jueves, 10 de abril de 2025

Mujeres referentes

Estas cuatro mujeres celebran hoy el Día de la Mujer, pero aseguran que aún queda mucho trabajo por hacer
Valle de Elda
8 marzo 2025
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Mujeres referentes
Belén Alvarado, Sonia Albero, Sandra Rodríguez y Mercedes Mollá.

Belén Alvarado, Sonia Albero, Sandra Rodríguez y Mercedes Mollá son mujeres que desde bien pequeñas lucharon por tener un futuro profesional. Todas ellas celebran hoy el Día de la Mujer, pero aseguran que aún queda mucho trabajo por hacer para llegar a esa igualdad entre hombre y mujer. 

Belén Alvarado  Catedrática de la UA

"La desigualdad se da en los cargos, cuando hace falta apoyo, ahí el hombre sigue liderando"

Alvarado es profesora | Marta Maestre.

Belén Alvarado es catedrática de Lengua Española en la Universidad de Alicante y la primera mujer catedrática eldense. Lo fue a los 43 años, un logro que muy pocas mujeres han conseguido en el país. Se siente afortunada porque pertenece a una familia humilde, sus padres regentaron el bar La Jumillana. Desde pequeña tenía claro que quería huir de esa vida de trabajo duro, deseaba dedicarse a su vocación, ser profesora.

¿Por qué?

Desde niña siempre jugaba a ser profesora, me gustaba enseñar. Tras acabar de estudiar en la UA me quedé con una beca y soy profesora desde los 20 años con una beca del Ministerio.

Nunca ha tenido que elegir entre la vida personal y profesional.

No, y, además, cuando tuve a mi hija tenía dos trabajos, era concejala de Elda y profesora en la universidad. Curiosamente fue la etapa más productiva de mi vida.

Es la primera mujer catedrática de Elda, ¿se considera un referente?

Yo no lo pienso así, pero sí que me lo dicen amigas y conocidas. Creo que soy una persona más pero mi trabajo es más visible. Es cierto que en la última lista del Consejo Superior de Investigaciones Científicas estoy entre las 10.000 autoras españolas más citadas. 

Es un orgullo, es un trabajo que me encanta pero me está dando buenos resultados. De cara mi familia, fui la primera universitaria de mi familia, para mí es una satisfacción.

También quiso ayudar a su municipio.

Creo que fui valiente porque todos nos quejamos en casa pero cuando te ofrecen la posibilidad, tienes que estar. Aunque no compartían mi decisión, todos me apoyaron en casa. Tengo vocación de servicio al público. Entré a política para hacerlo bien. Conseguí implantar la sede de la UA, estoy satisfecha, aunque fueron cuatro años de mucho trabajo en las áreas de Turismo, Cultura y Relaciones con la Universidad.

¿Cómo es su día a día?

Muy sencillo, la verdad. Creo que es gracias primero mis padres, que me apoyaron para tener una carrera académica superior, y después a mi marido y mi hija, me han facilitado todo para hacer lo que quiero. Creo que tengo suerte, me considero una mujer que tiene corresponsablidad en casa. Mi marido colabora en el mismo porcentaje que yo.

Su hija tiene ocho años, ¿qué le inculca?

Le enseño a que la mujer tiene que educarse y trabajar en igualdad de derechos y deberes. Igual que el hombre, no más pero no menos. No sé si seré un buen referente para mi hija, no quiero que se exija lo que yo me exijo. Ella me dice que quiere encontrar la cura contra el cáncer porque hace talleres en la universidad. Que sea lo que quiera ser, la dejo ser una niña y que sea feliz y cuando llegue el momento ya decidirá.

En todas las casas no hay reparto equitativo.

Yo creía que esto del 50-50 ya se daba en mi generación, pero no es así. Me da tristeza ver que hay gente que todavía lucha por ello con mi edad, no lo entiendo. Tengo un marido que me apoya al igual que yo a él, eso creo que es un privilegio. Aunque no se haya educado en igualdad, al hacer vida en pareja ambos entendimos que tenía que ser así.

¿En su profesión, en la universidad nota desigualdad?

En la promoción individual hay igualdad porque cada uno va consiguiendo sus logros. La desigualdad la he sentido en los cargos, cuando hace falta el apoyo de otras personas, ahí el hombre sigue liderando. Por ejemplo, en la Facultad de Filosofía y Letras todavía no hemos tenido una mujer decana, solo hombres.

 
Sonia Albero, médica

"No se trata de estar en todas partes a la vez, sino de estar presente en cada momento"

Albero dirige Plenipausia| Nando Verdú.

Sonia Albero es ginecóloga especializada en medicina reproductiva, salud hormonal y menopausia. Además es madre de dos niños, amante del deporte , la música y el cine. Durante la pandemia descubrió el amor por la escritura.

¿Puede compaginar el trabajo con la vida familiar?

Como muchas mujeres que trabajan y emprenden, he aprendido a priorizar y delegar. No se trata de estar en todas partes a la vez, sino de estar presente en cada momento.

¿Cómo es su día a día?

Intensos, pero muy gratificantes. Por la mañana paso consulta en el hospital IMED de Elche, y por las tardes, me dedico a coordinar el equipo de Plenipausia y a seguir desarrollando el proyecto.

A pesar de esta agenda exigente, procuro reservar tiempo para mi familia y para mí. Siempre intento acompañar a mis hijos a la cama, leer con ellos y compartir nuestro día.

Los fines de semana los dedicamos a disfrutar juntos, sobre todo al aire libre, ya sea en la playa o practicando deporte.

¿Qué opina de la igualdad laboral?

Hemos avanzado mucho, pero todavía queda camino por recorrer. Aunque en la medicina hay una gran presencia femenina, los puestos de liderazgo siguen estando mayoritariamente ocupados por hombres. Debemos seguir trabajando para romper barreras y asegurarnos de que el talento y la capacidad sean los únicos criterios que importen.

¿Qué sea mujer hace más cómodo acudir a otras mujeres?

Muchas mujeres me comentan que se sienten más cómodas hablando de ciertos temas conmigo porque sienten que, como mujer, puedo entender mejor por lo que están pasando. La empatía es clave en mi trabajo, y saber que puedo ofrecer un espacio de confianza.

¿Ha notado algo que quiera destacar gracias a su trabajo?

Me gustaría subrayar la importancia de que las mujeres hablemos más sobre nuestra salud sin miedo ni tabúes. A veces nos cuesta compartir nuestras dudas o pedir ayuda por temor al juicio, y eso debe cambiar. Cada mujer vive sus etapas de manera distinta, y en lugar de juzgarnos, debemos apoyarnos más entre nosotras.

 
Sandra Rodríguez, librera

"Yo mujer florero no he querido ser en la vida"

Rodríguez trabaja en Martín Fierro desde hace 25 años | Marta Maestre.

Sandra Rodríguez es librera desde los 17 años. Trabaja en Martín Fierro, la librería de Elda. Es madre de tres hijos de entre diez y 14 años, una de ellas es niña, y después de 25 años no cambiaría su trabajo por nada del mundo, asegura.

¿Cómo se puede compaginar el trabajo con la crianza de tres hijos?

Cuando eran mas pequeños tirábamos de mi madre o mi marido podía compaginar con su trabajo. Ahora que son mayores, todo es más sencillo.Antes tenía media jornada, ahora, completa pero mi hijo tiene asperger así que los días martes y jueves por las tardes libro. Me gusta tener unas horas para ellos, ¿si no para qué he sido madre? He sido madre porque he querido no para que los tenga mi madre.

¿Siempre ha tenido claro que querías ser madre y trabajar?

Yo mujer florero no he querido ser en la vida.

¿Qué es lo que más le gusta?

Que estoy súper informada siempre. Ha sido todo como un viaje, al principio me leía cualquier cosa, ahora ya no. Me permite culturizarme.

¿Habla de igualdad con su hija?

A mi hija le inculco que debe tener su propio trabajo, que debe saber cuidarse, no depender de nadie. Aunque tenga una familia numerosa siempre he tenido claro que tenía que trabajar. La conciliación es posible, no creo que sea sano ni mental ni físicamente dejar de trabajar. Mi marido me dice que a veces soy más dura con ella, pero creo que todo recae en nosotras, tiene que echar para adelante.

 
Mercedes Mollá, churrera

"Me considero trabajadora, luchadora y emprendedora"

Mollá trabaja de churrera en el negocio familiar | Marta Maestre.

Mercedes Mollá Martínez trabaja desde hace 27 años en la Churrería Mónaco de Petrer. Un negocio familiar, por parte de su marido, al que entró cuando su suegro se jubiló. Antes de comenzar a trabajar en la churrería Mollá trabajaba en el calzado, pero al no poder compaginar ambos trabajos acabó quedándose en el negocio familiar.

Comparte trabajo con su marido, ¿cómo se dividen en el ámbito laboral?

Él está más centrado en la elaboración de los churros, mientras que yo me quedó en la barra preparando cafés y ayudando en el salón sirviendo cuando hay mucha clientela.

Aunque en este mes de marzo yo paso a tener más presencia en la cocina porque hago buñuelos. Empiezo el último fin de semana de febrero y los tenemos en la carta hasta el día de San José.

¿Y en el hogar?

Nos repartimos el trabajo de casa en igualdad de condiciones. Tenemos el mismo horario laboral por lo que si uno está preparando la comida, el otro se encarga de recoger la ropa o limpiar la casa.

¿Cómo se definiría?

Me considero una mujer trabajadora, luchadora y emprendedora porque las mujeres tenemos que seguir luchando para que la igualdad entre hombre y mujer sea una realidad.

¿Por qué es importante seguir celebrando el Día de la Mujer?

Con el paso de los años se ha ido mejorando en igualdad entre hombre y mujer, pero todavía queda mucho trabajo por hacer, sobre todo en el mundo laboral.

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