Berto Romero hizo reír a un Teatro Cervantes al completo
El cómico catalán Berto Romero demostró ayer en el Teatro Cervantes de Petrer por qué es uno de los monologuistas del momento, y es que a lo largo de su espectáculo combinó a la perfección su humor con música e incluso baile. Con Berto Romero sigue con nosotros el humorista reflexiona sobre su vida, la famosa crisis de los 40, y sobre cómo afronta la paternidad. Él éxito del espectáculo ya se avecinaba minutos antes del comienzo, pues el público, que agotó las entradas, hizo una larga cola para disfrutar de este espectáculo de pura comedia.
Y Berto Romero no defraudó, comenzó con un hilarante vídeo en el que dramatizaba sobre la fama, pues aseguró que el éxito se le había subido a la cabeza tras una dura vida con traumas que arrastraba desde la infancia y una dura convivencia familiar. A pesar de todo, dijo que ha conseguido ser un padre responsable de tres pequeños.
El monologuista, nada más subir al escenario, se ganó al público en la que ha sido su primera visita a Petrer al afirmar en tono de broma que estaba cumpliendo un sueño: "Llevo años pidiendo actuar en Petrer, pero mi manager me decía que quería tocar el cielo con los dedos muy pronto, ahora por fin puedo disfrutar del público de Petrer, que demostráis ser la élite intelectual y cultural al pagar por disfrutar del teatro y de mi espectáculo", con estas primera palabras arrancó las carcajadas del público petrerense, que no dejó de reír durante más de hora y media.
Demostrando un gran manejo de la ironía, Romero habló sin tapujos sobre distintos ámbitos de su vida, sobre el sexo, la paternidad, la infancia y cómo no, sobre su nariz, gracias a la que aseguró al ser "el rey de las narices" y poder "llamar chata a Rosi de Palma". Berto Romero se mostró cómodo sobre el escenario y no dudó en cantar, e incluso rapear de la mano del guitarrista Iván Lagarto, con quien demostró encajar a la perfección.
Sin duda uno de los éxitos de Berto Romero sigue con nosotros fue la cuidada puesta en escena, y es que a pesar del sencillo escenario, contó con una gran pantalla a sus espaldas en la que se fueron intercalando diferentes vídeos relacionados con las palabras del cómico. El público despidió con un caluroso aplauso a Berto Romero.