Las obras del IES Azorín se retrasarán un año
Las obras para levantar el nuevo edificio del IES Azorín se han paralizado por una serie de problemas estructurales en el edificio antiguo que han surgido durante las obras y que han precisado aumentar el presupuesto hasta en 800.000 euros. Así desde Conselleria se han visto obligados a crear una nueva licitación, lo que alargará el proceso un año.
Así lo ha anunciado en rueda de prensa la concejala de Educación de Petrer, Silvia Rodríguez, quien ha agradecido a los técnicos de Conselleria de Infraestructuras que se hayan reunido con el equipo directivo del centro así como con representantes del Ayuntamiento.
Aunque las obras comenzaron a buen ritmo, al llegar al edificio antiguo se encontraron con que las vigas de hierro estaban dañadas, un inconveniente que se pudo solucionar, pero ralentizó las obras. El problema mayor llegó hace unos tres meses cuando al conectar el edificio nuevo con el ya existente se encontraron con que la fachada era inestable porque en su momento se construyó mal.
Según Rodríguez, esto ha provocado que se deban subsanar estas deficiencias y el presupuesto deba aumentar hasta en 800.000 euros, un 40% más del actual por lo que la ley obliga a rescindir la actual contrata y a volver a sacar una licitación, un proceso que durará al menos ocho meses. Rodríguez ha lamentado que las obras se tengan que retrasar un año.
Así los alumnos continuarán en aulas prefabricadas durante más tiempo. Desde Conselleria se han comprometido a subsanar las posibles deficiencias, mientras tanto, los estudiantes continuarán en las aulas provisionales situadas en el aparcamiento del instituto.
Malestar en la dirección del IES Azorín
La directora del centro, Rosa Mira, ha mostrado su malestar y la del centro ante esta situación. Mira admite que "aunque es algo que nadie podía prever es una decepción porque teníamos previsto que las obras durasen dos años". La primera fase abordaría la creación del nuevo edificio y la segunda las obras en el antiguo, y en el segundo año parte de los alumnos estarían en aulas prefabricadas y otros ya en el nuevo edificio. "Ahora tendremos que esperar con los inconvenientes que ello supone, con lo que las obras se atrasan un año más, y con suerte", ha dicho la directora, quien cree que "los alumnos estarán en aulas prefabricadas al menos durante tres años".
Este retraso asegura que les obligará a continuar sin ascensor y a tener que mover multitud de clases para adaptar las aulas en la planta baja si hay algún alumno con alguna rotura o esguince, además, la calefacción es deficiente tras 50 años, y los plomos saltan por sobrecarga de luz si hay muchos aparatos conectados. En cuanto a las aulas prefabricadas, no disponen de sistemas informáticos, necesarios para numerosas clases, además las obras suponen la reducción de pistas deportivas y un solo gimnasio que deben compartir tres profesores de Educación Física. Admite que aunque son "pequeñas incomodidades", tanto profesores como alumnos están cansados. A pesar de todo confía en que las obras no se alarguen más de lo ya anunciado.