El mercadillo reabre, pero sin controlar los accesos
El primer día de la apertura del mercadillo de Virgen de la Cabeza en su nueva ubicación ha sido un éxito de público, que ya tenía ganas de ir a comprar. Sin embargo, pese a que en un primer momento desde el Ayuntamiento se dijo que habría solo dos puntos de entrada y salida, en realidad, han sido más de diez los accesos y sin nadie que los controlara en cada una de las calles que lo cruzaban. Ello ha hecho que no se haya respetado el aforo y las distancias, y pocos han entrado y salido por el lugar correspondiente.
Dos semanas después del intento fallido de reabrir el mercadillo y de escuchar al fin a las partes afectadas –tenderos, comerciantes de la zona y vecinos-, hoy se ha reabierto con algunos flecos por arreglar. La falta de control en los accesos ha hecho que alguna de las calles del mercadillo más estrechas, como Salmerón, se haya llenado de personas, que no han mantenido la distancia física obligatoria al circular en los dos sentidos, algo esencial en esta nueva normalidad. Sí había control de accesos oficial en el inicio de las calles Navarra y Jaime Balmes así como en el cruce entre los edificios del Mercado central, donde se ponía gel hidoalcohólico a la población. También había una elevada presencia policial.
Un conato de incendio en la calle Jaime Balmes, que se ha solucionado sin intervención de los Bomberos, ha permitido comprobar a este cuerpo comprobar que un camión quepa por Jaime Balmes en caso de emergencia, algo que ha tranquilizado al jefe de Bomberos, Amancio Guerrero.
La mayoría de los vendedores consultados por este medio no está de acuerdo con el cambio de ubicación ni con el lugar que les ha tocado por sorteo, de hecho, algunos comerciantes ni han acudido a montar, asegurando que "no les vale la pena para estar en un mal lugar".
El tradicional mercadillo de Virgen de la Cabeza se ha desplazado dos calles hacia abajo, concretamente hasta Jaime Balmes como arteria principal y también a Navarra, Salmerón, Legazpi, Pedro Valdivia y Reyes Católicos. Uno de los tenderos, David Macías, con un puesto de más de 35 años de historia, se pregunta: “¿Por qué nos han hecho movernos por motivos supuestamente de espacio cuando no se están cumpliendo las medidas? Nos sitúan a menos de seis metros con el puesto de enfrente, cuando eso no es posible por norma, y las entradas y salidas tampoco se respetan. Que nos dejen volver a nuestra ubicación, será lo mismo y todos estaremos más contentos”. Macías continúa: “Se ha hecho todo sin criterio, por ejemplo, unos tenemos tres metros y otros cuatro de fondo, sin explicación, no entendemos nada. También han unido la zona de camiones con la de puestos normales, sin sentido. Solo pedimos razones sensatas y que se mire por todos los tenderos por igual”.
En cambio, otro de los vendedores, José María Gil, señala que “al principio parece un poco caos, pero ahora no está mal, faltan salidas de vehículos, pero ya veremos. Los clientes nos buscan y por esa parte estoy contento, aunque me gustaría volver a mi espacio habitual”.
Una de las comerciantes más molestas con su ubicación es Loli Martínez, su puesto de ropa de niños está en la calle Pedro Valdivia: “Esta calle no vale, el resto parece que sí, pero esta no porque no entra nadie, creo que deberían estudiar ponernos en un lugar apropiado. No tendremos ventas, es un panorama complicado por la pandemia y ahora esto, es muy duro. Intentaremos hablarlo para encontrar una solución”.
Durante estas semanas otra de las partes que se ha hecho oír es la de los comerciantes que tienen su tienda en la zona de Jaime Balmes. Uno de ellos es Manuel Carpio, de Euronics, y hoy ha explicado que “a pesar de no estar a favor de que se sitúe aquí, mi intención es hacer que esto funcione, los tenderos tienen derecho a trabajar, y por ello apoyaré que todo salga bien por el bien general. Pero sí dejo claro que estoy en contra de que sea permanente, creo que afectará a los comercios de esta zona porque son dos días a la semana, yo tengo que entregar y recibir pedidos y es muy complicado con las calles cortadas”, asegura.
Por su parte, la edil de Mercados, Sarah López, que ha estado presente, ha afirmado que “ha costado mucho, pero finalmente ha habido entendimiento y tenemos el mercadillo abierto en una zona más amplia, con espacio de paso, espero que la población vea los beneficios que pueda tener para Elda tener aquí mercadillo”. Para López, “las quejas son por nuevas ubicaciones y por el sorteo aleatorio, esto es así. Seremos flexibles, pero si hay problemas todos podremos verlo, esperamos mejorar los fallos. Recordamos que la ubicación es temporal”.
La edil recuerda que una empresa estaba elaborando un estudio técnico sobre la ubicación del mercadillo, si bien no ha especificado el nombre de la empresa ni el coste del mismo.
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