El fuego consume las Fallas del 90 aniversario
Las fallas de Elda se consumieron anoche con las llamas purificadoras de la cremà. El fuego devoró los 18 monumentos y la falla oficial en una noche emotiva para los festeros, pues muchos no pudieron evitar las lágrimas al ver cómo las obras de arte efímeras se reducían a cenizas en un año tan señalado como el del 90 aniversario de la historia de las Fallas en Elda. Además, estas fiestas se han hecho esperar dos semanas por primera vez en su historia, pues el temporal óbligó a aplazarlas.
El buen tiempo y el cielo despejado, como el resto del fin de semana, permitieron que la ciudad disfrutase ayer de cada acto festero, primero la mascletà, por la tarde la procesión y por la noche la cremà.
El fuego comenzó en la falla oficial pasadas las 23 horas, como es tradición, ante la emocionada mirada de las Falleras Mayores, Eva Martínez y Nahia Tomás, que prendieron la mecha junto a sus damas de honor. Este año esta cremà sorprendió al público por la forma de arder, pues el fuego ascendió por el interior de la falla hasta devorar la figura de Castelar y luego se extendió por toda la falla, despertando la admiración de los presentes.
El fuego llegó a los nueve distintos distritos falleros hasta que a las 2:30 horas ya no quedaba ningún monumento en pie. Durante tres horas los cohetes iban alertando gracias a su espectáculo visual y sonoro que quedaba un monumento menos en la ciudad. La traca daba pie a las llamas, que devoraron con rapidez las fallas ante la admiración de los presentes, que veían cómo se cerraba un ciclo para dar comienzo a un nuevo ejercicio. Huerta Nueva por primera vez sorprendió a los asistentes con un juego pirotécnico que dio paso a las llamas. Cada distrito contó con la presencia de cientos de personas, que no quisieron perderse su cita con el final de las fiestas del fuego, que ya miran hacia su centenario.
Un año más la cremà se celebró sin incidentes gracias al trabajo del cuerpo de Bomberos, Policía Local, Cruz Roja y Protección Civil.
Mascletà y Procesión
La mañana del último día fallero fue protagonizada por la ensordecedora pólvora gracias a la tradicional mascletà que se escuchó en toda la ciudad desde la rotonda dedicada a las Fallas. Puntualmente a las 13:30 horas las Falleras Mayores de Elda y sus Damas de Honor encendían la mecha que despertó el estruendo de la traca y fuegos artificiales durante casi cinco minutos.
Tras un necesario descanso para reponer fuerzas, por la tarde más de un millar de falleros repitieron el proceso de colocarse sus mantillas, chalecos y faldas para acompañar a sus patronos, San Crispín y San Crispiniano de vuelta hasta la Inmaculada en la procesión que por primera vez partió desde Santa Ana, donde la imagen doble presidió el altar durante casi 24 horas. Niñas y mujeres alumbraban el camino con velas.
La presidenta de las Fallas de Elda, Isabel Villena, realizó una valoración muy positiva de las fiestas, las últimas al frente de la Junta Central. Con lágrimas en los ojos por la emoción contenida al ver su última falla oficial arder afirmó que "todos los días han sido emocionantes y con sentimientos encontrados, han sido mis últimas fiestas como presidenta y no puedo evitar la emoción". Villena aseguró sentirse feliz y orgullosa porque a pesar de las adversidades atmosféricas y de posponer las Fallas, "esta fue la mejor decisión porque dos semanas después la gente se ha volcado y cada acto ha sido excepcional". Villena se despide el 24 de octubre del cargo y asegura que continuará viviendo la fiesta como una fallera más.
El domingo de Fallas en imágenes
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