Rosana Estevan busca una plaza para su hijo autista en una residencia
Rosana Estevan Robles tiene un hijo con 24 años con autismo que necesita una plaza en un centro para personas con discapacidad ya que sufre episodios de violencia incontrolada. El joven recibe tratamiento médico y ha permanecido ingresado en varios centros fuera de la Comunidad Valenciana. Actualmente vive en casa con ella, pero cuando padece una crisis ha llegado a agredirse a sí mismo, lo que constituye un peligro tanto para él como para quienes están a su alrededor. El suyo es un ejemplo de tantos, pues son muchas las familias con hijos con discapacidad que no encuentran plazas públicas en residencias gestionadas por Sanidad o Servicios Sociales.
El sufrimiento de Rosana Estevan cuando ve a su hijo fuera de control se incrementa con la impotencia de no poder hacer nada, pues para ella es imposible reducirlo en esos momentos. Además del miedo que siente porque se pueda agredir o hacerle daño.
El joven actualmente permanece ingresado en el Hospital General Universitario de Elda en la Unidad de Psiquiatría, ya que Rosana Estevan no puede cuidarlo por sí misma pues carece de fuerza física. Mientras tanto, su madre busca sin descanso una plaza en una residencia de Elda, Alicante o Valencia donde pueda permanecer interno y que, a la vez, esté cerca para que pueda ir a visitarlo, ya que además no tiene coche. Durante un tiempo el joven estuvo ingresado en Palencia, pero ella casi no podía ir a verlo, pues el viaje y la estancia eran muy costosos.
Cuando pasa la crisis y se encuentra tranquilo, el joven le dice a su madre que lo siente y le explica que en esas fases no puede controlarse. De hecho, hace poco tuvo que acudir la Policía Local a su hogar porque rompió el cristal de una ventana que cayó a la calle.
Rosana Estevan afirma sentirse sola y desesperada. Cada día busca ayuda y llama a los estamentos sanitarios y de servicios sociales pidiendo auxilio, pero recibe como respuesta que no hay plazas.