El eldense Miguel Ángel Guill publica una segunda edición del cómic “El tesoro de los moriscos”
El dibujante eldense Miguel Ángel Guill publica una segunda edición de su cómic El tesoro de los moriscos el próximo 15 de octubre. Esta publicación corre a cargo de la editorial Cascaborra Ediciones, especializada en editar cómics sobre la historia de España, por lo que la obra del eldense tendrá una tirada de ámbito nacional.
Para El tesoro de los moriscos, Miguel Ángel Guill hizo una labor de documentación para recrear las comarcas del Medio y Bajo Vinalopó en los siglos XVI y XVII: sus paisajes naturales, sus habitantes, su arquitectura. De hecho, Elda, su castillo y sus habitantes son parte fundamental de la trama del cómic, pues esta se enmarca en un momento crucial de la historia por la reciente expulsión de los moriscos y su consiguiente repoblación.
Guill es un apasionado de la historia y es colaborador habitual con artículos de investigación histórica en el semanario Valle de Elda y revistas locales como Alborada o Fiestas Mayores, de la que fue su presentador el pasado año, además de dibujar el año 2009 la camiseta de la traca. Es autor de varios libros e incluso fue colaborador de la Real Academia Española de la Historia.
El tesoro de los moriscos tuvo una primera edición en el año 2014, y ahora quien se quedase sin el ejemplar podrá adquirirlo.
Durante cinco años Miguel Ángel apartó todos los medios días los lápices y rotuladores de su trabajo, modelista/diseñador de calzado, para coger los de dibujar cómics y aprovechar sus dos horas de descanso para narrarnos una trama argumental, que comienza con el asesinato de un atajador de la torre vigía del Carabassi mientras se produce un desembarco berberisco en la costa ilicitana. Tras esto, dos viajeros son asesinados en el camino de Castilla y dos corsarios junto a un morisco se adentran por el Vinalopó hacia el condado de Elda. Con este planteamiento presenta al lector una vigorosa trama dividida en varias líneas argumentales que coincidirán en un sorprendente final.
Gracias a este trabajo, dibujado con pluma y pintado con acuarelas, aplicando el color directo sobre la plancha, muchos lectores de toda España podrán ver cómo era Elda y las comarcas del Vinalopó en aquella época.
