Eva Javega, auxiliar de mayores a domicilio: “Hay que ser valiente y tirar para adelante, no queda otra”
El aislamiento es una situación excepcional y complicada para toda la población, si bien conlleva más dificultades para las personas mayores que viven solas y necesitan ayuda en su día a día. Por este motivo, la labor que hacen las auxiliares es esencial para las personas de la tercera edad, pues no pueden renunciar a su asistencia.
La empresa eldense Serlicoop, que sigue en activo durante el actual estado de alarma, tiene claro su compromiso con la sociedad y que su labor es más importante que nunca, pues son muchas las personas mayores a las que sus familiares no pueden visitar por riesgo a contagiarles la COVID-19 las que necesitan ayuda, indica el responsable de Comunicación de Serlicoop, Pablo Milán.
Esta empresa cuenta con 60 trabajadoras que día a día acuden a ayudar a decenas de usuarios en Elda y Petrer. Su labor es la atención personal y doméstica y el acompañamiento. En muchos casos los usuarios necesitan más de un servicio.
Una de las auxiliares de esta empresa es la eldense Eva Javega, quien después de tres años trabajando con esta firma local, derrocha optimismo y seguridad: “Ahora es cuando más nos necesitan, no podemos decidir no trabajar por miedo. Nuestro trabajo es esencial y más necesario que nunca”. Javega admite que “los usuarios nos lo agradecen a diario, entienden que nos estamos arriesgando por ayudarles. A mí me cuentan su pasado y muchos han vivido experiencias mucho más duras como la guerra, no tenían ni para comer. ¿Cómo vamos a dejarles solos ahora?”, asegura.
“Nos damos apoyo y ánimos unos a otros. Lo que tengo claro es que no hay que tener miedo, si lo tienes es mejor no salir de casa. Estamos protegidas, tenemos que salir de casa sin miedo pero con respeto, transmitir positividad. Es el momento de ser valientes y tirar para adelante, no queda otra”, asegura Javega.
La coordinadora de auxiliares de esta empresa, Beatriz Gómez, admite que ahora más que nunca “es un trabajo complicado, hay mucho miedo, caos. Por ello se les ha dado a las trabajadoras todo el material necesario, los llamados EPI, para su seguridad, pero también para la de los usuarios”. Así llevan mascarillas, viseras, guantes y los trabajos se hacen con total normalidad, si bien es cierto que algunos usuarios se han dado de baja por miedo.
Las auxiliares seguirán cada día saliendo de casa protegidas para ayudar a todos los mayores de Elda y Petrer que lo necesitan.