El coronavirus no puede con la tradición de comerse la mona
La COVID-19 y el confinamiento no han podido con la tradición de comerse la mona de Pascua el fin de semana y la próxima semana. No obstante, la venta de estos productos ha caído en picado en la mayoría de las panaderías y hornos de la localidad.
La crisis ha hecho caer más de un 50% las ventas de las panaderías. Juan Antonio del Valle, del Horno del Valle, afirma que “otros años hemos elaborado todos los días de la Semana Santa monas y toñas, ahora solo los jueves. Te dicen que en casa no es lo mismo, que las compraban para tomarlas con amigos y familiares o los mayores para sus nietos, pero como no los pueden ver, ya no reservan”. Del Valle, además, recuerda que otros años el Miércoles de Ceniza ya empezaban con los buñuelos, pero este año ni han hecho.
La Panadería San Blas sufre la misma situación, Nuria Martínez, indica que “ya no se hacen encargos de monas, la gente entra de dos en dos y se llevan lo justo. Al no poder salir, no las compran y las ventas no son ni la mitad que las de otros años”.
Por su parte, Vicente Valero, propietario de la Pastelería Peñataro, señala que “otros años se amasaban a diario, ahora solo el jueves y por encargo”.
Uno de los pocos hornos a las que no ha afectado esta crisis es la Panadería Fraternidad. Uno de sus propietarios, Julián López, explica que “hemos sabido reinventarnos. Nos hemos anticipado y hacemos envíos a domicilio. Contamos con seis trabajadores y llevamos haciendo monas y toñas toda la semana”. Estiman que harán en torno a 150 monas y 50 toñas al día y asegura que es gracias al envío a domicilio, lo tiene claro: “Nos llaman personas pidiendo para ellos y para sus padres, mucha gente no quiere salir y demandan que les llevemos a casa los productos, esto ha sido la clave para poder tener tanto trabajo”. Además, como nota curiosa indica que “tenemos pedidos de personas que han superado la enfermedad COVID-19 y nos hacen pedidos para los profesionales del Hospital General Universitario de Elda, es un detalle muy bonito que me emociona”.
Otras panaderías no pueden hacer este servicio al no contar con tanto personal, por lo que realizan sus ventas en tienda.
Monas en casa
Muchas familias con menores también optan por ponerse manos a la obra y entretener a sus hijos. Un ejemplo es Ana Belén Ortega, madre de dos niñas de nueve y dos años, que ha optado por hacer monas por primera vez: “Estando en casa todo el día las madres tenemos que inventar diferentes actividades y juegos para entretener a los peques. Yo busqué la receta por internet e hice la masa, la dejé reposar para que subiera y mi hija mayor, María, hizo bolas pequeñas para las masas, les hizo el agujero, les puso el huevo, las decoramos y al horno”. Señala que “fue una tarde diferente y muy divertida. Y las monas estaban buenas, es otra opción para entretener a los menores durante el confinamiento”, asegura.