Tres eldenses lanzan “K-galderos”, el podcast gamberro sobre la ciudad
Elda estrena el primer podcast sobre la ciudad, es divertido, gamberro y sin filtros en el que se comenta la actualidad local. Es “K-galderos”, un programa semanal presentado por dos jóvenes eldenses, Manuel Vilar y Juanjo Conejero, mientras Pedro Vilar se encarga de grabarlos. Hablan sin tapujos sobre lo que ocurre en la ciudad y la necesidad de mejorarla, se declaran "el mejor y el peor podcast de Elda –solo hay uno-" y aseguran que le dan “cera a todo el mundo, nos dan igual los colores, no tenemos miedo”, declaran. Su principal objetivo es reivindicar que haya “más cultura en Elda, sobre todo para los jóvenes”.
Se declaran un medio de contracomunicación: “Los medios del pueblo son muy serios, se olvidan de que a la gente le gusta reírse de lo que ocurre a su alrededor, ese es precisamente el éxito del Tenorio o la Embajá de la Calle del Marqués. Por eso hacemos este programa, para reírnos de lo que nos rodea. No somos un medio, hasta llamarnos podcast nos parece presuntuoso”, explica Conejero.
Manuel Vilar, que se declara un enamorado del cine y amante de la cultura, ha hecho varios cortos, “iba para director y me he quedado en esto”, ironiza. Su hermano, Pedro Vilar, tiene el título en Imagen y Sonido y en Fotografía “he hecho poco en la vida, ocupo la mayor parte del tiempo en la depresión, hago cosas pero porque mi hermano tira de mí, básicamente. Hablo poco en el programa, pero me siento realizado”, asegura con una media sonrisa. Juanjo Conejero ha estudiado Informática, ha estado en grupos de música como Sinergia e intentó montar otro junto a Manuel Vilar, sin éxito, se declara “un friki de Elda y de su idiosincrasia”, además, participa en Moros y Cristianos, de hecho, es centinela del Embajador Moro.
Buena acogida
La química entre ellos es palpable, siempre a través de los cascos; se complementan y disfrutan con lo que hacen, algo esencial para conseguir que el oyente se ría con ellos. Llevan solo cinco programas pero tal ha sido la buena acogida que ha tenido “K-galderos” que el alcalde, Rubén Alfaro, y el concejal Javier Rivera ya han pasado por sus micrófonos, por propia iniciativa: “¡Tenemos fans famosos!”, bromean. Sin duda, se les da bien la promoción a través de las redes sociales, tienen Facebook, Instagram y Twitter. En pocas semanas suman más de 1.000 reproducciones en Ivoox, Spotify, Apple Podcast y Youtube y va aumentando.
Es un programa tan eldense que hasta Emilio Castelar aparece en su logo. ¿Por qué hablar de Elda? “El primer día nos pusimos delante de los micrófonos con la idea de hacerlo en general, pero siempre acabábamos hablando de la ciudad, al final hablas de lo que te rodea, por lo que tuvimos claro que tenía que ir sobre el pueblo”. El nombre de K-galderos vino rodado, “a los de Elda siempre nos han llamado ‘cagalderos’ los de alrededor, ¿Y que mejor forma de reírnos de todo que empezar haciéndolo con nosotros mismos?”, explica Vilar.
En solo unas semanas ya han sacado una iniciativa solidaria, han puesto a la venta camisetas del programa por diez euros, y por la compra de cada una donarán tres euros a la Asociación Canina de Elda, ASCAN. La llaman “Iniciativa Knina” y recalcan que no se llevan nada “pero nos gustan mucho los perretes y queremos que los canes abandonados estén lo mejor posible”. Están a la venta en Publi Adnaloy, en Reina Victoria, 38 de Elda.
Este no es su primer intento, llevan años sacando pruebas, de hecho, tuvieron su propia emisora de radio a través de internet, en esa época en la que no existían los podcast y que internet acababa de irrumpir en la sociedad. Era a través del programa Winamp, emitían por las tardes para un máximo de seis oyentes, la conexión era de 128K, “era otra cosa, un programa musical llamado Juanolo –por Juanjo y Manolo- y solo ponían música”, indica Conejero. Pedro Vilar apostilla que en aquella época tenía diez años “y yo era uno de los seis seguidores”.
Programa sin guiones
Vilar bromea al asegurar que “esto –el podcast- casi nos hace perder la amistad, ya no podemos hablar, grabamos los jueves para editarlo y colgarlo el lunes a mediodía, durante el resto de la semana no nos contamos las cosas divertidas que vemos para que en el programa sea una respuesta natural, para sorprendernos”. En K-galderos no hay guion, es lo que les funciona.
Estos jóvenes tienen un solo veto, al fascismo, para lo demás no tienen filtros, aunque Conejero es el que edita y admite que “nuestro límite es la ley, si nos pueden llevar a juicio lo quito o meto pitido, no estamos tan locos”. Aunque sea un programa casero tienen un equipo profesional, buenos micrófonos, cascos y una mesa de mezcla que utiliza Pedro Vilar.
En estos cinco programas, además de mencionar a la asociación cultural petrerense Kaskaruja siempre reivindican “un hueco en la Ser, solo para grabar, no nos dejarían emitir sin censura y eso no nos va”. El siguiente paso es grabar el podcast en vídeo, pues su intención es que sea un proyecto a largo plazo “hasta que la gente se canse de nosotros y nos deje de escuchar”, bromean en serio.