Elda Coworking, dos años apoyando a los emprendedores de la ciudad
Las oficinas de Elda Coworking acogen a diferentes profesionales de múltiples sectores que han decidido emprender una nueva aventura empresarial. El bajo coste de sus instalaciones permite que sea un lugar accesible para todas aquellas personas con una idea de negocio, aunque su principal atractivo son las sinergias que se crean entre los distintos “coworkers”, que se ayudan mutuamente para que sus negocios echen a andar. De esta forma, dos años después de abrir sus puertas, Elda Coworking continúa siendo un referente para los emprendedores de la ciudad.
Elda Coworking comenzó su andadura en el mes de junio de 2014 convirtiéndose en el primer centro de coworking público de la provincia de Alicante. Entre sus paredes se encuentran, a día de hoy, diez emprendedores que se apoyan y colaboran mutuamente para potenciar sus negocios, ya que como afirma Javier Rivera, director de Emudesa y Elda Coworking, “lo importante es relacionarte con los demás, ya que pueden potenciar áreas de tu negocio que no dominas”.
Entre los diferentes “coworkers”, hay un especialista en diseño y posicionamiento web, así como producción audiovisual, una empresa de eficiencia energética que controla en tiempo real el consumo de sus clientes, una asesoría fiscal o un ingeniero de software que está programando un brazo robótico que se incorporará a diferentes industrias tanto de Elda como del resto de la comarca para desempeñar diferentes labores. Precisamente éste último, Francisco Folgado, destaca las ventajas de Elda Coworking: “Al venir aquí se abre un mundo distinto, no tiene nada que ver con trabajar por libre en casa o en un despacho”, asegura.
En ese sentido, el coordinador de Elda Coworking, Javier Tobajas, afirma que “la dinámica es muy colaborativa, parece que sea una gran empresa con distintos departamentos, ya que tienes al lado a un profesional de otro sector que pude cubrir tus necesidades”.
Cuotas
Las cuotas que pagan los “coworkers” varían en función del tiempo. De esa forma, el primer año la cuota es de 50 euros mensuales, que da derecho a un puesto en la oficina, la utilización de la sala común, así como varias horas de disponibilidad de la sala de reuniones y la de presentaciones. A partir del segundo año, el usuario paga una cuota de 100 euros mensuales, mientras que a partir del tercer año son 150 euros. Sin embargo, la rotación de empresas es uno de los factores más importantes del coworking eldense, tal y como señala Rivera: “Hay muchas entradas y salidas, ya que muchos proyectos han tenido éxito y sus creadores han sido fichados por empresas externas”. Además, “la rotación permite que se generen nuevas ideas y sinergias entre los “coworkers”, para que así se siga incentivando a los emprendedores”.
Al margen del espacio, Elda Coworking también ofrece cursos y formación a través de mentores para los emprendedores que lo habitan: “Se le da un valor añadido al coworking, no son sólo salas, sino formación al emprendedor, jornadas superación, y todo tipo de ayudas”, asegura Tobajas, al tiempo que Javier Rivera señala que “a partir de septiembre van a venir empresas de Madrid que quieren trabajar con nosotros, y también está bastante avanzado un proyecto de colaboración con PBC Coworking de Petrer”.
De esta manera, Elda Coworking continúa la labor que inició hace dos años, intentando ofrecer nuevos caminos y ayudas a los jóvenes emprendedores de la ciudad.