, de escribir las obras de Navidad... De forma intuitiva yo empecé a escribir y dirigir obras de teatro para mis compañeros y lo más sorprendente es que casi todos querían participar, de algún modo u otro: actuando, con las luces, la música... Siempre me he sentido muy arropado y creo que se debería fomentar más. Es muy bonita la sensación de equipo que se crea, creo que incluso más que en el fútbol o en otro deporte, pero en los colegios no se tiene muy en cuenta el teatro y mucho menos el cine.

¿Qué proyectos tiene en marcha?

Estoy escribiendo una obra un poco más madura que habla sobre el destino y romper con esa idea de que todo está escrito. Sigue siendo comedia, que es el género que más me gusta y me nace. Me gustaría hacerla en alguna sala de Madrid, pero también que llegase al Teatro Castelar, por ejemplo.

¿Es difícil hacerse un hueco en el mundo literario?

Más que literario, lo mío es más bien el mundo del guion, la dirección, de teatro y cine. Y sí, es muy difícil, para qué nos vamos a engañar. Es un universo muy endogámico y sacrificado. Además, a la gente joven le cuesta mucho ir al teatro. Lo asocian con ir a ver el musical de El Rey León y ya. En Madrid menos, pero tampoco es la tónica general. Dicho esto, yo me considero afortunado porque lo que he hecho ha funcionado bastante bien en el formato para el que ha sido pensado (microteatro, teatro off, visitas teatralizadas, etcétera).

¿Qué aspiraciones tiene?

Intento huir de eso. Evidentemente hay que tener aspiraciones, pero creo que es preferible no ponerse metas que te puedan llegar a frustrar si no las alcanzas. En mi caso, yo sé que voy a escribir siempre, siempre voy a hacer obras. Si las ven 50, 100 o 500 personas ya no lo sé.

¿Cómo es su relación con la ciudad de Elda desde que te fuiste a Madrid?

Pues mejor incluso que cuando vivía aquí. Somos como dos novios a distancia, me da tiempo a echarla de menos. Yo no reniego de Elda ni me pongo en la biografía de Instagram "Madrid". Además, para escribir necesito seguir en contacto con Elda porque me gusta mucho el costumbrismo de aquí y en una ciudad grande eso se pierde un poco.

¿Cómo vivió la experiencia de ser capitán Zíngaro en las pasadas fiestas de Moros y Cristianos?

Fue súper intenso. Si ya de por sí es intenso, con el 75 aniversario ha sido aún más. Los días de Moros son mis favoritos de todo el año, y no es porque sea de aquí, pero creo que la fiesta de Moros y Cristianos es la mejor del mundo y la de Elda en especial por el derroche de creatividad y arte en los trajes. Ser capitán no deja de ser un proyecto artístico, eres el modelo que lleva encima auténticas obras de arte. Es una pena que los medios a nivel nacional tengan la mirada puesta en otras fiestas donde son imprescindibles los animales o que son bastante rancias.

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