La noche es joven en el Sector 9
En el asfalto de la parte baja del Sector 9 los jóvenes de Elda se resguardan en la claridad que nace de una farola en la oscuridad estival que los acoge. En sus sillas de playa los jóvenes Carlos, Javier o Ana pasan las noches de verano en la ciudad que, aseguran, les ofrece poco ocio. Enredados en conversaciones, animados por los toques a un balón de fútbol o en la adrenalina de ir ganando a un juego de cartas viven muchos jóvenes de Elda pasadas las nueve de la noche hasta la madrugada. Hugo Ferrándiz señala que “todo el mundo” habita esa zona reservada para los vehículos, aunque no son más de cien los jóvenes de entre 16 y 24 años que allí se reúnen.
Carlos Sánchez de 24 años narra a sus amigos cómo añora aquellos tiempos de infancia donde había recreativos en la zona. Pero finaliza su regresión sin éxito porque la mayoría le contestan al unísono: “Yo de eso ni me acuerdo”. “Si hubiera más oferta cultural y de ocio podríamos hacer más cosas en Elda, pero como no la hay, nos tenemos que buscar la vida y nos venimos al Sector”, afirma Marina Martínez.
Izam Pina, presidente del Consejo de la Juventud de Elda desde 2022, manifiesta sobre este tema: “Hay jóvenes que no creen en la ciudad, aunque es cierto que falta mucho ocio juvenil. Se han hecho muchos avances desde la Concejalía de Juventud en esta materia, pero todavía queda mucho por hacer por parte de la iniciativa privada”. Asegura que mantienen reuniones de forma continua con el Ayuntamiento porque el gobierno local “desea estar cerca de la gente joven”, lo cual se puede apreciar con su programa “Elda 40Gra2” donde están realizando cine de verano, monólogos, conciertos, talleres de fotografía, rutas de senderismo, etc. “La Administración pública avanza, pero si no hay un acompañamiento de la iniciativa privada, cosa que no está sucediendo, poco más se puede hacer”, dice con tono resignado.
Andrés Rico tiene 20 años y pide para Elda un ocio que no sea solo nocturno, en lo que coincide con Pina, ya que “lo único que está habiendo por el lado del sector privado es un ocio de este tipo, o sea, salir de fiesta”.
Los jóvenes quieren centros comerciales o recreativos y el presidente del organismo declara que están trabajando para realizar en lo que queda de año una segunda edición del Young Elda Festival.
Izam trata de tender puentes para aumentar la participación de la gente joven ya que, aunque exista en estos momentos un problema con el asociacionismo juvenil, el Consejo “es una herramienta muy positiva para que hagan sus reivindicaciones”, explica.
Por su parte, los jóvenes Rocío Rico y Cristian Martínez piden a las instituciones y a la iniciativa privada que se les escuche: “Que nos pregunten. Que nos tengan en cuenta. Que nos hagan partícipes de sus decisiones”.
Como contrapunto a su enfado confiesan que no pueden “quejarse del todo” porque, aunque los organismos públicos hicieran cosas, ahora mismo no participarían porque hasta este momento nada les atrae. Demandan que se les escuche para que los proyectos de unos coincidan con los deseos de los otros. “Lo que se necesita para la gente joven, además de espacios de ocio, es que se nos escuche constantemente, que se nos mime. No solo estamos para hacer bulto”, se suma a esta demanda el presidente del Consejo de la Juventud poniendo especial acento en el sector empresarial.
Por el momento, el centenar de jóvenes que se queda en Elda continuará protagonizando esta postal costumbrista de sillas de playa en el asfalto, juegos de cartas a deshoras y anécdotas sobre veranos pasados, pero que se reviven en muchas de sus carcajadas. Siempre recordarán lo que hicieron o lo que no pudieron hacer en este particular verano del 24, y con los años rememorarán dónde pasaron sus noches cuando el sol caía; un espacio habitualmente deshabitado que cobra vida en verano porque la noche es joven en el Sector 9.