Antonio Poveda considera que la columna hallada en Petrer podría pertenecer a El Monastil
El arqueólogo, historiador, y profesor de la Universidad de Alcalá de Henares, Antonio Poveda, considera que la columna que ha aparecido en las excavaciones que se están realizando en la plaza de Baix de Petrer constituye “un gran hallazgo arqueológico, artístico e histórico sin parangón en todo el sur de la Comunidad Valenciana y sureste hispano”. Este eldense, reconocido especialista en Historia Antigua, considera que “podría pertenecer al poblado ibero romano visigodo de El Monastil”.
En esa zona de Petrer, junto al edificio del Ayuntamiento, ya habían aparecido restos islámicos y romanos, destacando un pavimento mosaico, que ha sido datado preliminarmente hacia los siglos III y IV dC y que pertenecería a la Villa Petraria.
Para Antonio Poveda, se trata de una columna visigoda: “En estos momentos no hay en toda la amplia región del sureste español, una columna que muestre una rica decoración arquitectónica en serie, consistente en arcos de medio punto apoyados en fustes estriados en diagonal; se trata de un motivo no propiamente romano, sino típicamente godo, como se observa en piezas de escultura arquitectónica de Toledo, Mérida, Córdoba y especialmente en la provincia de Cuenca, en el territorio del obispado godo de Ercavica, donde dos yacimientos arqueológicos godos, en San Clemente y en Torrebuceite, se localizaron hace ya bastante tiempo dos fustes casi idénticos al ahora hallado en Petrer”.
Poveda cree que esta columna procedería del poblado El Monastil, que primero fue ibérico y romano, y posteriormente bizantino y godo, que se encuentra a tan solo 1,8 kilómetros de la villa. Según su tesis, los musulmanes, a su llegada, expoliarían la construcción de culto cristiano godo de El Monastil, llevando sus elementos a Villa Petraria cuando esta se estaba islamizando: “Todos nos preguntamos qué hace allí una columna de los siglos VI o VII; además, como bien dice el arqueólogo Fernando Tendero, en una zona en la que se pudo llevar y formar parte de un relleno o de los niveles amortizados de época goda”. Cabe recordar que, según Poveda, El Monastil fue una “población conocida en fase goda como Elo (<Ela < Ella < Elda), que funcionó primero como monasterio bizantino, en el siglo VI, y después como efímera sede episcopal transformada en monasterium de los godos, en el siglo VII”. Por lo que deduce que “al llegar los musulmanes fue expoliada toda su arquitectura principal, de la que se ha constatado su reutilización en construcciones islámicas por diversas zonas de El Monastil”. De modo que se pregunta si no “habría que plantearse si esa columna goda, de una más que probable construcción de culto cristianogodo, como la que existe en ese yacimiento arqueológico, no habría sido expoliada y trasladada a su suburbio, a la zona de Villa Petraria cuando se estaba islamizando”.
Otra de las opciones que baraja Poveda es que el obispo o un personaje importante de la iglesia goda que existió en El Monastil, “tuviera una rica finca o gran propiedad residencial en los alrededores, en concreto en Villa Petraria, dotada de mosaicos y quizá construcciones de prestigio, como suele ocurrir en otros lugares semejantes. Téngase en cuenta que en todo el interior de la provincia de Alicante, el único lugar con historia religiosa importante, visigoda, con iglesia y anexos, con elementos de arquitectura y escultura visigodas, conjunto al que pudo pertenecer la columna goda, es precisamente Elo, El Monastil, centro urbano e institucional único en toda la comarca, del que son herederos los centros habitados actuales de Petrer, Sax, Monóvar y Elda”, asegura el profesor.
Finalmente, el profesor eldense considera que este hallazgo viene a ampliar en la pervivencia de Villa Petraria hasta el siglo VII al menos, en lugar del siglo IV o VI, según los últimos datos: “Buenos arqueólogos de años atrás, como Enrique Llobregat o Concha Navarro, que precisamente es petrerí y la máxima y más eficaz investigadora de arqueología e historia de su pueblo, solían datar los restos finales de Villa Petraria en el siglo IV o muy poco después. Desde comienzos de los años 90 tuvimos la fortuna de poder estudiar algunas excepcionales piezas arqueológicas de dicha villa (sarcófago romanocristiano y mosaico polícromo tardorromano), de modo que intuimos que pudo pervivir durante el siglo VI y quizá un poco más; ahora el hallazgo de esta excepcional columna goda permite defender que el lugar siguió activo hasta el siglo VII, muy cerca de su ocupación islámica, a comienzos del VIII”.
En este sentido, Poveda relaciona esta columna con la existencia de una posible escuela de talla visigoda: “Siempre se ha hablado de que durante los siglos VI y VII existió un taller o escuela de talla visigodo que construía estas obras excepcionales para la región del sureste hispano. Sería pues el tercer fuste, decorado con serie de arcos, conocido en toda la península ibérica y del citado taller godo, que parece trabajó sobre todo en el siglo VII, centuria a la que muy probablemente debió pertenecer este tercer fuste, del que todavía no se ha hallado ni su capitel -seguramente de rica decoración para su parte superior- ni el extremo inferior, que suele decorarse con hojas a lo largo de un tallo vegetal”.
En definitiva, el arqueólogo se congratula del importante hallazgo “en las necesarias e importantes excavaciones arqueológicas que acertadamente ha apoyado el concejal de Cultura, Fernando Portillo, que acomete el Museo Arqueológico de Petrer, cuyos trabajos dirige con la pulcritud y eficiencia habitual su responsable arqueólogo, Fernando Tendero”.