Bernabé Rico Godino, sacerdote que oficiará su primera misa en la Inmaculada: “La carrera de Filosofía me ayudó a acercarme a Dios”
El joven eldense recién ordenado sacerdote Bernabé Rico Godino oficiará su primera misa en Elda en su parroquia de la Inmaculada el domingo, día 23 de mayo, a las 13 horas.
Bernabé Rico se ordenó sacerdote el pasado día 8 de mayo en la catedral de la Almudena, tras realizar sus estudios en el Seminario Conciliar de la capital, ya que la vocación del joven surgió mientras cursaba Ciencias Políticas y Filosofía en Madrid, carreras que ha concluido junto con la de Teología. Allí continuará su trabajo como sacerdote en la parroquia San Clemente Romano de Villaverde, “hasta que disponga el obispo, yo ya soy de la diócesis de Madrid y estoy muy feliz de estar aquí”, asegura.
El joven sacerdote de 29 años de edad expresa que está muy ilusionado con oficiar su primera misa en Elda: “Es una alegría volver a los orígenes de mi vida cristiana con la gente que me conoce desde pequeño, siento muchísima felicidad de poder celebrar la misa con tanta gente que me quiere, y es de justicia hacerlo. De hecho, iban a venir en un autobús a mi ordenación, pero no pudo ser por la situación sanitaria. Daré gracias a Dios por la vocación que se fue forjando en mi parroquia, donde el Señor puso a muchas personas en mi camino. Y, aunque esté feliz en Madrid, yo soy de Elda, señores, como la canción”, indica.
Bernabé Rico estudió Infantil y Primaria en el colegio Miguel Hernández y el Bachillerato en el IES Azorín. Finalmente se desplazó a Madrid para estudiar la carrera de Filosofía: “Me encantaba lo que estaba estudiando, y siempre digo que fue mi primera vocación, pero Dios no se desdice, por lo que sigo llamado a vivir como filósofo, amando la verdad y siendo responsable de las verdades que vivo; mi vocación filosófica me ayudó a acercarme a Dios, a la Iglesia y a la vocación sacerdotal porque el amor a la verdad es en último término Jesucristo”.
Sus padres y sus dos hermanos no eran practicantes, pero sí una familia católica tradicional: “Éramos la BBC, vamos, bodas, bautizos y comuniones”, bromea. En torno a los 16 años se preguntó por su coherencia como cristiano, “empecé a acercarme a la iglesia los domingos. Le dije a don José Rives, que era el párroco y además mi profesor de Religión en el Instituto, si me podía confirmar. Cambié también mis lecturas, pasé de la literatura fantástica a Valle Inclán, Stendhal, Borges o Unamuno, este último me ayudó mucho. Iba buscando respuestas y las iba encontrando en la fe cristiana, respuestas no solo intelectuales, sino vitales”, afirma.
En su adolescencia, empezó a sentirse un poco solo porque sus amigos no lo entendían, tampoco le gustaba salir de fiesta, pero sí jugar al tenis, que siempre practicó en el Club de Campo de Elda. “Encontré en la iglesia mi casa, mi familia, encontré en ella también una respuesta de amor, desde el corazón”.
En Madrid sintió el despertar de su vocación y también la respuesta definitiva. Entró a los 22 años en el seminario por una vocación sacerdotal que explica con un razonamiento filosófico, y que expondrá en su homilía el domingo: “Yo quería ser profesor universitario de Filosofía e iba encaminado a ello, y, por otra parte, tener una familia me parece algo precioso, sin embargo, renuncio con mucha alegría en todo ello porque elijo otra cosa: si Dios es amor y él es el que puede colmar nuestro corazón de felicidad y plenitud, es razonable decirle sí”.
Su tío, Antonio Godino, también eldense y sacerdote misionero en Guatemala desde 2007 y con anterioridad en Cuba, siempre ha sido para él un referente de entrega cristiana y sacerdotal: “Desde que nací ha estado fuera, pero me dijo por teléfono que el Señor, llamándome a mí, llamaba también a mi familia, y así ha sido”, ya que ahora su madre y su tía son catequistas y su padre y su hermano son también practicantes.
En su nueva vida como sacerdote, se plantea como objetivo el mismo que tiene la Iglesia, según afirma: “Llevar la Buena Noticia del Evangelio, el amor y la salvación de Dios especialmente a los que están más alejados, no lo conocen o