De Bazar Madrileño a Juguettos: un negocio familiar con 90 años de historia
Germán Castroviejo se trasladó a Elda en 1927 procedente de La Rioja. Su idea era la de iniciarse en el comercio y para ello fundó un bazar conocido como “el 95”, situado en la calle Colón, donde permaneció hasta 1929, año en el que se trasladó a la calle Nueva. Casi 90 años después, es el único negocio que ha sabido mantenerse con el paso del tiempo.
Fue entonces cuando su cuñado Amadeo se integró en el bazar incorporando hilaturas marca “La Rosa”, y como sentía auténtica pasión por todo lo madrileño, decidieron por este motivo poner el nombre de “Bazar Madrileño” al nuevo establecimiento.
En 1931 Germán Castroviejo se casó con María Magdalena Calvo Pascual. Durante la Guerra Civil falleció Germán quedándose su viuda al frente de esta empresa, de la que más tarde sus hijos Amadeo y Ángel se harían cargo durante más de 40 años, siendo Amadeo gerente de la misma, acompañado en esta etapa por su esposa Purificación Andrés y su cuñada Asunción Sirvent. Ángel, por su lado desarrollaría su función en el calzado y la política.
En 1975 un grupo de comerciantes jugueteros de la comarca deciden asociarse creando una cooperativa que hoy conocemos como JUGUETTOS, de la cual son socios fundadores.
La tercera generación de esta conocida saga familiar tomó las riendas del negocio en el año 2000. Germán y Rosa emprenderían la ampliación de la firma en la comarca con la inauguración de nuevas tiendas en Petrer, Novelda, Sax y Monóvar.
Actualmente Rosa y Ángel Castroviejo son los responsables del negocio familiar y esta nueva generación gracias a la calidad, profesionalidad y precios competitivos superó la crisis de 2008.
Siendo conscientes de que el siglo XXI se caracteriza por el avance y expansión de la digitalización, Internet, redes sociales, etcétera, se encuentran comprometidos en seguir modernizando el negocio, sabiendo combinar el trato personal con la venta online de la página web.
Juguettos ha cumplido 90 años, convirtiéndose en el único establecimiento de la ciudad que perdura de forma ininterrumpida generación tras generación gracias en buena medida a la labor que desempeñaron sus fundadores, cuyo trabajo ha dejado una huella imborrable de la cual las nuevas generaciones siguen aprendiendo, por lo que agradecen a Amadeo y Ángel, así como a su abuela Magdalena, el tesón y esfuerzo con el que levantaron en Elda esta empresa familiar.