El derribo de la fábrica Emérito Maestre concluirá con la retirada del amianto a mediados de febrero
La demolición de la antigua fábrica de Emérito Maestre, ubicada en el barrio La Purísima de Elda, concluirá en unas semanas. Tras meses de espera, el Ayuntamiento de Elda acaba de recibir el visto bueno para poder continuar el derribo siguiendo un protocolo pues la fábrica se construyó con amianto, material considerado en la actualidad perjudicial para la salud, así la retirada de escombros se efectuará con un cuidado especial para evitar cualquier peligro.
La demolición de la fábrica se ha alargado en el tiempo a la espera de los permisos por parte de Inspección de Trabajo. Fue en verano cuando comenzaron las obras y se retiraron varias edificaciones pequeñas, y ahora se retomarán hasta concluir a mediados del mes de febrero.
Esta ha sido una ejecución subsidiaria por parte del Ayuntamiento de Elda, es decir, será el Consistorio el que pague la obra ya que la empresa propietaria del edificio es insolvente. Cuando el derribo concluya el Ayuntamiento emprenderá acciones legales para que esta empresa costee la actuación.
Este complejo fabril se construyó hace más de un siglo, entre 1906 y 1912, en la que por aquel entonces era una zona alejada del núcleo urbano llamada Casas de Santo. Estaba compuesta por la fábrica y las viviendas de los trabajadores. La singularidad de estos edificios llevó a que durante años algunas entidades de Elda solicitasen su rehabilitación a las distintas corporaciones municipales. Se recibieron múltiples propuestas como su conversión en museo.
El abandono del complejo hizo que este se convirtiera en un foco de insalubridad, donde la vegetación y las ratas ganaron la batalla. Además, a pesar de que la fábrica llevaba años tapiada, en los últimos tiempos accedía gente a su interior, con el riesgo que suponía. Esto provocó denuncias de los vecinos para que se acabase con este foco de insalubridad. Con el derribo, el Ayuntamiento responde así a la reivindicación histórica de los vecinos de la zona.
El paso del tiempo y el abandono del edificio desde hace años, así como la falta de proyectos para su recuperación, ha provocado que desaparezca una de las primeras fábricas eldenses.