Los libros entran en la lista de la compra
Para conmemorar el Día del Libro el próximo lunes, nada mejor que acercarse a la “atípica” biblioteca instalada en el interior del Mercado Central de Elda, donde decenas de personas, sobre todo mujeres, buscan unos minutos para la cultura mientras llevan a cabo su compra semanal. Esta pequeña biblioteca tiene una media mensual de entre 200 y 240 usuarios que acuden a ella para llevarse libros o devolver los que han leído. Esta cifra de lectores va aumentando cada año y además se renueva constantemente.
Este curioso punto de lectura se puso en marcha con mucho entusiasmo desde la Red de Bibliotecas Públicas Municipales de Elda hace quince años con la intención de ofrecer libros a personas que habitualmente no frecuentaban las bibliotecas.
Abre dos mañanas a la semana, los martes y viernes, de 9 a 13 horas, coincidiendo con los días de mayor afluencia de compradores al mercado. El perfil de sus lectores está bastante definido: normalmente acuden personas de entre 50 y 80 años, sobre todo mujeres. Muchas de ellas van al mercado a hacer su compra y aprovechan para llevarse un libro en préstamo.
Reme Páez, que está al frente de esta biblioteca desde hace varios años, afirma que “lo que nos encanta es que nuestras lectoras y lectores probablemente nunca se hubieran acercado a una biblioteca pública más convencional, por pensar que es un servicio enfocado a estudiantes o investigadores en el que ellos no tienen cabida”, por lo que deduce que “habría sido una gran pérdida para el mundo de la cultura porque son lectores muy fieles”.
Precisamente, “lo que más sorprende es la fidelidad de los lectores y el buen clima y la cordialidad que se ha generado entre todos los que formamos parte de esto, incluidos nuestros compañeros de espacio, que son los comerciantes, de manera que se ha convertido en un lugar de comunicación y de intercambio, no sólo de lecturas, sino también de experiencias, de ideas, ... ¡incluso de recetas de cocina!”, afirma Reme Páez.
Entre tanta vida, se generan muchas anécdotas curiosas, “recuerdo con especial cariño la reacción de una señora muy mayor que era lectora habitual y en una ocasión cuando a vino a devolver el libro de una conocida autora, me dijo que no le había gustado nada el final de la novela y me pidió que llamara a la escritora para decirle que en su próximo libro ideara un final "más apañado", porque, si seguía así, la gente ya no iba a leerla. Me costó convencerla de que nosotros no tenemos ningún contacto con los escritores de los libros que hay en la biblioteca, aunque a veces hablemos de ellos con tanta familiaridad”, comenta Reme Páez.
Los libros más demandados son novelas, sobre todo de tipo histórico y de intriga, y en menor medida, biografías, ensayo histórico y libros de psicología: ”A los lectores les gusta estar informados de las novedades editoriales o de los libros que van publicando sus autores habituales”, indica Páez, aunque añade que “lo que más funciona es el boca a boca”.
Entre los usuarios se encuentran lectores habituales, pero también otros que desean acercarse al mundo de la lectura por primera vez y probar si les atrae: “A estos últimos hay que cuidarlos mucho porque todavía tienen que encontrar esa historia que les haga querer seguir leyendo”.
En el Mercado de San Francisco instalaron otro punto de lectura, pero no funcionó, aunque se puso especial interés en ello, “Quizá no encontramos la manera de hacernos más visibles en la vida del barrio para acercarnos a los usuarios potenciales”, lamenta Paéz.
Las lecturas estrella del año pasado y lo que llevamos de este en el punto de lectura de Mercado Central son: Patria, de Fernando Aramburu, El color del silencio, de nuestra autora eldense Elia Barceló y Las ventanas del cielo, de Francisco Giner, lo cual demuestra que los lectores están muy al día de las novedades.
Cuando un lector se acerca para leer uno de los primeros libros de su vida, se le recomienda “una novela no muy larga, que tenga un ritmo ágil”, como por ejemplo, La lista de los nombres olvidados, de Kristin Hamel o Cometas en el cielo, de Khaled Hosseini, que ya se ha convertido en todo un clásico. También autores que actualmente tienen bastante popularidad entre los lectores, como Ken Follett, John Grisham, Luz Gabás, María Dueñas o Dolores Redondo.
Para los lectores experimentados, en cambio y, aunque depende de los gustos, la novela Patria está siendo muy bien acogida, “Aún así, siempre intentamos que el lector no se limite a leer novelas de un sólo género y que vaya ampliando su horizonte, de hecho, muchas veces se llevan gratas sorpresas probando con libros que nunca se hubieran planteado leer”.
Además, cuando los lectores buscan un título en concreto, “siempre intentamos comprarlos o traerlos desde otra biblioteca”, no obstante, reconoce que “para mantener viva una biblioteca como ésta es necesario que los fondos se vayan renovando a menudo”, concluye esta bibliotecaria vocacional.