Susana Esteve, pregonera de las Fiestas Mayores: “En mi pregón hablaré de lo que nos distingue, un pueblo zapatero que no conoce la palabra límite”
Susana Esteve Maciá dirige el semanario Valle de Elda desde hace 14 años y la página web valledeelda.com que se creó hace tres. Su experiencia en el periodismo se inició hace 24 años, cuando fundó junto con Ramón de Haro y Pedro Serrano en 1996 el Periódico Comarcal, que dirigió durante diez años. Su trabajo periodístico lo ha compaginado con el de profesora de Historia y de Lengua en Secundaria y Bachiller en el colegio Santa María del Carmen. Lo que más le gusta es escribir reportajes, entre los que destaca el del Hotel Sandalio y biografías, como la de su padre, el pintor Miguel Ángel Esteve. También ha publicado un libro ilustrado para niños sobre la Prehistoria en Elda, titulado El secreto de las piedras blandas.
¿Qué significa para usted ser la pregonera de las Fiestas Mayores?
Un enorme orgullo y una gran responsabilidad. Las Fiestas Patronales se llaman Mayores porque representan la esencia de la ciudad como la tradición más antigua de Elda. A la vez, significan profundos sentimientos religiosos hacia la Virgen de la Salud y el Cristo del Buen Suceso. Muy pocas ciudades tienen a Jesús y a María como patronos.
Ha presentado las revistas más destacadas de la ciudad como Fiestas Mayores, Fallas o Semana Santa, ¿cree que esta experiencia le ayudará como pregonera?
Si lo dice porque estoy acostumbrada a escribir, tengo que decirle que el pregón es el texto que más me ha costado en mi vida. Respecto a hablar en público, el balcón del Ayuntamiento impone. Hacer un pregón no es comparable con ninguna otra presentación porque el anuncio de las fiestas de los Santos Patronos destaca por su importancia y además está aderezado con una parte personal.
¿Qué aspectos o vivencias resaltará en su pregón?
El pregón anuncia que llegan las Fiestas Mayores, que representan la alegría del reencuentro tras el verano. Uno de los ejes centrales del pregón serán los Santos Patronos. Por una parte, constituyen nuestro referente histórico más antiguo, 414 años nada menos, y los eldenses necesitamos sentirnos arraigados a una tierra que tiene un pasado, en el que ellos son el hilo conductor; no hablo de chauvinismo, sino de experimentar la felicidad que te proporciona saber que eres parte de una comunidad, que además siempre ha sido abierta y acogedora.
Por otra parte, la Virgen y el Cristo no son solo puntales históricos. Desde un punto de vista más personal hablaré de lo que me dicen a mí, por ejemplo, que este mundo está hecho trizas, que nos cargamos el planeta y la gente se muere de hambre, en guerras, hay millones de refugiados…; hablaré de lo que creo que me piden, que es ponerme las pilas porque algo podré hacer, aunque sea desde mi pequeña parcela. También me recuerdan que hay que encontrar momentos para darse una vuelta por el interior de nosotros mismos; nos complicamos la vida por tonterías, cuando en realidad ser feliz es mucho más sencillo.
¿Alguna sorpresa que nos pueda desvelar?
Voy a hablar de lo que creo que nos distingue como eldenses: somos un pueblo zapatero que no ha conocido la palabra «límite». Empezamos a fabricar zapatos de niño sin tener ni idea y no nos hemos achicado ante nada. Los zapateros han hecho de nosotros lo que somos, empresarios pioneros, pero también almacenistas, cortadores, hormeros… o las aparadoras, que cosen el corazón del zapato. De ellas me voy a acordar especialmente porque no es justo lo poco valoradas que han estado siempre.
¿Tiene pensado hacer referencia al Valle de Elda?
Sí porque creo que mi designación como pregonera viene sobre todo como directora de Valle de Elda. Aunque soy la cara visible del semanario, trabajamos en equipo, sin personalismos. El principal mérito fue de sus fundadores, que nombraré. Desde que nos hicimos cargo del Valle hace 14 años, hemos sentido el cariño de la gente por este medio. Es el semanario más antiguo de España que se edita de manera ininterrumpida y forma parte del patrimonio de la ciudad. Realizar una búsqueda sobre cualquier tema local anterior a 1956, fecha de inicio del semanario, es muy complicado. Esto se puede comprobar muy fácilmente en la hemeroteca de la página web. Por otra parte, dar el paso al ámbito digital, con información casi instantánea, ha representado una apuesta enorme, que hemos podido llevar a cabo gracias a un gran equipo de profesionales.
Su padre, Miguel Ángel Esteve, fue un pintor de prestigio, ¿le dedicará unas palabras?
Lo que soy se lo debo fundamentalmente a mis padres. Mi padre siempre tenía algún proyecto en su cabeza, de él aprendí valores como la constancia, la honestidad, el trabajo y el no renunciar a tus sueños. Siempre lo vi preocupado por el nivel cultural de la ciudad, especialmente en el arte. Ello le llevó a abrir la única sala privada de arte que hubo en Elda, la Sala Sorolla, que mantuvo durante 18 años, y desde la cual organizó concursos para fomentar la afición hacia la pintura entre los jóvenes. Yo pasé muchas tardes y fines de semana de mi niñez entre las paredes de la Sala Sorolla y, aunque siempre he echado de menos haber jugado en la calle, me eduqué viendo cuadros y el arte me produce una gran satisfacción.
Su interés como comunicadora es llegar a los jóvenes, ¿serán las nuevas generaciones uno de los focos de atención de su pregón?
La gente joven me gusta mucho, tienen valores y buena parte de ellos ha trabajado duro para adquirir una formación muy completa, mejor que la de mi generación, pero su futuro es complicado y muchos se han tenido que marchar fuera. Los jóvenes sin formación aun lo tienen peor. Los animo a utilizar ese gran potencial, que se pongan en modo proactivo, agudizando la imaginación; algunos jóvenes se han unido y han creado empresas como El Faro. Les pido que vuelquen su potencial en su ciudad, si es posible. Sé que es difícil.
¿Habla por experiencia?
Mi marido Ramón de Haro, mi amigo Pedro Serrano y yo fundamos un periódico hace 24 años con ilusión y muchísimo trabajo. Fue duro, pero de esa experiencia aprendimos mucho y nos llevó al Valle de Elda.
¿Cómo espera que transcurran estos días para usted y su familia?
Mi marido, mis hijos, mi madre y mis hermanos están muy ilusionados con el pregón. También va a ser emocionante encender la traca con mi marido y mis hijos Miguel y Pablo a mi lado. Estas son unas fiestas muy familiares, que aprovechamos para reunirnos la familia y comer el riquísimo relleno que hace mi madre. Espero vivirlo también con la familia de mi marido, que son una piña y los quiero mucho.
Su trayectoria como directora del Periódico Comarcal y más tarde del Valle de Elda le aportarán una visión global de Elda. ¿Considera que los eldenses tienen que hacer algo para que su ciudad se adapte a los nuevos tiempos?
Tenemos varias asignaturas pendientes como la actualización de las condiciones laborales en el calzado. Los zapatos de señora de las mejores marcas del mundo se fabrican en Elda, sin embargo, los altos índices de economía sumergida nos sitúan en el tercer mundo. Es necesario buscar soluciones, incluso pactando con el Estado, no puede ser que una aparadora cobre a dos euros la hora, o que se trabaje diez horas al día. Hay que seguir apostando por el zapato de calidad, las multinacionales nos quieren convertir en esclavos para aumentar sus ingentes beneficios, y les dan igual las condiciones laborales y económicas a las que abocan a los trabajadores y a los empresarios.
¿Otras cosas pendientes?
Sí, la cultura. Hemos derribado casas y fábricas antiguas, los solares no tienen alma, y con ellos perdemos parte del pasado y se nos va la identidad. Tenemos un Museo del Calzado que es único en el mundo y está en Cuidados Paliativos, por no hablar de los otros dos museos. No tenemos ninguna sala de exposiciones municipal, sin embargo, me encanta que los pintores se hayan asociado en Cadmio.
Hemos de poner en marcha nuevos proyectos que pueden atraer turismo, por ejemplo, Elda, Petrer y Monóvar son únicas en España porque aquí se vivieron los últimos días de la República. Hay que hacer una ruta histórica, con rigor.Los cruceros llegan a Alicante y los tenemos a media hora. Hay que aprovechar esto con la iniciativa del Día 37.
Otro asunto pendiente es proponer espacios alternativos de ocio para el tiempo libre de los jóvenes. Se debería contar con ellos para ver qué proponen.