Adiós al doctor Emiliano Bellot
El doctor eldense Emiliano Bellot Busquier ha fallecido a la edad de 89 años y sus restos descansan en el Tanatorio Elda-Petrer en la sala número 1. La misa funeral se celebrará mañana martes a las 11:30 horas.
Estudió Medicina con la especialidad de cirugía en aparato digestivo. Posteriormente fue reclamado por el hospital de Lucerna en Suiza para transmitir sus conocimientos en esta especialidad. Allí vivió dos años, pero la muerte de su padre le obligó a regresar a Elda.
Ejerció durante toda su vida la medicina en su clínica particular en Elda, sita en la calle Dahellos, donde llevaba a cabo intervenciones menores, así como en varios hospitales de la provincia. Fue un médico moderno que consideró a los pacientes como un todo porque el aspecto psicológico y espiritual era tan importante como el físico, por lo que sus consultas duraban más de una hora con el objetivo de conocer bien a los enfermos.
Después de más de 70 años ejerciendo la medicina, Emiliano Bellot guardaba en su consulta en torno a 50.000 fichas de pacientes de varias generaciones de eldenses y de muchas otras localidades.
Fue también el cirujano de la Plaza de Toros de Elda a petición de su amigo el doctor José Ferreira. Sus intervenciones el valieron el apodo de “El ángel de la plaza” ya que salvó la vida de numerosos toreros y banderilleros a lo largo de varias décadas. Cuando los heridos llegaban a un Hospital, después de que el doctor Bellot les hubiera hecho una primera intervención de urgencia en la enfermería de la Plaza de Toros, recibió muchas veces las felicitaciones de los facultativos por su buena actuación.
Su carácter inquieto le llevó a presentarse a las elecciones locales de Elda en 2003 con la Unión por el Progreso de Elda, UPE, junto con Jiménez Huerta. Ambos salieron elegidos concejales y su partido se convirtió en la tercera fuerza política local. Posteriormente Bellot pasó al grupo mixto.
En sus últimos años ha gozado de una gran vitalidad y una excelente salud. Cada día madrugaba para leer algún volumen de su extensa biblioteca y así continuar aprendiendo de los grandes autores, entre los que se encontraba Jung, a quien admiraba. Su vasta cultura le llevó a escribir de forma incansable y un ejemplo de ello son los artículos de opinión que publicaba en el semanario Valle de Elda y que tenían una gran acogida, con reflexiones en torno a la felicidad en la vejez.