Fallece Ángel Acedo, fundador del colegio Santo Domingo Savio de Petrer, a los 79 años
El colegio Santo Domingo el Savio está de luto. Ayer falleció su fundador, Ángel Acedo Sánchez, a los 79 años de edad, en Elda. Nació en 1940 en Madrid, ciudad en la que inició su profesión, a Petrer llegó en 1972 para trabajar junto a su hermano, José, en este centro que fundaron. Pronto se haría cargo de la dirección del centro hasta que se jubiló en 2007. Su talento para la docencia y cercanía y buen hacer le permitió ganarse el corazón de aquellos a quienes enseñó y de sus compañeros de trabajo.
Desde el centro han querido enviar una carta de despedida para Ángel, persona muy querida entre sus alumnos y compañeros. La carta está redactada en nombre de la comunidad educativa por Chus Rubio Berenguer.
Gracias infinitas, don Ángel...
Cada día, cuando pasamos la valla roja del cole, nuestra vida se va escribiendo, enlazada con el mismo hilo…
Seamos profesores, alumnos o familiares, un trocito de nuestras historias ya está unido, cosido, bordado por ese hilo invisible…
El cole, nuestro cole, ha sido el telar donde muchos dejaron bordada su infancia o la infancia de sus hijos…
Y todo está ya cosido con ese hilo invisible con el que se comenzó el camino por donde muchos, muchísimos hemos caminado felices y seguros, y todavía seguimos haciéndolo…
Que cada día tengamos el privilegio de cruzar esa valla roja te lo debemos a ti, Don Ángel… Eres el hilo que, cuando giramos el telar, vemos que lo va uniendo todo… Gracias a ti nuestras vidas y las infancias de cientos y cientos de niños han sido mágicas, llenas de recuerdos cargados de nostalgia, amor, cariño y risas…
Gracias a ti Don Ángel, porque un día decidiste crear un colegio de la nada, para conseguir trabajar en lo que más feliz te hacía…
Gracias a ti Don Ángel, porque fuiste ejemplar para todos los que tuvimos el placer de trabajar a tu lado…
Gracias a ti Don Ángel, porque como alumnos, nos enseñaste a crecer siendo personas felices y con valores…
Gracias a ti Don Ángel, porque con solo una mirada nos infundías respeto y ternura a la vez, y en ello estaban todas las enseñanzas del mundo…
Gracias a ti Don Ángel, porque un día decidiste crear un colegio en un montón de locales de alquiler para hacer realidad “esa educación” con la que soñabas…
Gracias a ti Don Ángel, como compañeros, por regalarnos un sueño por el que luchar cada día…
Y gracias Don Ángel, por ofrecer una infancia tan feliz a tantas personas…
El cariño y el agradecimiento que sentimos es tan infinito, como infinito es el camino que tú comenzaste…
No te has ido, porque tu hilo invisible continúa bordando tu legado…
Desde aquí, enviamos todo nuestro cariño a su familia...