domingo, 22 de diciembre de 2024

El Rastrillo de Manos Unidas celebra su última edición después de 41 años

Susana Esteve
24 febrero 2019
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El Rastrillo de Manos Unidas celebra su última  edición después de 41 años
Las voluntarias de Manos Unidas muestran los cojines y mantas que han realizado | Jesús Cruces.

El popular Rastrillo que un grupo de mujeres viene montando desde hace cuatro décadas para la ONG Manos Unidas, se despide en su 41ª edición. Algunas de estas voluntarias llevan colaborando desde hace muchos años y se han hecho mayores, de hecho, casi todas se acercan a los 80 años, "dejamos el rastrillo porque es mucho trabajo para nosotras y no tenemos relevo generacional", asegura María Dolores Serrano.

Estas mujeres cosen durante todo el año para poder vender en el Rastrillo la ropa de hogar que confeccionan. Unos meses antes montan un taller en la casa de una de ellas para terminar las labores. Ascensión Ibáñez es la voluntaria más veterana, a sus 94 años sigue yendo a coser al taller "estoy desde que empezó el Rastrillo y no he fallado ningún año". También ha sido voluntaria de Cáritas durante 36 años,"siempre hay que ayudar a los necesitados", asegura, mientras recuerda que muchas de las voluntarias ya han muerto.

Por su parte, Isabel Aracama, asegura: "Llevo muchos años colaborando y soy un peón, sabemos que hay mucha miseria en el mundo y lo que hacemos son parches, pero es lo que podemos hacer".

Maribel Fustero se encarga de coordinar el enorme trabajo que hacen en el taller para cortar y coser las prendas: baberos, colchas, cojines, manteles, delantales, sujetapuertas, ropa de bebé… una gran variedad de prendas que son muy valoradas por el público por su calidad, tanto que algunas personas vienen de otros pueblos.

Maribel Fustero y Janie Maciá, que llevan muchos años colaborando en el Rastrillo, no pierden la esperanza de que pueda haber alguna asociación que continúe con él.

El Rastrillo fue una iniciativa del grupo de Acción Católica de la parroquia de la Inmaculada de Elda. Su última edición coincide con el 60º aniversario de Manos Unidas, una ONG que nació también de un grupo de mujeres de Acción Católica, como ellas, que decidieron que había que hacer algo contra el hambre en el mundo. Las parroquias de Elda colaboran con Manos Unidas desde sus inicios a través de cuestaciones. Hace 40 años un grupo de mujeres de la Inmaculada pensó que un Rastrillo sería una iniciativa diferente. Y lo fue.

Proyectos con garantías

Desde hace años, las parroquias de Elda y Petrer financian de manera conjunta cada año un proyecto de Manos Unidas según el importe que consideran posible conseguir. El proyecto que han elegido este año es la adecuación de dos dormitorios y dos baños para un colegio en Kamwango, una de las zonas rurales más pobres de Angola, que quedó aun más empobrecida tras la guerra. Este proyecto tiene un coste de 34.000 euros.

La organización Manos Unidas ha financiado cientos de proyectos en el tercer mundo y siempre ha cuidado que existiera transparencia con el destino del dinero.

El misionero que demanda la ayuda en el país de origen es el que se hace cargo del proyecto in situ. Para asegurar que los fondos llegan a su destino, exigen justificantes de todos los gastos, así como fotos del proyecto ya realizado. En Elda, las imágenes de los proyectos concluidos se exponen en la iglesia de Santa Ana.

Las parroquias de Elda y Petrer colaboran con numerosas actividades como la venta de macetas por el Día de los Enamorados desde Santa Ana o la cena del pan y aceite que este año se ha celebrado por primera vez de manera conjunta de todas las parroquias y que tuvo lugar el pasado viernes en la sede de las Huestes del Cadí.

En el Rastrillo también se venden productos nuevos donados por el comercio local las voluntarias recorren la ciudad y visitan los comercios solicitando su colaboración "Elda ha cambiado mucho, antes había muchas más tiendas que ahora, aun así, el comercio colabora mucho", aseguran.

El ambiente en el taller hace años era un ir y venir de mujeres y había un ambiente excelente; ahora son apenas seis, "pero la alegría que tienen nos la contagian", asegura Aurelia Orgilés, otra de las colaboradoras. A lo largo del tiempo, en las labores han contado con la ayuda de decenas de personas y entidades como la Asociación de Amas de Casa de Elda.

El Rastrillo se abre en el Casino Eldense, desde el 28 de febrero al 9 de marzo. Este año será el último por lo que venderán también los tableros y los caballetes. Además, el último día, el domingo por la tarde, se celebrará la gran rifa con decenas de productos en el salón del Casino Eldense el domingo 10 de marzo.

Las voluntarias personalizan y realizan los productos que se venden | Jesús Cruces.

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