Comienza la construcción de la segunda entrada al refugio de Elda
Los trabajos en el refugio de la Plaza de Arriba para que sea visitable avanzan a buen ritmo. Hoy ha comenzado a abrirse la segunda entrada, situada frente al Ayuntamiento, para colocar una puerta basculante automática que solo se abrirá durante las visitas a este espacio histórico, mientras que el resto del tiempo permanecerá cerrado para que la Plaza de la Constitución pueda seguir utilizándose con normalidad. Se espera que las obras concluyan antes de mayo.
Este es uno de los refugios más grandes de la provincia, pues tiene unos 400 metros de largo con un pasillo de 1’2 metros de ancho. El refugio no era desconocido, pues en 1997 se descubrió un corto tramo del mismo durante las obras para la construcción de la Plaza de la Constitución, pero fue durante las obras en la Plaza de Arriba cuando apareció la que ahora es la entrada principal y ahora se está adecuando como un punto turístico de la ciudad.
El refugio se construyó en el año 1938 y nunca se llegó a utilizar porque no bombardearon la ciudad. La entrada es muy visible en la plaza de Arriba y tiene dos salidas, una en la plaza de la Constitución y otra bajo la parroquia de Santa Ana, pero esta permanece cegada y no se puede recuperar porque la anterior iglesia se derruyó en la guerra y la nueva se construyó sobre la salida.
Además, es sabido que existen otros túneles que se encuentran bajo el Castillo así como en diversos puntos de la ciudad, si bien destacan los situados en la Plaza de la Constitución y la Plaza del Sagrado Corazón (Plaza de Arriba) y en los alrededores del Ayuntamiento. Muchos están conectados e incluso uno llega hasta el Teatro Castelar.
El alcalde de Elda, Rubén Alfaro, señaló que se va a hacer una inversión de 93.000 euros en este refugio. Aseguró que el refugio está en muy buenas condiciones, “pero al ser largo hay que adecuarlo, ponerle iluminación, balizamiento y la regeneración de aire".
En la salida, en la Plaza de la Constitución, se colocará una puerta basculante que solo se abrirá cuando se visite el refugio y que permitirá que la plaza no cambie su imagen y se pueda seguir utilizando con normalidad.
El cronista de Elda, Gabriel Segura, en sus Crónicas Eldenses en Valle de Elda detalló que “tras el bombardeo aéreo de la aviación nacional sobre Alcoy acaecido el 22 de septiembre de 1938 que ocasionó un importante número de víctimas, el gobernador civil de Alicante recomendó al Consejo Municipal de Elda (Ayuntamiento), dada su condición de ciudad industrial con abundantes industrias bélicas en producción, una mayor eficacia en la construcción de refugios aéreos para la protección de la población civil; recomendando que los refugios fueran más numerosos aunque fueran más pequeños, en vez de pocos y de gran capacidad con el fin de que la población civil encontrara lo más cerca posible la boca de un refugio”.
Así, el 10 de octubre de 1938, continúa Segura, el Ayuntamiento asignó 100.000 pesetas a la construcción de refugios, que se construyeron en diversos lugares de la población: “En las plazas de la Constitución y plaza de Arriba, enlazados por una galería capaz de albergar a 750 personas. Otro cerca del Matadero, por debajo del Altico de San Miguel que tenía una boca de salida en la Tafalera. Otro que se abría en la calle López de Vega, junto a Jardines, para dar servicio al Teatro Castelar. Y, finalmente, se inició otro en la actual calle González Bueno”.