Descubren un arenal en La Torreta
Un estudio geológico ha desvelado que Elda cuenta con un arenal en el monte La Torreta, de ahí que se haya propuesto que se llame Arenal de La Torreta. Se trata de una superficie de unos 6.000 metros cuadrados en la zona norte del monte que limita con el paraje natural del Pantano de Elda. Este descubrimiento ha supuesto una alegría para la Concejalía de Medio Ambiente, ya que aunque la zona está protegida por ser un paraje natural, desea que se convierta en Lugar de Interés Geológico nacional, LIG, por sus características singulares, pues no se parece a los arenales de la zona.
Se trata de un arenal muy diferente a los de la zona, como el conocido de L’Almortxó de Petrer. El de La Torreta está situado en una zona con menor pendiente y su situación es distinta, pues está repartido en una amplia parcela que incluye una zona de cultivos.
La edil de Medio Ambiente, Pilar Calpena, ha destacado que se ha contado con expertos que han permitido descubrir las singularidades de la tierra y ha explicado que este es el más moderno que se ha datado no solo en el valle sino en la comarca.
El geólogo Ignacio Fierro ha explicado que ha sido un equipo de geólogos y una arqueóloga el encargado de llevar a cabo este interesante estudio. Se trata de un grupo de catedráticos ilusionados por el patrimonio arqueológico alicantino que han invertido varios meses. Tras analizar las muestras obtenidas en detalle han comprobado que esta zona contiene una gran cantidad de cuarzo así como que los granos, que son más finos que los del Arenal de Petrer, tienen más carbonato. Este arenal no se ha formado por transporte eólico sino fluvial-eólico, es decir, esta arena fue transportada por el río Vinalopó, que se encuentra a pocos metros de distancia, y el aire lo trasladó luego hasta este punto.
Aunque no se ha podido datar, se cree que este arenal es moderno, mucho más que el conocido arenal de Petrer, y podría haberse creado en la década de los 50 del pasado siglo, cuando la vegetación no había rodeado al río Vinalopó y permitía que el aire transportase las partículas.