El nuevo Embajador Cristiano cree que asumir este papel "es algo maravilloso"
El nuevo Embajador Cristiano, Alberto Rodríguez, ha recibido con enorme sorpresa, ilusión y responsabilidad el nuevo cargo dentro del mundo de las fiestas de Moros y Cristianos, "algo que todavía estoy asimilando desde que me lo anunciaron la pasada semana desde la Junta Central de Comparsas".
Alberto Rodríguez tiene 31 años y pertenece tan solo desde hace cuatro años a la comparsa de Contrabandistas y, aunque su incursión en el mundo de la fiesta es tardía, explica que hace unos diez años se propuso introducirse en el mundo festero. Conocido por ser uno de los actores del grupo Carasses Teatro, cree que tal vez puede haber sido elegido como Embajador Cristiano "por mi aspecto artístico pero también por mi voluntad de introducirme en la Fiesta de Moros y Cristianos y espero representar lo mejor que pueda al bando Cristiano", ha dicho.
Su antecesor, Isidro Juan Galliardo, -dice- "me ha puesto el listón muy alto, pero también me aporta mucho como referente su interpretación, aunque yo quiero hacer mío el personaje del embajador, aportar mis dotes y mi visión de lo que representa esta figura dentro del mundo de la fiesta, el cual me interesa también por su componente histórico". Como estudiante de Historia, ha indicado que la figura del Embajador Cristiano representa la unión entre sus dos pasiones, "la histórica y el teatro, es decir que representan el amor y la pasión por las fiestas".
Para Alberto Rodríguez es todo un reto asumir este cargo y por ello se está preparando y aprendiendo todo lo que puede del actual Embajador Moro, pero aportando "mi lectura particular para darle mi propia versión". Cree que las próximas fiestas las vivirá de forma distinta puesto que "ser embajador te obliga a cuidarte y ser consciente de lo que representas dentro de las fiestas, es un cargo maravilloso".
El texto de las embajadas se mantiene a lo largo de los años, con ligeras variantes. El joven afirma: "Creo que ser actor, por un lado puede facilitar la labor, y por otro, puede ser más complicado al ser consciente de que esta representación es un espectáculo", asegura.