La Cabalgata de Reyes de Elda logró encajar tradición y modernidad
Los nervios, la magia y la ilusión se reflejaba ayer en las caras de los niños que presenciaron la Cabalgata de Reyes en Elda, que tuvo un sabor tradicional, aunque no faltaron miles de luces leds adornando las carrozas ni llamativos personajes sobre zancos, como los nuevos y "malvados" carboneros que cerraban el desfile. Los tres Reyes Magos llegaron montados en sus dromedarios acompañados por un séquito de más de 1.500 personas, compuesto por niños, jóvenes y adultos de diferentes colectivos de la ciudad que realizaban danzas, interpretaban música o acompañaban unas novedosas carrozas. Miles personas abarrotaron todo el trayecto y disfrutaron de este desfile que brilló con luz propia más que nunca, pues contó con 40.000 luces led que dotaron a este acto de una vistosidad especial.
Los niños buscaban con emoción sus nombres en las listas que figuraban en las nuevas carrozas que representaban las máquinas para fabricar juguetes de los reyes. Los ayudantes de Sus Majestades iban preguntando sus nombres a los pequeños para comprobar si verdaderamente estaban en su listado, pero la máxima interacción llegó con la llegada de los Reyes, pues numerosos padres se acercaban con sus hijos en brazos para saludarlos. Melchor sorprendió por la altura de su dromedario, mientras que el favorito de los pequeños fue Baltasar.
Los pajes de los Reyes lanzaron miles de caramelos desde sus carrozas, mientras que la organización contó con personal de seguridad a ambos lados de las mismas para evitar que los niños se acercasen demasiado y evitar así accidentes.
Uno de los personajes que más expectación causó fue el Paje Real, que desfiló a pie después de que su caballo se pusiera nervioso y estuviera a punto de tirarlo al suelo en dos ocasiones. Esta cercanía física contribuyó a que miles de niños lo reconocieran y gritaran su nombre.
La Cabalgata tuvo un marcado sabor tradicional con pastores, ovejas y cabras, la centuria romana o los personajes de María y José a pie. Las carrozas y nuevos elementos que desfilaron se adornaron con luces led, que le dieron un aspecto más moderno y llamativo como las grandes coronas iniciales o las cajas de regalos iluminados. Las carrozas de juguetes y los personajes sobre zancos llamaron mucho la atención del público. Los actuación de una veintena de agrupaciones locales pusieron la música y la alegría al desfile como las collas de Moros y Cristianos, las bandas de cornetas y tambores de Semana Santa o las coreografías de las comisiones falleras, entre otros.
A su llegada al Ayuntamiento se celebró el acto de Adoración del niño Jesús, tras el cual el alcalde de Elda, Rubén Alfaro, recibió a Sus Majestades en su despacho, donde les entregó la llave de la ciudad para que pudiesen entrar con más facilidad a todas las casas a dejar los regalos. Merchor, Gaspar y Baltasar salieron al balcón del Ayuntamiento para saludar una vez más a los pequeños y recordarles que debían portarse bien.
Alfaro obsequió a los Reyes Magos de Oriente con un detalle y la edil de Fiestas, Laura Rizo, entregó al coordinador de la Cabalgata, Antonio Ruano, una estatuilla para agradecerle el trabajo que ha realizado durante los últimos meses para que los pequeños de Elda pudieran vivir con ilusión la tarde de ayer, la más mágica del año.
La Cabalgata está organizada por el Ayuntamiento de Elda y tres colectivos festivos de Elda: la Junta Mayor de Cofradías de Semana Santa, la Junta Central de Moros y Cristianos y la Junta Central de Fallas, que aportan sus agrupaciones musicales y coordinan diferentes coreografías. Y, sobre todo, aseguran la colaboración de miles de personas que participan con ilusión en este acto dirigido al público infantil, pero que también gusta mucho a los adultos. Cada año uno de estos colectivos coordina la Cabalgata y esta vez ha sido el fallero, que ha dejado su sello en las imaginativas carrozas que han desfilado.
La Cabalgata en imágenes
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