Enric Morera, presidente de las Cortes Valencianas: "No estamos en contra de las macroplantas solares, pero no es nuestro modelo"
El presidente de las Cortes Valencianas, Enric Morera, responde a las preguntas de la Asociación de Premsa de la Comunidad Valenciana, de la que forma parte Valle de Elda.
Las Cortes Valencianas representan una de las principales instituciones de los valencianos y, sin embargo, ¿usted cree que sus decisiones llegan a la gente?
No, no llegan, al menos, con claridad. Sí creo que llegan a aquellos colectivos a los que les solucionan parte de sus problemas, pero la mayoría de la población desconoce el trabajo que realizamos en Les Corts. Tal vez porque hemos de mejorar nuestra comunicación. En todo caso es evidente que tenemos deberes por hacer en este sentido.
En 2016 se habló de una ley de comarcalización que variaba la adscripción de algunos municipios, ¿en qué estado se encuentra esta iniciativa?
No existe ninguna ley de comarcalización en marcha. Las comarcas como demarcaciones políticas no existen legalmente. Por desgracia. Sí que existe una ley de mancomunidades. En este sentido sí hay un decreto de demarcaciones para la prestación de servicios básicos. Es cierto que salieron algunas fake-news sobre cambios de municipios de una comarca a otra.
Personalmente, soy partidario de quitarle grasa a la administración. Soy partidario de que las Diputaciones desaparezcan. A veces funcionan como agencias de colocación. Comenzando por la de València. No tiene ningún sentido que una institución provincial gestione una plaza de toros o un hospital. Hemos de cambiar la Constitución y quitar la grasa política de las administraciones y, por contra, hacer el aparato del estado más ágil y racional.
¿Desde Les Corts se considera el problema de despoblación que sufren algunas comarcas valencianas?
Estamos a tiempo de revertir el problema si se ponen los medios. Es una evidencia que algunas zonas del interior se están despoblando. Precisamente se ha nombrado una nueva secretaría autonómica (con la exconsellera Elena Cebrián) para afrontar esta situación. Lo importante es poner medios para que la gente pueda ganarse la vida.
Hay algunos factores que han influido, por ejemplo, la planificación de infraestructuras que se ha hecho mal. Quizás, además del AVE, interesaba potenciar aquellas líneas para mejorar lo que ya teníamos. En todo caso, hemos de reinventar nuestro modelo productivo.
¿Y para hacer frente a ese fenómeno de despoblación se pueden condicionar las inversiones o aplicar una fiscalidad diferenciada?
La fiscalidad se ha de adaptar a la realidad. También se puede obligar a las empresas a que se instalen en un lugar determinado si quieren acceder a ayudas públicas. La despoblación es una realidad. El problema es grave. Por eso debemos plantearnos el modelo productivo, de qué vamos a vivir en el siglo XXI. Tenemos que hacernos esa reflexión.
¿Cuál es la postura del Botànic ante la proliferación de proyectos de macroplantas solares?
El gobierno valenciano quiere conseguir la soberanía energética. Nuestro futuro pasa por no depender energéticamente del exterior. El tema tiene tres niveles: las comunidades energéticas locales, el autoconsumo y los parques solares. En cuanto a nivel local, los ayuntamientos pueden actuar como promotores, instalando placas en los tejados de edificios públicos. En el último aspecto, el de los parque solares, se han recibido 400 peticiones de macroplantas. Son, mayoritariamente, inversiones de capital que viene desde fuera. Hasta ahora, 30 de estos proyectos han llegado a exposición. En algún lugar serán necesarias, no estamos en contra pero no es nuestro modelo. Suponen un gran impacto en algunos territorios. Nuestro modelo es que los pequeños ganen a los grandes, que se produzca una revolución energética.
¿Cómo encaja el valencianismo político en un mundo tan global?
Es el concepto de globalidad. Como decía Joan Fuster, me obligan a ser nacionalista. Yo no quiero ser nacionalista, yo quiero ser valenciano en un mundo global, no para poner fronteras, ser auténtico en ese mundo, valorar nuestra lengua, nuestra forma de ver el mundo. España hizo un paso muy importante, que ahora algunos cuestionan, por las autonomías. La Unión Europea reconoce la diversidad cultural y lingüística. Hay que poner en valor eso y no ir hacia el pensamiento único y la uniformidad. La verdad es que somos un gran pueblo y nos lo reconocen más desde fuera que nosotros.
En algunas comarcas, faltan especialistas en sanidad, incluso se generan dudas para los hospitales de nueva construcción.
Sí, construir los hospitales es una cosa y, después, dotarlos de personal es otra. Pero pongamos claro que tenemos la mejor sanidad del mundo. Con algunos problemas, claro, pero gracias a los buenos profesionales tenemos la mejor sanidad. El presupuesto de sanidad es el principal de la Generalitat, con 6.000 millones de euros. Y todavía no es suficiente. La calidad humana y técnica que tenemos es extraordinaria, pero no es suficiente.
Soy consciente de que a algunos hospitales les faltan dotaciones de profesionales, la Conselleria es consciente de estas situaciones, nos consta porque es un tema que sale en Les Corts Valencianes. Pero la sanidad es nuestra principal partida.
¿Cómo ve la recuperación de la normalidad en las Fiestas?
Soy festero de Moros y Cristianos en Biar desde hace 30 años. Entiendo que la población está muy perjudicada mentalmente como consecuencia de la pandemia. Se nos dijo que la vacuna era la solución definitiva, ha solucionado muchas cosas, pero llega un momento en que la gente necesita recuperarse anímicamente. Por eso ya no hay casi restricciones. Las fiestas valencianas son únicas en el mundo en su diversidad porque son mediterráneas, integradoras, sociabilizadoras... y la pandemia ha supuesto una ruptura. Vamos a tener fiestas y recuperarnos anímicamente. Las Fallas y los Moros y Cristianos serán prácticamente normales. Lo necesitamos emocionalmente.
La pandemia nos ayudará a poner en valor aspectos como los encuentros con la familia, los amigos, y las fiestas son un factor determinante.