La pastelería Au Chat Bleu ofrece un amplio surtido de productos de elaboración artesanal de estilo francés

La pastelería Au Chat Bleu abrió sus puertas el pasado 30 de diciembre en su nueva ubicación, en la calle Pedrito Rico de Elda. Se trata de un negocio familiar, de estilo minimalista, que regentan los hermanos Amalia y Emilio García López, con una experiencia de 24 años en el sector de la pastelería. 

Emilio García López se formó con el prestigioso maestro pastelero Francisco Torreblanca, pero con el tiempo decidió montar su propio negocio, y lo hizo abriendo una pastelería en la Avenida Alfonso XIII de Elda, aunque durante los últimos doce años se habían dedicado esencialmente a la venta de productos al por mayor. 

Esta nueva pastelería se distingue por la elaboración de sus productos de forma artesanal, la utilización de materias primas de primera calidad y sus elaboraciones de estilo francés. Uno de sus productos estrella son los panettones realizados con masa madre natural, riquísimos. También se distinguen por sus sabrosas pastas de té y un surtido de pequeños mantecados elaborados a base de pistacho, café, nueces o naranja. Además cuentan con una gama de productos salados y de catering para distintas ocasiones.

La pastelería Au Chat Bleu se compone de una gran variedad de sabores como el tradicional San Marcos, los pasteles de crema y chocolate, las milhojas, los borrachos, las tartaletas, la bollería artesanal con productos deliciosos como sus cruasanes de mantequilla. Otra de sus especialidades son las ensaimadas mallorquinas rellenas de crema tostada o las toñas de naranja  o chocolate. Son igualmente deliciosos sus helados artesanales. 

Todos sus productos son elaborados en el obrador del propio establecimiento, donde estos hermanos pasteleros crean un amplio surtido de tartas, como la tarta de mousse de chocolate y crema de azafrán con manzana caramelizada, la tarta de mousse de chocolate y té, la tarta ópera de café y chocolate y la charlotte de frambuesa y frutos rojos. 

Emilio García López representó a España en el Concurso de Pastelería de la Copa del Mundo en 1995 en Francia y en la Copa de Vela del Rey sirvió el pastel "preludio y gala" que se elaboró con fines benéficos a favor de COCEMFE de la Comunidad Valenciana.